No-cognitivismo teológico
El no-cognitivismo teológico es la posición no teísta de que el lenguaje religioso, en particular la terminología teológica como "Dios", no es inteligible ni significativo y, por lo tanto, oraciones como "Dios existe" carecen de significado cognitivo. Puede considerarse sinónimo de ignosticismo (también llamado igteísmo), término acuñado en 1964 por Sherwin Wine, rabino y figura fundadora del judaísmo humanista.
Argumentos
Los teólogos no cognitivistas argumentan de diferentes maneras, dependiendo de lo que uno considere que es la "teoría del significado".
Un argumento sostiene la afirmación de que las definiciones de Dios son irreductibles, relacionales y circulares. Por ejemplo, una oración que dice que "Dios es el que creó todo, aparte de sí mismo", se considera circular en lugar de una verdad irreductible.
Michael Martin, que escribe desde una perspectiva verificacionista, concluye que el lenguaje religioso no tiene sentido porque no es verificable.
George H. Smith utiliza un enfoque basado en atributos en un intento de demostrar que no existe un concepto para Dios: argumenta que no hay atributos significativos, solo atributos relacionales o definidos negativamente, lo que hace que el término carezca de significado. Un ejemplo: Considere la proposición de la existencia de un "unicornio rosa". Al afirmar la proposición, uno puede usar atributos para al menos describir el concepto de tal manera que se transfiera una idea cohesiva en el lenguaje. Sin conocimiento de "unicornio rosa", se puede describir mínimamente con los atributos "rosa", "caballo" y "cuerno". Sólo entonces puede aceptarse o rechazarse la proposición. La aceptación o rechazo de la proposición es distinta del concepto.
Relación con otras perspectivas no teístas
Steven J. Conifer contrasta el no cognitivismo teológico con el ateísmo positivo, que describe no solo la falta de creencia en dioses, sino que además niega que los dioses existan, dando así crédito a la existencia de un concepto de algo a lo que "Dios" se refiere, porque asume que hay algo comprensible en lo que no creer.
Paul Kurtz encuentra que la visión es compatible tanto con el ateísmo débil como con el agnosticismo. Sin embargo, Theodore Drange distingue el no cognitivismo y el agnosticismo, describiendo a este último como que acepta que el lenguaje teológico es significativo pero no se compromete con su verdad o falsedad por falta de evidencia.
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