Oso café
El oso pardo (Ursus arctos) es una especie de oso grande que se encuentra en Eurasia y América del Norte. En América del Norte, las poblaciones de osos pardos se denominan osos grizzly, mientras que la subespecie que habita en las islas Kodiak de Alaska se conoce como oso Kodiak. Es uno de los miembros terrestres vivos más grandes del orden Carnivora, rivalizado en tamaño solo por su pariente más cercano, el oso polar (Ursus maritimus), que es mucho menos variable en tamaño y un poco más grande en promedio.. El rango del oso pardo incluye partes de Rusia, Asia Central, el Himalaya, China, Canadá, Estados Unidos, Hokkaido, Escandinavia, Finlandia, los Balcanes, los Picos de Europa y la región de los Cárpatos (especialmente Rumania), Irán, Anatolia y el Cáucaso. El oso pardo es reconocido como animal nacional y estatal en varios países europeos.
Si bien el área de distribución del oso pardo se ha reducido y se ha enfrentado a extinciones locales en toda su amplia área de distribución, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la clasifica como una especie de menor preocupación con una población total estimada. en 2017 de 110.000. A partir de 2012, este y el oso negro americano son las únicas especies de osos que no están clasificadas como amenazadas por la UICN, aunque el gran tamaño de ambos osos puede ser una desventaja debido a una mayor competencia con los humanos. Las poblaciones que fueron cazadas hasta la extinción en los siglos XIX y XX son el oso Atlas del norte de África y las poblaciones californiana, ungavana y mexicana del oso grizzly de América del Norte. Muchas de las poblaciones en las partes del sur de Eurasia también están en peligro de extinción. Una de las formas de cuerpo más pequeño, el oso pardo del Himalaya, está en peligro crítico, ocupando solo el 2% de su área de distribución anterior y amenazado por la caza furtiva descontrolada de partes de su cuerpo. El oso pardo de Marsican del centro de Italia es una de varias poblaciones actualmente aisladas del oso pardo euroasiático y se cree que tiene una población de solo 50 a 60 osos.
Evolución y taxonomía
A veces se hace referencia al oso pardo como el bruin, del inglés medio. Este nombre se originó en la fábula Historia de Reynard the Fox traducida por William Caxton del holandés medio bruun o bruyn, que significa marrón (el color). A mediados del siglo XIX en los Estados Unidos, el oso pardo se denominó "Old Ephraim" ya veces como 'Moccasin Joe'.
El nombre científico del oso pardo, Ursus arctos, proviene del latín ursus< /span>, que significa "oso", y de ἄρκτος < span title="Romanización del idioma griego antiguo (hasta 1453)">arktos, la palabra griega para oso.
Nombres generalizados y evolución
Se cree que los osos pardos evolucionaron de Ursus etruscus en Asia. El oso pardo, según Kurten (1976), se ha declarado como "claramente derivado de la población asiática de Ursus savini hace unos 800.000 años; se extendió a Europa, al Nuevo Mundo." Un análisis genético indicó que el linaje del oso pardo se separó del complejo de especies del oso de las cavernas hace aproximadamente 1,2-1,4 millones de años, pero no aclaró si U. savini persistió como una paraespecie del oso pardo antes de perecer. Los fósiles más antiguos identificados positivamente como de esta especie se encuentran en China desde hace aproximadamente 0,5 millones de años. Los osos pardos entraron en Europa hace unos 250.000 años y poco después en el norte de África. Los restos de osos pardos del Pleistoceno son comunes en las Islas Británicas, donde se cree que podrían haber superado a los osos de las cavernas (Ursus spelaeus). La especie entró en Alaska hace 100.000 años, aunque no se trasladó al sur hasta hace 13.000 años. Se especula que los osos pardos no pudieron migrar hacia el sur hasta la extinción del oso gigante de cara corta (Arctodus simus), mucho más grande.
Varios paleontólogos sugieren la posibilidad de dos migraciones separadas de osos pardos: se cree que los osos pardos del interior, también conocidos como grizzlies, provienen de osos de cráneo angosto que migraron desde el norte de Siberia hasta el centro de Alaska y el resto del continente, mientras que Kodiak los osos descienden de los osos de cráneo ancho de Kamchatka, que colonizó la península de Alaska. Los fósiles de osos pardos descubiertos en Ontario, Ohio, Kentucky y Labrador muestran que la especie se encontraba más al este de lo que indican los registros históricos. En América del Norte, generalmente se reconocen dos tipos de subespecies Ursus arctos horribilis: el oso pardo costero y el oso pardo del interior; estos dos tipos definen ampliamente el rango de tamaños de todas las subespecies de osos pardos.
Taxonomía científica
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Los científicos utilizan muchos métodos para definir las especies y subespecies de osos, ya que ningún método es siempre efectivo. La taxonomía y clasificación de las subespecies del oso pardo se ha descrito como "formidable y confusa" con pocas autoridades enumerando el mismo conjunto específico de subespecies. Las pruebas genéticas son ahora quizás la forma más importante de definir científicamente las relaciones y los nombres de los osos pardos. Generalmente, las pruebas genéticas usan la palabra clado en lugar de especies porque una prueba genética por sí sola no puede definir una especie biológica. La mayoría de los estudios genéticos informan cuán estrechamente relacionados están los osos (o su distancia genética). Hay cientos de subespecies obsoletas de osos pardos, cada una con su propio nombre, y esto puede volverse confuso; Hall (1981) enumera 86 tipos diferentes, e incluso se han propuesto hasta 90. Sin embargo, un análisis de ADN reciente ha identificado tan solo cinco clados principales que contienen todos los osos pardos existentes, mientras que un estudio filogenético de 2017 reveló nueve clados, incluido uno que representa a los osos polares. A partir de 2005, la comunidad científica general reconoció 15 subespecies existentes o extintas recientemente.
Además del número exacto de subespecies de oso pardo en general, su relación precisa con el oso polar también sigue siendo objeto de debate. El oso polar es una rama reciente del oso pardo. El punto en el que el oso polar se separó del oso pardo no está claro, con estimaciones basadas en la genética y los fósiles que van desde hace 400.000 a 70.000 años, pero el análisis más reciente ha indicado que el oso polar se separó hace entre 275.000 y 150.000 años. Según algunas definiciones, el oso pardo puede interpretarse como la paraespecie del oso polar.
El análisis de ADN muestra que, aparte de la reciente fragmentación de la población provocada por el hombre, los osos pardos en América del Norte son generalmente parte de un único sistema de población interconectado, con la excepción de la población (o subespecies) en el archipiélago de Kodiak, que probablemente estado aislado desde el final de la última Edad de Hielo. Estos datos demuestran que U. una. gyas, U. a. horribilis, U. a. sitkensis y U. una. stikeenensis no son grupos distintos o cohesivos, y se describirían con mayor precisión como ecotipos. Por ejemplo, los osos pardos en cualquier región particular de la costa de Alaska están más estrechamente relacionados con los osos pardos adyacentes que con las poblaciones distantes de osos pardos, la distinción morfológica aparentemente impulsada por los osos pardos que tienen acceso a una rica fuente de alimento de salmón, mientras que los osos pardos viven a mayor altura, o más lejos de la costa, donde el material vegetal es la base de la dieta. La historia de los osos del archipiélago de Alejandro es inusual en el sentido de que estas poblaciones insulares portan ADN de oso polar, presumiblemente originario de una población de osos polares que quedó atrás al final del Pleistoceno, pero que desde entonces se han conectado con poblaciones continentales adyacentes a través de movimiento de los machos, hasta el punto en que sus genomas nucleares son ahora más del 90% de la ascendencia del oso pardo.
Aparentemente, los osos pardos se dividen en cinco clados diferentes, algunos de los cuales coexisten o coexisten en diferentes regiones.
Híbridos
Un híbrido de oso pardo-polar (conocido como oso pizzly o oso grolar) es un raro híbrido de úrsido resultante del cruce de un oso pardo y un oso polar. Ha ocurrido tanto en cautiverio como en la naturaleza. En 2006, la aparición de este híbrido en la naturaleza se confirmó al analizar el ADN de un oso de aspecto extraño al que habían disparado en el Ártico canadiense, y desde entonces se han confirmado siete híbridos más en la misma región, todos descendientes de una sola hembra. oso polar. Anteriormente, el híbrido se había producido en zoológicos y se consideraba un "críptido" (un animal hipotético para el cual no hay prueba científica de existencia en la naturaleza).
Los análisis de los genomas de los osos han demostrado que la introgresión entre especies estuvo muy extendida durante la evolución del género Ursus, incluida la introgresión del ADN del oso polar introducido en los osos pardos durante el Pleistoceno.
Algunos pensaron que un oso fotografiado en otoño de 1986 en Michigan, EE. UU., era un híbrido de oso grizzly/oso negro americano, debido a su tamaño inusualmente grande y su cerebro y cráneo proporcionalmente más grandes. Las pruebas de ADN no pudieron determinar si se trataba de un gran oso negro americano o de un oso pardo.
Descripción
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El oso pardo es el más variable en tamaño de los osos modernos. El tamaño típico depende de la población a la que pertenece, y los subtipos más aceptados varían ampliamente en tamaño. Esto se debe en parte al dimorfismo sexual, ya que los osos pardos machos son en promedio al menos un 30 % más grandes en la mayoría de los subtipos. Los osos individuales también varían en tamaño estacionalmente, pesando menos en primavera debido a la falta de alimentación durante la hibernación, y más a fines del otoño, después de un período de hiperfagia para ganar peso adicional para prepararse para la hibernación. Por lo tanto, es posible que sea necesario pesar a un oso tanto en primavera como en otoño para tener una idea de su peso medio anual.
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El rango normal de dimensiones físicas para un oso pardo es una longitud de cabeza y cuerpo de 1,4 a 2,8 m (4 ft 7 in a 9 ft 2 in) y una altura de hombros de 70 a 153 cm (2 ft 4 pulgadas a 5 pies 0 pulgadas). La cola es relativamente corta, como en todos los osos, con una longitud de 6 a 22 cm (2,4 a 8,7 pulgadas). Los osos pardos más pequeños, las hembras durante la primavera entre las poblaciones de terreno baldío, pueden pesar tan poco como para igualar aproximadamente la masa corporal de los machos de la especie de oso vivo más pequeña, el oso malayo (Helarctos malayanus), mientras que las poblaciones costeras más grandes alcanzan tamaños muy similares a los de la especie de oso vivo más grande, el oso polar. Los osos pardos interiores son generalmente más pequeños de lo que a menudo se percibe, con aproximadamente el mismo peso que un león promedio, con un promedio estimado de 180 kg (400 lb) en los machos y 135 kg (298 lb) en las hembras, mientras que los adultos de las poblaciones costeras pesar aproximadamente el doble. Se encontró que el peso promedio de los osos machos adultos de 19 poblaciones, de todo el mundo y varias subespecies (incluidas las subespecies de cuerpo grande y pequeño), era de 217 kg (478 lb), mientras que las hembras adultas de 24 poblaciones promediaron 152 kg (335 lb).
Color
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Los osos pardos a menudo no son completamente marrones. Tienen un pelaje largo y espeso, con una melena moderadamente larga en la parte posterior del cuello que varía un poco entre los tipos. En la India, los osos pardos pueden ser rojizos con pelos plateados en las puntas, mientras que en China los osos pardos son bicolores, con un collar de color marrón amarillento o blanquecino en el cuello, el pecho y los hombros. Incluso dentro de subespecies bien definidas, los individuos pueden mostrar tonos de marrón muy variables. Los grizzlies norteamericanos pueden ser de color marrón oscuro (casi negro) a crema (casi blanco) o marrón amarillento y, a menudo, tienen patas de color más oscuro. El nombre común "grizzly" se debe a su coloración típica, con pelos en la espalda que suelen ser de color marrón-negro en la base y crema blanquecino en las puntas, lo que les da su distintivo "canoso" color. Aparte de la subespecie canela del oso negro americano (U. americanus canelanum), el oso pardo es la única especie de oso moderno que normalmente parece verdaderamente marrón. El pelaje de invierno es muy grueso y largo, especialmente en las subespecies del norte, y puede alcanzar de 11 a 12 centímetros (4 a 5 pulgadas) a la cruz. Los pelos de invierno son delgados, pero ásperos al tacto. El pelaje de verano es mucho más corto y escaso y su longitud y densidad varían geográficamente.
Morfología y tamaño del cráneo
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Los adultos tienen cráneos cóncavos masivos y de constitución fuerte, que son grandes en proporción al cuerpo. La frente es alta y se eleva abruptamente. Las proyecciones del cráneo están bien desarrolladas en comparación con las de los osos negros asiáticos (Ursus thibetanus): estos últimos tienen crestas sagitales que no exceden más del 19-20% de la longitud total del cráneo, mientras que los primeros tienen crestas sagitales que comprenden hasta el 40-41% de la longitud del cráneo. Las proyecciones del cráneo están más débilmente desarrolladas en las mujeres que en los hombres. La caja craneana es relativamente pequeña y alargada. Hay una gran variación geográfica en el cráneo y se presenta principalmente en dimensiones. Los grizzlies, por ejemplo, tienden a tener perfiles más planos que los osos pardos europeos y costeros americanos. La longitud del cráneo de los osos pardos rusos tiende a ser de 31,5 a 45,5 centímetros (12,4 a 17,9 pulgadas) para los machos y de 27,5 a 39,7 centímetros (10,8 a 15,6 pulgadas) para las hembras. El ancho de los arcos cigomáticos en los hombres es de 17,5 a 27,7 centímetros (6,9 a 11 pulgadas) y de 14,7 a 24,7 centímetros (5,8 a 9,7 pulgadas) en las mujeres. Los osos pardos tienen dientes muy fuertes: los incisivos son relativamente grandes y los dientes caninos son grandes, los inferiores están fuertemente curvados. Los primeros tres molares de la mandíbula superior están subdesarrollados y tienen una sola corona con una raíz. El segundo molar superior es más pequeño que los demás y suele estar ausente en los adultos. Suele perderse a una edad temprana, sin dejar rastro del alvéolo en la mandíbula. Los primeros tres molares de la mandíbula inferior son muy débiles y, a menudo, se pierden a una edad temprana. Los dientes de los osos pardos reflejan su plasticidad dietética y son muy similares a otros osos, excluyendo a los dos osos vivos más herbívoros, el panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) y el oso de anteojos (Tremarctos ornatus< /i>), que tienen premolares pequeños y romos (ideales para triturar plantas fibrosas) en comparación con los premolares dentados de los osos úrsidos que, al menos estacionalmente, a menudo dependen de la carne como fuente de alimento. Los dientes son confiablemente más grandes que los osos negros americanos, pero en promedio son más pequeños en longitud molar que los osos polares. Los osos pardos tienen el cráneo más ancho de todos los osos ursinos existentes; solo los osos vivos más herbívoros antes mencionados los superan en anchura relativa del cráneo. Otro oso osito existente, el oso perezoso (Melursus ursinus), tiene un cráneo proporcionalmente más largo que el oso pardo y puede igualar la longitud del cráneo incluso de subtipos de osos pardos grandes, presumiblemente como una ayuda para alimentarse mucho. colonias de insectos para las que un hocico largo es útil como una característica evolucionada en varios grupos de mamíferos no relacionados.
Garras y pies
Los osos pardos tienen garras muy grandes y curvas, las presentes en las extremidades delanteras son más largas que las de las patas traseras. Pueden alcanzar de 5 a 6 centímetros (2,0 a 2,4 pulgadas) y pueden medir de 7 a 10 centímetros (2,8 a 3,9 pulgadas) a lo largo de la curva. Generalmente son oscuros con una punta clara, y algunas formas tienen garras completamente claras. Las garras del oso pardo son más largas y rectas que las del oso negro americano (Ursus americanus). Las garras son desafiladas, mientras que las de un oso negro son afiladas. Debido a la estructura de sus garras, además de su peso excesivo, los osos pardos adultos normalmente no pueden trepar a los árboles tan bien como ambas especies de osos negros, aunque en casos raros se han visto osos pardos hembras adultas en los árboles. Las garras de un oso polar también son bastante diferentes, siendo notablemente más cortas pero más anchas con una curva fuerte y una punta más afilada, presumiblemente tanto como una ayuda para viajar sobre el hielo (a veces casi verticalmente) como para conseguir presas activas. Las patas del oso pardo son bastante grandes. Se ha descubierto que las patas traseras de los osos adultos suelen medir de 21 a 36 cm (8,3 a 14,2 pulgadas) de largo, mientras que las patas delanteras tienden a medir alrededor de un 40 % menos de largo. Las cuatro patas de los osos pardos de tamaño promedio tienden a tener entre 17,5 y 20 cm (6,9 a 7,9 pulgadas) de ancho. En machos grandes de oso costero o Kodiak, la parte trasera puede medir hasta 40 cm (16 in) de largo, 28,5 cm (11,2 in) de ancho, mientras que los osos Kodiak de gran tamaño tienen medidas confirmadas de hasta 46 cm (18 in) de largo. su pie trasero. Los osos pardos son los únicos osos existentes con una joroba en la parte superior del hombro, que está hecha completamente de músculo, esta característica se desarrolló presumiblemente para impartir más fuerza al excavar, lo cual es habitual durante la búsqueda de alimento para la mayoría de los osos de la especie y también se utiliza fuertemente en la construcción de la guarida antes de la hibernación. La fuerza del oso pardo se ha estimado aproximadamente entre 2,5 y 5 veces la de un humano.
Distribución y hábitat
Los osos pardos alguna vez fueron nativos de Europa, gran parte de Asia, las montañas Atlas de África y América del Norte, pero ahora están extirpados en algunas áreas y sus poblaciones han disminuido considerablemente en otras áreas. Quedan aproximadamente 200.000 osos pardos en el mundo. Las poblaciones más grandes están en Rusia con 120.000, Estados Unidos con 32.500 y Canadá con alrededor de 25.000. Los osos pardos viven en Alaska, al este a través del Yukón y los Territorios del Noroeste, al sur a través de la Columbia Británica y a través de la mitad occidental de Alberta. La población de Alaska se estima en unas 32.000 personas sanas. En los 48 estados inferiores, se están repoblando lenta pero constantemente a lo largo de las Montañas Rocosas y las Grandes Llanuras occidentales.
En Europa, en 2010, había 14.000 osos pardos en diez poblaciones fragmentadas, de España (estimadas en solo 20-25 animales en los Pirineos en 2010, en un rango compartido entre España, Francia y Andorra, y unos 210 animales en Asturias, Cantabria, Galicia y León, en los Picos de Europa y zonas adyacentes en 2013) por el oeste, Rusia por el este, y desde Suecia y Finlandia por el norte hasta Rumanía (5000–6000), Bulgaria (900– 1200), Eslovaquia (con alrededor de 600–800 animales), Eslovenia (500–700 animales) y Grecia (con Karamanlidis et al. 2015 estimando >450 animales) en el sur.
En Asia, los osos pardos se encuentran principalmente en toda Rusia, desde allí más irregularmente hacia el suroeste hasta partes del Medio Oriente, incluidas casi todas las partes de Kurdistán, hasta el sur hasta el suroeste de Irán y hacia el sureste en el noreste de China. Los osos pardos también se encuentran en el oeste de China, Kirguistán, Corea del Norte, Pakistán, Afganistán e India. También se pueden encontrar en la isla japonesa de Hokkaidō, que alberga la mayor cantidad de osos pardos no rusos en el este de Asia con alrededor de 2000 a 3000 animales.
Esta especie habita en la gama más amplia de hábitats de cualquier especie de oso vivo. Parece que no tienen preferencias altitudinales y se han registrado desde el nivel del mar hasta una altura de 5000 m (16 000 pies) (este último en el Himalaya). En la mayor parte de su área de distribución, los osos pardos generalmente parecen preferir un campo semiabierto, con una vegetación dispersa que les permita descansar durante el día. Sin embargo, se ha registrado que habitan en todas las variedades de bosques templados del norte que se sabe que existen.
Estado de conservación
Si bien el área de distribución del oso pardo se ha reducido y se ha enfrentado a extinciones locales, la UICN la clasifica como especie de menor preocupación, con una población total de aproximadamente 200 000 ejemplares. A partir de 2012, este y el oso negro americano son las únicas especies de osos que no están clasificadas como amenazadas por la UICN. Sin embargo, el oso pardo de California, el oso pardo Ungava, el oso Atlas y el oso pardo mexicano, así como las poblaciones de osos pardos en el noroeste del Pacífico, fueron cazados hasta su extinción en el siglo XIX y principios del XX y muchas de las subespecies del sur de Asia están en peligro de extinción.. El oso pardo sirio (Ursus arctos syriacus) es muy raro y ha sido extirpado de más de la mitad de su área de distribución histórica. Una de las subespecies de cuerpo más pequeño, el oso pardo del Himalaya (Ursus arctos isabellinus), está en peligro crítico, ocupando solo el 2% de su área de distribución anterior y amenazado por la caza furtiva descontrolada de partes de su cuerpo. Se cree que el oso pardo de Marsican en el centro de Italia tiene una población de solo 50 a 60 osos.
Comportamiento e historia de vida
El oso pardo a menudo se describe como nocturno. Sin embargo, con frecuencia parece alcanzar su punto máximo de actividad en la mañana y en las primeras horas de la noche. Los estudios han demostrado que la actividad en todo el rango puede ocurrir en casi cualquier momento del día o de la noche, y que los osos que habitan en áreas con un contacto humano más extenso tienen más probabilidades de ser completamente nocturnos. Además, es más probable que los osos de un año y los recién independizados estén activos durante el día y muchos osos adultos en áreas de poca perturbación son en gran parte crepusculares. Desde el verano hasta el otoño, un oso pardo puede duplicar su peso desde la primavera, ganando hasta 180 kg (400 lb) de grasa, de la que depende para pasar el invierno, cuando se vuelve muy letárgico. Aunque no son hibernadores completos y se pueden despertar fácilmente, a ambos sexos les gusta hacer su guarida en un lugar protegido durante los meses de invierno. Las guaridas de hibernación pueden consistir en cualquier lugar que brinde protección contra los elementos y que pueda acomodar sus cuerpos, como una cueva, grieta, raíces de árboles cavernosos o troncos huecos.
Los osos pardos tienen uno de los cerebros más grandes de cualquier carnívoro existente en relación con el tamaño de su cuerpo y se ha demostrado que utilizan herramientas (por ejemplo, usan una roca cubierta de percebes para rascarse el cuello), lo que requiere habilidades cognitivas avanzadas. Esta especie es en su mayoría solitaria, aunque los osos pueden reunirse en grandes cantidades en las principales fuentes de alimento (por ejemplo, vertederos abiertos o ríos que albergan salmones en desove) y formar jerarquías sociales basadas en la edad y el tamaño. Los osos machos adultos son particularmente agresivos y los machos adolescentes y subadultos los evitan, tanto en oportunidades de alimentación concentrada como en encuentros fortuitos. Las osas con cachorros rivalizan con los machos adultos en agresión y son mucho más intolerantes con otros osos que las hembras solteras. Los varones adolescentes jóvenes tienden a ser menos agresivos y se han observado en interacciones no antagónicas entre sí. El dominio entre los osos se afirma haciendo una orientación frontal, mostrando caninos, torciendo el hocico y estirando el cuello a lo que un subordinado responderá con una orientación lateral, girando y dejando caer la cabeza y sentándose o acostándose. Durante el combate, los osos usan sus patas para golpear a sus oponentes en el pecho o los hombros y morder la cabeza o el cuello.
Comunicación
Se han documentado varias expresiones faciales diferentes en los osos pardos. La "cara relajada" se realiza en las actividades cotidianas y tiene las orejas apuntadas hacia los lados y la boca cerrada o entreabierta. Durante el juego social, los osos hacen "cara relajada con la boca abierta" en el que la boca está abierta, con el labio superior curvado y el labio inferior colgando, y las orejas alertas y cambiantes. Al mirar a otro animal a la distancia, el oso hace una "cara de alerta" como las orejas están erguidas y alertas, los ojos bien abiertos pero la boca está cerrada o solo ligeramente abierta. La "cara de boca cerrada tensa" se hace con las orejas echadas hacia atrás y la boca cerrada y se produce cuando el oso se siente amenazado. Cuando se le acerca otro individuo, el animal hace una "cara con los labios fruncidos" de labio superior saliente y orejas que pasan de estar erguidas y alertas cuando está a cierta distancia a recostarse cuando está más cerca o cuando se retira. La "cara de mandíbula abierta" consiste en una boca abierta con caninos inferiores visibles y labios colgantes, mientras que la "cara de morder" es similar a la "cara relajada con la boca abierta" excepto que las orejas están aplanadas y los ojos son lo suficientemente anchos para exponer la esclerótica. Tanto la "cara con la mandíbula abierta" y la "cara mordida" se hacen en agresión y los osos cambian entre ellos.
Los osos pardos también producen varias vocalizaciones. El resoplido ocurre cuando el animal está tenso mientras que el ladrido se produce cuando está alarmado. Ambos sonidos son producidos por exhalaciones, aunque el resoplido es más fuerte y se hace de forma continua (dos por segundo). Los gruñidos y rugidos se hacen en agresión. El gruñido es áspero y gutural y puede ir desde un simple grrr hasta un estruendo. Un gruñido retumbante puede convertirse en un rugido cuando el oso está cargando. El rugido se describe como "atronador" y puede viajar 2 km (1,2 mi). Las madres y los cachorros que desean contacto físico gritan, lo que se escucha como ¡waugh!, ¡waugh!.
Áreas de hogar
Los osos pardos generalmente se encuentran en áreas de distribución extensas; sin embargo, no son muy territoriales. Varios osos adultos a menudo deambulan libremente por la misma vecindad sin problemas, a menos que se impugnen los derechos a una hembra fértil o fuentes de alimento. Los machos siempre cubren más área que las hembras cada año. A pesar de su falta de comportamiento territorial tradicional, los machos adultos pueden parecer tener una "zona personal" en el que otros osos no son tolerados si son vistos. Los machos siempre deambulan más lejos que las hembras, debido tanto al mayor acceso a las hembras como a las fuentes de alimentos, mientras que las hembras se benefician de territorios más pequeños en parte porque disminuye la probabilidad de encuentros con osos machos que pueden poner en peligro a sus cachorros. En áreas donde la comida es abundante y concentrada, como la costa de Alaska, las áreas de distribución para las hembras son de hasta 24 km2 (9,3 sq mi) y para los machos de hasta 89 km2 (34 millas cuadradas). Del mismo modo, en la Columbia Británica, los osos de ambos sexos recorren áreas de distribución relativamente compactas de 115 km2 (44 millas cuadradas) y 318 km2 (123 millas cuadradas). En el Parque Nacional de Yellowstone, las áreas de distribución de las hembras son de hasta 281 km2 (108 sq mi) y de hasta 874 km2 (337 sq mi) para los machos. En Rumanía, el área de distribución más grande se registró para machos adultos (3143 km2, 1214 millas cuadradas). En el Ártico central de Canadá, donde las fuentes de alimentos son bastante escasas, las áreas de distribución varían hasta 2434 km2 (940 sq mi) en las hembras y 8171 km2 (3155 sq mi) en los machos.
Un estudio de la secuencia de ADN del cromosoma Y heredado por los machos encontró que los osos pardos, en los últimos 10 000 años, han mostrado una fuerte dispersión sesgada por los machos. Ese estudio encontró cromosomas Y sorprendentemente similares en poblaciones de osos pardos tan distantes como Noruega y la costa de Alaska, lo que indica un extenso flujo de genes en Eurasia y América del Norte. En particular, esto contrasta con las señales genéticas del ADN mitocondrial heredado por las hembras (ADNmt), donde los osos pardos de diferentes regiones geográficas suelen mostrar fuertes diferencias en su ADNmt, como resultado de la filopatría femenina.
Reproducción
La temporada de apareamiento es desde mediados de mayo hasta principios de julio, cambiando más tarde cuanto más al norte se encuentran los osos. Al ser monógamos en serie, los osos pardos permanecen con la misma pareja desde un par de días hasta un par de semanas. Fuera de este estrecho marco de tiempo, los osos pardos machos y hembras adultos no muestran interés sexual el uno por el otro. Las hembras maduran sexualmente entre los cuatro y los ocho años de edad, con una edad promedio de madurez sexual de 5,2 a 5,5 años, mientras que los machos se aparean por primera vez un año después en promedio, cuando son lo suficientemente grandes y fuertes para competir con éxito. otros machos por derechos de apareamiento. Los machos intentarán aparearse con tantas hembras como puedan; por lo general, uno exitoso se aparea con dos hembras en un lapso de una a tres semanas. El oso pardo hembra adulto es igualmente promiscuo, se aparea con hasta cuatro, rara vez incluso ocho, machos mientras está en celo y potencialmente se reproduce con dos machos en un solo día. Las hembras entran en celo en promedio cada tres o cuatro años, con un rango completo de 2,4 a 5,7 años. Las marcas de orina de una hembra en estro pueden atraer a varios machos a través del olor. Las pruebas de ADN de paternidad han demostrado que los compañeros de camada no comparten el mismo padre hasta en el 29% de las camadas. Los machos dominantes pueden tratar de secuestrar a una hembra durante todo su período de estro de aproximadamente dos semanas, pero por lo general no pueden retenerla durante todo el tiempo. La cópula es vigorosa y prolongada y puede durar hasta una hora, aunque el tiempo medio es de unos 23-24 minutos.
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Los machos no toman parte en la crianza de sus cachorros; la crianza se deja enteramente a las hembras. A través del proceso de implantación retrasada, el óvulo fertilizado de una mujer se divide y flota libremente en el útero durante seis meses. Durante la latencia invernal, el feto se adhiere a la pared uterina. Los cachorros nacen ocho semanas después mientras la madre duerme. Si la madre no gana suficiente peso para sobrevivir durante el invierno durante la gestación, el embrión no se implanta y se reabsorbe en el cuerpo. Ha habido casos de osos pardos con hasta seis cachorros, aunque el tamaño promedio de la camada es de uno a tres, y más de cuatro se consideran poco comunes. Hay registros de hembras que a veces adoptan cachorros callejeros o incluso intercambian o secuestran cachorros cuando salen de la hibernación (una hembra más grande puede reclamar cachorros de una más pequeña). Las hembras mayores y más grandes dentro de una población tienden a dar a luz a camadas más grandes. El tamaño de una camada también depende de factores como la ubicación geográfica y el suministro de alimentos. Al nacer, los cachorros son ciegos, sin dientes ni pelo y pueden pesar de 350 a 510 g (0,77 a 1,12 lb), nuevamente según los informes según la edad y el estado de la madre. Se alimentan de la leche de su madre hasta la primavera o incluso principios del verano, según las condiciones climáticas. En este momento, los cachorros pesan de 7 a 9 kg (15 a 20 lb) y se han desarrollado lo suficiente como para seguirla a largas distancias y comenzar a buscar comida sólida.
Los cachorros dependen totalmente de la madre y se forma un vínculo estrecho. Durante la etapa de dependencia, los cachorros aprenden (en lugar de heredar como instintos desde el nacimiento) técnicas de supervivencia, como qué alimentos tienen el mayor valor nutricional y dónde obtenerlos; cómo cazar, pescar y defenderse; y donde guarida. El aumento del tamaño del cerebro en carnívoros grandes se ha relacionado positivamente con si una especie determinada es solitaria, como el oso pardo, o cría a sus crías en comunidad, por lo que las osas pardas tienen cerebros relativamente grandes y bien desarrollados, presumiblemente clave en la enseñanza del comportamiento. Los cachorros aprenden siguiendo e imitando las acciones de su madre durante el período que están con ella. Los cachorros permanecen con su madre durante un promedio de 2,5 años en América del Norte, y rara vez son independientes desde el 1,5 años de edad o hasta los 4,5 años de edad. La etapa en la que se alcanza la independencia puede ser generalmente anterior en algunas partes de Eurasia, ya que la última fecha en que la madre y los cachorros estuvieron juntos fue de 2,3 años, la mayoría de las familias se separaron en menos de dos años en un estudio de Hokkaido y en Suecia la mayoría de los cachorros en su los propios eran todavía añales. Los osos pardos practican el infanticidio, ya que un oso macho adulto puede matar a los cachorros de otro. Cuando un oso pardo macho adulto mata a un cachorro, generalmente es porque está tratando de poner en celo a la hembra, ya que entrará en ese estado dentro de dos a cuatro días después de la muerte de sus cachorros. Los cachorros huyen a un árbol, si están disponibles, cuando ven un oso macho extraño y la madre a menudo los defiende con éxito, aunque el macho puede pesar el doble que ella, aunque se sabe que las hembras mueren en estos enfrentamientos.
Hábitos dietéticos
El oso pardo es uno de los animales más omnívoros del mundo y se ha registrado que consume la mayor variedad de alimentos de todos los osos. A lo largo de la vida, esta especie siente curiosidad por el potencial de comer prácticamente cualquier organismo u objeto que encuentre. Se prefiere la comida abundante y de fácil acceso o captura. Su estructura mandibular ha evolucionado para adaptarse a sus hábitos dietéticos. Su dieta varía enormemente en sus diferentes áreas según la oportunidad.
A pesar de su reputación, la mayoría de los osos pardos no son muy carnívoros, ya que obtienen hasta el 90 % de la energía alimentaria de su dieta a partir de materia vegetal. A menudo se alimentan de una variedad de vida vegetal, que incluye bayas, pastos, flores, bellotas y piñas, así como hongos como las setas. Entre todos los osos, los osos pardos están especialmente equipados para excavar en busca de alimentos duros como raíces, bulbos y brotes. Usan sus largas y fuertes garras para excavar la tierra para alcanzar las raíces y sus poderosas mandíbulas para morderlas. En primavera, la carroña, las hierbas, los brotes, las juncias, el musgo y las hierbas que proporciona el invierno son los pilares de la dieta de los osos pardos a nivel internacional. Las frutas, incluidas las bayas, se vuelven cada vez más importantes durante el verano y principios de otoño. Las raíces y los bulbos se vuelven críticos en otoño para algunas poblaciones de osos del interior si las cosechas de frutas son malas. También consumirán comúnmente materia animal, que en verano y otoño puede ser regularmente en forma de insectos, larvas y larvas, incluidas las colmenas. Los osos en Yellowstone comen una enorme cantidad de polillas durante el verano, a veces hasta 40 000 polillas gusano cortador en un solo día, y pueden obtener hasta la mitad de su energía alimenticia anual de estos insectos. Los osos pardos que viven cerca de las regiones costeras comen regularmente cangrejos y almejas. En Alaska, los osos a lo largo de las playas de los estuarios cavan regularmente en la arena en busca de almejas. Esta especie puede comer pájaros y sus huevos, incluidas casi todas las especies que anidan en el suelo o en las rocas. La dieta puede complementarse con roedores o mamíferos pequeños similares, como marmotas, ardillas terrestres, ratones, ratas, lemmings y campañoles. Con particular regularidad, los osos en el Parque Nacional Denali esperarán en las madrigueras de las ardillas terrestres del Ártico con la esperanza de matar a algunos de los roedores de 1 kg (2,2 lb).
En la península de Kamchatka y varias partes de la costa de Alaska, los osos pardos se alimentan principalmente de salmón en desove, cuya nutrición y abundancia explican el enorme tamaño de los osos en estas áreas. Las técnicas de pesca de los osos están bien documentadas. A menudo se congregan alrededor de las cascadas cuando los salmones se ven obligados a romper el agua, momento en el que los osos intentarán atrapar a los peces en el aire (a menudo con la boca). También se adentrarán en aguas poco profundas, con la esperanza de atrapar un salmón resbaladizo con sus garras. Si bien pueden comer casi todas las partes del pescado, los osos en el pico del desove, cuando generalmente hay un exceso de peces para alimentarse, pueden comer solo las partes más nutritivas del salmón (incluidos los huevos y la cabeza) y luego dejar indiferentemente el resto del cadáver a los carroñeros, que pueden incluir zorros rojos, águilas calvas, cuervos comunes y gaviotas. A pesar de sus hábitos normalmente solitarios, los osos pardos se reunirán bastante cerca en buenos sitios de desove. Los machos más grandes y poderosos reclaman los lugares de pesca más fructíferos y los osos (especialmente los machos) a veces pelean por los derechos de un lugar de pesca privilegiado.
Más allá de la depredación regular del salmón, la mayoría de los osos pardos no son depredadores particularmente activos. Si bien quizás la mayoría de los osos de la especie atacarán presas grandes en un momento de sus vidas y la mayoría comerá carroña, muchos intentos de depredación comienzan con el oso persiguiendo torpemente y sin entusiasmo a la presa y terminan con la presa escapando con vida. Por otro lado, algunos osos pardos son depredadores bastante seguros de sí mismos que habitualmente persiguen y capturan presas grandes. A estos osos, por lo general, sus madres les enseñan a cazar desde una edad temprana. Los grandes mamíferos de los que se alimentan pueden incluir varias especies de ungulados, como alces, alces, caribúes, bueyes almizcleros y jabalíes. Cuando los osos pardos atacan a estos animales grandes, generalmente se dirigen a los jóvenes o enfermos, ya que son más fáciles de atrapar. Por lo general, cuando caza (especialmente con presas jóvenes), el oso clava a su presa en el suelo y luego inmediatamente la desgarra y se la come viva. También morderá o deslizará a alguna presa para aturdirla lo suficiente como para derribarla y consumirla. Para elegir individuos jóvenes o enfermos, los osos cargarán contra las manadas para que los individuos más lentos y vulnerables se hagan evidentes. Los osos pardos también pueden emboscar a los animales jóvenes al encontrarlos a través del olor. Cuando salen de la hibernación, los osos pardos, cuyas patas anchas les permiten caminar sobre la mayor parte del hielo y la nieve, pueden perseguir presas grandes, como los alces, cuyas pezuñas no pueden sostenerse sobre la nieve incrustada. De manera similar, los ataques de depredadores a presas grandes a veces ocurren en los lechos de los ríos, cuando es más difícil que la presa huya debido al suelo fangoso o resbaladizo. En raras ocasiones, mientras se enfrentan a presas peligrosas adultas, los osos las matan golpeándolas con sus poderosos antebrazos, que pueden romper el cuello y la espalda de criaturas grandes como alces adultos y bisontes adultos. También se alimentan de carroña y usan su tamaño para intimidar a otros depredadores, como lobos, pumas, tigres y osos negros americanos de sus presas. La carroña es especialmente importante a principios de la primavera (cuando los osos están saliendo de la hibernación), y gran parte de ella consiste en caza mayor muerta en invierno. El canibalismo no es desconocido, aunque normalmente no se cree que la depredación sea la principal motivación cuando los osos pardos se atacan entre sí.
Cuando se ven obligados a vivir en estrecha proximidad con los humanos y sus animales domésticos, los osos pueden ser depredadores de cualquier tipo de animal doméstico. Entre estos, el ganado doméstico a veces es explotado como presa. El ganado se muerde en el cuello, la espalda o la cabeza y luego se abre la cavidad abdominal para comer. Las plantas y frutas cultivadas por humanos también se consumen fácilmente, incluidos el maíz, el trigo, el sorgo, los melones y cualquier forma de bayas. También se alimentarán en los patios de abejas domésticos, consumiendo fácilmente tanto la miel como las crías (larvas y pupas) de la colonia de abejas melíferas. Los alimentos humanos y la basura o los desechos se comen cuando es posible. Cuando se mantuvo un basurero abierto en Yellowstone, los osos pardos eran uno de los carroñeros más voraces y regulares. El vertedero se cerró después de que tanto los osos pardos como los negros americanos asociaran a los humanos con la comida y perdieran su miedo natural hacia ellos.
Relaciones depredadoras interespecíficas
Los osos adultos generalmente son inmunes a los ataques de los depredadores, excepto los de los tigres y otros osos. Los tigres siberianos prefieren cazar osos pardos jóvenes de Ussuri, pero también se pueden capturar osos pardos hembras adultas más pequeñas fuera de sus guaridas, generalmente cuando están aletargadas por la hibernación. De 44 encuentros registrados entre los dos depredadores, 20 resultaron en enfrentamientos; en el 50% de estos, los osos fueron asesinados, en el 27% los tigres fueron asesinados y el 23% de los casos terminaron con ambos animales sobreviviendo y separándose. Algunos osos que emergen de la hibernación buscan tigres para robar sus presas. Algunos osos pardos grandes en realidad pueden beneficiarse de la presencia del tigre al apropiarse de las matanzas de tigres que los osos no pueden cazar con éxito y seguir las huellas del tigre. Geptner et al. (1972) afirmaron que los osos generalmente tienen miedo de los tigres y cambian su camino después de encontrar rastros de tigres. En los inviernos de 1970 a 1973, Yudakov y Nikolaev registraron 1 caso de oso pardo que no mostraba miedo a los tigres y otro caso de oso pardo que cambiaba de camino al cruzar las huellas de un tigre. Otros investigadores han observado osos siguiendo huellas de tigres por varias razones.
Los osos pardos suelen intimidar a los lobos para alejarlos de sus presas. En el Parque Nacional de Yellowstone, los osos piratas lobos matan tan a menudo, escribió el director del Proyecto Lobo de Yellowstone, Doug Smith: "No se trata de si los osos vendrán a llamar después de una muerte, sino de cuándo". " A pesar de la gran animosidad entre las dos especies, la mayoría de los enfrentamientos en los sitios de matanza o grandes cadáveres terminan sin derramamiento de sangre por ninguna de las partes. Aunque el conflicto por los cadáveres es común, en raras ocasiones, los dos depredadores se toleran mutuamente en la misma matanza. Hasta la fecha, hay un solo caso de lobos completamente desarrollados asesinados por un oso pardo. Sin embargo, dada la oportunidad, ambas especies se aprovecharán de los cachorros de la otra. En conclusión, el poder individual del oso contra la fuerza colectiva de la manada de lobos suele dar como resultado una larga batalla por matar o dominar.
En algunas áreas, los osos pardos también desplazan regularmente a los pumas de sus presas. Los pumas matan a los oseznos pequeños en raras ocasiones, pero hubo un informe de un oso que mató a un puma de edad y condición desconocidas entre 1993 y 1996. Los animales carnívoros más pequeños, incluidos los coyotes, los glotones, los linces y cualquier otro carnívoro simpátrico o ave de rapiña, están dominados por osos pardos y generalmente evitan las interacciones directas con ellos, a menos que intenten robar restos de comida. Sin embargo, los glotones han sido lo suficientemente persistentes como para defenderse de un oso grizzly hasta diez veces su peso de una presa. Hay un registro de un águila real cazando a un cachorro de oso pardo.
Los osos pardos suelen dominar a otras especies de osos en las áreas donde coexisten. Debido a su tamaño más pequeño, los osos negros americanos tienen una desventaja competitiva frente a los osos pardos en áreas abiertas y sin bosques. Aunque se ha documentado el desplazamiento de osos negros por osos grizzly, solo ocasionalmente se ha informado de la matanza interespecífica real de osos negros por grizzly. La confrontación se evita principalmente debido a los hábitos diurnos del oso negro y su preferencia por las áreas boscosas, a diferencia de los hábitos nocturnos y la preferencia por los espacios abiertos del oso pardo. Los osos pardos también pueden matar a los osos negros asiáticos, aunque esta última especie probablemente evita en gran medida los conflictos con el oso pardo, debido a hábitos y preferencias de hábitat similares a los de la especie negra americana. Comerán la fruta que el oso negro asiático arroja de los árboles, ya que ellos mismos son demasiado grandes y engorrosos para trepar. Es improbable que en los Himalayas los osos pardos sean intimidados por los osos negros asiáticos en los enfrentamientos.
Ha habido un aumento reciente en las interacciones entre los osos pardos y los osos polares, que se teoriza que es causado por el cambio climático. Se han visto osos pardos y grizzly moviéndose cada vez más hacia el norte hacia territorios que antes reclamaban los osos polares. Suelen dominar a los osos polares en las disputas por los cadáveres, y se han encontrado cachorros de osos polares muertos en madrigueras de osos pardos.
Longevidad y mortalidad
El oso pardo tiene una vida naturalmente larga. Se ha observado que las hembras salvajes se reproducen hasta los 28 años de edad, que es la edad más antigua conocida para la reproducción de cualquier úrsido en la naturaleza. La edad reproductiva máxima para las hembras oscila entre los cuatro y los 20 años. La esperanza de vida de los osos pardos de ambos sexos dentro de poblaciones mínimamente cazadas se estima en un promedio de 25 años. El oso pardo salvaje más viejo registrado tenía casi 37 años. La hembra más antigua registrada en cautiverio tenía casi 40 años, mientras que se ha verificado que los machos en cautiverio viven hasta 47 años, con un macho en cautiverio posiblemente alcanzando los 50 años de edad.
Mientras que los osos machos pueden vivir más tiempo en cautiverio, las hembras de oso grizzly tienen una tasa de supervivencia anual mayor que los machos dentro de las poblaciones silvestres según un estudio realizado en el Gran Ecosistema de Yellowstone. La mortalidad anual de osos de cualquier edad se estima en un 10 % en la mayoría de las áreas protegidas; sin embargo, la tasa de mortalidad anual promedio aumenta a un 38% estimado en las poblaciones cazadas. Alrededor del 13% al 44% de los cachorros mueren dentro de su primer año, incluso en áreas bien protegidas. Las tasas de mortalidad del 75 al 100% entre los cachorros de un año determinado no son infrecuentes. Más allá de la depredación de grandes depredadores como lobos, tigres siberianos y otros osos pardos, el hambre y los accidentes también cobran la vida de los cachorros. Los estudios han indicado que la fuente más frecuente de mortalidad para los cachorros de primer año es la desnutrición. Para el segundo y tercer año de vida, la tasa de mortalidad anual entre los cachorros al cuidado de sus madres cae al 10-15%.
Incluso en las poblaciones que viven en áreas protegidas, los humanos siguen siendo la principal causa de mortalidad de los osos pardos. La mayor cantidad de caza legal de osos pardos ocurre en Canadá, Finlandia, Rusia, Eslovaquia y Alaska. La caza no está regulada en muchas áreas dentro del rango del oso pardo. Incluso donde la caza está legalmente permitida, la mayoría de los biólogos sienten que los números cazados son excesivos considerando la baja tasa de reproducción y la escasa distribución de la especie. Los osos pardos también mueren en colisiones con automóviles, que es una causa importante de mortalidad en los Estados Unidos y Europa.
Relación con los humanos
Conflictos entre osos y humanos
Los osos pardos suelen evitar las áreas donde se ha producido un gran desarrollo o urbanización, a diferencia del oso negro americano, más pequeño e inofensivo, que puede adaptarse a las regiones periurbanas. En muchas circunstancias, el extenso desarrollo humano puede causar que los osos pardos alteren sus áreas de distribución. Las altas densidades de caminos (tanto caminos pavimentados como de grava) a menudo se asocian con una mayor mortalidad, evitación del hábitat y una menor densidad de osos. Sin embargo, los osos pardos pueden perder fácilmente su cautela natural al sentirse atraídos por fuentes de alimentos creadas por humanos, como basureros, papeleras y contenedores de basura. Los osos pardos pueden incluso aventurarse en viviendas o graneros humanos en busca de comida a medida que los humanos invaden los hábitats de los osos. En otras áreas, como Alaska, los vertederos pueden seguir siendo un atractivo para los osos pardos. En diferentes partes de su distribución, los osos pardos a veces matan y comen animales domésticos. El dicho "Un oso alimentado es un oso muerto" se ha utilizado para popularizar la idea de que permitir que un oso hurgue en la basura humana, como botes de basura y casas rodantes. mochilas, alimentos para mascotas u otras fuentes de alimento que pongan al oso en contacto con humanos, pueden provocar la muerte del oso. Los resultados de un estudio de 2016 realizado en un valle del sureste de Columbia Británica indican que las áreas donde se superponen atractivos alimentos para osos y asentamientos humanos concentrados, el conflicto entre humanos y osos puede crear una trampa ecológica que resulta en una tasa de supervivencia aparente más baja para los osos pardos, así como atraer más osos y, por lo tanto, provocando una disminución general de la población.
Cuando los osos pardos llegan a asociar la actividad humana con una "recompensa de comida", es probable que sigan envalentonándose; la probabilidad de encuentros entre humanos y osos aumenta, ya que pueden regresar al mismo lugar a pesar de la reubicación. La reubicación del oso se ha utilizado para separar al oso del entorno humano, pero no aborda el problema de la asociación recién aprendida por el oso de los humanos con la comida o las situaciones ambientales que crearon el oso habituado por humanos. "Colocar a un oso en un hábitat utilizado por otros osos puede generar competencia y conflicto social, y provocar lesiones o la muerte del oso menos dominante." El Parque Nacional de Yellowstone, una reserva ubicada en el oeste de los Estados Unidos, contiene un hábitat privilegiado para el oso grizzly (Ursus arctos horribilis) y debido a la enorme cantidad de visitantes, los encuentros entre humanos y osos son comunes. La belleza escénica de la zona ha provocado una afluencia de personas que se mudan a la zona. Además, debido a que hay tantas reubicaciones de osos en las mismas áreas remotas de Yellowstone, y debido a que los osos macho tienden a dominar el centro de la zona de reubicación, las osas tienden a ser empujadas hacia los límites de la región y más allá. Como resultado, una gran proporción de los reincidentes, osos que son asesinados por seguridad pública, son hembras. Esto crea un efecto depresivo adicional en una subespecie ya en peligro de extinción. El oso grizzly se describe oficialmente como "Amenazado" en los EE. UU. Aunque el problema es más significativo con respecto a los osos pardos, estos problemas también afectan a los otros tipos de osos pardos.
En Europa, parte del problema radica en los pastores; Durante los últimos dos siglos, muchos pastores de ovejas y cabras han abandonado gradualmente la práctica más tradicional de utilizar perros para proteger a los rebaños, que al mismo tiempo han crecido. Por lo general, permiten que los rebaños pasten libremente en grandes extensiones de tierra. A medida que los osos pardos recuperan partes de su área de distribución, pueden comer ganado, ya que las ovejas y las cabras son relativamente fáciles de matar para un oso. En algunos casos, los pastores disparan al oso, pensando que su sustento está en peligro. Muchos ahora están mejor informados sobre la amplia compensación disponible y presentarán un reclamo cuando pierdan ganado a manos de un oso. Otro problema en varias partes de su área de distribución en Europa son las estaciones de alimentación suplementaria donde se ofrecen varios tipos de carroña animal, que se instalan principalmente en Escandinavia y Europa del Este tanto para apoyar a las especies amenazadas localmente como para que los humanos puedan disfrutar observando osos que de otro modo podrían demostrar evasiva. A pesar de que la mayoría de las estaciones se establecieron con cautela en áreas remotas lejos de las viviendas humanas, algunos osos pardos en tales áreas se han condicionado para asociar a los humanos con la comida y se han convertido en "osos problemáticos" excesivamente audaces. Además, la alimentación suplementaria parece no disminuir la depredación del ganado.
Encuentros y ataques de osos
Los osos pardos rara vez atacan a los humanos cuando los ven y, por lo general, evitan a las personas. En Rusia, se estima que 1 de cada 1000 encuentros a pie con osos pardos resulta en un ataque. Sin embargo, tienen un temperamento impredecible y pueden atacar si se sienten sorprendidos o amenazados. Hay un promedio de dos ataques fatales de osos por año en América del Norte. En Escandinavia, solo hay cuatro casos conocidos desde 1902 de encuentros con osos que resultaron en la muerte. Las dos causas más comunes del ataque de un oso son la sorpresa y la curiosidad. Algunos tipos de osos, como los osos polares, tienen más probabilidades de atacar a los humanos cuando buscan comida, mientras que los osos negros estadounidenses tienen muchas menos probabilidades de atacar. A pesar de su audacia y potencial de depredación si el oso tiene hambre, los osos polares rara vez atacan a los humanos, porque se encuentran con poca frecuencia en el mar Ártico. El comportamiento agresivo de los osos pardos se ve favorecido por numerosas variables de selección. El aumento de la agresividad también ayuda a las osas pardas a garantizar mejor la supervivencia de sus crías hasta la edad reproductiva. Las madres que defienden a los cachorros son las más propensas a atacar, siendo responsables del 70% de las muertes humanas causadas por osos pardos en América del Norte.
Las cerdas con cachorros son responsables de muchos ataques de osos pardos contra humanos en América del Norte. Los osos habituados o condicionados por la comida también pueden ser peligrosos, ya que su exposición prolongada a los humanos les hace perder su timidez natural y, en algunos casos, asociar a los humanos con la comida. Los osos pardos atacan con mayor frecuencia a grupos pequeños de una o dos personas que a grupos grandes, y solo se conoce un caso de ataque a un grupo de seis o más. En ese caso, se cree que, debido a la sorpresa, es posible que el oso pardo no haya reconocido el tamaño del grupo. En la mayoría de los ataques que resultan en lesiones, los osos pardos preceden el ataque con un gruñido o un resoplido. A diferencia de las lesiones causadas por los osos negros americanos, que suelen ser menores, los ataques de los osos pardos suelen provocar lesiones graves y, en algunos casos, la muerte. Los osos pardos parecen enfrentarse a los humanos como lo harían cuando luchan contra otros osos: se levantan sobre sus patas traseras e intentan "desarmar" sus víctimas mordiéndolas y sujetándolas de la mandíbula inferior para evitar ser mordidas a su vez. Debido a los osos' enorme fuerza física, incluso una sola mordida o golpe puede ser mortal como en los tigres, y algunas víctimas humanas han tenido la cabeza completamente aplastada por la mordedura de un oso. La mayoría de ataques se producen en los meses de julio, agosto y septiembre, época en la que el número de recreacionistas al aire libre, como senderistas o cazadores, es mayor. Las personas que afirman su presencia a través de ruidos tienden a ser menos vulnerables, ya que alertan a los osos de su presencia. En los enfrentamientos directos, las personas que huyen tienen estadísticamente más probabilidades de ser atacadas que las que se mantienen firmes. Los encuentros violentos con osos pardos suelen durar solo unos minutos, aunque pueden prolongarse si las víctimas se defienden. En Alberta, dos comportamientos comunes de los cazadores humanos, imitar los cantos de los ciervos para atraerlos y cargar cadáveres de ungulados, parecen provocar un comportamiento agresivo y conducen a una mayor tasa de ataque de los osos pardos.
Los ataques a humanos se consideran extremadamente raros en la antigua Unión Soviética, aunque existen excepciones en distritos donde los cazadores no los persiguen con tanta frecuencia. Los osos pardos de Siberia Oriental, por ejemplo, tienden a ser mucho más audaces con los humanos que sus contrapartes europeas más tímidas y perseguidas. La delimitación en Eurasia entre las áreas donde la agresividad de los osos pardos tiende a aumentar son los Montes Urales, aunque los osos pardos de Europa oriental son algo más agresivos que los de Europa occidental. En 2008, un complejo minero de platino en el distrito de Olyotorsky, en el norte de Kamchatka, fue asediado por un grupo de 30 osos, que mataron a dos guardias e impidieron que los trabajadores salieran de sus casas. Los osos pardos matan en promedio a 10 personas al año en Rusia, más que todas las demás partes del área de distribución internacional del oso pardo juntas, aunque Rusia también tiene más osos pardos que todas las demás partes del mundo juntas. En Escandinavia, solo se registraron tres ataques fatales en el siglo XX.
En Japón, un gran oso pardo apodado "Kesagake" (袈裟懸け, "slasher estilo kesa") hizo historia por causar el peor ataque de oso pardo en la historia japonesa en Tomamae, Hokkaidō durante numerosos encuentros durante diciembre de 1915. Mató a siete personas e hirió a otras tres (con posiblemente otras tres muertes anteriores en su haber) antes de ser asesinado a tiros después de una cacería de bestias a gran escala. Hoy en día, todavía hay un santuario en Rokusensawa (六線沢), donde tuvo lugar el evento en memoria de las víctimas del incidente.
Dentro del Parque Nacional de Yellowstone, las lesiones causadas por ataques de osos pardos en áreas desarrolladas promediaron aproximadamente una por año durante la década de 1930 hasta la década de 1950, aunque aumentó a cuatro por año durante la década de 1960. Luego se redujeron a una lesión cada dos años durante la década de 1970. Entre 1980 y 2002, solo hubo dos lesiones humanas causadas por osos pardos en un área desarrollada. Aunque los ataques de grizzly eran raros en el interior del país antes de 1970, la cantidad de ataques aumentó a un promedio de aproximadamente uno por año durante las décadas de 1970, 1980 y 1990. En Alberta, entre 1960 y 1998, la cantidad de ataques de osos grizzly que terminaron en lesiones fue casi tres veces más común que los ataques que terminaron en lesiones por parte de los osos negros estadounidenses, a pesar de que se estima que el oso negro estadounidense es 38 veces más numeroso en la provincia que el oso pardo.
Historia de defensa de los osos
Un estudio realizado por investigadores estadounidenses y canadienses descubrió que el aerosol para osos es más efectivo para detener el comportamiento agresivo de los osos que las armas, y funcionó en el 92 % de los incidentes estudiados frente al 67 % de las armas. Muchas autoridades recomiendan encarecidamente llevar spray de pimienta cuando se viaja por el país de los osos; sin embargo, también se recomienda llevar dos medios de disuasión, uno de los cuales es un arma de gran calibre. Se sugieren balas sólidas de escopeta, tres rondas de perdigones o una pistola de calibre 44 o más si no se dispone de un rifle de caza pesado. Las armas siguen siendo una opción viable de último recurso para defender la vida de los agresivos osos pardos. Con demasiada frecuencia, las personas no llevan un arma del calibre adecuado para neutralizar al oso. Según el Centro de Ciencias de Alaska, una escopeta de calibre 12 con balas ha sido el arma más eficaz. Ha habido menos lesiones como resultado de solo llevar cargas letales en la escopeta, a diferencia de las rondas disuasorias. Las leyes de Defensa de la vida o la propiedad (DLP, por sus siglas en inglés) del estado de Alaska exigen que se informe de la matanza a las autoridades y se salve la piel, el cráneo y las garras. Una página en el sitio web del Departamento de Recursos Naturales del Estado de Alaska ofrece información sobre cómo "seleccionar un arma que detenga a un oso (escopeta de calibre 12 o rifle de calibre 300)".
A menudo se les dice a los campistas que usen cintas y cascabeles rojos de colores brillantes y que lleven silbatos para protegerse de los osos. Se les dice que busquen estiércol de oso grizzly en las áreas de campamento y que tengan cuidado de llevar campanas y silbatos en esas áreas. El estiércol de oso grizzly es difícil de diferenciar del estiércol de oso negro americano, ya que la dieta cambia constantemente según la disponibilidad de alimentos de temporada. Si se mata a un oso cerca del campamento, el cadáver del oso debe eliminarse adecuadamente, incluidas las entrañas y la sangre, si es posible. El hecho de no mover el cadáver a menudo ha resultado en que atraiga a otros osos y exacerbe aún más una mala situación. Mover los campamentos de inmediato es otro método recomendado.
Cultura
Los osos pardos suelen figurar en la literatura de Europa y América del Norte, en particular la que está escrita para niños. "El oso pardo de Noruega" es un cuento de hadas escocés que cuenta las aventuras de una chica que se casa con un príncipe transformado en oso por arte de magia y que consigue devolverlo a su forma humana por la fuerza de su amor y tras muchas pruebas y dificultades. Con "Ricitos de oro y los tres osos", una historia de Inglaterra, los tres osos generalmente se representan como osos pardos. En los países de habla alemana, a los niños se les suele contar el cuento de hadas de "Blancanieves y rosa roja"; el apuesto príncipe de este cuento se ha transfigurado en un oso pardo. En los Estados Unidos, los padres suelen leer a sus hijos en edad preescolar el libro Brown Bear, Brown Bear, What Do You See? para enseñarles sus colores y cómo se asocian con diferentes animales.
El oso ruso es una personificación nacional común para Rusia (así como para la antigua Unión Soviética), a pesar de que el país no tiene un animal nacional designado. El oso pardo es el animal nacional de Finlandia.
El oso pardo es el animal del estado de Montana. El oso dorado de California es el animal del estado de California. Ambos animales son subespecies del oso pardo y la especie fue extirpada de este último estado.
El escudo de Madrid representa a un oso trepando a un madroño o madroño (Arbutus unedo) para comer un poco de su fruto, mientras que la ciudad suiza de El escudo de armas de Berna también representa un oso y se cree popularmente que el nombre de la ciudad deriva de la palabra alemana para oso. El oso pardo está representado en el reverso de la moneda croata de 5 kunas, acuñada desde 1993.
El Bayern de Múnich, club de la Bundesliga, tiene como mascota a un oso pardo llamado Berni. La franquicia de la Liga Nacional de Fútbol Americano de Chicago (NFL) se llama Bears. En este contexto, no es necesaria la diferenciación entre los osos negros y pardos estadounidenses. La mascota escolar de la Universidad Bob Jones, la Universidad Brown, la Universidad Cornell, la Universidad George Fox, la Universidad de Alberta, la Universidad de California, Berkeley, la Universidad de California, Los Ángeles, la Universidad de California, Riverside y numerosas escuelas secundarias estadounidenses. es el oso pardo.
En la localidad de Prats de Molló, en Vallespir, en la Cataluña francesa, una "fiesta del oso" (fiesta de l'ós) se celebra anualmente a principios de la primavera, en la que los lugareños se disfrazan de osos, se cubren con hollín o carbón y aceite y "atacan" los espectadores, tratando de ensuciar a todos. La fiesta finaliza con el ball de l'ós (baile del oso).
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