Filosofía cristiana
La filosofía cristiana es el conjunto de obras y pensamientos filosóficos desarrollados por autores cristianos, o desarrollados en torno al cristianismo. La filosofía cristiana surgió con el objetivo de conciliar la ciencia y la fe cristiana, para lo cual utiliza la lógica con ayuda de los principios de la doctrina cristiana (revelación cristiana).
Su origen se remonta a los primeros pensadores cristianos, que buscaban conciliar las explicaciones racionales del mundo natural con las verdades reveladas por la fe cristiana. En este contexto, figuras como San Agustín postulaban que ciencia y fe podían coexistir de manera armoniosa, proporcionando una visión holística de la realidad.
Por otro lado, algunos filósofos, como Tertuliano, argumentaban que existían contradicciones entre la ciencia y la fe cristiana. Otros filósofos cristianos, se enfocaron en distinguir claramente entre los ámbitos de la ciencia y la fe, respetando sus diferencias y límites.
Lo que es innegable, es que el pensamiento filosófico cristiano ha contribuido al desarrollo del pensamiento occidental, y ha influido significativamente la manera en que se entiende la relación de algunos conceptos como fe y razón.
Algunos estudiosos cuestionan la existencia de una filosofía cristiana en sí. Estos afirman que no hay originalidad en el pensamiento cristiano y que sus conceptos e ideas son heredados de la filosofía griega. Así, la filosofía cristiana protegería el pensamiento filosófico, que ya estaría definitivamente elaborado por la filosofía griega.
Sin embargo, pensadores como Boehner y Gilson, defienden la originalidad de la filosofía cristiana. Reconocen ciertamente, que ésta ha heredado y se ha nutrido de los conocimientos desarrollados por filósofos como Platón, Aristóteles y los neoplatónicos, no obstante, la filosofía cristiana ha sabido desarrollar un cuerpo de pensamiento propio, enriqueciendo los conceptos heredados con nuevas interpretaciones y aplicaciones en el contexto de la fe cristiana. De esta manera, la filosofía cristiana se presenta como una fusión única entre la herencia filosófica griega y los principios fundamentales del cristianismo. Puede afirmarse incluso, que en la filosofía cristiana, la cultura griega sobrevive de forma orgánica.
Periodos históricos de la filosofía cristiana
La filosofía cristiana comenzó alrededor del siglo III, a partir de la Patrística. La Patrística, fue un movimiento intelectual del cristianismo temprano que buscó defender las creencias cristianas, dentro del marco del pensamiento grecorromano de la Antigüedad tardía.
Con la llegada de la Edad Media, y a lo largo del siglo XI, la filosofía cristiana adquirió una nueva forma a través de la Escolástica. La Escolástica fue una corriente predominante en la filosofía medieval que dió rigurosidad metódica al estudio de la filosofía cristiana y perduró hasta el siglo XV. Este periodo es notable por su profundización en la integración de la fe cristiana con la razón, como destaca el experto T. Adão Lara.
Y más tarde en el siglo XVI, la filosofía cristiana experimentó una evolución significativa y dejó de ser un asunto exclusivo del clero. El renacimiento, obligó a la filosofía cristiana a coexistir e interactuar con teorías científicas y filosóficas independientes, y posteriormente la Reforma Protestante permitió el surgimiento de interpretaciones diferentes de los dogmas cristianos. En este punto puede evidenciarse la separación entre filosofía cristiana y teología cristiana.
Un aspecto fundamental de la filosofía cristiana ha sido su distinción con respecto a la filosofía griega. Mientras la filosofía griega se basa en la razón y la observación del mundo natural, la filosofía cristiana se fundamenta en el mensaje religioso del cristianismo. Esta diferencia subraya la singularidad del enfoque cristiano en la búsqueda de la verdad y del conocimiento.
La filosofía cristiana puede dividirse en cuatro épocas:
- Primera filosofía o Patrística (siglos II-VII)
- Filosofía medieval o Escolástica (siglos IX-XIII)
- Filosofía pre-moderna (siglos XIV-XVI)
- Filosofía moderna (siglos XVII ~)
HSD
Características de la filosofía cristiana
Demostración natural
El punto de partida filosófico de la filosofía cristiana es la lógica, sin excluir la teología cristiana. Si bien existe una relación entre las doctrinas teológicas y la reflexión filosófica en la filosofía cristiana, sus reflexiones son estrictamente racionales. De esta manera de ver las dos disciplinas, si al menos una de las premisas de un argumento se deriva de la revelación, el argumento cae en el dominio de la teología; de lo contrario, cae en el dominio de la filosofía.
Justificación de las verdades de fe
Fundamentalmente, los ideales filosóficos cristianos son hacer racionalmente evidentes las convicciones religiosas a través de la razón natural. La actitud del filósofo cristiano está determinada por la fe en asuntos relacionados con la cosmología y la vida cotidiana. A diferencia del filósofo secular, el filósofo cristiano busca condiciones para la identificación de la verdad eterna, caracterizándose por la religiosidad
Hay críticas a la filosofía cristiana porque la religión cristiana es hegemónica en este momento y centraliza la elaboración de todos los valores. Se cuestiona la coexistencia de la filosofía y la religión, ya que la filosofía misma es crítica y la religión se basa en la revelación y los dogmas establecidos. Lara cree que hubo cuestionamientos y escritos con características filosóficas en la Edad Media, aunque predominaron la religión y la teología. De esta forma lo establecido por los dogmas, en algunos aspectos, no impidió construcciones filosóficas significativas.
Tradición
Filosofía cristiana desarrollada a partir de filosofías predecesoras. Justin se basa en la filosofía griega, una academia en Agustín y Patrística. Está en la tradición del pensamiento filosófico cristiano o judaísmo, de quien fue heredado del Antiguo Testamento y más fundamentalmente en el mensaje evangélico, que registra o en el centro del mensaje propugnado por el cristianismo.
La escolástica recibió influencia tanto de la filosofía judía como de la filosofía islámica. Esta Europa cristiana no quedó exclusivamente influida por sí misma, sino que sufrió fuertes influencias de otras culturas.
Visión sistematizante
Hay un intento de sistematizar sistemática y comprensivamente los problemas de la realidad en un todo armónico. Hay una falta de espíritu creativo, que se compensa con la visión de conjunto. La misma Revelación cristiana proporciona al cristiano una visión general.
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