Sol (coloide)
Un sol es una suspensión coloidal formada por pequeñas partículas sólidas en un medio líquido continuo. Los soles son estables y exhiben el efecto Tyndall, que es la dispersión de la luz por las partículas del coloide. Los ejemplos incluyen, entre otros, sangre, tintas pigmentadas, fluidos celulares, pintura, antiácidos y barro.
Los soles artificiales se pueden preparar mediante dos métodos principales: dispersión y condensación. En el método de dispersión, las partículas sólidas se reducen a dimensiones coloidales mediante técnicas como el molino de bolas y el método del arco de Bredig. En el método de condensación, se forman partículas pequeñas a partir de moléculas más grandes mediante una reacción química.
La estabilidad de los soles se puede mantener mediante el uso de agentes dispersantes, que evitan que las partículas se aglomeren o se sedimenten de la suspensión. Los soles se utilizan a menudo en el proceso sol-gel, en el que un sol se convierte en un gel mediante la adición de un agente reticulante.
En un sol, las partículas sólidas se dispersan en una fase continua líquida, mientras que en una emulsión, las gotas líquidas se dispersan en una fase continua líquida o semisólida.
Propiedades de un coloide (aplicable a soles)
- Mezcla heterogénea
- El tamaño del coloides varía de 1 nm - 100 nm
- Muestran el efecto Tyndall
- Son bastante estables y por lo tanto no se asientan cuando quedan sin perturbar
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