Alfonso II de Portugal

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Afonso II (IPA: [ɐˈfõsu]; inglés: Alphonzo; portugués arcaico: Affonso; portugués-gallego: Alfonso o Alphonso; latín: Alphonsus; 23 de abril de 1185 - 25 de marzo de 1223), apodado el Gordo ( o Gordo) o el Leproso (o Gafo), fue el tercer rey de Portugal y el segundo pero mayor hijo sobreviviente de Sancho I de Portugal y Dulce de Aragón. Alfonso sucedió a su padre el 27 de marzo de 1211.

Reinado

Afonso II como se describe en un manuscrito del siglo XIII.

Como rey, Afonso II estableció un enfoque de gobierno diferente. Hasta entonces, su padre Sancho I y su abuelo Afonso I se ocupaban principalmente de cuestiones militares, ya fuera contra el vecino Reino de Castilla o contra las tierras musulmanas del sur. Afonso no siguió políticas de ampliación territorial y logró asegurar la paz con Castilla durante su reinado. A pesar de ello, algunas localidades fueron conquistadas a los moros por iniciativa privada de nobles y clérigos, como cuando el obispo Soeiro Viegas inició la conquista de Alcácer do Sal. Esto no significa que fuera un hombre débil o cobarde. Los primeros años de su reinado estuvieron marcados en cambio por disturbios internos entre Afonso y sus hermanos y hermanas. El rey logró mantener la seguridad dentro de las fronteras portuguesas solo proscribiendo y exiliando a sus parientes.

Dado que los asuntos militares no eran una prioridad del gobierno, Afonso estableció la administración del estado y centralizó el poder sobre sí mismo. Diseñó el primer conjunto de leyes escritas portuguesas. Estos se ocupaban principalmente de la propiedad privada, la justicia civil y la acuñación. Afonso también envió embajadores a los reinos europeos fuera de la Península Ibérica y comenzó relaciones comerciales amistosas con la mayoría de ellos.

Otras reformas incluyeron los siempre delicados asuntos con el Papa. Para conseguir que Roma reconociera la independencia de Portugal, su abuelo, Afonso I, tuvo que legislar una enorme cantidad de privilegios a la Iglesia. Estos eventualmente crearon un estado dentro del estado. Con la posición de Portugal como país firmemente establecida, Afonso II se esforzó por debilitar el poder del clero y aplicar una parte de los enormes ingresos de la Iglesia Católica a fines de utilidad nacional. Estas acciones llevaron a un grave conflicto diplomático entre el Papa y Portugal. Después de ser excomulgado por sus audacias por el Papa Honorio III, Afonso II prometió hacer las paces con la iglesia, pero murió en Coimbra el 25 de marzo de 1223 antes de intentarlo seriamente.

El rey Afonso fue enterrado originalmente en el Monasterio de Santa Cruz en Coimbra, donde permaneció su cuerpo durante casi diez años. Sus restos fueron trasladados posteriormente al Monasterio de Alcobaça, tal y como había estipulado en su testamento. Él y su esposa, la reina Urraca, fueron enterrados en su Panteón Real.

Matrimonio y descendencia

En 1206 se casa con Urraca, hija de Alfonso VIII de Castilla y Leonor de Inglaterra. Ambos eran descendientes del rey Alfonso VI de León. Los hijos de este matrimonio fueron:

Fuera del matrimonio, tuvo dos hijos ilegítimos:

Ascendencia