Témenos

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Un temenos (griego: τέμενος; plural: τεμένη, temenē) es un pedazo de tierra cortado y asignado como dominio oficial, especialmente a reyes y jefes, o un pedazo de tierra separado de los usos comunes y dedicado a un dios, como como santuario, bosque sagrado o recinto sagrado.

Un temenos encerraba un espacio sagrado llamado hieron. Por lo general, estaba rodeado por un muro, una zanja o una hilera de piedras. Todas las cosas dentro del área demarcada pertenecían al dios designado. Los griegos podían encontrar asilo dentro de un santuario y estar bajo la protección de la deidad y no podían ser movidos en contra de su voluntad.

Etimología

La palabra deriva del verbo griego τέμνω (temnō), "corto". La forma más antigua atestiguada de la palabra es el griego micénico ???, te-me-no, escrito en escritura silábica lineal B.

El equivalente en latín era fanum.

En el discurso religioso en inglés, temenos también ha llegado a referirse a un territorio, plano, receptáculo o campo de deidad o divinidad.

Ejemplos

Desarrollo historico

El concepto de temenos surge en la antigüedad clásica como un espacio reservado al culto de los dioses. Algunos autores han utilizado el término para aplicarlo a una arboleda sagrada, aislada de los espacios de la vida cotidiana, mientras que otros usos apuntan a áreas dentro del desarrollo urbano antiguo que son parte de santuarios.

Un temenos a menudo está físicamente marcado por una valla o muro peribolos (por ejemplo, Delphi) como límite estructural.

Originalmente, los períbolos a menudo eran solo un conjunto de mojones que marcaban el límite, o una cerca liviana. Los primeros santuarios parecen haber comenzado como un peribolos alrededor de un bosque sagrado, manantial, cueva u otra característica, con un altar pero sin templo o imagen de culto. Más tarde, a medida que los santuarios griegos se hicieron más elaborados, se construyeron grandes muros de piedra con puertas de entrada o puertas de entrada alrededor de los santuarios importantes, aunque el más famoso, la Acrópolis de Atenas, tenía un recinto elaborado porque comenzó como un palacio y una ciudadela militar y se convirtió en un santuario.

Interpretación psicológica

Carl Jung relaciona el temenos con el círculo mágico o fascinante, que actúa como un "espacio cuadrado" o "lugar seguro" donde puede tener lugar el "trabajo" mental. Este temenos se asemeja, entre otras cosas, a un 'jardín de rosas simétrico con una fuente en el medio' en el que se puede tener un encuentro con el inconsciente y donde estos contenidos inconscientes pueden ser traídos a la luz de la conciencia de manera segura. De esta manera, uno puede encontrarse con su propio animus / anima, sombra, anciana sabia (senex) y, finalmente, con el yo.