Misología
La misología se define como el odio a la razón; la repugnancia o desconfianza hacia el debate lógico, la argumentación o el método socrático.
Fuentes
La fuente de la palabra es la obra dramática Fedón de Platón (Φαίδων en griego ático), que presenta las horas finales y la ejecución de Sócrates, en última instancia, por parte de quienes se sintieron ofendidos por su búsqueda filosófica.
El Fedón de Platón cuenta la historia de Fedón de Elis que recuerda la muerte y las últimas horas de Sócrates algún tiempo después a Echecrates, quien había oído hablar de la ejecución de Sócrates pero no tiene un relato detallado y siente curiosidad por saberlo. Phaedo, siendo uno de los presentes en la ejecución de Sócrates, comienza y explica que él y otros se habían reunido temprano para visitar a Sócrates el día de su ejecución. Allí, Simmias y Cebes habían iniciado una discusión con Sócrates sobre el más allá, y Cebes, en particular, había cuestionado a Sócrates sobre su creencia de que el alma debe ser inmortal. Fedón recuerda que Sócrates acababa de presentar un argumento en este sentido, cuando tanto Simmias como Cebes presentaron excelentes objeciones. Phaedo rompe con su historia y le dice a Echecrates:
Cuando escuchamos lo que dijeron [Simmias y Cebes] todos nos deprimimos, como nos dijimos después. El argumento anterior [el argumento de Sócrates] nos había convencido bastante, y parecía confundirnos de nuevo, y llevarnos a dudar no sólo de lo que ya se había dicho, sino también de lo que se iba a decir, para no ser inútiles como los críticos o el tema mismo [el destino del alma] no admitieron ninguna certeza.— Platón, Fedón, 88c
Fedón luego le dice a Echécrates que antes de responder al argumento de Simmias y Cebes, Sócrates, sin duda habiendo visto la inquietud que su objeción había causado entre todos los presentes, que el mismo Fedón evidenció más arriba a Echecrates, rompe con su argumentación para hacer un punto importante: que no deben desanimarse por esta objeción y rechazar la filosofía como resultado. Fedón dice que Sócrates comienza así:
...pero primero hay una cierta experiencia que debemos tener cuidado de evitar... Que no debemos convertirnos en misólogos, como las personas se vuelven misántropas. No hay mayor mal que se pueda sufrir que odiar el discurso razonable. Misología y misantropía surgen de la misma manera. La misantropía surge cuando un hombre sin conocimiento ni habilidad ha depositado gran confianza en alguien y cree que es totalmente veraz, sensato y digno de confianza; luego, poco tiempo después, lo encuentra malvado y poco confiable, y luego esto sucede en otro caso; cuando uno ha tenido frecuentemente esa experiencia, especialmente con aquellos que creía que eran sus amigos más cercanos, entonces, al final, después de muchos golpes, uno llega a odiar a todos los hombres y a creer que ninguno es sano en absoluto...Este es un estado de cosas vergonzoso...— Platón, Fedón, 89d–e
El Sócrates de Platón está advirtiendo al lector que, así como uno no debería odiar a su prójimo porque ellos mismos eran pobres en juzgar el carácter, no deberían odiar la argumentación y la razón —participar en la "misología"— solo porque pueden no ser lo suficientemente hábiles para discernir Los defectos y puntos fuertes de un argumento:
Sería lamentable... él [Sócrates] dijo, cuando hay un argumento verdadero y confiable y uno que puede ser entendido, si un hombre que ha tratado con tales argumentos parece en un momento verdadero, en otro momento falso [simplemente como el argumento de Sócrates les había parecido a los presentes], no debe culparse a sí mismo ni a su propia falta de habilidad, sino que, a causa de su angustia, al final de buena gana echa la culpa de sí mismo a los argumentos, y pasa el resto de su vida odiando y vilipendiar la discusión razonable y así ser privado de la verdad y el conocimiento de la realidad... Esto es entonces lo primero de lo que debemos cuidarnos, dijo [Sócrates]. No debemos permitir que entre en nuestras mentes la convicción de que la argumentación no tiene nada de sólido; más bien debemos creer que somos nosotros los que aún no somos sanos y que debemos tener valor y estar ansiosos por alcanzar la solidez.— Platón, Fedón, 90c–e
Procedencia moderna
La palabra misología en sí misma se atestigua por primera vez en inglés en 1833, y se usó en la traducción de Benjamin Jowett de 1871 de la obra de Platón, Diálogos: "así como hay misántropos o enemigos de los hombres, también hay misólogos o enemigos de las ideas".
El término también fue utilizado por Immanuel Kant en un pasaje de su obra de 1785, Groundwork of the Metaphysics of Morals (Grundlegung zur Metaphysik der Sitten): "Misologie, di [das ist] Haß der Vernunft" traducido por Thomas Kingsmill Abbott en 1895, directamente, como: " misología, es decir, odio a la razón".
Contenido relacionado
Voluntarismo (filosofía)
Paradoja del mentiroso
Irrealismo (filosofía)