Tōnacācihuatl
En la mitología azteca, Tōnacācihuātl (Pronunciación náhuatl: [toːnakaːˈsiwaːt͡ɬ]) fue una creadora y diosa de la fertilidad, adorada por poblar la tierra y hacerla fecunda. La mayoría de los manuscritos de la época colonial la equiparan con Ōmecihuātl. Tōnacācihuātl fue la consorte de Tōnacātēcuhtli. También se la conoce como Ilhuicacihuātl o "Dama celestial".
Tonacacihuatl está representado en el Códice Telleriano-Remensis.
Etimología
El nombre del dios es un compuesto de dos palabras náhuatl: tōnacā y cihuātl. Mientras que cihuātl puede traducirse como "mujer" o "dama", tōnacā presenta varias interpretaciones posibles. Algunos leen esta raíz como tonacā (sin la 'o' larga), que consiste en nacatl, que significa "carne humana" o "comida," con el prefijo posesivo to ("nuestro"). Por esta etimología, Tōnacācihuātl significaría "Señora de nuestra comida" o "Señora de Nuestra Carne" más comúnmente traducido como "Señora de Nuestro Sustento". La palabra tōnac simplemente significa "abundancia," dando a Tōnacācihuātl la lectura alternativa "Señora de la Abundancia."
Origen y función
Tōnacācihuātl era la forma mexicana central del creador diosa común a las religiones mesoamericanas. Según el Códice Ríos, la Historia de los mexicanos contada por sus pinturas, el <span title="texto en francés medio (ca. 1400-1600)" Histoyre du Mechique, y el Códice florentino, Tōnacācihuātl y su equivalente Tōnacātēcuhtli residía en Ōmeyōcān, el 13, el más alto cielo, de donde descendieron las almas humanas a la tierra. Tōnacācihuātl está asociado con la procreación y aparece en el arte precolombino cerca de humanos copulando. En el Códice Florentino, Sahagún relata que las parteras aztecas les decían a los recién nacidos después de bañarlos: 'Fuiste creado en el lugar de la dualidad, el lugar por encima de los nueve cielos'. Tu madre y tu padre: Ōmetēuctli y Ōmecihuātl, la dama celestial, te formó, te creó."
En 1629, Hernando Ruiz de Alarcón también informó de la uso del nombre de la diosa en oraciones rituales de plantación, en las que se confía una semilla de maíz a la deidad de la tierra Tlaltecuhtli por un chamán que llama al núcleo nohueltiuh Tōnacācihuātl ("mi hermana, la Señora de la Abundancia").
En el Códice Chimalpopoca, Tōnacātēcuhtli y Tōnacācihuātl se enumeran como uno de varios parejas de dioses a quienes reza Quetzalcóatl.
Nauhtzonteteo
Ometecuhtli y Omecihuatl, o Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl gobiernan la naturaleza divina dividida en dos dioses (conviene conocer hombre y mujer; el hombre, que creó y gobernó todo lo que es del género masculino y la mujer todo lo que pertenecía a el género femenino). Omecihuatl, por su parte, parió muchos hijos en los Trece Cielos con Ometecuhtli, y después de todos estos partos había parido un pedernal, que en su lengua llaman tecpatl, del cual los demás dioses se asombraron y espantaron, sus los niños acordaron echarlo de los cielos al dicho pedernal, y así lo pusieron en acción, y que cayó en cierta parte de la tierra, llamada Chicomoztoc, que quiere decir "Siete Cuevas", y que luego de ella salieron mil seiscientos dioses y diosas, el Nauhtzonteteo que se extendía sobre la faz de la tierra, el mar, el inframundo y los cielos.
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