Lesión de Dieulafoy
Lesión de Dieulafoy (francés: [djølafwa]) es una afección médica caracterizada por una gran arteria tortuosa, más comúnmente en la pared del estómago (submucosa), que se erosiona y sangra. Puede presentarse en cualquier parte del tracto gastrointestinal. Puede causar hemorragia gástrica pero es relativamente poco común. Se cree que causa menos del 5% de todas las hemorragias gastrointestinales en adultos. Debe su nombre al cirujano francés Paul Georges Dieulafoy, quien describió esta afección en su artículo "Exulceratio simplex: Leçons 1-3" en 1898. También se la llama "arteria persistente de calibre" o "aneurisma" de los vasos gástricos. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los otros aneurismas, se cree que son malformaciones del desarrollo y no cambios degenerativos.
Signos y síntomas
La lesión de Dieulafoy a menudo no causa síntomas (asintomática). Cuando están presentes, los síntomas generalmente se relacionan con sangrado indoloro, con vómitos con sangre (hematemesis) y/o heces negras (melena). Con menos frecuencia, las lesiones de Dieulafoy pueden causar sangrado rectal (hematoquecia) o, en raras ocasiones, anemia por deficiencia de hierro. Generalmente no hay síntomas gastrointestinales que precedan al sangrado (dolor abdominal, náuseas, etc.).
Presentando síntomas | |
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Hematemesis recurrente con melena | 51% de los casos |
Hematemesis sin melena | 28% de los casos |
Melena sin hematemesis | 18% de los casos |
Aunque son excepcionalmente raros, los casos de lesiones de Dieulafoy que ocurren en la vesícula biliar pueden causar dolor en la parte superior del abdomen, que generalmente ocurre en el cuadrante superior derecho o en el medio superior (epigástrico). Aunque las lesiones de Dieulafoy de la vesícula biliar suelen ocurrir con anemia (83%), generalmente no causan sangrado evidente (hematoquecia, hematemesis, melena, etc.).
Causa
A diferencia de la úlcera péptica, en la lesión de Dieulafoy no suele haber antecedentes de trastorno por consumo de alcohol o de AINE.
Fisiopatología
Las lesiones de Dieulafoy se caracterizan por un único vaso sanguíneo anormalmente grande (arteriola) debajo de la mucosa gastrointestinal (submucosa) que sangra, en ausencia de úlcera, erosión u otra anomalía en la mucosa. El tamaño de estos vasos sanguíneos varía de 1 a 5 mm (más de 10 veces el diámetro normal de los capilares mucosos). La pulsación de los vasos agrandados produce una presión focal que provoca adelgazamiento de la mucosa en ese lugar, lo que provoca la exposición del vaso y la hemorragia posterior.
Aproximadamente el 75% de las lesiones de Dieulafoy ocurren en la parte superior del estómago dentro de los 6 cm de la unión gastroesofágica, más comúnmente en la curvatura menor. Sin embargo, las lesiones de Dieulafoy pueden ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal. Históricamente se pensaba que las lesiones extragástricas eran poco comunes, pero se han identificado con mayor frecuencia en los últimos años, probablemente debido a una mayor conciencia de la afección. El duodeno es la localización más frecuente (14%), seguido del colon (5%), las anastomosis quirúrgicas (5%), el yeyuno (1%) y el esófago (1%). Se han informado lesiones de Dieulafoy en la vesícula biliar. La patología en estas localizaciones extragástricas es esencialmente la misma que la de la lesión gástrica más común.
Diagnóstico
La lesión de Dieulafoy es difícil de diagnosticar, debido al patrón intermitente de sangrado. La lesión de Dieulafoy se diagnostica normalmente durante la evaluación endoscópica, generalmente durante la endoscopia superior, que puede mostrar un vaso sanguíneo protruso aislado. Las lesiones que afectan al colon o al final del intestino delgado (ileo terminal) pueden ser diagnosticadas durante la colonoscopia. Las lesiones de Dieulafoy no se reconocen fácilmente y por lo tanto pueden ser necesarias múltiples evaluaciones con endoscopia. Una vez identificado durante la endoscopia, la mucosa cerca de la lesión de Dieulafoy puede inyectarse con tinta. El tatuaje de la zona puede ayudar a identificar la ubicación de la lesión de Dieulafoy en caso de sangrado. Se ha utilizado el ultrasonido endoscópico para facilitar la identificación de las lesiones de Dieulafoy y confirmar el éxito del tratamiento.
La angiografía puede ser útil para el diagnóstico, aunque solo identifica el sangrado que ocurre activamente durante el tiempo de esa prueba. La angiografía mesentérica puede ser particularmente útil para las lesiones de Dieulafoy en el colon o el recto, donde la evaluación puede verse limitada por la presencia de sangre o una mala preparación intestinal.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, las lesiones de Dieulafoy se tratan con intervenciones endoscópicas. Las técnicas endoscópicas utilizadas en el tratamiento incluyen inyección de epinefrina seguida de electrocoagulación bipolar o monopolar, escleroterapia con inyección, sonda calefactora, fotocoagulación con láser, hemoclipping o bandas.
En casos de sangrado refractario, se puede consultar a radiología intervencionista para una angiografía con embolización subselectiva.
Pronóstico
La tasa de mortalidad del síndrome de Dieulafoy era mucho mayor antes de la era de la endoscopia, donde la cirugía abierta era la única opción de tratamiento. La mortalidad ha disminuido del 80% al 8% como resultado de las terapias endoscópicas. El control a largo plazo del sangrado (hemostasia) se logra en el 85 - 90 por ciento de los casos.
Epidemiología
Las lesiones de Dieulafoy representan aproximadamente el 1,5 por ciento de las hemorragias gastrointestinales. Estas lesiones son dos veces más comunes en los hombres y a menudo ocurren en personas mayores (mayores de 50 años) con múltiples comorbilidades, que incluyen hipertensión, enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas y diabetes. Las lesiones de Dieulafoy se presentan en individuos con una edad promedio de 52 años.
Historia
La lesión de Dieulafoy fue descrita por primera vez en 1884 por M.T. Gallardo. La lesión lleva el nombre del cirujano francés Paul Georges Dieulafoy, quien describió la afección en su artículo "Exulceratio simplex: Leçons 1-3" en 1898. Dieulafoy creía (incorrectamente) que el sangrado de esta lesión se debía a erosiones de la mucosa del estómago.
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