Subincisión del pene
La subincisión del pene es una forma autóctona de modificación genital masculina que consiste en la incisión de la uretra a lo largo del frenillo, en la parte posterior del glande. Fuera de los pueblos que lo practican, éste procedimiento puede considerarse un tipo de mutilación genital. Consiste en realizar una incisión en la parte posterior del pene, abriendo la uretra longitudinalmente desde la abertura uretral (meatus) hasta la base del glande. La longitud de esta hendidura varía dependiendo de las prácticas de cada población.
Históricamente, la subincisión se ha practicado en diversas culturas aborígenes de Australia, junto a algunos pueblos del África, la Amazonía, la polinesia y la melanesia del Pacífico. Comúnmente, esta práctica se asociaba con rituales de paso a la adultez.
Sin embargo, la subincisión del pene conlleva varios riesgos y desventajas. Entre estos, se encuentran los peligros inherentes al procedimiento, que frecuentemente se realiza de manera autónoma y sin condiciones médicas adecuadas. Además, esta práctica aumenta la susceptibilidad a infecciones de transmisión sexual (ITS). Otro aspecto a considerar es la posible disminución en la capacidad de fecundación, específicamente en la introducción de esperma en la vagina.
La subincisión también puede afectar significativamente la micción. Los hombres que se han sometido a este procedimiento a menudo experimentan hipospadias, lo que les obliga a sentarse o agacharse para orinar. Algunos recurren a jalar el escroto contra la uretra abierta para simular un tubo y facilitar una micción más normal. Además, es común que hombres con subincisión utilicen un tubo externo para ayudarles a dirigir el flujo de orina.
HSD
Tradiciones culturales
La subincisión (al igual que la circuncisión) está bien documentada entre los pueblos del desierto central de Australia, como los arrernte y los luritja. La palabra Arrernte para subincisión es arilta, y ocurre como un rito de iniciación para los adolescentes varones. Se lo dio a Arrernte por Mangar-kunjer-kunja, un espíritu de hombre lagarto del Dreamtime. Algunos académicos teorizan que se cree que un pene subinciso se asemeja a una vulva, y que el sangrado se asemeja a la menstruación. Este tipo de modificación del pene también fue realizado tradicionalmente por el pueblo Lardil de Mornington Island, Queensland. Los jóvenes que se sometieron al procedimiento fueron los únicos que aprendieron un lenguaje ceremonial simple, Damin. En ceremonias posteriores, repetidas a lo largo de la vida adulta, el pene subinciso se usaría como lugar para el derramamiento de sangre ritual. Según Ken Hale, que estudió a Damin, no se han llevado a cabo iniciaciones rituales en el Golfo de Carpentaria durante medio siglo y, por lo tanto, el idioma también se ha extinguido.
Otro término indígena australiano para la costumbre es mika o el terrible rito.
Las culturas indígenas de la cuenca del Amazonas también practican la subincisión, al igual que los pastores samburu de Kenia, de quienes se dice que se realizan subincisiones a sí mismos (o, a veces, a sus compañeros) entre los siete y los diez años. En Samoa, la subincisión del prepucio, la piel ubicada a lo largo de la punta del pene, se realizaba ritualmente en hombres jóvenes, como en Hawai, donde se informa que la subincisión del prepucio se realizó a los seis o siete años.
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