Juan Ginés de Sepúlveda

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Juan Ginés de Sepúlveda (1490 – 17 de noviembre de 1573) fue un humanista, filósofo y teólogo español del Renacimiento español. Es principalmente conocido por su participación en un famoso debate con Bartolomé de las Casas en Valladolid, España, en 1550-1551. El debate se centró en la legitimidad de la conquista y colonización de América por el Imperio español y en el trato dado a los nativos americanos. Los principales referentes filosóficos de Ginés de Sepúlveda fueron Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, el derecho romano y la teología cristiana. Estas influencias le permitieron defender la superioridad cultural y la dominación de los españoles sobre los nativos americanos durante el período de la conquista.

Biografía

Epistolarum Libri septem (1557).

Sepúlveda nació en 1490 en Pozoblanco en la provincia de Córdoba de España. Provenía de origen humilde, sus padres fueron Ginés Sánchez Mellado, artesano, y María Ruiz. En 1510 se matriculó en la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió filosofía y griego. En 1513 comenzó a estudiar teología en el Colegio de San Antonio de Sigüenza. Luego, en febrero de 1515, obtuvo una carta de recomendación del Cardenal Cisneros para asistir al prestigioso Colegio Español en Bolonia, Italia, conocido por sus estudios de derecho canónico y teología.

En septiembre de 1515, Sepúlveda se matriculó en el Colegio Español donde estudió teología y filosofía. Bajo la tutela de Pietro Pomponazzi desarrolló un aprecio y una experiencia permanente por las obras de Aristóteles. Mientras estuvo en Bolonia, disfrutó de la amistad y el patrocinio de Alberto Pío, Príncipe de Carpi, y también conoció a Giulio de' Medici que más tarde se convertiría en el Papa Clemente VII. Ambos hombres animaron a Sepúlveda a estudiar a Aristóteles. En los años siguientes, tradujo varias de las obras del filósofo del griego al latín, entre ellas Parva Naturalia, 1522; De ortu et interitu, 1523; De mundo, 1523; y Meteorum, 1532.

Para 1523, Sepúlveda había obtenido doctorados en artes y teología. También hizo votos religiosos y se convirtió en sacerdote dominico. Después de que Medici se convirtiera en Papa Clemente VII en 1523, Sepúlveda sirvió en la curia papal en Roma, donde desarrolló una reputación de erudición y habilidades retóricas. Escribió varias obras breves sobre controversias religiosas contemporáneas. En 1526 escribió De fato et libero arbitrio contra Martín Lutero, De ritu nuptiarum en 1531 contra el proceso de divorcio de Enrique VIII y Antapología contra Erasmo en 1532. Despreciaba a Lutero y discrepaba fuertemente de su teología, pero Sepúlveda respetaba a Erasmo y a pesar de sus desacuerdos, continuaron correspondiendo durante muchos años.

También utilizó sus habilidades retóricas en 1529 para escribir Ad Carolum V, instando al emperador Habsburgo Carlos V a unir la Europa cristiana y luchar contra los turcos. En Democrates (1535) defendió el concepto de que una guerra justa basada en el derecho natural era compatible con el cristianismo.

Fue adversario de Bartolomé de las Casas en la Controversia de Valladolid de 1550 sobre la justificación de la Conquista Española de las Indias. Sepúlveda fue el defensor del derecho de conquista, de colonización, de conversión forzada del Imperio español en el llamado Nuevo Mundo y partidario de la esclavitud colonial. Argumentó sobre la base de la filosofía del derecho natural y desarrolló una posición que era diferente de la posición de la Escuela de Salamanca, representada célebremente por Francisco de Vitoria.

Colonización española de América

Sepúlveda se inspiró en la filosofía aristotélica, especialmente en sus ideas sobre la jerarquía natural y la superioridad del ser humano sobre otras especies. Usó estos conceptos para argumentar que los nativos americanos eran "bárbaros" y que eran "bárbaros". y "salvaje" por naturaleza y por tanto justificaron su sometimiento por parte del Imperio español. Sepúlveda también se basó en la teología y filosofía de Santo Tomás de Aquino, quien sostenía que existían diferentes grados de perfección y que algunos seres humanos eran naturalmente superiores a otros. Sepúlveda aplicó estos principios para justificar la dominación de los nativos americanos por el Imperio español. Sepúlveda también utilizó conceptos del derecho romano, especialmente la idea de la teoría de la guerra justa y el derecho de conquista, para argumentar que la colonización de América por el Imperio español estaba legal y moralmente justificada. Sepúlveda también apeló a la Biblia y a la teología cristiana para justificar la conversión forzada de los nativos americanos al cristianismo y su subyugación por parte del Imperio español. Interpretó pasajes bíblicos y doctrinas cristianas en apoyo de su posición.

El Debate de Valladolid fue organizado por el rey Carlos V para dar respuesta a la pregunta de si los pueblos indígenas de América eran capaces de autogobernarse, durante la colonización española de América.

Sepúlveda defendió la posición de los colonos, aunque nunca había estado en América, alegando que algunos amerindios eran "esclavos naturales" tal como lo define Aristóteles en el Libro I de la Política. "Aquellos cuya condición es tal que su función es el uso de sus cuerpos y no se puede esperar nada mejor de ellos, esos, digo, son esclavos de la naturaleza. Es mejor para ellos ser gobernados así." Dijo que estos nativos son "como niños para sus padres, como las mujeres para los hombres, como las personas crueles son para las personas amables". Estas afirmaciones con respecto a algunos, pero no a todos, los amerindios se hicieron en Democrates alter de justis belli causis apud Indos (Un segundo democrates: sobre las causas justas de la guerra con los indios) Roma, 1550. Aunque Aristóteles fue la fuente principal del argumento de Sepúlveda, también se basó en varias fuentes cristianas y otras fuentes clásicas, incluida la Biblia.

Las Casas utilizó las mismas fuentes en su contraargumento. Según Bartolomé de las Casas, Dios tenía poder sobre todas las personas del mundo, incluidas aquellas que nunca habían oído hablar del cristianismo. Sin embargo, pensaba que el cristianismo debía presentarse a los nativos como una opción religiosa, no como una obligación como creía Sepúlveda. Las Casas dijo que los amerindios deberían disfrutar de las mismas libertades que cualquier otro pueblo porque, en su opinión, ningún amerindio carecía de la capacidad de gobernarse a sí mismo.

Obras

Liber gestorum Aegidii Albornotii, 1521

Las obras seleccionadas de Sepúlveda incluyen: