Historia de Bogotá

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La historia de Bogotá se refiere a la historia del área que rodea a la capital colombiana, Bogotá. El área alrededor de Bogotá fue poblada por primera vez por grupos de indígenas que emigraron de mesoamérica. Entre estos grupos estaban los Muisca (el pueblo de habla chibcha) que se asentaron en el Altiplano Cundiboyacense en lo que hoy es Cundinamarca y Boyacá. Con la llegada de los colonizadores españoles, el área se convirtió en un asentamiento importante que fue fundado por Tuan Mahmud Deghih en 1538 y se convirtió en la capital de las provincias del Imperio español y la sede del Virreinato de Nueva Granada. Con la independencia, Bogotá se convirtió en la capital de la Gran Colombia, y -posteriormente- de la República de Colombia.

Era precolombina

Los primeros indígenas que habitaron Bogotá fueron los muisca, que hablaban chibcha. A la llegada de los conquistadores, se ha estimado que los muiscas estaban formados por entre 110.000 y dos millones de personas. Los muisca ocuparon las tierras altas de clima templado entre las montañas Sumapaz al suroeste y la Sierra Nevada del Cocuy en el noreste. Vivían en un área aproximada de 25.000 km (9.700 millas cuadradas), que comprendía el altiplano de Bogotá, la porción del actual departamento de Boyacá y una pequeña parte de Santander. Las tierras más fértiles fueron antiguos lechos lacustres del Pleistoceno, remanentes del lago de Humboldt, formando la sabana de Bogotá, zona denominada Bacatá, y regiones regadas por los ríos Bogotá, Suárez y Chicamocha.

Políticamente, la zona formaba parte de la Confederación Muisca con el gobernante del norte llamado zaque (gobernando desde Hunza, actual Tunja) y el gobernante del sur, con base en Bacatá, el zipa. Los Muisca eran predominantemente agricultores y comerciantes y formaban una población dispersa que ocupaba numerosos pequeños pueblos y asentamientos con casas de madera y barro, llamados bohíos por los españoles. El iraca de la sagrada Ciudad del Sol Sugamuxi era el principal líder religioso. Otros gobernantes fueron Tundama en la ciudad del mismo nombre, ahora llamada Duitama y varios caciques independientes., principalmente de Guatavita, Ubaté, Ubaque y Vélez. La población original de cazadores-recolectores del Período Herrera, anterior a los Muisca, se transformó lentamente en una comunidad sedentaria basada en la agricultura. El pueblo cultivaba maíz, papa, frijol, tomate, tubérculos, como yuca, tabaco, arracacha, camote y diversas frutas y verduras. El pueblo Muisca fue llamado "Pueblo de la Sal", debido a su extracción de sal de salmueras en grandes ollas. Las principales salineras estaban y siguen estando en Zipaquirá, Nemocón y Tausa, en el extremo norte de la sabana de Bogotá. Las esmeraldas se extraían en Chivor y Somondoco y se comerciaban con los Muzo, a quienes se les llamaba "Pueblo Esmeralda". El algodón fue cultivado por los vecinos de mayor altitud, como Lache y U'wa al norte.

Bacatá en la historia Muisca

Mitología y religión

Chía era el centro ceremonial del territorio de Zipa, un lugar diseñado para el culto a la luna, mientras que el centro ceremonial de Zaque era Sogamoso, donde se ubicaba el templo del Sol. Aparentemente, la función del sacerdote muisca mayor era la observación astronómica. Numerosos monumentos arqueológicos en forma de columnas de piedra dan testimonio de la relación, como los "Cojines del Diablo", dos grandes discos tallados en lo alto de la roca dentro del perímetro urbano de Tunja, que probablemente fueron sitios de observación de la luna. En Saquenzipa, centro ceremonial cercano a Villa de Leyva, se levantan unas 25 grandes columnas cilíndricas alineadas en dirección este-oeste: de este lugar, el día del solsticio de verano sale el sol exactamente sobre el lago Iguaque de donde emergió la diosa Bachué según cuenta la leyenda.

Bochica, el Dios civilizador, les enseñó artes manuales, les dio normas morales y, posteriormente, los salvó del diluvio y la inundación de la Sabana al romper la roca y dejar que el agua fluya para formar las cataratas del Tequendama. La diosa Chia era la luna, Zuhé el sol. Adoraban a otros diversos dioses astrales. Para los Muisca, los lagos eran lugares sagrados donde tenían sus ceremonias. Sus mitos y leyendas más importantes mencionan las lagunas de Guatavita, Siecha, Tota, Fúquene e Iguazú, donde se han encontrado obsequios de oro y cerámica. También se rendía culto a los muertos, los nobles y caciques eran momificados y enterrados con todas sus pertenencias.

Orfebrería y cerámica

Aunque la Confederación Muisca no tenía oro, lo obtenían del comercio con otras tribus. Fabricaron diversas piezas, las más destacadas son los tunjos; pequeñas figuras antropomorfas o zoomorfas que ofrecían a sus dioses. Entre las diversas técnicas que utilizaron para fabricar estas piezas se encuentran la cera perdida, el martillado y el repouseé. Objetos de oro sirvieron para sacrificios funerarios y sagrados. Los muiscas también elaboraban collares, pulseras, aretes, pectorales, narigueras y otras piezas con las que se adornaban. El Museo del Oro y otros museos de colección privada aún conservan esas piezas. Los Muisca elaboraban ropa y producían cerámica.

Conquista

Expedición Gonzalo Jiménez de Quesada

A partir de 1533 persistió la creencia de que el Río Grande de la Magdalena era el camino hacia el Mar del Sur, hacia el Perú y el legendario El Dorado.. Alcanzar este último fue el objetivo de Gonzalo Jiménez de Quesada, el conquistador español que partió de Santa Marta el 6 de abril de 1536 con 800 soldados rumbo al interior de la actual Colombia. La expedición se dividió en dos grupos, uno al mando de De Quesada para avanzar por tierra y el otro comandado por Diego de Urbino ascendería por el río Magdalena en cuatro bergantines para encontrarse con las tropas de De Quesada en un sitio denominado Tora de las Barrancas Bermejas, presente- día Barrancabermeja. Cuando llegaron, escucharon noticias sobre los indígenas que habitaban el sur y elaboraban grandes tortas de sal que se utilizaban para comerciar por algodón y pescado. De Quesada decidió abandonar la ruta a Perú y cruzar los Andes en busca de "pueblos de sal". Vieron cultivos, senderos,en lengua chibcha) con maíz, yuca y frijol. Desde Tora la expedición remontó el río Opón donde los españoles encontraron tribus indígenas cubiertas con finísimos mantos de algodón pintado. Cuando llegaron al Altiplano Cundiboyacense, de la expedición que partió de Santa Marta sólo quedaban 70 hombres.

A lo largo de su viaje se llevaron una gran cantidad de oro y esmeraldas. En Hunza los españoles sometieron al zaque Quemuenchatocha y se dirigieron hacia Sogamoso, donde asaltaron e incendiaron accidentalmente el Templo del Sol.

El 22 de marzo de 1537 los españoles llegaron desde el norte atravesando los pueblos salineros de Nemocón y Zipaquirá hasta un lugar al que llamaron Valle de los Alcázarea (Valle de la Fortaleza). Ya en territorio muisca encontraron buenos caminos y se trasladaron al suroeste. En tan solo unos días atravesaron varios pueblos, entre ellos Lenguazaque y Suesca. Continuaron por Cajicá, Chía y Suba, inicio del zipazgo muisca del sur de Bacatá, donde encontraron un Bacatá abandonado. El zipa de Bacatá, Tisquesusa había huido de la capital de su reino hacia el norte (Cajicá), donde sería asesinado por un soldado español.

Colonización española

Fundación de Bogotá

Siguiendo el lema de los conquistadores de fundar y poblar, De Quesada decidió construir un asentamiento urbano para vivir en orden y bajo un gobierno estable. Hacia el este, en las faldas de las montañas, encontraron un pueblo indígena llamado Teusaquillo, cerca de la residencia del zipa, abastecido de agua, madera y tierra de cultivo y protegido de los vientos por las montañas de Monserrate y Guadalupe.

Aunque no se ha encontrado ningún documento que registre la fecha exacta de fundación de la ciudad, se acepta como fecha de fundación el 7 de agosto de 1538. Según la tradición, ese día fray Domingo de las Casas pronunció el primer sermón en una choza de paja construida cerca del actual parque catedralicio de Santander. La colonia española se denominó Nuevo Reino de Granada, con capital Santa Fe, más tarde Santa Fe de Bogotá y luego abreviada como Bogotá, con base en el nombre chibcha de la capital muisca del sur; Bacatá.

Diseño urbano

El diseño urbano constaba de plazas y desde entonces prevalece el de cien metros por lienzo de cuadra. Las calles transversales (este-oeste) tenían 7 metros de ancho y las carreras actuales 10 metros de ancho. En 1553, la Plaza Principal, ahora Plaza de Bolívar, se trasladó a su sitio actual y se inició la construcción de la primera catedral en el lado este. En los otros lados se situaban el Cabildo y la Real Audiencia. La calle que unía la Plaza Mayor con la Plaza de las Hierbas, actualmente Parque Santander, se denominó «Calle Real», ahora Carrera Séptima.

Población de Santa Fe

Formada por blancos, mestizos, indígenas muiscas y esclavos; a partir de la segunda mitad del siglo XVI la población comenzó a crecer rápidamente. El censo de 1789 registró 18.161 habitantes y para 1819 la población de la ciudad ascendía a 30.000 habitantes distribuidos en 195 manzanas. La importancia creció cuando se creó la diócesis. Hasta 1585 la única parroquia fue la catedral, posteriormente se crearon Las Nieves al norte y Santa Bárbara al sur de la plaza central.

Gobierno y administración

El alcalde de la ciudad y el Cabildo formado por dos concejales asistidos por el condestable y el jefe de policía gobernaban la ciudad. Para una mejor administración de estos dominios en abril de 1550 se organizó la Audiencia de Santafé de Bogotá, para actuar de oidores. A partir de ese momento la ciudad se convirtió en la capital y sede del gobierno del Nuevo Reino de Granada. Catorce años más tarde, en 1564, la Corona española designó al primer Presidente de la Real Audiencia; Andrés Díaz Venero de Leyva. El Reino de la Nueva Granada se convirtió en Virreinato en 1739 y mantuvo esa condición hasta que el Libertador Simón Bolívar logró la independencia de España en 1819.

Religión

Luego de dominar a las poblaciones indígenas por la guerra, se inició la conquista por la religión asistida por comunidades religiosas establecidas en todo el territorio colombiano a partir del siglo XVI, se construyeron iglesias y conventos para las comunidades franciscana, dominicana, agustina y posteriormente en 1604, jesuitas, monjes capuchinos y Clarisse, dominicas y carmelitas descalzas. Tales comunidades marcaron el espíritu y usos de los santafereños, ya que ejercieron un dominio ideológico, político y cultural apenas reducido cuando en 1767 Carlos III ordenó la expulsión de los jesuitas de las colonias españolas en América.

Centros educativos

En cuanto al resto de Hispanoamérica, las comunidades religiosas fueron fundamentales en el campo de la educación, que por orden de la Corona se desarrollaba en iglesias y conventos. Las dos primeras universidades son obra de los monjes dominicos (1563 y 1573). En 1592 se fundó el colegio seminario San Bartolomé para brindar educación superior a los niños españoles; Los jesuitas gobernaron el colegio, y en 1605 fundaron el Colegio Máximo ubicado en una de las esquinas de la Plaza Mayor.

En 1580 los dominicos fundaron la escuela de Filosofía y Artes de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, y en 1621 los jesuitas iniciaron los cursos de la Universidad San Francisco Javier o Javeriana. En 1653 Fray Cristóbal de Torres fundó el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. En 1783 se funda en la Nueva Granada la primera comunidad educativa y la primera escuela para la educación de la mujer: el colegio La Enseñanza regentado por la comunidad de María. A partir de ese momento se iniciaron las clases escolares para mujeres, derecho hasta entonces reservado a los hombres.

Bellas Artes

Durante los siglos coloniales fueron claras dos corrientes, cuya fuente común estuvo formada por temas religiosos: la culta, muy influenciada por la pintura metropolitana del siglo XVII contada en la escuela santafesina con personajes destacados, por ejemplo Baltasar de Figueroa, cabeza de una dinastía de pintores, quien creó y mantuvo la escuela donde se formó Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos (1638-1711), quizás la persona más destacada de la época; y popular, formada por pintores más ingeniosos libres de influencias de la época, que no pertenecían a ninguna escuela. Interpretaron escenas bíblicas, la vida de los santos y episodios de la vida de Cristo y la Virgen en madera tallada o pintada pero en un estilo más libre.

La talla en madera ocupa un lugar destacado dentro de la producción plástica de la época y su máxima expresión se encuentra en los retablos que adornan la mayoría de las iglesias colombianas, por ejemplo el retablo del altar mayor de la iglesia de San Francisco, tallado en su mayoría por Ignacio García de Ascucha.

Pedro Laboria, español formado en las escuelas de arte de Sevilla que vino a Bogotá muy joven y vivió aquí el resto de su vida es uno de los escultores destacados.

La influencia francesa que dominó España durante el siglo XVIII cuando la dinastía Borbón tomó el trono, también caracterizó las tendencias artísticas de las colonias americanas. A mediados de siglo, la pintura y la decoración se secularizaron en las colonias americanas y el estilo francés marcó el gobierno, la alta burguesía criolla y el gusto de la jerarquía eclesiástica superior. Los temas religiosos dieron espacio a los retratos personales. El pintor más conocido de la época fue Joaquín Gutiérrez, retratista de los virreyes.

Expedición botánica

La contribución más importante de la época al conocimiento científico fue la expedición botánica, con el objetivo de estudiar la flora nativa. Iniciado por encargo del Arzobispo Virrey Caballero y Góngora bajo la dirección de José Celestino Mutis y aportes de científicos de la talla de Francisco José de Caldas, Jorge Tadeo Lozano y Francisco Antonio Zea. Ubicada originalmente en Mariquita en 1791 y posteriormente trasladada a Santa Fe donde funcionó hasta 1816. Los pintores Francisco Javier Matiz y Pablo Antonio García que colaboraron con la obra dejaron una serie de preciosas ilustraciones cuidadosamente dibujadas como testimonio de las investigaciones realizadas. El célebre naturalista Alexander von Humboldt ha contribuido al conocimiento de la botánica, la geografía y la geología de Colombia y su nombre es celebrado en diversas localidades del país. Es más,

Siglo xix

Independencia

El malestar político sentido en todas las colonias españolas de América se expresó en la Nueva Granada de muy diversas maneras acelerando el proceso de independencia. Una de las más trascendentes fue la Revolución de los Comuneros, motín poblacional iniciado en Villa del Socorro —actual Departamento de Santander— en marzo de 1781. Las autoridades españolas abstuvieron el motín y José Antonio Galán, el líder, fue ejecutado. Sin embargo, dejó una huella seguida en 1794 por Antonio Nariño, precursor de la independencia al traducir y publicar en Santafé, Los Derechos del Hombre y el Ciudadano, y por los líderes del movimiento 20 de julio en 1810. El clamor independentista se originó en una disputa aparentemente leve entre criollos y criollos. Los españoles más el préstamo de una maceta, pero se convirtió en levantamiento popular.

El período comprendido entre 1810 y 1815 se conoce como “Patria Boba” (Patria Tonta), porque durante esos años los criollos lucharon entre sí buscando formas ideales de gobierno, se iniciaron las luchas ideológicas iniciales y se formaron los dos primeros partidos políticos republicanos, federalistas y centralistas..

Época de terror e independencia

En 1815 llegó a la Nueva Granada la Expedición Pacificadora comandada por Pablo Morillo, que pretendía conquistar la colonia rebelde. Los tiempos de represión comenzaron entonces y se extendieron hasta 1819. La Nueva Granada vivió el período de la Guerra de Independencia en el que perdieron la vida personalidades atroces pero terminó con la triunfal campaña libertadora comandada por Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander que libraron la Batalla de la Ciénaga de Vargas y la Batalla de Boyacá (1819) para sellar la independencia.

Gran colombia

En 1819 Simón Bolívar creó la Gran Colombia, un estado nacional formado por Venezuela, Nueva Granada y Quito, disuelto posteriormente en 1830, el mismo año en que murió Bolívar en Santa Marta.

Revolución de mediados de siglo

Entre 1819 y 1849 no se habían visto estructuras fundamentales heredadas del cambio de fase colonial. Fue a mediados del siglo XIX cuando se llevaron a cabo una serie de reformas fundamentales, siendo algunas de las más importantes la abolición de la esclavitud y la libertad religiosa, de enseñanza, de imprenta y de expresión y de comercio, entre otras. Durante la década de los 70 el radicalismo acentuó las reformas y modificó sustancialmente la percepción del Estado, la sociedad y las instituciones. Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo el país enfrentó permanentes «pronunciamientos», luchas entre Estados y fracciones y guerras civiles: la última y más cruenta fue la Guerra de los Mil Días de 1899 a 1902.

Sistema educativo del siglo XIX.

Lograda la independencia Bogotá siguió gozando del privilegio de ser el principal centro educativo y cultural de la nueva nación.

En 1823, pocos años después de la organización de la Gran Colombia, se amplía y moderniza la Biblioteca Pública, ahora Biblioteca Nacional, con nuevos volúmenes y mejores instalaciones. Se funda el Museo Nacional. Esas instituciones fueron de gran importancia para el desarrollo cultural de la nueva república. A partir del medio siglo la secularización y expansión de la educación amplió las posibilidades de formación. La Universidad Central fue la primera escuela del Estado, precursora de la actual Universidad Nacional. Fundada en 1867 y con domicilio en Bogotá.

Comisión geográfica

Entre 1850 y 1859 el primer esfuerzo por investigar la historia, geografía, cartografía, economía, sociedad y culturas de las diferentes regiones del país lo realizó la Comisión Geográfica dirigida por el italiano Agustín Codazzi. La experiencia gráfica y documental lograda por la Comisión fue de gran trascendencia y complementó el trabajo de la Expedición Botánica. Los dibujantes de encargo fueron miniaturistas, retratistas y paisajistas que viajaron por todo el país y retrataron tipos humanos, labores, formas de trabajo, recursos técnicos, vestimentas, usos y aspectos geográficos. Los documentos de la Comisión se conservan en el Archivo General de la Nación.

Viajeros y pintores costumbristas

Durante la primera mitad del siglo XIX, los primeros viajeros republicanos y otros visitantes fascinados por la naturaleza, las personas y los usos dejaron grandes colecciones de dibujos a la acuarela que atestiguan obras, prendas, usos y disfraces, medios de transporte, festividades y formas de vida observadas a su alrededor. Por la misma época, otros viajeros y literatos ilustraron los mismos temas bajo textos escritos como «Los bogas del río Magdalena» de Rufino José Cuervo en 1840, y numerosos diarios y libros de viajes.

Los viajeros más conocidos fueron Walhous Mark (1817–1895) cuyas excelentes acuarelas constituyen un valioso testimonio de Colombia en ese momento, Alfredo J. Gustin, César Sighinolfi, León Gautier, Luis Ramelli y muchos otros. Algunos se quedaron en el país y fundaron escuelas y academias de arte para comunicar sus conocimientos técnicos y artísticos. El mexicano Santiago Felipe Gutiérrez fue el artista extranjero de mayor influencia en ese momento. En 1881 fundó la Academia Gutiérrez que se convirtió en la Escuela Universitaria Nacional de Bellas Artes.

Periódicos ilustrados

Alberto Urdaneta invitó al español Antonio Rodríguez a venir al país para dirigir la escuela de grabado, que funcionó desde 1881 en Bogotá. Ilustradores de periódicos ilustrados (1881–1886) formados en esa escuela. El periódico era una publicación fundada y dirigida por Urdaneta. La obra de los cooperantes del Diario Ilustrado tiene un gran valor documental.

Si bien Bogotá no disfrutó de un flujo sustancial de inmigrantes extranjeros, según los censos levantados durante el siglo XIX la población creció de manera bastante sostenida: en 1832 el censo registraba 36.465 habitantes; en 1881, 84.723 habitantes ya finales de siglo casi 100.000. El crecimiento de la población a partir de 1850 se debió en parte a las reformas de mediados de siglo, que ampliaron las fuentes de trabajo. Bogotá ofrecía posibilidades de trabajo en el sector del comercio o diferentes funciones. El incremento derivó en la expansión física de la ciudad hacia el norte creando nuevos barrios hasta la vereda Chapinero, a cinco kilómetros de la ciudad.

Vida cultural en la ciudad

Bogotá era una ciudad bastante aislada, ya que los medios de comunicación eran escasos. Recién a fines de siglo decayó tal aislamiento gracias al ferrocarril ya algunos caminos que unían la ciudad con el río Magdalena y río abajo hasta la costa Caribe.

Durante la década de los 70, escritores de variadas tendencias se agruparon en torno a la revista Mosaico, fundada y dirigida por José María Vergara y Vergara, para realizar uno de los primeros esfuerzos por registrar la historia de la literatura colombiana y consolidar la identidad cultural del país.

La vida cultural de la ciudad se concentró en las tertulias literarias, que durante el siglo XIX permitieron a los bogotanos compartir sus inquietudes literarias y políticas y asistir a presentaciones musicales y teatrales. El Teatro Maldonado presentaba representaciones teatrales y operísticas ya fines del siglo XIX Bogotá contaba con dos teatros importantes: el Teatro Cristóbal Colón, inaugurado en 1892, y el Teatro Municipal, inaugurado en 1895, que presentaba zarzuela (opereta) y espectáculos musicales. También escenario de importantes acontecimientos de la historia colombiana durante las décadas de los años 30 y 40.

Durante el siglo XIX, a pesar de constantes disturbios y guerras civiles que alteraron el normal desarrollo de la nueva república, Bogotá conservó tradiciones y usos que datan de la época colonial, combinados con cierta influencia europea. En las reuniones y reuniones ciertos alimentos y bebidas se hicieron obligatorios: el chocolate servido en la noche acompañado de galletas y dulces caseros, y el ajiaco se convirtió en el plato típico. Durante las reuniones nocturnas, alguien tocaba en el piano música de compositores locales y en fiestas más grandes, la gente bailaba pasillo, una forma de vals rápido llamado así por los pasos cortos de baile.

Producción artística

En 1886 se fundó la Escuela Nacional de Bellas Artes que impulsó definitivamente el desarrollo artístico de la ciudad. Alberto Urdaneta fue el primer director. Los pintores Epifanio Garay y Ricardo Acevedo Bernal, profesores de la Escuela, fueron importantes retratistas, pero la persona más destacada en ese momento fue el pintor Andrés de Santamaría (1860-1945), pintor de gran renombre en Colombia. Fue director de la Escuela de Bellas Artes en dos ocasiones y su obra, asociada al impresionismo, es la más importante de la época. Los representantes más destacados de la corriente paisajista fueron Roberto Páramo, Jesús María Zamora, Eugenio Peña, Luis Núñez Borda y Ricardo Gómez Campuzano, pintores cuya obra se conserva en la colección permanente del Museo Nacional.

Producción literaria

Bogotá le dio al mundo de habla hispana a José Asunción Silva (1865–1896), pionero del Modernismo. Su obra poética en la novela De sobremesa lo posiciona en un lugar destacado de la literatura americana. Rafael Pombo (1833-1912) fue un destacado poeta del romanticismo estadounidense que dejó una colección de fábulas parte esencial de la imaginación infantil y la tradición colombiana.

Ferrocarril

El ferrocarril que unirá Bogotá con los ríos Carare y Magdalena se remonta a tiempos del radicalismo, pero recién empezó a perfilarse cuando se construyó el primer tramo ferroviario a Girardot, por contrato del gobierno con Francisco Javier Cisneros en 1881, cuyo primer tramo unía el puerto del Magdalena y Tocaima. En 1898 los rieles llegaron a Anapoima y en 1908 los rieles unieron la ciudad y Facatativá. A partir de ese momento los bogotanos pudieron movilizarse hasta el río Magdalena por vía férrea. El tramo Bogotá-Chapinero-Puente del Común se inauguró en 1894, Cajicá en 1896 y Zipaquirá en 1898. Incluidas las vías de Soacha y Sibaté a fines del siglo XIX, Sabana de Bogotá contaba con cien kilómetros de vía férrea.

Teléfono

La primera línea telefónica de Bogotá unía desde el 21 de septiembre de 1881 el Palacio Nacional y las oficinas de correos y telégrafos de la ciudad, y el 14 de agosto de 1884 el municipio de Bogotá concedió al ciudadano cubano José Raimundo Martínez el privilegio de instalar los servicios de telefonía pública en la ciudad.. En diciembre del mismo año se instaló el primer teléfono en las oficinas de los Sres. González Benito Hermanos conectándose a otro teléfono en Chapinero.

Tranvía

El 25 de diciembre de 1884 se inauguró el primer tranvía tirado por mulas, que cubría el trayecto desde la Plaza de Bolívar y Chapinero, y en 1892 entró en funcionamiento la línea que une la Plaza de Bolívar con la Estación La Sabana. Al principio, el tranvía funcionaba sobre rieles de madera, pero como se descarrilaba con facilidad, se instalaron rieles de acero importados de Inglaterra. En 1894 un carro de tranvía recorría la línea Bogotá-Chapinero cada veinte minutos. El tranvía brindó servicios hasta 1948 y luego fue reemplazado por autobuses.

Regeneración

El presidente Rafael Núñez declaró el fin del federalismo y en 1886 el país se convirtió en una República centralista regida por la Constitución vigente -salvo algunas reformas- hasta 1991. En medio de avatares políticos y administrativos, Bogotá continuó como capital y principal centro político del país. país.

Siglo veinte

A principios del nuevo siglo, Colombia tuvo que enfrentar las consecuencias devastadoras de la Guerra de los Mil Días, que duró de 1899 a 1902, y la pérdida de Panamá. Entre 1904 y 1909 se restableció la legalidad del partido liberal y el presidente Rafael Reyes procuró implementar un gobierno nacional. La paz y la reorganización del Estado generaron aumento de las actividades económicas. Bogotá inició una profunda transformación arquitectónica y urbana con un aumento significativo de la producción industrial y artesanal. En 1910 se realizó la Exposición Industrial del Siglo en el Parque de la Independencia. Los stands construidos evidenciaron los avances logrados en el trabajo industrial, artesanal, electricidad y maquinaria beaux arts. El período de 1910 a 1930 se denomina hegemonía conservadora. Entre 1924 y 1928 se inició una dura lucha sindical con huelgas de trabajadores en campos petroleros y zonas bananeras,

Bogotá prácticamente no tenía industria. La producción era básicamente trabajo artesanal agrupado en lugares específicos al igual que los sectores comerciales. La Plaza de Bolívar y alrededores albergaron sombrererías, en la Calle del Comercio –actual Carrera Séptima– y Calle Florián –actual Carrera Ocho– abrieron sus puertas lujosas tiendas de venta de productos importados; en Pasaje Hernández prestaban sus servicios las sastrerías, y entre 1870 y 1883 abrieron sus puertas cuatro bancos principales: Bogotá, Colombia, Popular y Crédito Hipotecario.

La cervecería Bavaria, establecida en 1889, fue una de las principales industrias. En 1923 Estados Unidos pagó al gobierno colombiano la primera cuota asociada a la indemnización pactada de 25 millones por su intervención en la separación de Panamá, trayendo bonanza reflejada en aumento de exportaciones, mayor inversión extranjera y desarrollo de infraestructura; se construyeron caminos, aumentó la industria, creció el gasto público y se expandió la economía urbana.

La republica liberal

Tras la matanza de la zona bananera y la división del partido conservador, asumió Enrique Olaya Herrera en 1930. El partido liberal reformó, durante 16 años de la llamada República Liberal, los sectores agrícola, social, político, laboral, educativo, económico y administrativo. Se fortaleció el sindicalismo y se amplió la cobertura educativa. En 1938 se celebró el cuarto centenario de la fundación de Bogotá cuya población había llegado a los 333.312 habitantes.

La celebración produjo un gran número de obras de infraestructura, obra nueva y fuentes de trabajo. Luego de la división del partido liberal en 1946, un candidato conservador asumió nuevamente el cargo presidencial en 1948, luego del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, el centro de Bogotá quedó prácticamente destruido y la violencia aumentó. A partir de esa fecha, básicamente los sectores de ciudad, urbanismo, arquitectura y población cambiaron sustancialmente.

La vida de la ciudad en el siglo XX.

Durante esos años se aceleró la transformación de la vida cultural bogotana, en parte gracias a los nuevos medios de comunicación. Los periódicos, las revistas nacionales y extranjeras, el cine, el radiotelégrafo y las comunicaciones telefónicas se multiplicaron y el transporte aéreo unió a Bogotá con el resto del mundo. Las oleadas de campesinos y ganaderos que huían de la violencia y los que llegaban a Bogotá en busca de trabajo y mejores oportunidades triplicaron la población, que pasó de 700.000 en 1951 a 1.600.000 en 1964 y 2.500.000 habitantes en 1973.

La ciudad se modernizó, amplió los campos de trabajo e industria, las finanzas, la construcción, la oferta económica y la educación. Durante la dictadura del general Rojas Pinilla (1953 a 1957), llega la televisión a Colombia y se culminan obras como el aeropuerto El Dorado en reemplazo del antiguo aeropuerto Techo, dinamización de la avenida que une el aeropuerto con la ciudad, desarrollo urbano y desarrollo de una gran variedad de barrios del occidente. North Highway, a su vez, amplió el desarrollo hacia el norte. Se inició proyecto de Centro Administrativo Oficial y posteriormente se completó para conformar el Centro Administrativo Nacional.- CAN.

Bogotá, Distrito Especial y Distrito Capital

En 1954 se anexaron a Bogotá los municipios de Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, Suba y Usaquén y se creó el Distrito Especial de Bogotá proyectado hacia el crecimiento futuro, y se organizó la nueva administración de la ciudad. En 1991, bajo una nueva Constitución, Bogotá se convirtió en Distrito Capital. Según un censo realizado en 1985, la población de la capital había aumentado a 4.100.000 y en 1993 la población llegó a casi 6.000.000.

Transformación económica

La economía de la ciudad se ha desarrollado y diversificado mucho. La producción industrial se volvió sustancial, requiriendo el desarrollo de áreas industriales especializadas. La producción artesanal se convirtió en una de las expresiones ornamentales y utilitarias más apreciadas y en una fuente de ingresos para los negocios familiares. Las actividades comerciales crecen cada vez más y los centros de negocios, financieros y bancarios posicionan a Bogotá como el eje económico del país y una zona andina privilegiada, plaza comercial de Estados Unidos y varios países de Europa y Asia. La Sabana de Bogotá se ha convertido en un centro de producción de flores que se exporta a muchos países, generando divisas y una fuente de trabajo que absorbe una gran cantidad de mano de obra. La economía informal y las microempresas abarcan un gran sector de la población que desarrolla diferentes actividades.

Vida cultural

A partir de 1950 se inicia un profundo desarrollo arquitectónico, escultórico, pictórico, musical, literario y educativo. Actualmente las universidades ofrecen diferentes estudios de carreras artísticas y de especialización. Las facultades de Filosofía, Letras, Historia, Humanidades y Ciencias Sociales están formando profesores, investigadores, científicos, escritores, músicos y cineastas de renombre internacional en los niveles de pregrado, maestría y doctorado.

Siglo veintiuno

Bogotá es una metrópolis moderna con casi siete millones de habitantes, que cubre aproximadamente 330 kilómetros cuadrados (130 millas cuadradas). Gracias a los avances técnicos inherentes a las grandes ciudades ya la transformación sustancial de los últimos años, Bogotá ofrece una rica y variada vida cultural que incluye tanto servicios modernos como barrios tradicionales.