Tadoma
Tadoma es un método de comunicación utilizado por personas sordociegas, en el que la persona sordociega coloca su dedo meñique en los labios del hablante y sus dedos a lo largo de la línea de la mandíbula. Los tres dedos del medio a menudo caen a lo largo de las mejillas del hablante y el dedo meñique recoge las vibraciones de la garganta del hablante. A veces se denomina lectura táctil de labios, ya que la persona sordociega siente el movimiento de los labios, así como las vibraciones de las cuerdas vocales, el soplo de las mejillas y el aire cálido producido por los sonidos nasales como el 'N' y 'M'. Hay variaciones en la posición de la mano, y es un método que a veces usan las personas para apoyar su audición restante.
En algunos casos, especialmente si el hablante sabe lenguaje de señas, la persona sordociega puede usar el método Tadoma con una mano, para sentir la cara del hablante, y, al mismo tiempo, la sordociega la otra persona puede usar la otra mano para sentir que el hablante hace señas de las mismas palabras. De esta manera, los dos métodos se refuerzan entre sí, dando a la persona sordociega una mejor oportunidad de entender lo que el hablante está tratando de comunicar.
Además, el método Tadoma puede proporcionar a las personas sordociegas una conexión más estrecha con el habla de la que podrían haber tenido de otra manera. Esto, a su vez, puede ayudarlos a retener las habilidades del habla que desarrollaron antes de quedarse sordos y, en casos especiales, a aprender a hablar palabras nuevas.
Es un método difícil de aprender y usar, y rara vez se usa hoy en día. Sin embargo, un pequeño número de personas sordociegas utilizan con éxito Tadoma en la comunicación diaria.
Historia
El método Tadoma fue inventado por la maestra estadounidense Sophie Alcorn y desarrollado en la Escuela Perkins para Ciegos en Massachusetts. Lleva el nombre de los dos primeros niños a quienes se les enseñó: Winthrop "Tad" Chapman y Oma Simpson. Se esperaba que los estudiantes aprendieran a hablar tratando de reproducir lo que sintieron en la cara y la garganta del orador mientras se tocaban la cara.
Helen Keller usó una forma de Tadoma.
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