Seba hijo de Bicri

En el Antiguo Testamento, Saba era un líder benjamita que se rebeló contra el rey David, relatado en 2 Samuel.
En la Biblia

Seba era hijo de Bicri, de la familia de Béquer, hijo de Benjamín, y por tanto de la tribu del rey Saúl.
Cuando David regresó a Jerusalén después de la derrota de Absalón, surgieron conflictos entre las diez tribus y la tribu de Judá, porque esta última tomó la iniciativa de traer de regreso al rey. Saba aprovechó este estado de cosas y levantó el estandarte de la revuelta, proclamando: "No tenemos parte con David". Con sus seguidores avanzó hacia el norte. David, viendo necesario frenar esta revuelta, ordenó a Amasa que convocara al ejército. Cuando Amasa retrasó su tarea, David designó a Abisai y a Joab para que tomaran a los giborim ("hombres valientes"), la guardia personal y las tropas que pudiera reunir, y persiguieran a Seba. Joab aprovechó la oportunidad para matar a Amasa. Entonces Joab y Abisai llegaron a la ciudad de Abel-bet-maaca, donde sabían que Seba se escondía. Sitiaron la ciudad. Una mujer sabia anónima de la ciudad convenció a Joab de no destruir a Abel Bet-Maaca, porque el pueblo no quería que Seba se escondiera allí. Ella ordenó a la gente de la ciudad que mataran a Seba, y su cabeza fue arrojada por encima del muro a Joab.
En el Talmud
En Tosefta Terumot 7:19, los rabinos debaten si era apropiado según la ley judía entregar a Saba para salvar la ciudad del ejército de Joab. El rabino Simeón bar Yojai dijo que está prohibido renunciar a Sheba. El rabino Judá bar Ilai dijo que la mujer sabia actuó correctamente porque Joab tenía rodeada la ciudad. Todos en la ciudad serían asesinados, incluido Sheba, por lo que era mejor renunciar a Sheba y salvar a todos los demás.
Esta historia sirvió como fuente para la posterior discusión halájica sobre si está permitido que un grupo o comunidad se salve sacrificando a un individuo. La Tosefta establece el principio de que no podemos salvar una comunidad sacrificando a un individuo, a menos que la demanda original fuera para un individuo específico. R. Shimón b. Lakish agrega la condición de que el individuo especificado merezca la muerte debido a un delito que cometió. Este punto de vista ha sido codificado por Maimónides en su código de ley judía.
El Sanedrín 101b identificó a Sheba con otros dos hombres:
"Un Tanna enseñó: Nebat, Mica, y Seba hijo de Bichri son uno y el mismo." Los tres signos y portents interpretados significan que reinarían. "Tres miraron pero no vieron."
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