Gramática cognitiva
La gramática cognitiva es un enfoque cognitivo del lenguaje desarrollado por Ronald Langacker, que plantea la hipótesis de que la gramática, la semántica y el léxico existen en un continuo en lugar de procesos completamente separados. Este enfoque del lenguaje fue uno de los primeros proyectos de la lingüística cognitiva. En este sistema, la gramática no es un sistema formal que opere independientemente del significado. Más bien, la gramática es en sí misma significativa e inseparable de la semántica.
La gramática de la construcción es un enfoque similar de los enfoques cognitivos de la gramática. Mientras que la gramática cognitiva hace hincapié en el estudio de los principios cognitivos que dan lugar a la organización lingüística, la gramática de la construcción tiene como objetivo proporcionar una descripción más descriptiva y formalmente detallada de las unidades lingüísticas que componen un idioma en particular.
Langacker explica por primera vez el sistema de la gramática cognitiva en su obra fundamental de dos volúmenes Fundamentos de la gramática cognitiva. El volumen uno se titula "Prerrequisitos teóricos" y explora la hipótesis de Langacker de que la gramática se puede deconstruir en patrones que se unen para representar conceptos. Este volumen se concentra en el amplio alcance del lenguaje, especialmente en términos de la relación entre gramática y semántica. El volumen dos se titula "Aplicación descriptiva", ya que va más allá del primer volumen para elaborar las formas en que se pueden aplicar las teorías de Langacker descritas anteriormente. Langacker invita a su lector a utilizar las herramientas presentadas en Foundations 'primer volumen en una amplia gama de situaciones gramaticales, principalmente en inglés.
Teoría
La gramática cognitiva es poco ortodoxa con respecto a las gramáticas generativas y el estructuralismo estadounidense. Principalmente diverge de la tradición chomskyana a través de su afirmación de que la gramática y el lenguaje son partes integrales y esenciales de la cognición, no simplemente procesos autónomos en el cerebro. Langacker argumenta que la gramática cognitiva no solo es natural en virtud de su plausibilidad psicológica, sino que también ofrece unificación conceptual y austeridad teórica. Considera que las unidades básicas del lenguaje son símbolos (es decir, emparejamientos convencionales de una estructura semántica con una etiqueta fonológica). La gramática consiste en restricciones sobre cómo se pueden combinar estas unidades para generar frases más grandes.Los aspectos semánticos de la gramática cognitiva se modelan como esquemas de imagen en lugar de proposiciones, aunque estos esquemas son solo demostrativos y no pretenden reflejar ninguna operación visual real que ocurra durante la producción y percepción del lenguaje. Una consecuencia de la interrelación entre estructura semántica y etiqueta fonológica es que cada uno puede invocar al otro.
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