Estructural funcionalismo

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Las estructuras (familia, religión, estado, etc.) al funcionar sostienen la sociedad

El estructural funcionalismo es una teoría sociológica, que propone a la sociedad como un sistema complejo de relaciones entre diversas estructuras (normas, costumbres, instituciones, etc.) que por funcionar en conjunto crean y sostienen lo que definimos como sociedad. Así, la sociedad no es otra cosa que el funcionamiento permanente de estructuras más pequeñas, como las familias, que interactúan constantemente, manteniendo la estabilidad y cohesión del sistema social. A esta teoría se le denomina también funcionalismo estructuralista, o simplemente funcionalismo (en sociología o antropología).

La idea central del estructural funcionalismo, es que la sociedad es similar a un organismo biológico, con diferentes roles y sistemas internos que interactúan entre sí, los cuales van desde unidades sencillas como la familia, hasta estructuras complejas como el gobierno, la religión o la educación. Esta manera de concebir los procesos sociales, se debe a la fuerte influencia del darwinismo social sobre el pensamiento del siglo XIX (diecinueve). Por esto, el estructural funcionalismo también asume que la sociedad evoluciona, como los seres vivos, por ejemplo, a partir de la familia se han formado estructuras más complejas como el clan, y posteriormente la tribu y la ciudad.

El estructural funcionalismo aborda el problema sobre ¿qué es la sociedad? investigando en las estructuras sociales, por lo cual divide a la sociedad en (a) las estructuras que la componen, y (b) la forma como estas estructuras interactúan, o funcionan. El movimiento de estas estructuras (su función) es lo que crea la sociedad para la teoría estructural funcionalista.

Dentro de sus promotores encontramos figuras como Augusto Comte, Émile Durkheim, Herbert Spencer y Talcott Parsons. Incluso, autores como Talcott Parsons, han dado tanta relevancia al estructural funcionalismo, que lo han descrito no como una teoría o escuela, sino como una etapa en el desarrollo de las ciencias sociales.

Teoría funcionalista

Una analogía común, popularizada por Herbert Spencer, presenta estas partes de la sociedad como "órganos" que trabajan para el correcto funcionamiento del "cuerpo" como un todo. En los términos más básicos, simplemente enfatiza "el esfuerzo por imputar, con el mayor rigor posible, a cada característica, costumbre o práctica, su efecto sobre el funcionamiento de un sistema cohesivo supuestamente estable".

Para entender la teoría estructural funcionalista, debe analizarse primero, que es una teoría clásica de la sociología. Éstas se definen por una tendencia hacia la analogía biológica y nociones de evolucionismo (darwinismo) social. Ahora, si bien puede considerarse el funcionalismo como una extensión lógica de las analogías orgánicas sobre las sociedades hechas por filósofos políticos como Rousseau, el funcionalismo pone un mayor énfasis sobre aquellas instituciones exclusivas de la sociedad capitalista industrializada (o modernidad).

El pensamiento funcionalista, a partir de Comte, ha mirado particularmente a la biología como la ciencia que proporciona el modelo más cercano y compatible con las ciencias sociales. Se ha tomado a la biología para proporcionar una guía para conceptualizar la estructura y la función de los sistemas sociales [...] el funcionalismo enfatiza fuertemente la preeminencia del mundo social sobre sus partes individuales (es decir, sus actores constituyentes, los sujetos humanos).

— Anthony Giddens, The Constitution of Society: Outline of the Theory of Structuration

Evolución de la teoría funcionalista

Auguste Comte postulaba que la sociedad constituye un nivel separado de la realidad, distinto tanto de la materia biológica como de la inorgánica. Desde esta perspectiva, las explicaciones de los fenómenos sociales tenían que construirse dentro de este nivel, siendo los individuos meramente ocupantes temporales de roles sociales estables. En este punto de vista, Comte fue segundado por Émile Durkheim. Durkheim centró sus investigaciones en cómo ciertas sociedades mantienen la estabilidad interna y sobreviven a través del tiempo. Propuso que tales sociedades tienden a estar segmentadas en partes equivalentes (homogéneas), unidas por valores compartidos, símbolos comunes o (como sostenía su sobrino Marcel Mauss), sistemas de intercambio.

Durkheim introdujo el término "solidaridad mecánica" para referirse a este tipo de vínculos sociales presentes en sociedades simples, basados ​​en sentimientos comunes y valores morales compartidos. Sin embargo, en las sociedades complejas modernas, los miembros realizan tareas especializadas, generando una fuerte interdependencia entre sí. Inspirándose en la metáfora anterior de un organismo en el que muchas partes funcionan juntas para sostener el todo, Durkheim argumentó que las sociedades complejas se mantienen unidas por la "solidaridad orgánica", o sea, por los lazos sociales que emergen de la especialización y la interdependencia, siendo especialmente fuertes en sociedades industriales.

El funcionalismo estructuralista retoma la misión de Durkheim de entender cómo las sociedades mantienen su estabilidad y cohesión interna a lo largo del tiempo. Las sociedades son vistas como construcciones coherentes e interrelacionales que operan de manera similar a los organismos. Sus instituciones sociales actúan de forma casi automática, trabajando conjuntamente para mantener un equilibrio social. Todos los fenómenos sociales y culturales son considerados por tanto funcionales, es decir, trabajan en conjunto y poseen una "vida" propia. Se interpretan principalmente en función de su contribución al conjunto de la sociedad. El valor del individuo no radica en su identidad individual, sino en su posición dentro de la estructura social. Es decir, su relevancia se define por su estatus y por los roles y comportamientos asociados a dicho estatus. Así, la estructura social se compone de una red de posiciones interconectadas por roles específicos.

El funcionalismo también encuentra una base antropológica en el trabajo de teóricos como Marcel Mauss, Bronislaw Malinowski y Radcliffe-Brown. Es precisamente en las teorías de Radcliffe-Brown donde se origina el prefijo "estructural". Radcliffe-Brown argumentó que la mayoría de las sociedades primitivas apátridas, que carecen de instituciones centralizadas consolidadas, se estructuran en torno a grupos de ascendencia corporativa, es decir, los grupos de parentesco reconocidos en dicha sociedad. Gracias al trabajo de Malinowski, se incorpora la idea de que la familia nuclear, es el componente básico de las sociedades, y por ello, el clan surge a partir de ella (como una consecuencia), y no al contrario.

Principales autores

Augusto Comte

Auguste Comte, el "Padre del positivismo", señaló la necesidad de mantener las sociedades unidas ante el deterioro de las instituciones del siglo XIX. Fue el primero en acuñar el término sociología. Comte sugiere que la sociología es el producto de un desarrollo de tres etapas:

  1. Etapa teológica: desde el comienzo de la historia humana hasta el final de la Edad Media europea, las personas adoptaron una visión religiosa, la sociedad expresaba la voluntad de Dios. En el estado teológico, la mente humana, buscando la naturaleza esencial de los seres, las causas primeras y últimas (el origen y el fin) de todos los efectos —en una palabra, el conocimiento absoluto— supone que todos los fenómenos son producidos por la acción inmediata de los seres sobrenaturales.
  2. Etapa metafísica: la gente comenzó a ver la sociedad como un sistema natural en oposición a lo sobrenatural. Esto comenzó con la ilustración y las ideas de Hobbes, Locke y Rousseau. Las percepciones de la sociedad reflejaban las fallas de una naturaleza humana egoísta en lugar de la perfección de Dios.
  3. Etapa positiva o científica: Describir la sociedad a través de la aplicación del método científico, que se basa en la medición y verificación de datos por expertos.

Émile Durkheim

El funcionalismo estructural, inspirado en gran medida por la visión de Durkheim, se centra en entender cómo las sociedades mantienen su estabilidad y cohesión a lo largo del tiempo. Estas sociedades se perciben como entidades coherentes y relacionales, similares a organismos, donde cada parte (o institución social) contribuye al equilibrio general. El individuo, en este marco, no se valora por su individualidad, sino por su posición y rol dentro de la estructura social.

Puntos clave sobre el Funcionalismo Estructural de Durkheim:

  1. Estabilidad y Cohesión: La principal inquietud es explicar la estabilidad y cohesión interna que permiten a las sociedades perdurar.
  2. Sociedades como Organismos: Las sociedades son vistas como construcciones coherentes y relacionales, funcionando de manera similar a un organismo.
  3. Función de las Instituciones: Cada institución social trabaja de forma conjunta, inconsciente y automática para mantener el equilibrio social.
  4. Fenómenos Sociales y Culturales: Todos los fenómenos se ven como funcionales, teniendo "vidas" propias y se analizan en función de su contribución al conjunto.
  5. El Individuo y la Estructura: El valor del individuo radica en su estatus y posición dentro de la estructura social, más que en su individualidad.
  6. Estructura Social: Se comprende como una red de estados interconectados por roles asociados.

Herbert Spencer

Herbert Spencer (1820–1903), filósofo británico, destacó por aplicar las teorías de la selección natural a la sociedad, convirtiéndose en uno de los primeros funcionalistas sociológicos. De hecho, aunque Durkheim es frecuentemente reconocido como el funcionalista más importante entre los teóricos positivistas, se sabe que Durkheim se inspiró considerablemente en las obras de Spencer, especialmente en sus "Principios de Sociología" (1874-1896).

Spencer comparó la sociedad con un cuerpo humano, donde cada parte estructural (esqueleto, músculos, órganos internos) funciona de manera independiente, pero coordinada, para mantener la supervivencia del organismo. De manera similar, las estructuras sociales colaboran para preservar la sociedad.

Talcott Parsons

Para Parsons, el estructural funcionalismo es una perspectiva sociológica que entiende a la sociedad como un sistema complejo cuyas partes interdependientes trabajan de manera conjunta para mantener la estabilidad y el equilibrio. Estas partes incluyen a los individuos, quienes interactúan entre sí desempeñando roles sociales. Dichos roles están determinados por normas y valores adquiridos mediante la socialización.

La acción social, como unidad básica de análisis, es el comportamiento de los individuos guiado por normas, valores y expectativas adquiridas mediante procesos de socialización. Para asegurar la conformidad con dichas normas, entran en juego mecanismos de control social que pueden ser desde sanciones informales (como la desaprobación social) hasta sanciones formales (como las regulaciones legales). Las distintas partes del sistema, incluidos los individuos, sus roles, las instituciones, tales como la familia, la educación o la religión, y sus interacciones, contribuyen a mantener el orden social y a satisfacer las necesidades fundamentales de la sociedad.

Conceptos clave

  1. Acción social: La unidad básica del análisis social es la acción individual, que está guiada por normas y valores.
  2. Roles: Los roles son conjuntos de expectativas normativas que definen cómo debe comportarse un individuo en una posición social particular.
  3. Instituciones: Las instituciones son conjuntos de roles interconectados que trabajan juntos para cumplir una función social específica.
  4. Socialización: La socialización es el proceso por el cual los individuos aprenden las normas y valores de la sociedad.
  5. Control social: El control social es el proceso por el cual la sociedad asegura que los individuos se comporten de acuerdo con las normas y valores.

Teoría de la acción

Parsons argumentó que la acción social está guiada por cuatro imperativos funcionales:

Crítica al funcionalismo de Parsons

Los críticos del funcionalismo de Parsons señalaban su énfasis excesivo en el orden y la estabilidad social, lo que lo hacía ciego ante los conflictos y el potencial de cambio dentro de las sociedades. También cuestionaban su perspectiva conservadora y su tendencia a ver a los individuos como entes pasivos moldeados por las normas sociales, sin suficiente autonomía. Además, el modelo de Parsons fue criticado por subestimar el rol de la manipulación, las luchas de poder y las desigualdades que moldean las relaciones sociales y el cambio social.

HSD

Davis & Moore

Kingsley Davis y Wilbert E. Moore (1945) dieron un argumento a favor de la estratificación social basado en la idea de "necesidad funcional" (también conocida como la hipótesis de Davis-Moore). Argumentan que los trabajos más difíciles en cualquier sociedad tienen los ingresos más altos para motivar a las personas a desempeñar los roles que necesita la división del trabajo. Así, la desigualdad sirve a la estabilidad social.

Este argumento ha sido criticado como falaz desde varios ángulos diferentes: el argumento es tanto que los individuos que son los más merecedores son los más recompensados, como que es necesario un sistema de recompensas desiguales, de lo contrario, ningún individuo se desempeñaría como es necesario para el sociedad para funcionar. El problema es que se supone que estas recompensas se basan en méritos objetivos, en lugar de "motivaciones" subjetivas. El argumento tampoco establece claramente por qué algunos puestos valen más que otros, incluso cuando benefician a más personas en la sociedad, por ejemplo, maestros en comparación con atletas y estrellas de cine. Los críticos han sugerido que la desigualdad estructural (riqueza heredada, poder familiar, etc.) es en sí misma una causa del éxito o el fracaso individual, no una consecuencia del mismo.

Robert Merton

Robert K. Merton hizo importantes refinamientos al pensamiento funcionalista. Básicamente estuvo de acuerdo con la teoría de Parsons, pero reconoció que la teoría de Parsons podría cuestionarse, creyendo que estaba demasiado generalizada. Merton tendía a enfatizar la teoría de alcance medio en lugar de una gran teoría, lo que significa que pudo abordar específicamente algunas de las limitaciones del pensamiento de Parsons. Merton creía que cualquier estructura social probablemente tiene muchas funciones, algunas más obvias que otras. Identificó tres limitaciones principales: la unidad funcional, el funcionalismo universal y la indispensabilidad.También desarrolló el concepto de desviación e hizo la distinción entre funciones manifiestas y latentes. Las funciones manifiestas se referían a las consecuencias reconocidas y previstas de cualquier patrón social. Las funciones latentes se referían a consecuencias no reconocidas e involuntarias de cualquier patrón social.

Merton criticó la unidad funcional, diciendo que no todas las partes de una sociedad compleja moderna trabajan para la unidad funcional de la sociedad. En consecuencia, existe una disfunción social referida a cualquier patrón social que pueda perturbar el funcionamiento de la sociedad. Algunas instituciones y estructuras pueden tener otras funciones, y algunas incluso pueden ser disfuncionales en general, o ser funcionales para algunas y disfuncionales para otras. Esto se debe a que no todas las estructuras son funcionales para la sociedad en su conjunto. Algunas prácticas solo son funcionales para un individuo o grupo dominante.Hay dos tipos de funciones que Merton analiza las "funciones manifiestas" en las que un patrón social puede desencadenar una consecuencia reconocida e intencionada. La función manifiesta de la educación incluye la preparación para una carrera al obtener buenas calificaciones, graduarse y encontrar un buen trabajo. El segundo tipo de función son las "funciones latentes", donde un patrón social da como resultado una consecuencia no reconocida o no deseada. Las funciones latentes de la educación incluyen conocer gente nueva, actividades extracurriculares, viajes escolares. Otro tipo de función social es la "disfunción social", que es cualquier consecuencia indeseable que interrumpe el funcionamiento de la sociedad.La disfunción social de la educación incluye no sacar buenas notas, un trabajo. Merton afirma que al reconocer y examinar los aspectos disfuncionales de la sociedad podemos explicar el desarrollo y la persistencia de alternativas. Por lo tanto, como afirma Holmwood, "Merton explícitamente hizo que el poder y el conflicto fueran temas centrales para la investigación dentro de un paradigma funcionalista".

Merton también señaló que puede haber alternativas funcionales a las instituciones y estructuras que actualmente cumplen las funciones de la sociedad. Esto significa que las instituciones que existen actualmente no son indispensables para la sociedad. Merton afirma que "así como el mismo artículo puede tener múltiples funciones, la misma función puede cumplirse de manera diversa con artículos alternativos". Esta noción de alternativas funcionales es importante porque reduce la tendencia del funcionalismo a implicar la aprobación del statu quo.

La teoría de la desviación de Merton se deriva de la idea de anomia de Durkheim. Es fundamental para explicar cómo pueden ocurrir cambios internos en un sistema. Para Merton, la anomia significa una discontinuidad entre los objetivos culturales y los métodos aceptados disponibles para alcanzarlos.

Merton cree que hay 5 situaciones a las que se enfrenta un actor.

Por lo tanto, se puede ver que el cambio puede ocurrir internamente en la sociedad a través de la innovación o la rebelión. Es cierto que la sociedad intentará controlar a estos individuos y anular los cambios, pero a medida que la innovación o la rebelión cobra impulso, la sociedad eventualmente se adaptará o se enfrentará a la disolución.

Almond & Powell

En la década de 1970, los politólogos Gabriel Almond y Bingham Powell introdujeron un enfoque estructural-funcionalista para comparar sistemas políticos. Argumentaron que, para comprender un sistema político, es necesario comprender no solo sus instituciones (o estructuras) sino también sus respectivas funciones. También insistieron en que estas instituciones, para ser entendidas adecuadamente, deben ubicarse en un contexto histórico significativo y dinámico.

Esta idea contrastaba marcadamente con los enfoques prevalecientes en el campo de la política comparada: la teoría del estado-sociedad y la teoría de la dependencia. Estos eran los descendientes de la teoría del sistema de David Easton en las relaciones internacionales, una visión mecanicista que veía a todos los sistemas políticos como esencialmente iguales, sujetos a las mismas leyes de "estímulo y respuesta"—o entradas y salidas—mientras prestaba poca atención a las características únicas.. El enfoque estructural-funcional se basa en la idea de que un sistema político se compone de varios componentes clave, incluidos los grupos de interés, los partidos políticos y las ramas del gobierno.

Además de las estructuras, Almond y Powell demostraron que un sistema político consta de varias funciones, entre las que destacan la socialización política, el reclutamiento y la comunicación: la socialización se refiere a la forma en que las sociedades transmiten sus valores y creencias a las generaciones sucesivas, y en términos políticos describir el proceso por el cual una sociedad inculca virtudes cívicas, o los hábitos de ciudadanía efectiva; el reclutamiento denota el proceso por el cual un sistema político genera interés, compromiso y participación de los ciudadanos; y la comunicación se refiere a la forma en que un sistema promulga sus valores e información.

Tesis funcionalista de Spencer

A pesar de que la lectura de los extensos volúmenes de Spencer puede resultar tediosa, debido a largos pasajes que explican la analogía orgánica con organismos biológicos (células, animales, etc.), sus ideas han ejercido una influencia significativa en teóricos contemporáneos, como Talcott Parsons y su obra "La estructura de la acción social" (1937). Además, el funcionalismo de Spencer ha sido una herramienta constante también para la antropología cultural.

Spencer propuso un modelo evolutivo cíclico, distinto a otras teorías evolutivas del siglo XIX. Este modelo inicia con la diferenciación y crecimiento de un cuerpo orgánico o "superorgánico" (término de Spencer para referirse a un sistema social), seguido por un estado fluctuante de equilibrio y desequilibrio (ajuste y adaptación), y finalmente, una etapa de desintegración o disolución. Inspirado por los principios de población de Thomas Malthus, Spencer concluyó que la sociedad enfrenta constantes presiones de selección, tanto internas como externas, que la obligan a adaptar su estructura interna a través de la diferenciación.

Sin embargo, cada solución generada por la sociedad conlleva nuevas presiones de selección, amenazando su viabilidad. Spencer no fue un determinista absoluto; reconoció la importancia de la autoridad centralizada en un sistema político y cómo esta puede influir en la capacidad de adaptación de una sociedad. Observó una tendencia hacia la centralización del poder, que podía conducir al estancamiento y, eventualmente, a presiones para la descentralización.

  1. las presiones de selección se sentirán a tiempo para adaptarse
  2. el organismo reaccionará ante ellas, o
  3. las soluciones siempre funcionarán

De hecho, fue en muchos sentidos un sociólogo político y reconoció que el grado de autoridad centralizada y consolidada en un sistema político determinado podría hacer o deshacer su capacidad de adaptación. En otras palabras, vio una tendencia general hacia la centralización del poder que conducía al estancamiento y, en última instancia, a presiones para la descentralización.

Más específicamente, Spencer reconoció tres necesidades funcionales o prerrequisitos que producen presiones de selección: regulatorias, operativas (producción) y distributivas. Sostuvo que todas las sociedades necesitan resolver problemas de control y coordinación, producción de bienes, servicios e ideas y, finalmente, encontrar formas de distribuir estos recursos.

Inicialmente, en las sociedades tribales, estas tres necesidades son inseparables, y el sistema de parentesco es la estructura dominante que las satisface. Pero, con el aumento de la población (tanto en términos de números como de densidad), surgen desafíos relacionados con la alimentación, la coordinación y el control de diferentes unidades sociales, así como el desarrollo de sistemas de distribución de recursos.

La solución, como la ve Spencer, es diferenciar estructuras para cumplir funciones más especializadas; surge así un jefe o "gran hombre", seguido pronto por un grupo de lugartenientes, y más tarde reyes y administradores. Las partes estructurales de la sociedad (p. ej., familias, trabajo) funcionan de manera interdependiente para ayudar a que la sociedad continue. Por lo tanto, las estructuras sociales trabajan juntas para preservar la sociedad.

Tesis de la descendencia unilineal

En su intento de explicar la estabilidad social de las sociedades sin estado "primitivas" africanas donde realizaron su trabajo de campo, Evans-Pritchard (1940) y Meyer Fortes (1945) argumentaron que los tallensi y los nuer estaban organizados principalmente en torno a grupos de descendencia unilineal. Dichos grupos se caracterizan por fines comunes, como administrar bienes o defenderse de ataques; forman una estructura social permanente que persiste mucho más allá de la vida de sus miembros. En el caso de los tallensi y los nuer, estos grupos corporativos se basaban en el parentesco que, a su vez, encajaba en estructuras más amplias de descendencia unilineal; en consecuencia, el modelo de Evans-Pritchard y Fortes se denomina "teoría de la descendencia". Además, en este contexto africano las divisiones territoriales se alinearon con los linajes;Sin embargo, los lazos afines con el progenitor a través del cual no se cuenta la descendencia se consideran meramente complementarios o secundarios (Fortes creó el concepto de "filiación complementaria"), considerándose el reconocimiento del parentesco a través de la descendencia como la principal fuerza organizadora de los sistemas sociales.. Debido a su fuerte énfasis en la descendencia unilineal, esta nueva teoría del parentesco se denominó "teoría de la descendencia".

Sin demora, la teoría de la descendencia había encontrado sus críticos. Muchas sociedades tribales africanas parecían encajar bastante bien en este modelo limpio, aunque los africanistas, como Paul Richards, también argumentaron que Fortes y Evans-Pritchard habían minimizado deliberadamente las contradicciones internas y enfatizado demasiado la estabilidad de los sistemas de linaje locales y su importancia para la organización de la sociedad. sociedad.Sin embargo, en muchos entornos asiáticos los problemas eran aún más evidentes. En Papua Nueva Guinea, los grupos locales de descendencia patrilineal estaban fragmentados y contenían una gran cantidad de no anatos. Las distinciones de estatus no dependían de la descendencia, y las genealogías eran demasiado cortas para dar cuenta de la solidaridad social a través de la identificación con un antepasado común. En particular, el fenómeno del parentesco cognático (o bilateral) planteó un serio problema a la proposición de que los grupos de descendencia son el elemento primario detrás de las estructuras sociales de las sociedades "primitivas".

La crítica de Leach (1966) se presentó en la forma del argumento malinowskiano clásico, señalando que "en los estudios de Evans-Pritchard sobre los nuer y también en los estudios de Fortes sobre los tallensi, la descendencia unilineal resulta ser en gran medida un concepto ideal al que los hechos empíricos corresponden". sólo se adaptan por medio de ficciones". Se habían ignorado el interés propio, las maniobras, la manipulación y la competencia de las personas. Además, la teoría de la descendencia descuidó la importancia del matrimonio y los lazos afines, que fueron enfatizados por la antropología estructural de Lévi-Strauss, a expensas de enfatizar demasiado el papel de la descendencia. Para citar a Leach: "La importancia evidente que se atribuye a las conexiones de parentesco matrilateral y afín no se explica tanto como se explica".

Declive de las ideas funcionalistas

El funcionalismo estructural alcanzó el pico de su influencia en las décadas de 1940 y 1950, y en la década de 1960 estaba en rápido declive. En la década de 1980, su lugar fue ocupado en Europa por enfoques más orientados al conflicto y, más recientemente, por el estructuralismo. Si bien algunos de los enfoques críticos también ganaron popularidad en los Estados Unidos, la corriente principal de la disciplina se ha desplazado hacia una miríada de teorías de rango medio orientadas empíricamente sin una orientación teórica general. Para la mayoría de los sociólogos, el funcionalismo está ahora "tan muerto como un dodo".

A medida que la influencia del funcionalismo en la década de 1960 comenzó a decaer, los giros lingüísticos y culturales llevaron a una miríada de nuevos movimientos en las ciencias sociales: "Según Giddens, el consenso ortodoxo terminó a fines de la década de 1960 y 1970 como el término medio compartido por de lo contrario, las perspectivas en competencia cedieron y fueron reemplazadas por una desconcertante variedad de perspectivas en competencia.Esta tercera generación de teoría social incluye enfoques inspirados fenomenológicamente, teoría crítica, etnometodología, interaccionismo simbólico, estructuralismo, postestructuralismo y teorías escritas en la tradición de la hermenéutica y la filosofía del lenguaje ordinario".

Aunque ausentes de la sociología empírica, los temas funcionalistas permanecieron detectables en la teoría sociológica, sobre todo en las obras de Luhmann y Giddens. Sin embargo, hay signos de un renacimiento incipiente, ya que las afirmaciones funcionalistas se han visto recientemente reforzadas por los desarrollos en la teoría de la selección multinivel y en la investigación empírica sobre cómo los grupos resuelven los dilemas sociales. Los desarrollos recientes en la teoría de la evolución, especialmente por parte del biólogo David Sloan Wilson y los antropólogos Robert Boyd y Peter Richerson, han brindado un fuerte apoyo al funcionalismo estructural en forma de teoría de la selección multinivel. En esta teoría, la cultura y la estructura social se ven como una adaptación darwiniana (biológica o cultural) a nivel de grupo.

Críticas al funcionalismo

En la década de 1960, el funcionalismo fue criticado por ser incapaz de dar cuenta del cambio social o de las contradicciones y conflictos estructurales (y, por lo tanto, a menudo se lo llamó "teoría del consenso").Además, ignora las desigualdades que incluyen raza, género, clase, que causan tensión y conflicto. La refutación de la segunda crítica del funcionalismo, que es estático y no tiene un concepto de cambio, ya se ha articulado anteriormente, concluyendo que si bien la teoría de Parsons permite el cambio, es un proceso de cambio ordenado [Parsons, 1961:38], un equilibrio en movimiento. Por lo tanto, referirse a la teoría de la sociedad de Parsons como estática es inexacto. Es cierto que sí pone énfasis en el equilibrio y el mantenimiento o retorno rápido al orden social, pero esto es producto de la época en la que Parsons estaba escribiendo (posterior a la Segunda Guerra Mundial y comienzo de la guerra fría). La sociedad estaba convulsa y abundaba el miedo. En ese momento el orden social era crucial, y esto se refleja en Parsons.

Además, Durkheim favoreció una forma radical de socialismo gremial junto con explicaciones funcionalistas. Además, el marxismo, aunque reconoce las contradicciones sociales, todavía usa explicaciones funcionalistas. La teoría evolutiva de Parsons describe los sistemas y subsistemas de diferenciación y reintegración y, por lo tanto, al menos un conflicto temporal antes de la reintegración (ibid). "El hecho de que el análisis funcional pueda ser visto por algunos como inherentemente conservador y por otros como inherentemente radical sugiere que puede ser inherentemente ni lo uno ni lo otro".

Las críticas más fuertes incluyen el argumento epistemológico de que el funcionalismo es tautólogo, es decir, intenta dar cuenta del desarrollo de las instituciones sociales únicamente recurriendo a los efectos que se les atribuyen y, por lo tanto, explica los dos circularmente. Sin embargo, Parsons se basó directamente en muchos de los conceptos de Durkheim al crear su teoría. Ciertamente, Durkheim fue uno de los primeros teóricos en explicar un fenómeno con referencia a la función que cumplía para la sociedad. Dijo, "la determinación de la función es... necesaria para la explicación completa de los fenómenos".Sin embargo, Durkheim hizo una clara distinción entre análisis histórico y funcional, diciendo: "Cuando... se emprende la explicación de un fenómeno social, debemos buscar por separado la causa eficiente que lo produce y la función que cumple".Si Durkheim hizo esta distinción, es poco probable que Parsons no la haya hecho. Sin embargo, Merton sí afirma explícitamente que el análisis funcional no busca explicar por qué ocurrió la acción en primera instancia, sino por qué continúa o se reproduce. Por esta lógica particular, se puede argumentar que los funcionalistas no necesariamente explican la causa original de un fenómeno con referencia a su efecto. Sin embargo, la lógica establecida a la inversa, que los fenómenos sociales se (re)producen porque sirven a fines, no es original del pensamiento funcionalista. Así, el funcionalismo es indefinible o puede ser definido por los argumentos teleológicos que los teóricos funcionalistas produjeron normativamente antes de Merton.

Otra crítica describe el argumento ontológico de que la sociedad no puede tener "necesidades" como las tiene un ser humano, e incluso si la sociedad tiene necesidades, no es necesario que se satisfagan. Anthony Giddens argumenta que todas las explicaciones funcionalistas pueden reescribirse como relatos históricos de acciones y consecuencias humanas individuales (ver Estructuración).

Otra crítica dirigida al funcionalismo es que no contiene ningún sentido de agencia, que los individuos son vistos como marionetas, actuando como lo requiere su rol. Sin embargo, Holmwood afirma que las formas más sofisticadas de funcionalismo se basan en "un concepto de acción altamente desarrollado".y como se explicó anteriormente, Parsons tomó como punto de partida al individuo y sus acciones. Sin embargo, su teoría no articuló cómo estos actores ejercen su agencia en oposición a la socialización e inculcación de normas aceptadas. Como se mostró anteriormente, Merton abordó esta limitación a través de su concepto de desviación, por lo que se puede ver que el funcionalismo permite la agencia. Sin embargo, no puede explicar por qué los individuos eligen aceptar o rechazar las normas aceptadas, por qué y en qué circunstancias eligen ejercer su agencia, y esto sigue siendo una limitación considerable de la teoría.

Los defensores de otras teorías sociales, en particular los teóricos del conflicto, los marxistas, las feministas y los posmodernistas, han formulado más críticas al funcionalismo. Los teóricos del conflicto criticaron el concepto de sistemas del funcionalismo por dar demasiado peso a la integración y el consenso, y descuidar la independencia y el conflicto. Lockwood, en línea con la teoría del conflicto, sugirió que la teoría de Parsons pasó por alto el concepto de contradicción del sistema. No tuvo en cuenta aquellas partes del sistema que podrían tener tendencias a la mala integración. Según Lockwood, fueron estas tendencias las que afloraron como oposición y conflicto entre los actores. Sin embargo, Parsons pensó que los temas de conflicto y cooperación estaban muy entrelazados y trató de explicar ambos en su modelo.En esto, sin embargo, estaba limitado por su análisis de un "tipo ideal" de sociedad que se caracterizaba por el consenso. Merton, a través de su crítica de la unidad funcional, introdujo en el funcionalismo un análisis explícito de la tensión y el conflicto. Sin embargo, las explicaciones funcionalistas de los fenómenos sociales de Merton continuaron basándose en la idea de que la sociedad es principalmente cooperativa en lugar de conflictiva, lo que diferencia a Merton de los teóricos del conflicto.

El marxismo, que revivió poco después del surgimiento de la teoría del conflicto, criticó a la sociología profesional (tanto al funcionalismo como a la teoría del conflicto) por ser partidista del capitalismo de bienestar avanzado. Gouldner pensó que la teoría de Parsons era específicamente una expresión de los intereses dominantes del capitalismo del bienestar, que justificaba las instituciones con referencia a la función que cumplen para la sociedad.Puede ser que el trabajo de Parsons implique o articule que ciertas instituciones son necesarias para cumplir con los prerrequisitos funcionales de la sociedad, pero sea este el caso o no, Merton afirma explícitamente que las instituciones no son indispensables y que existen alternativas funcionales. Que no identifique ninguna alternativa a las instituciones actuales refleja un sesgo conservador, que como se ha dicho antes es producto del momento específico en el que estaba escribiendo.

A medida que la prominencia del funcionalismo estaba terminando, el feminismo estaba en ascenso e intentó una crítica radical del funcionalismo. Creía que el funcionalismo descuidaba la supresión de la mujer dentro de la estructura familiar. Holmwood muestra, sin embargo, que Parsons, de hecho, describió las situaciones en las que existían o estaban a punto de producirse tensiones y conflictos, aunque no articuló esos conflictos. Algunas feministas están de acuerdo y sugieren que Parsons proporcionó descripciones precisas de estas situaciones.Por otro lado, Parsons reconoció que había simplificado demasiado su análisis funcional de la mujer en relación con el trabajo y la familia, y se centró en las funciones positivas de la familia para la sociedad y no en sus disfunciones para la mujer. Merton también, aunque abordaba situaciones en las que la función y la disfunción ocurrían simultáneamente, carecía de una "sensibilidad feminista".

El posmodernismo, como teoría, es crítico con las afirmaciones de objetividad. Por lo tanto, la idea de una gran teoría y una gran narrativa que pueda explicar la sociedad en todas sus formas se trata con escepticismo. Esta crítica se centra en exponer el peligro que puede suponer la gran teoría cuando no se ve como una perspectiva limitada, como una forma de entender la sociedad.

Jeffrey Alexander (1985) ve el funcionalismo como una escuela amplia en lugar de un método o sistema específico, como Parsons, quien es capaz de tomar el equilibrio (estabilidad) como un punto de referencia en lugar de una suposición y trata la diferenciación estructural como una forma importante de social. cambio. El nombre 'funcionalismo' implica una diferencia de método o interpretación que no existe. Esto elimina el determinismo criticado anteriormente. Cohen argumenta que, en lugar de necesidades, una sociedad tiene hechos disposicionales: características del entorno social que respaldan la existencia de instituciones sociales particulares pero no las causan.

Funcionalismo vs. Conservadurismo Político

Sería un error simplificar y equiparar directamente el funcionalismo estructuralista con el conservadurismo político. Aunque ambas perspectivas tienden a enfatizar los "sistemas cohesivos", para el caso del funcionalismo no existe una lucha social inherente, alejándose de las "teorías del conflicto" que sustentan la visión política del conservadurismo.

Lista de funcionalistas influyentes