Metal base
Un metal base es un metal común y económico, a diferencia de un metal precioso como el oro o la plata. En numismática, las monedas a menudo derivaban su valor del contenido de metales preciosos; sin embargo, los metales comunes también se han utilizado en monedas en el pasado y en la actualidad.
Definiciones específicas
A diferencia de los metales nobles, los metales básicos se pueden distinguir por oxidarse o corroerse con relativa facilidad y reaccionar de forma variable con ácido clorhídrico diluido (HCl) para formar hidrógeno. Los ejemplos incluyen hierro, níquel, plomo y zinc. El cobre también se considera un metal base porque se oxida con relativa facilidad, aunque no reacciona con el HCl.
En minería y economía, el término metales básicos se refiere a metales industriales no ferrosos, excluyendo los metales preciosos. Estos incluyen cobre, plomo, níquel y zinc.
La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. es más inclusiva en su definición de metales básicos comerciales. Su lista incluye, además del cobre, plomo, níquel y zinc, los siguientes metales: hierro y acero, aluminio, estaño, tungsteno, molibdeno, tantalio, cobalto, bismuto, cadmio, titanio, circonio, antimonio, manganeso, berilio, cromo, germanio, vanadio, galio, hafnio, indio, niobio, renio y talio, y sus aleaciones.
Otros usos
En el contexto de los productos metálicos enchapados, el metal base subyace al metal enchapado, del mismo modo que el cobre subyace a la plata en la chapa Sheffield.
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