Ejército Constitucionalista
El Ejército Constitucionalista fue el ejército que luchó contra el Ejército Federal, y más tarde, contra los villistas y zapatistas durante la Revolución Mexicana. Fue formado en marzo de 1913 por Venustiano Carranza, llamado "Primer Jefe" del ejército, como respuesta al asesinato del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez por Victoriano Huerta durante La Decena Trágica (Diez Días Trágicos) de 1913, y la consiguiente usurpación del poder presidencial por parte de Huerta.
Carranza tenía algunas fuerzas militares en las que podía confiar para su lealtad. Contó con el apoyo teórico de Pancho Villa y Emiliano Zapata, pero pronto se volvieron contra los constitucionalistas tras la derrota de Huerta en 1914.
En julio de 1913, Carranza dividió el país en siete áreas para operaciones militares. Cada área estaba, al menos en teoría, a cargo de un general al mando de un cuerpo de Ejército. Estos cuerpos eran: Noreste, Noroeste, Central, Este, Oeste, Sur y Sudeste. Sin embargo, los últimos cuatro existían solo en el papel y en realidad el ejército Constitucionalista estaba compuesto solo por el Cuerpo del Noroeste (rebautizado como Ejército de Operaciones) al mando de Álvaro Obregón, el Cuerpo del Noreste al mando de Pablo González y el Cuerpo Central al mando de Pánfilo Natera.
Cuando en 1914 estallaron los combates entre Constitucionalistas (Carranza, Obregón, etc.) y Convencionalistas (Villa y Zapata) tras la Convención de Aguascalientes, el Ejército Constitucional contaba con 57.000 hombres, frente a los 72.000 de Villa y Zapata. Pero a medida que los constitucionalistas se fortalecieron, Villa y Zapata se debilitaron. Finalmente, la guerra contra los convencionalistas se ganó después del asesinato de Zapata en 1919 y la rendición de Villa en julio de 1920. Para 1917, la principal lucha de la guerra civil entre las dos facciones había terminado, con algunas revueltas menores de felicistas (partidarios de Félix Díaz, sobrino del derrocado presidente Porfirio Díaz). Esto marcó el final de cualquier resistencia real a Carranza.
Sin embargo, cuando el gobierno autocrático de Carranza se vio amenazado, la amenaza vendría del ejército constitucionalista que había creado. Carranza fue asesinado después de que intentara arrestar a Obregón con cargos falsos (Obregón fue propuesto para la elección presidencial, lo que amenazó a Carranza y a su elección de sucesor, Ignacio Bonillas) y Obregón, bajo el Plan de Agua Prieta, marchó a la Ciudad de México con su ejercito Carranza huyó de la capital y fue asesinado en la Sierra Norte de Puebla el 21 de mayo de 1920.
En 1920, Obregón fue elegido presidente y algunos otros ex generales constitucionalistas eventualmente se convertirían en presidentes y líderes políticos en los años siguientes.
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