Martín Carrera

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Martín Carrera Sabat (20 de diciembre de 1806 - 22 de abril de 1871) fue un general mexicano, senador y presidente interino del país durante aproximadamente un mes en 1855. Era un liberal moderado.

Martín Carrera fue un soldado y político mexicano que se desempeñó brevemente como presidente durante la caída de la última dictadura de Santa Anna en 1854. Su carrera como soldado comenzó cuando aún era un niño y desempeñó un papel activo en las fuerzas armadas de México durante toda su vida.. Comenzó a desempeñar funciones políticas durante la República Centralista de México y sirvió en el congreso, además de servir más de una vez como miembro del consejo de estado.

Su presidencia se produjo cuando el Plan de Ayutla estaba triunfando contra Santa Anna. Estos últimos abandonaron la capital y una junta de representantes proclamó su lealtad al Plan de Ayutla y eligió a Carrera como presidente. Trató de llegar a un compromiso entre los elementos restantes de la administración de Santa Anna y la revolución. A pesar de que les hizo muchas concesiones, los líderes revolucionarios no confiaron en Carrera y, incapaz de asegurar la lealtad de los departamentos, Carrera renunció después de aproximadamente un mes en el cargo.

Primeros años de vida

Martín Carrera nació en Puebla en 1806 en el seno de una distinguida familia. Su padre era coronel de artillería. A la edad de nueve años cuando ya había estallado la Guerra de Independencia de México, Carrera se unió al regimiento expedicionario de Fernando VII. A la edad de doce años fue nombrado oficial y, a pesar de su corta edad, se le encargó la instrucción del batallón.

México Independiente

Ingresó al Plan de Iguala de Agustín de Iturbide el 30 de agosto de 1821, presentándose ante la decimotercera división comandada por el general Filisola. Fue llamado al año siguiente a prestar sus servicios como parte de un cuerpo de artillería, y fue asignado a la defensa de Veracruz, que aún estaba amenazada por los españoles restantes en la Fortaleza de San Juan de Ulúa. Carrera fue puesto a cargo de las fortificaciones y preparación de la artillería, y la defendió cuando las tropas de Iturbide asediaron la ciudad para reprimir el Plan de Veracruz contra el Primer Imperio Mexicano. Poco después fue ascendido a coronel efectivo. A fines de 1823 fue capitán puesto a cargo del arsenal y la fabricación de armas en la capital. En 1828, durante la Revolución de la Acordada contra el Presidente electo y Ministro de Guerra Manuel Gómez Pedraza,

Fue puesto a cargo de la Ciudadela de la Ciudad de México en abril de 1831. Durante la Revuelta Federalista de 1840 defendió al gobierno y al año siguiente fue ascendido a general de brigada efectivo. Fue miembro de la junta legislativa nacional en 1842 encargada de redactar las Bases Orgánicas, y fue senador del congreso en 1844 y 1845. Fue miembro del consejo de estado en 1846 y luego asesor del Ministerio de Guerra. Luchó durante la Guerra México-Estadounidense y vio acción durante la caída de la Ciudad de México. Apoyó el Plan de Jalisco que devolvió a Santa Anna al poder en 1853, y fue nombrado por el presidente interino Lombardini, jefe de las tropas en la Ciudad de México. Al regresar al poder, Santa Anna lo nombró miembro del consejo de estado y general de división en junio de 1853.

Presidencia

Tras fracasar en suprimir el Plan de Ayutla, Santa Anna tomó la decisión de renunciar y huir del país. En la mañana del 9 de agosto, con Santa Anna ya en fuga, el gobierno abrió una de sus últimas órdenes entregando el poder ejecutivo a un triunvirato integrado por el presidente de la Corte Suprema, Mariano Salas, y Martín Carrera, quienes una vez instalados debían convocar un congreso para formar una constitución. El general Carrera y el general Rómulo Díaz de la Vega, comandante de la guarnición en la ciudad de México, rechazaron el plan de Santa Anna y más bien el 13 de agosto declararon su apoyo al Plan de Ayutla.

La resolución de la capital que había adoptado el Plan de Ayutla designaba a Rómulo Díaz de la Vega para elegir una junta de representantes de cada departamento y del distrito federal, la cual se encargaría de elegir un presidente de la república, y serviría como su consejo de estado. Se constituyó la junta y se eligió presidente a Martín Carrera.

Carrera intentó abolir las huellas de la dictadura de Santa Anna y prohibió a los comandantes generales encargados de los distritos militares de la nación intervenir en asuntos de hacienda. Aprobó una proclama para organizar la guardia nacional, reformar el ejército, regular la hacienda y respetar los derechos personales.

El gobierno de Carrera también tuvo que hacer frente a otro levantamiento encabezado por Antonio Haro y Tamariz que el 13 de agosto proclamó para la caída de Santa Anna la abolición del servicio militar obligatorio, la libertad de prensa y la convocatoria de un congreso. Esta última revuelta estalló antes de que llegara la noticia de que Santa Anna ya había huido. Los líderes del movimiento de Ayutla intentaron llegar a un compromiso con Haro y Tamariz.

El Plan de Ayutla era explícitamente liberal y el gobierno de Carrera fue visto como un intento de los remanentes del régimen de Santa Anna de cooptar o moderar la revolución. Obtuvo un reconocimiento limitado en los departamentos, pero Ignacio Comonfort, uno de los principales comandantes del movimiento de Ayutla, se negó a reconocer a Carrera. Carrera intentó invitar a los líderes revolucionarios a una conferencia en Dolores el 16 de septiembre, en el lugar simbólico donde comenzó la Guerra de Independencia de México, en el aniversario exacto del Grito de Dolores, pero la invitación fue rechazada.Carrera perdía la lealtad de la nación y las tropas revolucionarias seguían avanzando hacia la capital. Ante lo inevitable, Carrera renunció a la presidencia a las 11 de la noche del 11 de septiembre, dejando el mando del distrito de México al jefe de la guarnición Rómulo Díaz de La Vega, quien de inmediato eligió un consejo de gobierno de siete miembros. La guarnición hizo una declaración en el sentido de que el reconocimiento de Carrera no había sido más que un acto de conveniencia, declararon lealtad al Plan de Ayutla y proclamaron su lealtad a cualquier gobierno que ahora saliera de él. En un manifiesto publicado al día siguiente, Carrera esperaba que su paisa reconociera que había cumplido su promesa de no hacer derramar una sola lágrima.

Vida posterior

Después de dejar la presidencia, Carrera se retiró a la vida privada, pero ofreció sus servicios al gobierno durante la Expedición Tripartita en 1862, aunque la oferta no fue aceptada. Se retiró oficialmente del servicio militar durante el Segundo Imperio Mexicano y murió el 22 de abril de 1871.