Lázaro Cárdenas
Lázaro Cárdenas del Río (21 de mayo de 1895 - 19 de octubre de 1970) fue un oficial del ejército mexicano y político que se desempeñó como presidente de México de 1934 a 1940.
Nacido en Juiquilpan, Michoacán en una familia de clase trabajadora, Cárdenas se unió a la Revolución Mexicana y se convirtió en general del Ejército Constitucionalista. Aunque no era del estado de Sonora, cuyos líderes revolucionarios dominaron la política mexicana en la década de 1920, Cárdenas fue seleccionado personalmente por Plutarco Elías Calles, general sonorense y expresidente de México, como candidato presidencial y ganó las elecciones generales de 1934.
Después de fundar el Partido Nacional Revolucionario (PNR) tras el asesinato del general sonorense, expresidente y presidente electo Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles había permanecido extraoficialmente en el poder durante el Maximato (1928-1934), y esperaba mantener ese papel cuando Cárdenas asumió el cargo. Cárdenas, sin embargo, lo superó políticamente y obligó a Calles a exiliarse. Estableció la estructura del Partido Nacional Revolucionario, eventualmente rebautizado como Partido de la Revolución Mexicana (PRM), sobre la representación sectorial de ligas campesinas, confederaciones sindicales y el Ejército Mexicano. La incorporación del ejército a la estructura del partido por parte de Cárdenas fue un movimiento deliberado para disminuir el poder de los militares y evitar su intervención en la política a través de golpes de Estado.
Cárdenas, un nacionalista económico de izquierda, lideró la expropiación de la industria petrolera mexicana y la creación de la compañía petrolera estatal Pemex en 1938. Implementó programas de reforma agraria a gran escala en México, redistribuyendo grandes propiedades a pequeños propietarios en tierras denominadas ejidos.. Creó el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y El Colegio de México (Colmex). Su política exterior apoyó y dio asilo a los republicanos durante la Guerra Civil Española. Un logro de Cárdenas fue su completa entrega del poder en diciembre de 1940 a su sucesor, Manuel Ávila Camacho, quien era un político moderado sin antecedentes militares distinguidos.
Cárdenas ha sido elogiado como "el mayor radical constructivo de la Revolución Mexicana", por implementar sus ideales, pero también ha sido criticado como un "populista autoritario". Fue el primer presidente mexicano en servir para un sexenio, práctica que continúa hasta el presente. Según numerosas encuestas de opinión y analistas, Cárdenas es el presidente mexicano más popular del siglo XX.
Vida temprana y carrera
Lázaro Cárdenas del Río nació el 21 de mayo de 1895, uno de los ocho hijos de una familia de clase media baja en el pueblo de Jiquilpan, Michoacán, donde su padre era dueño de una sala de billar. Tras la muerte de su padre, desde los 16 años Cárdenas mantuvo a su familia (incluida su madre y siete hermanos menores). Cuando cumplió 18 años, había trabajado como recaudador de impuestos, diablo de imprenta y carcelero. Aunque dejó la escuela cuando tenía once años, aprovechó todas las oportunidades para educarse y leer mucho a lo largo de su vida, especialmente obras de historia.
Carrera militar
Cárdenas se propuso convertirse en maestro, pero se incorporó al ejército durante la Revolución Mexicana después de que Victoriano Huerta derrocara al presidente Francisco Madero en febrero de 1913, aunque Michoacán estaba lejos de la acción revolucionaria que había llevado a Madero a la presidencia de México. Después del golpe de Huerta y el asesinato de Madero, Cárdenas se unió a un grupo de zapatistas, pero las fuerzas de Huerta dispersaron al grupo, donde Cárdenas se había desempeñado como capitán y pagador.Dado que las fuerzas revolucionarias eran organizaciones voluntarias, su posición de liderazgo apunta a sus habilidades y su ser pagador de la percepción de que sería honesto en asuntos financieros. Ambas características lo acompañaron a lo largo de su carrera posterior. Escapó de las fuerzas federales en Michoacán y se trasladó al norte donde sirvió inicialmente con Álvaro Obregón, luego Pancho Villa, y después de 1915 cuando Villa fue derrotado por Obregón a Plutarco Elías Calles, quien sirvió al líder constitucionalista, Venustiano Carranza.Aunque Cárdenas era del estado sureño de Michoacán, sus experiencias clave en la Revolución fueron con los norteños constitucionalistas, cuya facción ganó. En particular, sirvió a las órdenes de Calles, quien le encargó operaciones militares contra los indios yaquis y contra los zapatistas en Michoacán y Jalisco, tiempo durante el cual ascendió a un comando de campo como general, y luego en 1920, después de que Carranza fuera derrocado por generales del norte, Cárdenas recibió el grado de general de brigada a la edad de 25 años. Cárdenas fue nombrado gobernador provisional de su estado natal de Michoacán bajo la breve presidencia de Adolfo de la Huerta.
Servicio bajo el presidente Calles
Cárdenas fue un protegido político de Calles, pero su mentor ideológico fue el general revolucionario Francisco J. Múgica, un socialista laico fuertemente anticlerical. El presidente Calles nombró a Cárdenas Jefe de Operaciones Militares en la Huasteca, una región productora de petróleo en la Costa del Golfo. Cárdenas vio de primera mano las operaciones de las petroleras extranjeras. En la Huasteca, las compañías petroleras estadounidenses extraían petróleo, evitaban los impuestos adeudados al gobierno mexicano y trataban a la región como “territorio conquistado”. Múgica también fue destinado a la Huasteca y él y Cárdenas se hicieron cercanos. Durante su paso por la Huasteca, Múgica le dijo a Cárdenas que “el socialismo [es] la doctrina adecuada para resolver los conflictos en México”.
Gobernador de Michoacán, 1928–1932
Cárdenas fue nombrado gobernador de su estado natal de Michoacán en 1928, entonces azotado por el conflicto político entre Estado e Iglesia, la conocida como Cristiada. Su mentor ideológico, Múgica, se había desempeñado anteriormente como gobernador del estado y había intentado contrarrestar el poder de la Iglesia Católica Romana a través de leyes. Movilizó grupos para apoyar sus posiciones, creando “tropas políticas de choque”, integradas por maestros de escuelas públicas y miembros de una liga agraria disuelta, formando la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo, bajo el lema “Unión, Tierra, Trabajo”. La organización fue financiada por el gobierno estatal, aunque no figura como gasto oficial. Se convirtió en la organización más poderosa que representaba tanto a los trabajadores como a los campesinos.Movilizar el apoyo obrero y campesino y controlar la organización a la que pertenecían se convirtió en el modelo de Cárdenas cuando asumió la presidencia.
Reforma agraria
Como gobernador, Cárdenas también priorizó la distribución de tierras en un momento en que el presidente Calles estaba desilusionado con el programa. Expropió haciendas y creó ejidos, latifundios colectivos controlados por el Estado. Los ejidatarios, miembros del ejido, trabajaban parcelas individuales de tierra pero no tenían título de propiedad privada. La oposición al programa provino de los hacendados, el clero y, en algunos casos, los arrendatarios, pero Cárdenas continuó con el programa de reforma agraria en su estado.
Durante sus cuatro años como gobernador, Cárdenas inició una modesta redistribución de la tierra a nivel estatal, alentó el crecimiento de organizaciones campesinas y laborales y mejoró la educación en un momento en que el gobierno federal la descuidaba. Cárdenas se aseguró de que los maestros fueran pagados a tiempo, inspeccionó personalmente las escuelas y abrió cien nuevas escuelas rurales. Debido a su estilo de gobierno de base, Cárdenas tomó importantes decisiones políticas basadas en información directa recibida del público y no en el consejo de sus confidentes.
Promoción del turismo, el arte y la cultura indígena
Durante su mandato como gobernador, Cárdenas buscó traer la paz al estado, unir a su población dividida por la Guerra Cristera en curso y hacer de Michoacán, especialmente la ciudad histórica de Pátzcuaro, un destino turístico. Una vez que fue presidente de México, continuó dedicando fondos gubernamentales al proyecto. Cárdenas construyó una casa en Pátzcuaro cuando asumió la gobernación del estado, y la llamó "La Quinta Eréndira", en honor a la princesa purépecha, quien ha sido identificada como la primera heroína anticolonial de México por su resistencia a la conquista española, y una figura contrastante con la Malinche., el traductor cultural de Cortés.Eréndira se convirtió en una figura histórica popular bajo Cárdenas. En su finca, encargó murales para la casa, que ahora se han perdido, pero se sabe por fuentes históricas que tenían temas indígenas, particularmente el auge y la caída del Imperio Purépecha en la época de la conquista española. Los murales y los textos “se apropian de las narrativas históricas nacionales para suplantar los mitos nacionales y ubicar en Michoacán los cimientos ideales de México”.
Elecciones presidenciales de 1934
Calles eligió a Cárdenas para que fuera el presidente del partido. De los generales revolucionarios, Cárdenas era considerado "honesto, capaz, anticlerical y políticamente astuto". el lado correcto de escisiones decisivas desde 1913. Cuando fue elegido como candidato presidencial en 1934, nadie esperaba que fuera otra cosa que leal a Calles, el "Jefe Máximo", y el poder detrás de la presidencia desde 1929.
Como candidato del PNR, la elección de Cárdenas era una conclusión inevitable. Era políticamente imposible que su patrón, Calles, volviera a ocupar el cargo de presidente, pero continuó dominando México después de su presidencia (1924-1928) a través de lo que se consideró administraciones "títeres" en un período conocido como el Maximato. Después de que dos de sus hombres elegidos a mano ocuparan el cargo, el PNR se negó en 1932 a apoyar a su primera opción, Manuel Pérez Treviño. En cambio, seleccionaron a Cárdenas como candidato presidencial. Calles estuvo de acuerdo, creyendo que podía controlar a Cárdenas como había controlado a sus predecesores. Cárdenas no solo había estado asociado con Calles durante dos décadas, sino que había prosperado políticamente con el patrocinio de Calles. Como era de esperar, Cárdenas ganó cómodamente, obteniendo oficialmente más del 98 por ciento de los votos.
Plan Sexenal y campaña presidencial
Cárdenas se postuló en el Plan Sexenal de reforma social y política que elaboró el partido bajo la dirección de Calles. Dicho programa plurianual siguió el modelo del Plan Quinquenal de la Unión Soviética recién finalizado. El Plan Sexenal (para abarcar el período presidencial de 1934 a 1940) fue un mosaico de propuestas de una variedad de participantes, pero la fuerza impulsora detrás de él fue Calles, quien había pronunciado un discurso en mayo de 1933, diciendo que la "Revolución Mexicana había fallado en la mayoría de sus objetivos importantes", y que se necesitaba un plan para implementar sus objetivos.El presidente interino Abelardo L. Rodríguez no obtuvo la aprobación de su gabinete para el plan en 1933, por lo que el siguiente movimiento de Calles fue presentarlo en forma de borrador a la convención del partido. "Más que un anteproyecto, el Plan Sexenal era un prospecto de ventas" y un "revoltijo sin esperanza" lleno de compromisos y contradicciones, así como aspiraciones utópicas. Pero la dirección del plan era hacia una reforma renovada.
El plan requería
- destrucción de la economía de hacienda y creación de un sistema colectivo de ejidos (tierras comunales) bajo control del gobierno;
- escuelas seculares modernas y erradicación de la influencia de la Iglesia Católica; y
- cooperativas de trabajadores para oponerse a los excesos del capitalismo industrial.
Seguro del respaldo del poderoso Calles y de una victoria presidencial, Cárdenas aprovechó la oportunidad para hacer campaña activamente en muchas partes de México en lugar de quedarse en la Ciudad de México. Su campaña de 25,000 kilómetros logró varias cosas, incluido el contacto directo con regiones y electores que nunca antes habían visto a un candidato presidencial y, por lo tanto, construyó una base de poder personal para Cárdenas. La campaña también le permitió refinar y articular para el consumo popular lo que él consideraba los elementos importantes del Plan Sexenal. En la campaña electoral, actuó más como alguien que ya estaba en el cargo que como candidato, resolviendo disputas entre grupos. Se acercó a los trabajadores mexicanos, así como a los campesinos, a quienes prometió la reforma agraria. Cárdenas prometió a los amerindios escuelas y oportunidades educativas,
Presidencia, 1934–1940
Estilo presidencial
La primera acción de Cárdenas después de asumir el cargo a fines de 1934 fue reducir su salario presidencial a la mitad. Se convirtió en el primer ocupante de la residencia presidencial oficial de Los Pinos. Hizo que la residencia anterior, el ostentoso Castillo de Chapultepec, se convirtiera en el Museo Nacional de Historia. En un movimiento que golpeó los intereses financieros de los compinches de su patrón Calles, Cárdenas cerró sus casinos de juego y burdeles, donde "prominentes callistas habían invertido sus ganancias del soborno y las actividades industriales".Cárdenas no usó carros blindados ni guardaespaldas para protegerse. En la campaña presidencial de 1934 recorrió gran parte del medio rural en automóvil ya caballo, acompañado únicamente por Rafael M. Pedrajo, chófer y edecán. Su valentía generó un respeto generalizado por Cárdenas, quien había demostrado su valentía y liderazgo como general revolucionario.
Gabinete
El gabinete de Cárdenas cuando asumió por primera vez incluía a miembros de la familia Calles, su hijo mayor Rodolfo en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (1934-1935); Aarón Sáenz Garza, cuñado del segundo hijo de Calles, Plutarco Jr. ("Aco"), fue nombrado administrador de la Ciudad de México (1934-1935), un puesto a nivel de gabinete. Otros leales a Calles fueron el radical Tomás Garrido Canabal en la Secretaría de Agricultura y Fomento (1934-1935); el marxista Narciso Bassols ocupó el cargo de Secretario de Hacienda y Crédito Público (1934-1935); Emilio Portes Gil, quien había sido presidente interino de México tras el asesinato de Obregón pero no elegido como candidato presidencial del PNR en 1929, ocupó el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores (1934-1935). Cárdenas eligió a su compañero de armas y mentor, el general Francisco José Múgica, como Secretario de Economía Nacional (1934-1935). Cuando Cárdenas comenzó a trazar su propio curso y flanquear a Calles políticamente, reemplazó a los leales de Calles en 1935 con sus propios hombres.
Cárdenas y los militares
Como general revolucionario, Cárdenas siguió la tradición de sus predecesores inmediatos en la presidencia, quienes se habían destacado como líderes militares pero buscaban frenar el poder de los militares. Obregón y Calles buscaron reducir y profesionalizar el ejército mexicano y subordinarlo al gobierno civil. La elección de Cárdenas no había provocado revueltas de militares descontentos con ambiciones a la presidencia, como sucedió en 1923, 1928 y 1929. Gran parte de los militares permanecieron leales a Calles, pero Cárdenas también tenía partidarios entre los líderes del ejército. Cárdenas buscaba ser presidente por derecho propio, no ser un títere de Calles, y para ello necesitaba ampliar su base de apoyo. Cárdenas buscó armar al campesinado como contrapeso al ejército, movimiento que inquietó a los generales más conservadores.
Cárdenas y la Iglesia Católica
Cárdenas derogó la Ley Calles poco después de convertirse en presidente en 1934. Cárdenas se ganó el respeto del Papa Pío XI y tenía una estrecha amistad con el arzobispo mexicano Luis María Martínez, una figura importante en la Iglesia Católica de México que persuadió con éxito a los mexicanos a obedecer las leyes del gobierno pacíficamente. Sin embargo, también implementó reformas educativas, particularmente la educación socialista y la eliminación de la escolarización religiosa. Sin embargo, la administración de Cárdenas cerró la brecha entre la iglesia y el estado, desarrolló una relación de trabajo y amistad con la iglesia y ayudó a dominar la amarga animosidad entre católicos e izquierdistas que había persistido desde la Revolución Mexicana, y la Santa Sede finalmente apoyó a Cárdenas en comparación. a condenar el ateísmo militante de Calles.
La reforma agraria y el campesinado
Durante la presidencia de Cárdenas, el gobierno promulgó una reforma agraria que fue "amplia, rápida y, en algunos aspectos, innovadora". Redistribuyó grandes haciendas comerciales, unos 180.000 km de tierra a los campesinos. Con los poderes del artículo 27 de la constitución mexicana, creó colectivos agrarios, o ejidos, que a principios del siglo XX en México eran una forma atípica de tenencia de la tierra. Dos regiones de expropiación de alto perfil para la reforma agraria de Cárdenas estaban en la región productiva de cultivo de algodón en el norte de México, conocida como La Laguna, y en Yucatán, donde la economía estaba dominada por la producción de henequén. Otras áreas que vieron una reforma agraria significativa fueron Baja California y Sonora en el norte de México, su estado natal de Michoacán y Chiapas en el sur de México.
En 1937, Cárdenas invitó a Andrés Molina Enríquez, padre intelectual del artículo 27 de la Constitución de 1917, a acompañarlo a Yucatán para implementar la reforma agraria, aunque Molina Enríquez no era un gran partidario del sistema ejidal colectivo. Aunque no pudo ir por problemas de salud, defendió la acción de Cárdenas contra Luis Cabrera, quien argumentó que el Banco Ejidal que Cárdenas estableció cuando se embarcó en su arrolladora redistribución de tierras estaba, de hecho, convirtiendo al estado mexicano en el nuevo dueño de la hacienda. Para Molina Enríquez, las plantaciones de henequén yucateco fueron un "legado maligno" y "agujeros infernales" para los mayas. Como partidario de toda la vida de la reforma agraria, el apoyo de Molina Enríquez a la "cruzada gloriosa" de Cárdenas fue importante.
Cárdenas sabía que el apoyo de los campesinos era importante y, como candidato presidencial en 1933, se acercó a una organización campesina autónoma, la Liga Nacional Campesina (Liga Nacional Campesina) y prometió integrarla en la estructura del partido. La Liga se dividió por esta cuestión, pero un elemento se integró en el Partido Nacional Revolucionario. Cárdenas amplió la base de la liga campesina en 1938 en la Confederación Nacional Campesina (CNC). Cárdenas "creía que un campesinado organizado representaría una fuerza política capaz de confrontar a la élite terrateniente establecida, además de proporcionar un bloque de votación crítico para el nuevo estado mexicano".Los académicos difieren en cuanto a la intención de Cárdenas para la CNC, algunos la ven como una organización autónoma que defendería a los campesinos en cuanto a la tenencia de la tierra, los proyectos rurales y los intereses políticos de los campesinos, mientras que otros ven a la CNC como una relación de patrón-cliente con el estado. restringiendo su autonomía. La CNC se creó con la idea de la "unificación campesina" y estaba controlada por el gobierno. Se reconocieron los derechos de los campesinos, pero los campesinos debían ser aliados responsables del régimen político. La radical Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el Partido Comunista Mexicano (PCM) buscaron organizar a los campesinos, pero Cárdenas afirmó el derecho del gobierno a hacerlo ya que estaba a cargo de la reforma agraria y advirtió que su intento de organizar al campesinado sembraría disensión.
Cárdenas fortaleció aún más el papel del gobierno al crear milicias rurales o reservas, que armaron a unos 60.000 campesinos para 1940, que estaban bajo el control del ejército. El campesinado armado ayudó a promover la estabilidad política contra los caudillos regionales. Podían asegurar que se llevara a cabo la reforma agraria del gobierno. Las reservas campesinas podrían proteger a los beneficiarios de la reforma contra los propietarios de las haciendas y romper las huelgas rurales que amenazaban el control del gobierno.
La reforma agraria se llevó a cabo en forma de mosaico con resultados desiguales. Durante años, muchas regiones habían experimentado la movilización campesina ante la represión y la "guerra agraria de baja intensidad". El movimiento campesino en Morelos se había movilizado antes de la Revolución Mexicana y tuvo éxito bajo el liderazgo de Emiliano Zapata extinguiendo el sistema de haciendas en ese estado. En la reforma agraria de Cárdenas, con el régimen revolucionario consolidado y los problemas agrarios aún sin resolver, el presidente cortejó a los agraristas movilizados, quienes ahora encontraron al Estado atento a su tema. La reforma agraria, con algunas excepciones como en Yucatán, se llevó a cabo en áreas de movilización previa.Los propios campesinos presionaron por la reforma agraria y, en la medida en que se logró, fueron agentes integrales y no simplemente receptores de la generosidad estatal de arriba hacia abajo. Sin embargo, el campesinado estaba bajo el control del gobierno nacional sin salida para la organización independiente o la formación de alianzas con los trabajadores urbanos mexicanos.
Mano de obra
El otro sector clave de la reforma fue el trabajo industrial. El artículo 123 de la Constitución de 1917 había empoderado a los trabajadores de una manera sin precedentes, garantizando derechos humanos como el salario mínimo, la jornada laboral de ocho horas y el derecho a la huelga y a formar sindicatos, pero de manera más integral, el artículo 123 señalaba que la El estado mexicano estaba firmemente del lado de los trabajadores. Ya existía una organización obrera cuando asumió Cárdenas, el sindicato CROM de Luis Morones. Morones fue expulsado de su puesto en el gabinete en el gobierno de Calles y la CROM declinó en poder e influencia, con importantes deserciones de los sindicatos de la Ciudad de México, uno de los cuales estaba dirigido por el socialista Vicente Lombardo Toledano. Cárdenas promovió la Confederación de Trabajadores Mexicanos "purificada" de Toledano, que se convirtió en la Confederación Mexicana de Trabajadores o CTM. La CTM'Al igual que con el sector agrario con campesinos movilizados, los trabajadores movilizados y organizados habían agitado y luchado durante mucho tiempo por sus intereses. El artículo 123 de la Constitución fue un resultado tangible de su participación en la Revolución Mexicana del lado constitucionalista. De hecho, los trabajadores organizados por la Casa del Obrero Mundial, una organización obrera radical, lucharon en los Batallones Rojos contra los campesinos revolucionarios dirigidos por Emiliano Zapata. Lombardo Toledano y la CTM apoyaron el exilio de Calles de Cárdenas y en el mismo golpe Cárdenas también exilió al líder desacreditado de la CROM, Luis Napoleón Morones.
Cárdenas nacionalizó el sistema ferroviario creando los Ferrocarriles Nacionales de México en 1938 y lo puso bajo una "administración obrera". Su nacionalización más radical fue la de la industria del petróleo en 1938.
Educación
Durante las Calles Maximato, las políticas educativas mexicanas estaban dirigidas a reducir la influencia cultural de la Iglesia Católica mediante la introducción de la educación sexual y la ideología de izquierda a través de la educación socialista y, en general, con el objetivo de crear una cultura cívica nacional.Cárdenas como candidato presidencial, bajo el patrocinio del feroz anticlerical Calles, estaba a favor de tales políticas. La oposición a la educación socialista por parte de la Iglesia Católica como institución y los católicos rurales en bastiones como Michoacán, Jalisco y Durango vio el resurgimiento de la oposición campesina armada, a veces conocida como la Segunda Cristiada. El alcance de la oposición fue significativo y Cárdenas optó por dar un paso atrás en la implementación de políticas educativas radicales, particularmente cuando se comprometió a socavar el poder de Calles. Cárdenas obtuvo el apoyo de la Iglesia Católica cuando se distanció de las políticas anticlericales.
Una adición importante a la educación superior en México fue cuando Cárdenas estableció el Instituto Politécnico Nacional (IPN), una universidad técnica en la Ciudad de México, a raíz de la expropiación petrolera de 1938 para formar ingenieros y científicos.
Indigenismo
Cárdenas creó el nuevo Departamento de Asuntos Indígenas (Departamento de Asuntos Indígenas) a nivel de gabinete en 1936, con Graciano Sánchez, un líder agrarista a cargo. Luego de una polémica en la DAI, Sánchez fue reemplazado por un académico, el Prof. Luis Chávez Orozco. Cárdenas fue influenciado por un defensor del indigenismo, Moisés Sáenz, quien obtuvo un doctorado en educación de la Universidad de Columbia y había ocupado un cargo en la administración Calles en la Secretaría de Educación Pública (SEP). Aunque inicialmente era un asimilacionista de los indígenas de México, cambió su perspectiva después de un período de residencia en un pueblo purépecha, que publicó como Carapan: Bosquejo de una experiencia. Llegó a ver que la cultura indígena tenía valor.Sáenz abogó por reformas educativas y económicas que mejoraran a los indígenas, y este se convirtió en el objetivo del departamento creado por Cárdenas.
El informe oficial de gobierno de 1940 sobre el gobierno de Cárdenas afirma que “el problema indígena es uno de los más graves que ha tenido que enfrentar el gobierno revolucionario”. El objetivo del departamento era estudiar los problemas fundamentales de los indígenas de México, en particular las condiciones económicas y sociales, y luego proponer medidas al poder ejecutivo para una acción coordinada para promover y gestionar medidas que se consideren de interés para los centros de poblaciones indígenas. La mayoría de los indígenas se encontraban en Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Yucatán, según el censo nacional de 1930.En 1936 y 1937, el departamento contaba con aproximadamente 100 empleados y un presupuesto de $750,000 pesos, pero como en otros aspectos del régimen de Cárdenas, 1938 marcó un aumento significativo de personal y presupuesto; 350 empleados en 1938 y un presupuesto de $2.77 millones de pesos y en 1939, punto alto en el presupuesto del departamento, había 850 empleados con un presupuesto de $3.75 millones de pesos. En 1940, el presupuesto se mantuvo robusto en $ 3 millones de pesos, con 650 empleados.
La función del departamento era principalmente económica y educativa. Específicamente se le encomendó la defensa de los pueblos y comunidades indígenas, ejidatarios y ciudadanos indígenas de las persecuciones y abusos que pudiera cometer cualquier tipo de autoridad. Defendió a los funcionarios ejidales (comisariados ejidales) y las cooperativas agrícolas. Los objetivos por los que trabajó el departamento fueron principalmente económicos y educativos, con acciones culturales en segundo lugar. Las medidas sociales y de salud pública/saneamiento fueron menos importantes en términos de acción para este departamento.
El departamento promovió una serie de congresos indígenas nacionales, reuniendo a diferentes grupos indígenas para reunirse como indígenas y discutir temas comunes. El objetivo del gobierno al hacer esto era que avanzaran en concierto hacia la “liberación integral” , con sus derechos respetados por el objetivo principal era incorporar a los indígenas a la población nacional más grande en igualdad de condiciones. Inicialmente, en 1936 y 1937, hubo una conferencia anual. El primero atrajo aproximadamente 300 pueblos, mientras que el segundo solo 75. En 1938, hubo dos conferencias con 950 pueblos representados. Los dos últimos años del sexenio de Cárdenashubo dos congresos cada año, pero una asistencia más escasa en alrededor de 200 pueblos cada uno. El gobierno intentó involucrar la participación activa de los pueblos indígenas, al ver que tal compromiso era la clave del éxito, pero la caída en los últimos dos años indica una disminución de la movilización. El departamento publicó 12 libros editados con una publicación total de 350, así como 170 materiales grabados en cinta en lenguas indígenas.
En febrero de 1940, el departamento estableció una sección médica/sanitaria separada con 4 clínicas en Chihuahua y una en Sonora, pero el mayor número estaba en el centro del sur de México.
En 1940, el primer Congreso Indigenista Interamericano se reunió en Pátzcuaro, Michoacán, con Cárdenas dando un discurso plenario a los participantes.
Sufragio de las mujeres
Cárdenas había presionado por el sufragio femenino en México, respondiendo a la presión de las mujeres activistas y del clima político que enfatizaba la igualdad de los ciudadanos. México no fue el único en América Latina que no otorgó el derecho al voto a las mujeres, pero en 1932, tanto Brasil como Uruguay habían extendido el sufragio a las mujeres, y Ecuador también lo había hecho. Las mujeres habían hecho una contribución significativa a la Revolución Mexicana, pero no habían logrado avances en la fase posrevolucionaria. Las mujeres que eran miembros de la Confederación Nacional Campesina (Confederación Nacional Campesina) o la Confederación de Trabajadores Mexicanos (Confederación de Trabajadores Mexicanos) eran, en virtud de su membresía organizaciones paraguas, también miembros del partido reorganizado de Cárdenas, el Partido de la Revolución Mexicana o PRM, hecho en 1938. En la práctica, sin embargo, las mujeres fueron marginadas del poder. Las mujeres no podían presentarse a las elecciones gubernamentales nacionales o locales ni votar. La Constitución de 1917 no abordaba explícitamente los derechos de la mujer y, por lo tanto, para otorgar el derecho al voto a las mujeres se requería una enmienda constitucional. La enmienda en sí era simple y breve, y especificaba que "mexicanos" se refería tanto a mujeres como a hombres.
Muchos congresistas y senadores del PNR dieron discursos de apoyo a la enmienda, pero hubo oposición. La inminente reorganización del partido de Cárdenas, que tuvo lugar en 1938, fue un factor para convertir a algunos opositores en partidarios. Al final, fue aprobada por unanimidad y fue enviada a los estados para ratificarla. A pesar de los discursos y las ratificaciones, los opositores utilizaron un resquicio legal para bloquear la implementación de la enmienda al negarse a publicar el aviso del cambio en el Diario Oficial.Los escépticos del sufragio femenino sospechaban que las mujeres católicas conservadoras aceptarían instrucciones de los sacerdotes sobre el voto y socavarían así los logros progresivos de la Revolución. Las mujeres católicas conservadoras se habían movilizado durante el conflicto entre la iglesia y el estado de fines de la década de 1920, la Rebelión Cristera, brindando ayuda material a los ejércitos cristeros e incluso formando una sociedad secreta, Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco.
La preocupación de que las mujeres mexicanas siguieran el consejo de los sacerdotes para votar tenía algún fundamento en el ejemplo de la República española de izquierda de la década de 1930. De hecho, muchas mujeres españolas apoyaron la posición de la Iglesia Católica que se oponía a las políticas anticlericales de la república. La Guerra Civil Española (1936-1939) fue para México un cuento con moraleja, el fracaso de un régimen de izquierda tras un golpe militar.
Cárdenas no pudo superar la oposición al sufragio femenino aunque personalmente estaba comprometido con la causa. Las mujeres no obtuvieron el voto en México hasta 1953, cuando el gobierno mexicano estaba siguiendo políticas económicas más amigables con los negocios y había un modus vivendi con la Iglesia Católica en México.
Partido de la revolucion mexicana
El Partido de la Revolución Mexicana (PRM) nació el 30 de marzo de 1938 luego de la disolución del partido fundado en 1929 por Calles, el Partido Nacional Revolucionario (PNR). El PRM de Cárdenas se reorganizó nuevamente en 1946 como Partido Revolucionario Institucional. Calles fundó el PNR tras el asesinato del presidente electo Obregón con el fin de crear alguna manera para que los líderes revolucionarios mantuvieran el orden y el poder. Calles no pudo ser reelecto como presidente, pero ocupó el poder a través del partido recién creado. A menudo llamado el "partido oficial", "fue creado como un cartel para controlar la maquinaria y los intereses políticos localizados".
Cuando Cárdenas se postuló como candidato del PNR en 1934, Calles esperaba seguir siendo el poder real en México. Cárdenas pudo haber sido uno de los presidentes a corto plazo e impotentes de los años 1929-1934, pero en cambio construyó una gran base de apoyo movilizada de trabajadores industriales y campesinos y obligó a Calles a exiliarse en 1935. Cárdenas consolidó aún más el poder al disolver el PNR y crear un nuevo partido con un tipo de organización completamente diferente.
El PRM estaba organizado en cuatro sectores, trabajadores industriales, campesinos, un sector de clase media (compuesto en gran parte por trabajadores del gobierno) y el ejército. Esta organización fue una resurrección del corporativismo, esencialmente organización por estamentos o grupos de interés. Cada sector del partido tenía una organización paralela, de manera que el sector obrero estaba integrado por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el sector campesino por la Confederación Nacional de Campesinos, (CNC); y el sector de clase media por la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), creada en 1938.El antiguo Ejército Federal había sido destruido en la Revolución y las fuerzas armadas posrevolucionarias se habían transformado cada vez más de una colección de combatientes revolucionarios veteranos en unas fuerzas armadas organizadas según líneas más tradicionales de jerarquía y control. En la mayor parte de América Latina, en el período posterior a la independencia, los militares se habían visto a sí mismos como árbitros del poder e intervinieron en la política por la fuerza o la amenaza de la fuerza. En el período posrevolucionario, los presidentes de México, incluido Cárdenas, fueron ex generales del ejército revolucionario. Álvaro Obregón y Calles instigaron a frenar el poder de los militares, pero la amenaza de revuelta y socavamiento del estado permaneció, como lo demostró la Rebelión Cristera a fines de la década de 1920, dirigida por un ex general revolucionario, Enrique Gorostieta. Cárdenas pretendía socavar el potencial de los militares para dominar la política convirtiéndolos en un sector del partido oficial. Aunque algunos críticos cuestionaron la incorporación de los militares al partido, Cárdenas lo vio como una forma de afirmar el control civil. Se le cita diciendo: " Nosotros no pusimos al Ejército en la política. Ya estaba allí. De hecho, había estado dominando la situación, e hicimos bien en reducir su voz a una de cada cuatro".Cárdenas ya había movilizado a los trabajadores y campesinos como contrapeso al "dominio militar de la política".
Estos grupos a menudo tenían intereses diferentes, pero en lugar de crear un sistema pluralista en el que los grupos compitieran, el modelo corporativista colocó al presidente como árbitro de intereses. Así, la organización de diferentes grupos de interés con representación formal en el partido les dio acceso a la generosidad del Estado, pero también limitó su capacidad de actuar de manera autónoma ya que eran dependientes del nuevo sistema.
El modelo corporativista se asocia con mayor frecuencia con el fascismo, cuyo surgimiento en Alemania e Italia en la década de 1930 coincidió con la presidencia de Cárdenas. Cárdenas se opuso enfáticamente al fascismo, pero creó el PRM y organizó el estado mexicano en líneas autoritarias. Esa reorganización puede verse como el legado perdurable de la presidencia de Cárdenas. Aunque el PRM se reorganizó en el Partido Revolucionario Institucional en 1946, se mantuvo la estructura básica. El cálculo de Cárdenas de que la incorporación de los militares al PRM socavaría su poder era esencialmente correcto, ya que desapareció como un sector separado del partido, pero fue absorbido por el sector "popular".
Expropiación petrolera de 1938
Cárdenas había tenido tratos con la industria petrolera en la Huasteca en su calidad de comandante militar allí. Los problemas en curso con las empresas de propiedad extranjera y la organización de trabajadores petroleros mexicanos se volvieron cada vez más tensos. Al inicio de su presidencia, declaró que un acuerdo previo entre las empresas y el gobierno "no estaba en armonía con el principio básico del artículo 27 de la Constitución". En 1936, el sindicato de trabajadores petroleros de 18.000 miembros obligó a las compañías petroleras a firmar el primer acuerdo de negociación colectiva. El gremio exigió 26 millones de pesos, las empresas ofrecieron 12 millones. Dando más fuerza a las demandas de los trabajadores mexicanos, Cárdenas creó la Administración Nacional del Petróleo y el Consejo de Conciliación y Arbitraje del gobierno se hizo cargo de la disputa salarial. El Consejo apoyó las demandas de los trabajadores y las empresas se negaron a pagar. Para poner aún más fuerza a la posición del gobierno, canceló las concesiones petroleras que datan del Porfirato. Este movimiento no tuvo precedentes en la historia del petróleo extranjero en México. La gerencia y los trabajadores calificados de alto nivel eran todos extranjeros, por lo que las empresas pensaron que la nacionalización sería un movimiento precipitado para México. Las empresas apelaron la decisión del gobierno de obligar a las empresas a pagar los salarios ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que falló en su contra el 1 de marzo de 1938. Cárdenas estaba listo para actuar. Cárdenas encargó a su antiguo compañero Francisco J. Múgica que escribiera la declaración a la nación sobre la expropiación. canceló concesiones petroleras que datan del Porfirato. Este movimiento no tuvo precedentes en la historia del petróleo extranjero en México. La gerencia y los trabajadores calificados de alto nivel eran todos extranjeros, por lo que las empresas pensaron que la nacionalización sería un movimiento precipitado para México. Las empresas apelaron la decisión del gobierno de obligar a las empresas a pagar los salarios ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que falló en su contra el 1 de marzo de 1938. Cárdenas estaba listo para actuar. Cárdenas encargó a su antiguo compañero Francisco J. Múgica que escribiera la declaración a la nación sobre la expropiación. canceló concesiones petroleras que datan del Porfirato. Este movimiento no tuvo precedentes en la historia del petróleo extranjero en México. La gerencia y los trabajadores calificados de alto nivel eran todos extranjeros, por lo que las empresas pensaron que la nacionalización sería un movimiento precipitado para México. Las empresas apelaron la decisión del gobierno de obligar a las empresas a pagar los salarios ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que falló en su contra el 1 de marzo de 1938. Cárdenas estaba listo para actuar. Cárdenas encargó a su antiguo compañero Francisco J. Múgica que escribiera la declaración a la nación sobre la expropiación. La decisión de obligar a las empresas a pagar los salarios a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que falló en su contra el 1 de marzo de 1938. Cárdenas estaba listo para actuar. Cárdenas encargó a su antiguo compañero Francisco J. Múgica que escribiera la declaración a la nación sobre la expropiación. La decisión de obligar a las empresas a pagar los salarios a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que falló en su contra el 1 de marzo de 1938. Cárdenas estaba listo para actuar. Cárdenas encargó a su antiguo compañero Francisco J. Múgica que escribiera la declaración a la nación sobre la expropiación.El 18 de marzo de 1938, Cárdenas nacionalizó las reservas de petróleo de México y expropió los equipos de las empresas petroleras extranjeras en México. El anuncio inspiró un desfile espontáneo de seis horas en la Ciudad de México; fue seguido por una campaña nacional de recaudación de fondos para compensar a las empresas privadas.
La legislación de nacionalización preveía una compensación por los activos expropiados, pero la acción de Cárdenas enfureció a la comunidad empresarial internacional y los gobiernos occidentales, especialmente el Reino Unido. El gobierno mexicano estaba más preocupado por la falta de experiencia técnica dentro de la nación para operar las refinerías. Antes de irse, las empresas petroleras se habían asegurado de no dejar nada de valor atrás, con la esperanza de obligar a Cárdenas a aceptar sus condiciones.
México finalmente pudo reiniciar los campos petroleros y las refinerías, pero la producción no aumentó a los niveles previos a la nacionalización hasta 1942, después de la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos envió asesores técnicos a México para garantizar que la producción pudiera respaldar el esfuerzo de guerra aliado en general.
En 1938, los británicos rompieron relaciones diplomáticas con el gobierno de Cárdenas y boicotearon el petróleo mexicano y otros bienes. Un tribunal internacional dictaminó que México tenía la autoridad para la nacionalización. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el petróleo se convirtió en un producto muy codiciado. La empresa que fundó Cárdenas, Petróleos Mexicanos (o Pemex), sirvió luego como modelo para otras naciones que buscaban un mayor control sobre sus propios recursos de petróleo y gas natural. A principios del siglo XXI, sus ingresos seguían siendo la fuente de ingresos más importante del país, a pesar del debilitamiento de las finanzas. Cárdenas fundó el Instituto Politécnico Nacional con el fin de asegurar la educación y formación de personas para dirigir la industria petrolera.
Guerra Civil española y refugiados en México
Cárdenas apoyó al gobierno republicano de España contra las fuerzas del general de derecha Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. Franco recibió el apoyo de Alemania e Italia. El apoyo de México al gobierno republicano fue "vendiendo armas al ejército republicano, suscribiendo compras de armas a terceros, apoyando a la República en la Sociedad de Naciones, proporcionando comida, techo y educación a los niños huérfanos durante la Guerra Civil Española". Aunque los esfuerzos de México en la Guerra Civil española no fueron suficientes para salvar a la República española, proporcionó un lugar de exilio para entre 20.000 y 40.000 refugiados españoles.Entre los que llegaron a México se encontraban distinguidos intelectuales que dejaron una huella duradera en la vida cultural mexicana. La gama de refugiados se puede ver a partir del análisis de los 4,559 pasajeros que llegaron a México en 1939 a bordo de los barcos Sinaia, Ipanema y Mexique; los grupos más numerosos fueron los técnicos y obreros calificados (32%), agricultores y ganaderos (20%), junto con profesionales, técnicos, obreros, empresarios estudiantes y comerciantes, que representaron el 43% del total. la casa de españa, fundada con el apoyo del gobierno mexicano a principios de la década de 1930, fue una organización para brindar un refugio seguro a los intelectuales y artistas leales a España. Se convirtió en el Colegio de México en octubre de 1940, una institución élite de educación superior en México, en 1940 con el apoyo del gobierno de Cárdenas.
En 1936, Cárdenas permitió que el exiliado ruso León Trotsky se estableciera en México, supuestamente para contrarrestar las acusaciones de que Cárdenas era estalinista. Cárdenas no era tan izquierdista como desearían León Trotsky y otros socialistas, pero Trotsky describió a su gobierno como el único honesto en el mundo.
Relaciones con América Latina
Las relaciones más importantes de México con países extranjeros durante la presidencia de Cárdenas fueron los Estados Unidos, pero Cárdenas intentó influir en los esfuerzos diplomáticos formales viables de otras naciones latinoamericanas en Cuba, Chile, Colombia y Perú, especialmente en el ámbito cultural. México envió artistas, ingenieros y deportistas como esfuerzos de buena voluntad. Ningún país latinoamericano emuló las políticas radicales de Cárdenas en el sector agrario, la educación o el nacionalismo económico.
Otras acciones presidenciales
El banco de desarrollo Nacional Financiera fue fundado durante su mandato como presidente. Aunque no estuvo muy activo durante ese período, en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial del Milagro Mexicano, el banco fue una herramienta importante en los proyectos de industrialización del gobierno.
Cárdenas se hizo conocido por su programa progresivo de construcción de caminos y escuelas y promoción de la educación, obteniendo la aprobación del Congreso para asignar el doble de dinero federal a la educación rural que todos sus predecesores combinados.
Cárdenas puso fin a la pena capital (en México, generalmente en forma de pelotón de fusilamiento). La pena capital está prohibida en México desde entonces. El control de la república por parte de Cárdenas y el predecesor del PRI (Partido Revolucionario Institucional) Partido de la Revolución Mexicana sin derramamiento de sangre generalizado marcó efectivamente el fin de las rebeliones que comenzaron con la Revolución Mexicana de 1910. A pesar de la política de educación socialista de Cárdenas, también mejoró las relaciones con la Iglesia Católica Romana durante su administración.
Revuelta fallida de Saturnino Cedillo, 1938-1939
La última revuelta militar importante en México fue la de Saturnino Cedillo, un caudillo regional y ex general revolucionario cuya base de poder estaba en el estado de San Luis Potosí. Cedillo era simpatizante de Calles y había participado en la formación del Partido Nacional Revolucionario. Fue una "figura paradigmática", actuando como un líder fuerte en su región y mediando entre el gobierno federal y su base de poder local.Como hombre de poder con habilidades militares y políticas demostradas, tenía una gran autonomía en San Luis Potosí, sirviendo un período como gobernador (1927-1932), pero luego modelando el Maximato de Calles era el poder detrás de la gobernación. Cedillo apoyó a Cárdenas en su lucha por el poder con Calles. Sin embargo, las relaciones entre Cedillo y Cárdenas se agriaron, particularmente cuando el nuevo sistema político de Cárdenas se consolidó y socavó el poder autónomo de los caciques locales.
Cárdenas era ideológicamente más radical que Cedillo, y Cedillo se convirtió en una figura importante en la oposición derechista a Cárdenas. Los grupos a su alrededor incluían a los fascistas “Camisas de Oro”, vistos como una fuerza capaz de derrocar a Cárdenas. Cedillo se rebeló en 1938 contra Cárdenas, pero el gobierno federal tenía una clara superioridad militar y aplastó el levantamiento. En 1939, Cedillo, miembros de su familia y varios simpatizantes fueron asesinados, el propio Cedillo traicionado por un seguidor mientras estaba escondido. Fue “el último de los grandes caciques militares de la Revolución Mexicana que mantuvo su propio ejército casi privado” y que construyó “su feudo campesino”.La victoria de Cárdenas sobre Cedillo mostró el poder y la consolidación del estado mexicano recién reorganizado, pero también un enfrentamiento entre dos ex generales revolucionarios en la esfera política.
Otra oposición política a Cárdenas
Hubo más oposición organizada e ideológica a Cárdenas. Los grupos políticos de derecha se opusieron a las políticas de Cárdenas, incluida la Unión Nacional Sinarquista (UNS), un movimiento popular, pro católico y cuasi fascista fundado en 1937 que se opuso a su "ateísmo" y colectivismo. Los conservadores católicos proempresariales fundaron el Partido Acción Nacional (PAN) en 1939, que se convirtió en el principal partido de oposición en años posteriores y ganó la presidencia en 2000.
Elecciones presidenciales de 1940
En las elecciones de 1940, Cárdenas, con la esperanza de evitar otro levantamiento o incluso "una contrarrevolución abierta en toda la República" por parte de quienes se oponían a sus políticas de izquierda, respaldó al candidato del PRM Manuel Ávila Camacho, un conservador moderado. El obregonista Francisco Múgica habría sido el heredero ideológico de Cárdenas, y había jugado un papel importante en la Revolución, el líder de la facción de izquierda que logró colocar lenguaje clave en la Constitución de 1917, garantizando los derechos del trabajo. Múgica conocía personalmente a Cárdenas desde 1926 cuando ambos trabajaban en Veracruz. Múgica se había desempeñado en el gabinete de Cárdenas como Secretario de Economía Nacional y como Secretario del Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas. En esos cargos, Múgica se aseguró de que el gobierno federal persiguiera objetivos sociales; Múgica fue considerada "la conciencia social del cardenismo". Múgica renunció a su cargo en el gabinete para ser candidato a las elecciones presidenciales de 1940.
Sin embargo, el sistema político no era de competencia abierta entre candidatos, aunque las reglas del PRM requerían una convención abierta para seleccionar al candidato. Cárdenas estableció la regla no escrita de que el presidente elegía a su sucesor. Cárdenas eligió al desconocido político Manuel Ávila Camacho, mucho más centrista que Múgica, como candidato oficial del PRM. Era "conocido como un conciliador más que como un líder" y luego se burló de él como "el soldado desconocido". Múgica se retiró al darse cuenta de que sus ambiciones personales no se verían satisfechas y pasó a ocupar otros cargos en el gobierno. Cárdenas bien pudo haber esperado que Ávila Camacho salvaría algunas de sus políticas progresistas.y ser un candidato de compromiso frente a su oponente conservador, el general Juan Andreu Almazán. Se dice que Cárdenas aseguró el apoyo de la CTM y la CNC para Ávila Camacho al garantizar personalmente que se respetarían sus intereses.
La campaña y las elecciones estuvieron marcadas por incidentes violentos; el día de las elecciones, los partidos opuestos secuestraron numerosos lugares de votación y cada uno emitió sus propios "resultados electorales". El propio Cárdenas no pudo votar el día de las elecciones porque el colegio electoral cerró temprano para impedir que votaran los simpatizantes de Almazán. Como el gobierno controlaba el proceso electoral, los resultados oficiales declararon ganadora a Ávila Camacho; Almazán gritó fraude y amenazó con rebelión, tratando de establecer un gobierno y un congreso paralelos. Ávila Camacho aplastó a las fuerzas de Almazán y asumió el cargo en diciembre de 1940. A su inauguración asistió el vicepresidente electo de Estados Unidos, Henry A. Wallace,quien fue designado por EE.UU. como "representante especial con rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario" para México, indicando que EE.UU. reconoció la legitimidad de los resultados electorales. Almazán también asistió a la toma de posesión de Ávila Camacho.
Para sorpresa de los mexicanos que esperaban que Cárdenas pudiera seguir el ejemplo de Calles y seguir siendo el poder detrás de la presidencia, particularmente porque Ávila Camacho no parecía tener grandes habilidades de liderazgo en un momento en que el conflicto en Europa y la agitación interna eran evidentes. — sentó el importante precedente de dejar la presidencia y sus poderes a su sucesor.
Post-presidencia
Después de su mandato presidencial que finalizó el 1 de diciembre de 1940, Cárdenas se desempeñó como Ministro de Guerra de México de 1942 a 1945, cuando México era un participante sólido en la Segunda Guerra Mundial, lo que tranquilizó a los nacionalistas mexicanos preocupados por una estrecha alianza con Estados Unidos.
Se ha dicho que Cárdenas fue el único presidente asociado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que no usó el cargo para enriquecerse. Se retiró a una casa modesta junto al lago de Pátzcuaro, Michoacán, y trabajó el resto de su vida supervisando proyectos de riego y promoviendo clínicas médicas gratuitas y educación para los pobres de la nación. También continuó hablando sobre temas de política internacional ya favor de una mayor democracia y derechos humanos en América Latina y en otros lugares. Por ejemplo, fue uno de los participantes en el Tribunal Russell por investigar crímenes de guerra en Vietnam.Aunque Cárdenas no jugó el papel que tuvo Calles como el poder detrás de la presidencia, Cárdenas sí ejerció influencia en el PRI y en la política mexicana. Se opuso a la candidatura de Miguel Alemán Valdés a la presidencia en 1952, se opuso a la guerra de Vietnam y se opuso a la política estadounidense hacia Cuba después de la Revolución Cubana de 1959.
Cárdenas no estaba contento con el giro hacia la derecha de los presidentes mexicanos, comenzando con la presidencia de Miguel Alemán (1946-1952). Durante la presidencia de Adolfo López Mateos (1958-1964), Cárdenas salió del retiro y presionó al presidente hacia posiciones de izquierda. Con el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, Cárdenas, entre otros en América Latina, vio la esperanza de la revolución joven. México estaba dirigido por un partido que reclamaba el legado de la Revolución Mexicana pero se había alejado de los ideales revolucionarios. Cárdenas fue a Cuba en julio de 1959 y estuvo con Castro en un gran mitin donde el exlíder guerrillero se proclamó primer ministro de Cuba. Cárdenas regresó a México con la esperanza de que se revivieran los ideales de la Revolución Mexicana, con la reforma agraria, el apoyo a la agricultura, y una expansión de los servicios de educación y salud para los mexicanos. También apeló directamente a López Mateos para que libere a los líderes sindicales encarcelados. López Mateos se volvió cada vez más hostil a Cárdenas, quien explícita e implícitamente lo reprendía. A Cárdenas le dijo: "Dicen que los comunistas están tejiendo una red peligrosa a tu alrededor".La presión sobre López Mateos tuvo un impacto, y comenzó a implementar reformas en tierras, educación y la creación de programas sociales que emulaban los de Cárdenas. Cárdenas retiró su desafío público a las políticas del PRI y apoyó al sucesor designado de López Mateos en 1964, Gustavo Díaz Ordaz, su Ministro del Interior.
En 1968, Cárdenas no anticipó la represión draconiana de Díaz Ordaz en el período previo a los Juegos Olímpicos de Verano de la Ciudad de México. Ese verano vio el surgimiento del Movimiento Mexicano de 1968, que movilizó a decenas de miles de estudiantes y simpatizantes de la clase media durante el verano y principios del otoño de 1968. El movimiento terminó con la sangrienta Masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968. Durante los disturbios de ese verano, uno de los viejos amigos de Cárdenas, Heberto Castillo Martínez, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad Nacional, participó activamente en el movimiento y fue perseguido por la policía secreta de Díaz Ordaz. Cárdenas organizó una reunión en su residencia en la sección Polanco de la Ciudad de México con Castillo y algunos líderes estudiantiles. Cárdenas estaba cada vez más preocupado por el impacto del movimiento en la paz política que había construido el partido. A pesar de que la Universidad Nacional es un centro del movimiento, Cárdenas no pensó que el gobierno violaría la autonomía de la universidad y tomaría el campus. Lo hizo, con tanques entrando al campus el 18 de septiembre. Castillo tuvo un escape desgarrador.En octubre tropas gubernamentales dispararon contra manifestantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, alguien que había estado allí se dirigió a la casa de Cárdenas para contarle entre lágrimas lo sucedido. Según los informes, la esposa de Cárdenas, Amalia, dijo: "Y creo que el general también derramó algunas lágrimas".
Cárdenas murió de cáncer de pulmón en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1970 a la edad de 75 años. Está enterrado en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, compartiendo su última morada con Venustiano Carranza, Pancho Villa y Plutarco Elias Calles. El hijo de Cárdenas, Cuauhtémoc Cárdenas, y su nieto Lázaro Cárdenas Batel han sido destacados políticos mexicanos.
Honores
En su honor, se le dio su nombre a varias ciudades, pueblos y un municipio de México, incluidos Lázaro Cárdenas, Michoacán, el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, Lázaro Cárdenas, Jalisco y otras comunidades más pequeñas. En 1946 se inauguró un importante proyecto de represa en el río Nazas que lleva su nombre. También hay muchas calles que llevan su nombre, incluido el Eje Central Lázaro Cárdenas en la Ciudad de México y carreteras en Guadalajara, Monterrey y Mexicali. Šetalište Lazaro Kardenasa (Paseo Lázaro Cárdenas)) en Belgrado, Serbia, también lleva su nombre, al igual que una calle en Barcelona, España, y un monumento en un parque en Madrid dedicado a su memoria por su papel en la admisión de los republicanos españoles derrotados en México después de la Guerra Civil en ese país..
En 1955, Lázaro Cárdenas recibió el Premio Stalin de la Paz, que luego pasó a llamarse Lenin como parte de la desestalinización.
Una estación del Metro de la Ciudad de México lleva su nombre.
Legado
Los socialistas le dan crédito al presidente Cárdenas y su administración por expandir la distribución de tierras a los campesinos, establecer nuevos programas de bienestar para los pobres y nacionalizar las industrias ferroviaria y petrolera, incluida la compañía petrolera que fundó Cárdenas, Petróleos Mexicanos. Hacia el final de su presidencia, terratenientes descontentos y capitalistas extranjeros comenzaron a desafiar sus programas y su poder. Su elección de su colaborador cercano Manuel Ávila Camacho en lugar de un candidato con un historial distinguido como líder revolucionario desagradó a muchos y ocasionó una posible revuelta militar.
El partido que fundó Cárdenas, el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), estableció la estructura básica de representación sectorial de grupos importantes, estructura que mantuvo su sucesor en 1946, el PRI. El PRI continuó en el poder hasta 2000. Algunos lo atribuyen al fraude electoral y la coerción. Este legado llevó a su hijo, Cuauhtémoc Cárdenas, a formar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para disputar las elecciones presidenciales de 1988. Desde ese año, el PRD se ha convertido en uno de los tres principales partidos de México, ganando el apoyo de la clase trabajadora que antes disfrutaba el PRI.
En su "Testamento político", escrito el año anterior a su muerte y publicado póstumamente, reconoció que su régimen no había logrado los cambios en la distribución del poder político y la corrupción que fueron la base de su presidencia y la revolución. Expresó su consternación por el hecho de que algunas personas y grupos se estaban enriqueciendo en detrimento de la mayoría, principalmente pobre. De Cárdenas se dijo en un elogio que "fue la figura más grande que produjo la revolución... un auténtico revolucionario que aspiraba a la grandeza de su país, no al engrandecimiento personal".
El presidente filipino, Ramón Magsaysay, modeló su gobierno orientado al pueblo sobre los principios que encontró en una biografía de Cárdenas escrita por William Cameron Townsend.
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