Experiencia

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Experiencia se refiere a los eventos conscientes en general, más específicamente a las percepciones, o al conocimiento práctico y familiaridad que es producido por estos procesos conscientes. Entendida como un evento consciente en el sentido más amplio, la experiencia implica un sujeto al que se le presentan diversos elementos. En este sentido, ver un pájaro amarillo en una rama presenta al sujeto los objetos "pájaro" y "rama", la relación entre ellos y la propiedad "amarillo". También se pueden incluir elementos irreales, lo que sucede cuando se experimentan alucinaciones o sueños. Cuando se entiende en un sentido más restringido, solo la conciencia sensorial cuenta como experiencia. En este sentido, la experiencia suele identificarse con la percepción y contrastarse con otro tipo de eventos conscientes, como pensar o imaginar. En un sentido ligeramente diferente, la experiencia no se refiere a los eventos conscientes en sí, sino al conocimiento práctico y la familiaridad que producen. En este sentido, es importante que el contacto perceptivo directo con el mundo exterior sea la fuente del conocimiento. Entonces, un excursionista experimentado es alguien que realmente vivió muchas caminatas, no alguien que simplemente leyó muchos libros sobre caminatas. Esto está asociado tanto con los conocidos pasados ​​recurrentes como con las habilidades aprendidas a través de ellos.

Muchos debates académicos sobre la naturaleza de la experiencia se centran en la experiencia como un evento consciente, ya sea en un sentido amplio o más restringido. Un tema importante en este campo es la cuestión de si todas las experiencias son intencionales, es decir, están dirigidas a objetos diferentes a ellos mismos. Otro debate se centra en la cuestión de si existen experiencias no conceptuales y, de ser así, qué papel podrían desempeñar en la justificación de las creencias. Algunos teóricos afirman que las experiencias son transparentes, lo que significa que cómo se siente una experiencia solo depende de los contenidos presentados en esta experiencia. Otros teóricos rechazan esta afirmación señalando que lo que importa no es solo lo que se presenta sino también cómo se presenta.

En la literatura académica se discute una gran variedad de tipos de experiencias. Las experiencias perceptivas, por ejemplo, representan el mundo exterior a través de estímulos registrados y transmitidos por los sentidos. La experiencia de la memoria episódica, por otro lado, implica revivir un evento pasado que uno experimentó antes. En la experiencia imaginativa, los objetos se presentan sin pretender mostrar cómo son realmente las cosas. La experiencia de pensar involucra representaciones mentales y el procesamiento de información, en el cual se consideran, juzgan o conectan ideas o proposiciones. El placer se refiere a la experiencia que se siente bien. Está estrechamente relacionado con la experiencia emocional, que tiene además componentes evaluativos, fisiológicos y conductuales. Los estados de ánimo son similares a las emociones, con una diferencia clave que es que carecen de un objeto específico que se encuentra en las emociones. Los deseos conscientes involucran la experiencia de querer algo. Desempeñan un papel central en la experiencia de agencia, en la que se forman intenciones, se planifican cursos de acción y se toman y realizan decisiones. La experiencia no ordinaria se refiere a experiencias raras que difieren significativamente de la experiencia en el estado de vigilia ordinario, como experiencias religiosas, experiencias fuera del cuerpo o experiencias cercanas a la muerte.

Se discute la experiencia en varias disciplinas. La fenomenología es la ciencia de la estructura y los contenidos de la experiencia. Utiliza diferentes métodos, como la epoché o la variación eidética. La experiencia sensorial es de especial interés para la epistemología. Una discusión tradicional importante en este campo se refiere a si todo el conocimiento se basa en la experiencia sensorial, como afirman los empiristas, o no, como sostienen los racionalistas. Esto está estrechamente relacionado con el papel de la experiencia en la ciencia, en la que se dice que la experiencia actúa como árbitro neutral entre teorías en competencia. En metafísica, la experiencia está involucrada en el problema mente-cuerpo y en el difícil problema de la conciencia, los cuales intentan explicar la relación entre materia y experiencia. en psicología,

Definición

El término "experiencia" se asocia con una variedad de significados estrechamente relacionados, razón por la cual se encuentran varias definiciones diferentes en la literatura académica. La experiencia se entiende a menudo como un evento consciente. Esto a veces se restringe a ciertos tipos de conciencia, como la percepción o la sensación, a través de la cual el sujeto alcanza el conocimiento del mundo. Pero en un sentido más amplio, la experiencia incluye otros tipos de eventos conscientes además de la percepción y la sensación. Este es el caso, por ejemplo, de la experiencia de pensar o la experiencia de soñar. En un sentido diferente, "experiencia" no se refiere a los eventos conscientes en sí, sino al conocimiento y la familiaridad práctica que traen consigo.De acuerdo con este significado, una persona con experiencia laboral o un excursionista experimentado es alguien que tiene una buena familiaridad práctica en el campo respectivo. En este sentido, la experiencia no se refiere a un proceso consciente sino al resultado de este proceso.

La palabra "experiencia" comparte una raíz latina común con la palabra "experimentación".

Como evento consciente

La experiencia se entiende a menudo como un evento consciente en el sentido más amplio. Esto incluye varios tipos de experiencias, como la percepción, la conciencia corporal, la memoria, la imaginación, la emoción, el deseo, la acción y el pensamiento. Generalmente se refiere a la experiencia que tiene un individuo en particular, pero también puede tomar el significado de la experiencia que tuvo un grupo de individuos, por ejemplo, de una nación, de una clase social o durante una época histórica particular. La fenomenología es la disciplina que estudia las estructuras subjetivas de la experiencia, es decir, cómo es desde la perspectiva de la primera persona experimentar diferentes eventos conscientes.

Cuando alguien tiene una experiencia, se le presentan varios elementos. Estos elementos pueden pertenecer a diversas categorías ontológicas correspondientes, por ejemplo, a objetos, propiedades, relaciones o eventos. Ver un pájaro amarillo en una rama, por ejemplo, presenta al sujeto los objetos "pájaro" y "rama", la relación entre ellos y la propiedad "amarillo". Estos elementos pueden incluir tanto elementos familiares como no familiares, lo que significa que es posible experimentar algo sin comprenderlo por completo. Cuando se entiende en su sentido más amplio, los elementos presentes en la experiencia pueden incluir elementos irreales. Este es el caso, por ejemplo, cuando se experimentan ilusiones, alucinaciones o sueños. En este sentido,Las experiencias pueden incluir solo elementos reales, solo elementos irreales o una combinación de ambos. Los fenomenólogos han hecho varias sugerencias sobre cuáles son las características básicas de la experiencia. Las características sugeridas incluyen la conciencia espacio-temporal, la diferencia en la atención entre el primer plano y el fondo, la conciencia del sujeto de sí mismo, el sentido de agencia y propósito, la conciencia corporal y la conciencia de otras personas.

Cuando se entiende en un sentido más restringido, solo la conciencia sensorial cuenta como experiencia. En este sentido, es posible experimentar algo sin comprender qué es. Este sería el caso, por ejemplo, si alguien experimentara un robo sin saber qué estaba pasando exactamente. En este caso, las sensaciones provocadas por el robo constituyen la experiencia del robo. Esta caracterización excluye de la experiencia tipos más abstractos de conciencia. En este sentido, a veces se sostiene que la experiencia y el pensamiento son dos aspectos separados de la vida mental. A veces se traza una distinción similar entre experiencia y teoría.Pero estos puntos de vista no son generalmente aceptados. Los críticos a menudo señalan que la experiencia involucra varios componentes cognitivos que no pueden reducirse a la conciencia sensorial. Otro enfoque consiste en distinguir entre la experiencia interna y la externa. Entonces, si bien la percepción sensorial pertenece a la experiencia externa, también puede haber otros tipos de experiencia, como recordar o imaginar, que pertenecen a la experiencia interna.

Como conocimiento y familiaridad práctica.

En otro sentido, la experiencia no se refiere a los hechos conscientes en sí, sino al conocimiento que producen. Para este sentido, es importante que el conocimiento se produzca a través del contacto perceptivo directo con el mundo exterior. Que el conocimiento sea directo significa que se obtuvo a través de la observación inmediata, es decir, sin implicar ninguna inferencia. Uno puede obtener todo tipo de conocimiento indirectamente, por ejemplo, leyendo libros o viendo películas sobre el tema. Este tipo de conocimiento no constituye experiencia del tema ya que el contacto directo en cuestión concierne solo a los libros y películas pero no al tema en sí. Los objetos de este conocimiento a menudo se entienden como objetos públicos, que están abiertos a la observación de la mayoría de las personas comunes.

El significado del término "experiencia" en el lenguaje cotidiano suele considerar el conocimiento en cuestión no simplemente como un saber teórico o un conocimiento descriptivo. En cambio, incluye alguna forma de conocimientos prácticos, es decir, familiaridad con un determinado asunto práctico. Esta familiaridad se basa en conocidos pasados ​​recurrentes o actuaciones. A menudo implica haber aprendido algo de memoria y ser capaz de practicarlo hábilmente en lugar de tener una mera comprensión teórica. Pero el conocimiento y las habilidades obtenidas directamente de esta manera normalmente se limitan a reglas empíricas generalizadas. Como tales, carecen de la certeza científica que surge a través de un análisis metodológico por parte de los científicos que condensa las ideas correspondientes sobre las leyes de la naturaleza.

Debates sobre la naturaleza de la experiencia.

Intencionalidad

La mayoría de las experiencias, especialmente las de tipo perceptivo, apuntan a representar la realidad. Esto suele expresarse afirmando que tienen intencionalidad o se trata de su objeto intencional. Si tienen éxito o son verídicos, representan el mundo tal como es en realidad. Pero también pueden fallar, en cuyo caso dan una representación falsa. Tradicionalmente se sostiene que toda experiencia es intencional. Esta tesis se conoce como "intencionalismo". En este contexto, a menudo se afirma que todos los estados mentales, no solo las experiencias, son intencionales. Pero se suele dar especial protagonismo a las experiencias en estos debates ya que parecen constituir la forma más fundamental de intencionalidad.Se acepta comúnmente que todas las experiencias tienen características fenomenales, es decir, que hay algo que se siente al vivirlas. Quienes se oponen al intencionalismo afirman que no todas las experiencias tienen características intencionales, es decir, que las características fenoménicas y las características intencionales pueden separarse. Algunos supuestos contraejemplos del intencionalismo implican experiencias sensoriales puras, como el dolor, de las que se afirma que carecen de componentes representacionales. Los defensores del intencionalismo a menudo han respondido afirmando que, después de todo, estos estados tienen aspectos intencionales, por ejemplo, que el dolor representa daño corporal. Los estados místicos de experiencia constituyen otro supuesto contraejemplo. En este contexto, se afirma que es posible tener experiencias de conciencia puraen el que la conciencia todavía existe pero carece de cualquier objeto. Pero evaluar esta afirmación es difícil ya que tales experiencias se consideran extremadamente raras y, por lo tanto, difíciles de investigar.

Conceptualidad y mito de lo dado

Otro debate se refiere a la cuestión de si todas las experiencias tienen contenidos conceptuales. Los conceptos son nociones generales que constituyen los bloques de construcción fundamentales del pensamiento. Los contenidos conceptuales suelen contrastarse con contenidos sensoriales, como ver colores o escuchar ruidos. Esta discusión es especialmente relevante para la experiencia perceptiva, de la cual algunos empiristas afirman que se compone solo de datos sensoriales sin ningún contenido conceptual.

La opinión de que tal tipo de experiencia existe y juega un papel importante en cuestiones epistemológicas ha sido denominada el "mito de lo dado" por sus oponentes. Lo "dado" se refiere a los contenidos sensoriales inmediatos y no interpretados de tales experiencias. Subyacente a esta discusión está la distinción entre una experiencia "desnuda" o "inmediata" en contraste con una experiencia más desarrollada. La idea detrás de esta distinción es que algunos aspectos de la experiencia se dan directamente al sujeto sin ninguna interpretación. Estos aspectos básicos se interpretan luego de varias maneras, lo que conduce a una experiencia más reflexiva y conceptualmente rica que muestra varias relaciones nuevas entre los elementos básicos.Esta distinción podría explicar, por ejemplo, cómo surgen diversas percepciones defectuosas, como las ilusiones perceptivas: se deben a interpretaciones, inferencias o construcciones falsas por parte del sujeto, pero no se encuentran en el nivel más básico. En este sentido, se suele señalar que la experiencia es producto tanto del mundo como del sujeto. La distinción entre los aspectos inmediatos e interpretados de la experiencia ha resultado polémica en la filosofía, y algunos críticos afirman que no existe un dato inmediato dentro de la experiencia, es decir, que todo se interpreta de alguna manera. Un problema con esta crítica es que es difícil ver cómo podría comenzar cualquier interpretación si no hubiera nada que interpretar para empezar.

Entre quienes aceptan que existe alguna forma de experiencia inmediata, existen diferentes teorías acerca de su naturaleza. Los teóricos de los datos sensoriales, por ejemplo, sostienen que la experiencia inmediata solo consiste en sensaciones básicas, como colores, formas o ruidos. Este dato inmediato es en sí mismo una masa caótica indiferenciada que luego se ordena a través de varios procesos mentales, como la asociación, la memoria y el lenguaje, en los objetos cotidianos normales que percibimos, como árboles, automóviles o cucharas. Los realistas directos, por otro lado, sostienen que estos objetos cotidianos materiales en sí mismos son lo dado inmediatamente.Algunos filósofos han tratado de abordar estos desacuerdos formulando características generales que poseen los contenidos de la experiencia inmediata o "lo dado". A menudo se sostiene que son privados, sensoriales, simples e incorregibles. La privacidad se refiere a la idea de que la experiencia pertenece al sujeto que la experimenta y no es directamente accesible a otros sujetos. Este acceso es, en el mejor de los casos, indirecto, por ejemplo, cuando el experimentador les cuenta a otros sobre su experiencia. Simplicidad significa, en este contexto, que lo que se da constituye bloques de construcción básicos libres de interpretaciones o inferencias adicionales. La idea de que lo dado es incorregible ha sido importante en muchas disputas tradicionales en epistemología.Es la idea de que no podemos estar equivocados sobre ciertos aspectos de nuestra experiencia. Desde este punto de vista, el sujeto puede estar equivocado sobre las inferencias extraídas de la experiencia sobre la realidad externa, por ejemplo, que hay un árbol verde fuera de la ventana. Pero no puede estar equivocado en ciertos aspectos más fundamentales de cómo nos parecen las cosas, por ejemplo, que el sujeto se presente con una forma verde. Los críticos de este punto de vista han argumentado que podemos estar equivocados incluso acerca de cómo nos parecen las cosas, por ejemplo, que una conceptualización posiblemente incorrecta ya puede ocurrir en el nivel más básico.

Transparencia

Existe desacuerdo entre los teóricos de la experiencia sobre si el carácter subjetivo de una experiencia está completamente determinado por sus contenidos. Esta pretensión ha sido llamada la "transparencia de la experiencia". Afirma que lo que es vivir una experiencia solo depende de los elementos presentados en ella. Esto significaría que dos experiencias son exactamente iguales si tienen los mismos contenidos. Varios filósofos han rechazado esta tesis, a menudo con el argumento de que lo importante no es solo lo que se presenta sino también cómo se presenta. Por ejemplo, la propiedad de redondez se puede presentar visualmente, al mirar una esfera, o hápticamente, al tocar la esfera.Los defensores de la tesis de la transparencia han señalado que la diferencia entre las experiencias en tales ejemplos puede explicarse a nivel de contenido: una experiencia presenta la propiedad de redondez visual mientras que la otra presenta redondez sentida. Otros contraejemplos incluyen la visión borrosa, donde la borrosidad se ve como una representación defectuosa sin presentar el objeto visto como borroso. Se ha argumentado que sólo los universales presentes en la experiencia determinan el carácter subjetivo de la experiencia. Desde este punto de vista, dos experiencias que involucran diferentes particulares que ejemplifican exactamente los mismos universales serían subjetivamente idénticas.

Tipos de experiencia

Percepción

La experiencia perceptiva se refiere a "una conciencia inmediata de la existencia de cosas fuera de nosotros". Esta representación del mundo exterior se da a través de estímulos registrados y transmitidos por los sentidos. La experiencia perceptiva ocurre en diferentes modalidades correspondientes a los diferentes sentidos, por ejemplo, como percepción visual, percepción auditiva o percepción háptica. Generalmente se sostiene que los objetos percibidos de esta manera son objetos materiales ordinarios, como piedras, flores, gatos o aviones que se presentan como objetos públicos que existen independientemente de la mente que los percibe. Esto contrasta, por ejemplo, con la forma en que se presentan los objetos en la experiencia imaginativa. Otra característica comúnmente atribuida a la experiencia perceptiva es que parece ponernos encontacto directo con el objeto que presenta. Entonces, el perceptor normalmente no es consciente de los procesos cognitivos que comienzan con la estimulación de los órganos de los sentidos, continúan con la transmisión de esta información al cerebro y terminan con el procesamiento de la información que ocurre allí. Si bien la percepción suele ser una fuente confiable de información para los asuntos prácticos de nuestros asuntos cotidianos, también puede incluir información falsa en forma de ilusión y alucinación. En algunos casos, la falta de fiabilidad de una percepción ya está indicada dentro de la propia experiencia, por ejemplo, cuando el perceptor no logra identificar un objeto debido a la visión borrosa.Pero tales indicaciones no se encuentran en todas las experiencias engañosas, que pueden parecer tan confiables como sus contrapartes precisas.

Esta es la fuente del llamado "problema de percepción". Consiste en el hecho de que las características atribuidas a la percepción hasta ahora parecen ser incompatibles entre sí, haciendo imposible la percepción así caracterizada: en el caso de percepciones engañosas, el perceptor puede encontrarse con objetos que no existen, lo que sería imposible si estuvieran en contacto directo con los objetos presentados. Se han sugerido diferentes soluciones a este problema. Las teorías de los datos de los sentidos, por ejemplo, sostienen que percibimos los datos de los sentidos, como parches de color en la percepción visual, que existen incluso en las ilusiones. Por lo tanto, niegan que las cosas materiales ordinarias sean objetos de percepción.Los disyuntivistas, por otro lado, intentan resolver el problema negando que las percepciones verídicas y las ilusiones pertenezcan al mismo tipo de experiencia. Otros enfoques incluyen el adverbialismo y el intencionalismo. El problema con estos diferentes enfoques es que ninguno de ellos es completamente satisfactorio, ya que cada uno parece contradecir algún tipo de evidencia introspectiva sobre las características fundamentales de la experiencia perceptiva.

Memoria episódica e imaginación.

La experiencia de la memoria episódica consiste en una forma de revivir un evento pasado que uno experimentó antes. Esto es diferente de la memoria semántica, en la que uno tiene acceso al conocimiento de varios hechos relacionados con el evento en cuestión sin ningún componente experiencial asociado con este conocimiento. En la memoria episódica, por otro lado, el evento pasado se vuelve a experimentar conscientemente. En este sentido, es una forma de viaje mental en el tiempo que no está presente en la memoria no episódica. Pero esta reexperimentación no es una copia exacta de la experiencia original, ya que el evento experimentado se presenta como algo en el pasado visto desde la perspectiva actual de uno, lo que está asociado con algún tipo de sensación de pasado o familiaridad no presente en la experiencia original.En este contexto, a menudo se sostiene que la memoria episódica proporciona dos tipos de información: información de primer orden sobre el evento pasado e información de segundo orden sobre el papel de este evento en la memoria actual del sujeto. La memoria episódica es diferente de simplemente imaginar la experiencia de un evento pasado. Un aspecto importante de esta diferencia es que es parte de la naturaleza de la memoria episódica intentar representar cómo fue la experiencia original, aunque a veces no lo consiga. Otras diferencias sugeridas incluyen el grado de viveza y la conexión causal entre la experiencia original y la memoria episódica.

La experiencia imaginativa implica una forma especial de representación en la que los objetos se presentan sin pretender mostrar cómo son realmente las cosas. Al igual que la memoria ya diferencia de la percepción, las imágenes mentales asociadas normalmente no son causadas por la estimulación de los órganos sensoriales. A menudo se sostiene que tanto la imaginación como la memoria dependen del conocimiento perceptivo previo de los contenidos experimentados. Pero a diferencia de la memoria, hay más libertad involucrada en la mayoría de las formas de imaginación, ya que el sujeto puede variar, cambiar y recombinar libremente varios de los contenidos experimentados, mientras que la memoria apunta a preservar su orden original.Diferentes teóricos se enfocan en diferentes elementos cuando intentan conceptualizar la naturaleza de la imaginación. El punto de vista del empobrecimiento sostiene que la imaginación se distingue de la percepción y la memoria por ser menos vívida y clara. El punto de vista de la dependencia de la voluntad, por otro lado, se centra en el poder de la voluntad para dar forma activa a los contenidos de la imaginación, mientras que el punto de vista de la inexistencia se centra en la impresión de irrealidad o distancia de la realidad que pertenece a la experiencia imaginativa. A pesar de su libertad y de su falta de relación con la realidad, la experiencia imaginativa puede cumplir ciertas funciones epistemológicas al representar lo que es posible o concebible. Este es el caso, por ejemplo, cuando se especula imaginativamente sobre un evento que ha sucedido o podría suceder.La imaginación puede ocurrir en varias formas diferentes. Una diferencia se refiere a si el escenario imaginado se controla deliberadamente o surge espontáneamente por sí mismo. Otro se refiere a si el sujeto se imagina experimentando el evento imaginado desde adentro, como uno de los protagonistas dentro de este evento, o desde afuera. Diferentes experiencias imaginativas tienden a tener diferentes grados en los que el escenario imaginado es solo una reconstrucción de algo experimentado previamente o una reorganización creativa. Los relatos de la experiencia imaginativa generalmente se enfocan en el dominio visual, pero también hay otras formas menos prominentes, como la imaginación auditiva o la imaginación olfativa.

Pensamiento

El término "pensar" se utiliza para referirse a una amplia variedad de experiencias cognitivas. Implican representaciones mentales y el procesamiento de información. De esta manera, las ideas o proposiciones son consideradas, juzgadas o conectadas. Es similar a la memoria y la imaginación en que la experiencia del pensamiento puede surgir internamente sin ningún estímulo de los órganos sensoriales, en contraste con la percepción. Pero el pensamiento está aún más alejado de los contenidos sensoriales que la memoria y la imaginación, ya que sus contenidos pertenecen a un nivel más abstracto. Está estrechamente relacionado con el fenómeno del habla, y algunos teóricos afirman que todo pensamiento es una forma de habla interna expresada en el lenguaje. Pero esta afirmación es controvertida ya que parece haber pensamientos que no están completamente articulados lingüísticamente.Pero a menudo se acepta la afirmación más moderada de que el pensamiento está asociado con disposiciones para realizar actos de habla. Desde este punto de vista, hacer un juicio en el pensamiento puede ocurrir de manera no lingüística, pero está asociado con una disposición a afirmar lingüísticamente la proposición juzgada. Se han propuesto varias teorías sobre la naturaleza de la experiencia del pensamiento. Según el platonismo, es una actividad espiritual en la que se disciernen e inspeccionan las formas platónicas y sus interrelaciones. Los conceptualistas, por otro lado, sostienen que pensar implica entretener conceptos. Desde este punto de vista, los juicios surgen si dos o más conceptos están conectados entre sí y pueden conducir a inferencias si estos juicios están conectados con otros juicios.

En la literatura académica se discuten varios tipos de pensamiento. A veces se dividen en cuatro categorías: formación de conceptos, resolución de problemas, juicio y toma de decisiones, y razonamiento. En la formación de conceptos se aprenden las características comunes a los ejemplos de un determinado tipo. Esto suele corresponder a la comprensión del significado de la palabra asociada a este tipo. En el caso de la resolución de problemas, el pensamiento tiene como objetivo superar ciertos obstáculos al descubrir una solución a un problema. Esto sucede ya sea siguiendo un algoritmo, que garantiza el éxito si se sigue correctamente, o usando heurísticas, que son métodos más informales que tienden a acercar al pensador a una solución.El juicio y la toma de decisiones implican elegir el mejor curso de acción entre varias alternativas. En el razonamiento, el pensador parte de un determinado conjunto de premisas y trata de sacar conclusiones de ellas. Una categorización más simple divide el pensamiento en solo dos categorías: contemplación teórica y deliberación práctica.

Placer, emoción y estado de ánimo

El placer se refiere a la experiencia que se siente bien. Implica el disfrute de algo, como comer un pastel o tener relaciones sexuales. Cuando se entiende en el sentido más amplio, esto incluye no solo los placeres sensoriales sino cualquier forma de experiencia placentera, como participar en una actividad intelectualmente satisfactoria o el placer de jugar un juego. El placer viene en grados y existe en una dimensión que también incluye grados negativos. Estos grados negativos generalmente se denominan dolor y sufrimiento y contrastan con el placer como formas de sentirse mal.Las discusiones sobre esta dimensión a menudo se centran en su lado positivo, pero muchas de las teorías y puntos de vista se aplican igualmente a su lado negativo. Existe desacuerdo entre filósofos y psicólogos sobre cuál es la naturaleza del placer. Algunos entienden el placer como una simple sensación. Desde este punto de vista, una experiencia de placer es una experiencia que tiene una sensación de placer entre sus contenidos. Esta explicación es rechazada por las teorías de la actitud, que sostienen que el placer no consiste en un contenido sino en una cierta actitud hacia un contenido. Según esta perspectiva, el placer de comer un pastel no consiste en una sensación de sabor junto con una sensación de placer, como afirman los teóricos de la sensación. En cambio, consiste en tener cierta actitud, como el deseo, hacia la sensación gustativa.Un tercer tipo de teoría define el placer en términos de sus propiedades representacionales. Desde este punto de vista, una experiencia es placentera si presenta sus objetos como buenos para el experimentador.

Las experiencias emocionales vienen en muchas formas, como el miedo, la ira, la emoción, la sorpresa, el dolor o el asco. Por lo general, incluyen aspectos placenteros o no placenteros. Pero normalmente involucran también varios otros componentes, que no están presentes en todas las experiencias de placer o dolor. A menudo se sostiene que también comprenden componentes evaluativos, que atribuyen un valor positivo o negativo a su objeto, componentes fisiológicos, que implican cambios corporales y componentes conductuales en forma de reacción al objeto presentado.Por ejemplo, encontrarse repentinamente con un oso grizzly durante una caminata puede evocar una experiencia emocional de miedo en el excursionista, que se experimenta como desagradable, que representa al oso como peligroso, lo que conduce a un aumento en el ritmo cardíaco y que puede provocar una reacción de huida.. Estos y otros tipos de componentes se utilizan a menudo para clasificar las emociones en diferentes tipos. Pero hay desacuerdo sobre cuál de ellos es el componente esencial que determina la categoría relevante. Los enfoques dominantes categorizan según cómo se siente la emoción, cómo evalúa su objeto o qué comportamiento motiva.

Los estados de ánimo están íntimamente relacionados con las emociones, pero no son idénticos a ellas. Al igual que las emociones, por lo general se pueden categorizar como positivas o negativas dependiendo de cómo se sienta tenerlas. Una diferencia fundamental es que las experiencias emocionales suelen tener un objeto muy específico, como el miedo a un oso. Las experiencias del estado de ánimo, por otro lado, a menudo no tienen objeto o su objeto es bastante difuso, como cuando una persona está ansiosa de que algo malo pueda suceder sin poder articular claramente la fuente de su ansiedad. Otras diferencias incluyen que las emociones tienden a ser causadas por eventos específicos, mientras que los estados de ánimo a menudo carecen de una causa claramente identificable, y que las emociones suelen ser intensas, mientras que los estados de ánimo tienden a durar más.Ejemplos de estados de ánimo incluyen ansiedad, depresión, euforia, irritabilidad, melancolía y vértigo.

Deseo y agencia

Los deseos comprenden una amplia clase de estados mentales. Incluyen deseos inconscientes, pero solo sus formas conscientes son directamente relevantes para la experiencia. Los deseos conscientes implican la experiencia de querer o desear algo. Esto a menudo se entiende en un sentido muy amplio, en el que fenómenos como el amor, la intención y la sed se ven como formas de deseo. Por lo general, se entienden como actitudes hacia estados de cosas concebibles.Representan sus objetos como valiosos en algún sentido y pretenden realizarlos cambiando el mundo correspondientemente. Esto puede suceder en un sentido positivo o negativo. En el sentido positivo, el objeto se experimenta como bueno y el objetivo es crearlo o mantenerlo. En el sentido negativo, el objeto se experimenta como malo y el objetivo es destruirlo o impedir que llegue a existir. En los deseos intrínsecos, el objeto se desea por sí mismo, mientras que en los deseos extrínsecos, el objeto se desea debido a las consecuencias positivas asociadas con él. Los deseos vienen en diferentes grados de intensidad y su satisfacción suele experimentarse como placentera.

La agencia se refiere a la capacidad de actuar y la manifestación de esta capacidad. Su experiencia involucra varios aspectos diferentes, incluyendo la formación de intenciones, al planificar posibles cursos de acción, la decisión entre diferentes alternativas y el esfuerzo al tratar de realizar el curso de acción pretendido. A menudo se sostiene que los deseos proporcionan la fuerza motivacional detrás de la agencia. Pero no todas las experiencias de deseo van acompañadas de la experiencia de agencia. Este es el caso, por ejemplo, cuando se cumple un deseo sin que el agente intente hacerlo o cuando el agente no dispone de ningún curso de acción posible para cumplir el deseo.

En un sentido más restringido, el término "sentido de agencia" se refiere a la impresión de tener el control y ser dueño de la acción de uno. A menudo se sostiene que dos componentes son las fuentes centrales del sentido de agencia. Por un lado, el agente constantemente hace predicciones sobre cómo sus intenciones influirán en su movimiento corporal y compara estas predicciones con la retroalimentación sensorial. Desde este punto de vista, una coincidencia positiva genera un sentido de agencia, mientras que una coincidencia negativa interrumpe el sentido de agencia. Por otro lado, al mirar hacia atrás, el agente interpreta su intención como la causa de la acción. En el caso exitoso, la intención precede a la acción y la acción es consistente con la intención.

Experiencia no ordinaria

Los términos "experiencia no ordinaria", "experiencia anómala" o "estado alterado de conciencia" se utilizan para describir una amplia variedad de experiencias raras que difieren significativamente de la experiencia en el estado de vigilia ordinario. Ejemplos de experiencias no ordinarias son las experiencias religiosas, que están estrechamente relacionadas con las experiencias espirituales o místicas, las experiencias extracorporales, las experiencias cercanas a la muerte, los episodios psicóticos y las experiencias psicodélicas.

Las experiencias religiosas son experiencias no ordinarias que tienen un significado religioso para el experimentador. A menudo implican algún tipo de encuentro con una persona divina, por ejemplo, en la forma de ver a Dios o escuchar el mandato de Dios. Pero también pueden implicar tener un sentimiento intenso que uno cree que es causado por Dios o reconocer lo divino en la naturaleza o en uno mismo. Se dice que algunas experiencias religiosas son inefables, lo que significa que están tan alejadas de lo ordinario que no se pueden describir con palabras. Las experiencias extracorporales implican la impresión de estar desapegado del propio cuerpo material y de percibir el mundo exterior desde esta perspectiva diferente.En ellos, a menudo le parece a la persona que está flotando sobre su propio cuerpo mientras lo ve desde el exterior. Pueden tener varias causas diferentes, incluidas lesiones cerebrales traumáticas, drogas psicodélicas o parálisis del sueño. También pueden adoptar la forma de experiencias cercanas a la muerte, que suelen estar provocadas por situaciones de riesgo vital e incluyen contenidos como volar por un túnel hacia una luz, hablar con familiares fallecidos o un repaso de vida, en el que una persona ve a su toda la vida pasa ante sus ojos.

Es indiscutible que estas experiencias ocurren a veces para algunas personas. En un estudio, por ejemplo, alrededor del 10% informa haber tenido al menos una experiencia extracorpórea en su vida. Pero es muy controvertido cuán confiables son estas experiencias para representar con precisión aspectos de la realidad que no son accesibles a la experiencia ordinaria. Esto se debe al hecho de que se realizan varias afirmaciones de gran alcance basadas en experiencias no ordinarias. Muchas de estas afirmaciones no pueden verificarse mediante la percepción regular y, con frecuencia, parecen contradecirlas o entre sí. Con base en la experiencia religiosa, por ejemplo, se ha afirmado que existe un creador divino distinto de la naturaleza o que lo divino existe en la naturaleza.Las experiencias fuera del cuerpo y las experiencias cercanas a la muerte, por otro lado, se utilizan a menudo para argumentar a favor de un dualismo mente-cuerpo al sostener que el alma puede existir sin el cuerpo y continúa existiendo después de la muerte del cuerpo. Los defensores de tales afirmaciones a menudo sostienen que no tenemos ninguna razón decisiva para negar la confiabilidad de tales experiencias, por ejemplo, porque son en aspectos importantes similares a la experiencia sensorial regular o porque hay una facultad cognitiva adicional que nos proporciona acceso al conocimiento más allá del sentidos regulares.

Otros

En la literatura académica se discute una gran variedad de experiencias además de los tipos mencionados hasta ahora. El término “flow”, por ejemplo, se refiere a experiencias en las que el agente se encuentra inmerso de lleno en una determinada actividad. Este tipo de experiencia tiene varios rasgos característicos, que incluyen un sentido claro del objetivo de la actividad, retroalimentación inmediata sobre cómo se está haciendo y un buen equilibrio entre las habilidades propias y la dificultad de la tarea. Un grupo diverso de actividades puede conducir a experiencias fluidas, como el arte, los deportes y los juegos de computadora. El flujo es de particular interés para la psicología positiva porque su experiencia es placentera.

La experiencia estética es un concepto central en la psicología del arte y la estética experimental. Se refiere a la experiencia de los objetos estéticos, en particular, en relación con la belleza y el arte. No existe un acuerdo general sobre las características fundamentales comunes a todas las experiencias estéticas. Algunos relatos se centran en características como la fascinación por un objeto estético, un sentimiento de unidad e intensidad, mientras que otros enfatizan una cierta distancia psicológica del objeto estético en el sentido de que la experiencia estética está desconectada de las preocupaciones prácticas.

Las experiencias transformadoras son experiencias que involucran una transformación radical que deja a quien las experimenta como una persona diferente a la que era antes. Los ejemplos de experiencias transformadoras incluyen tener un hijo, pelear en una guerra o pasar por una conversión religiosa. Implican cambios fundamentales tanto en las propias creencias como en las preferencias fundamentales. Se ha argumentado que las experiencias transformadoras constituyen contraejemplos de la teoría de la elección racional porque la persona que decide a favor o en contra de someterse a una experiencia transformadora no puede saber cómo será hasta después. También puede deberse a que no está claro si la decisión debe basarse en las preferencias antes o después de la transformación.

En varias disciplinas

Fenomenología

La fenomenología es la ciencia de la estructura y los contenidos de la experiencia. Estudia los fenómenos, es decir, las apariencias de las cosas desde la perspectiva de la primera persona. De esta manera se investiga una gran variedad de experiencias, incluyendo la percepción, la memoria, la imaginación, el pensamiento, el deseo, la emoción y la agencia. De acuerdo con la fenomenología tradicional, una estructura importante que se encuentra en todos los diferentes tipos de experiencia es la intencionalidad, lo que significa que toda experiencia es experiencia de algo. En este sentido, la experiencia siempre se dirige a ciertos objetos por medio de sus contenidos representacionales. Las experiencias son, en un sentido importante, diferentes de los objetos de la experiencia, ya que las experiencias no solo se presentan, sino que uno vive a través de ellas.La fenomenología también se ocupa del estudio de las condiciones de posibilidad de los fenómenos que pueden dar forma a la experiencia de manera diferente para diferentes personas. Estas condiciones incluyen la encarnación, la cultura, el idioma y el origen social.

Hay varias formas diferentes de fenomenología, que emplean diferentes métodos. Central a la fenomenología tradicional asociada con Edmund Husserl es la llamada epoché, también conocida como paréntesis. En él, el investigador suspende su juicio sobre la existencia externa de los objetos experimentados para centrarse exclusivamente en la estructura de la experiencia misma, es decir, en cómo se presentan estos objetos. Un método importante para estudiar los contenidos de la experiencia se llama variación eidética. Su objetivo es discernir su esencia imaginando el objeto en cuestión, variando sus características y evaluando si el objeto puede sobrevivir a este cambio imaginario. Solo las características que no se pueden cambiar de esta manera pertenecen a la esencia del objeto.La fenomenología hermenéutica, por el contrario, da más importancia a nuestra familiaridad preexistente con la experiencia. Intenta comprender cómo esta precomprensión trae consigo diversas formas de interpretación que dan forma a la experiencia y pueden introducir distorsiones en ella. La neurofenomenología, por otro lado, tiene como objetivo cerrar la brecha entre la perspectiva en primera persona de la fenomenología tradicional y el enfoque en tercera persona favorecido por las ciencias naturales. Esto sucede al buscar conexiones entre la experiencia subjetiva y los procesos cerebrales objetivos, por ejemplo, con la ayuda de escáneres cerebrales.

Epistemología

La experiencia, cuando se entiende en términos de sensación, es de especial interés para la epistemología. El conocimiento basado en esta forma de experiencia se denomina "conocimiento empírico" o "conocimiento a posteriori". El empirismo es la tesis de que todo conocimiento es conocimiento empírico, es decir, que no hay conocimiento que no se apoye en última instancia en la experiencia sensorial. Tradicionalmente, los racionalistas se oponen a esta visión, quienes aceptan que la experiencia sensorial puede fundamentar el conocimiento, pero también permite otras fuentes de conocimiento. Por ejemplo, algunos racionalistas afirman que los humanos tienen conocimientos matemáticos innatos o intuitivos que no se basan en generalizaciones basadas en experiencias sensoriales.

Otro problema es comprender cómo es posible que las experiencias sensoriales justifiquen las creencias. Según un punto de vista, las experiencias sensoriales son en sí mismas como creencias en el sentido de que implican la afirmación de contenidos proposicionales. Desde este punto de vista, ver nieve blanca implica, entre otras cosas, la afirmación de la proposición "la nieve es blanca". Dada esta suposición, las experiencias pueden justificar las creencias de la misma manera que las creencias pueden justificar otras creencias: porque sus contenidos proposicionales se mantienen en las relaciones lógicas y explicativas apropiadas entre sí.Pero esta suposición tiene muchos oponentes que argumentan que las sensaciones no son conceptuales y, por lo tanto, no proposicionales. Desde tal punto de vista, la afirmación de que la nieve es blanca ya es algo añadido a la experiencia sensorial, que en sí misma puede no ser mucho más que la presentación de una mancha de blancura. Un problema de este enfoque no conceptualista de la experiencia perceptiva es que se enfrenta a dificultades para explicar cómo las experiencias sensoriales pueden justificar las creencias, como aparentemente lo hacen. Una forma de evitar este problema es negar esta apariencia sosteniendo que no justifican creencias sino que solo causan creencias.En la teoría de la justificación de la coherencia, estas creencias pueden estar todavía justificadas, no por las experiencias responsables de ellas, sino por la forma en que son coherentes con el resto de las creencias de la persona.

Por su relación con la justificación y el conocimiento, la experiencia juega un papel central para la racionalidad empírica. Que sea racional que alguien crea en cierta afirmación depende, entre otras cosas, de las experiencias que haya tenido esa persona. Por ejemplo, un maestro puede estar justificado al creer que cierto estudiante aprobará un examen basado en la experiencia del maestro con el estudiante en el salón de clases. Pero la misma creencia no estaría justificada para un extraño que carezca de estas experiencias. La racionalidad es relativa a la experiencia en este sentido. Esto implica que puede ser racional que una persona acepte un determinado reclamo, mientras que otra persona puede rechazar racionalmente el mismo reclamo.

Ciencia

Estrechamente relacionado con el papel de la experiencia en la epistemología está su papel en la ciencia. A menudo se argumenta que la experiencia observacional es fundamental para los experimentos científicos. La evidencia obtenida de esta manera se usa luego para confirmar o refutar teorías científicas. De esta manera, la experiencia actúa como árbitro neutral entre teorías en competencia. Por ejemplo, las observaciones astronómicas realizadas por Galileo Galilei sobre las órbitas de los planetas se utilizaron como evidencia en la Revolución Copernicana, en la que se rechazó el modelo geocéntrico tradicional en favor del modelo heliocéntrico.Un problema para este punto de vista es que es esencial que la evidencia científica sea pública y no controvertida. La razón de esto es que diferentes científicos deberían poder compartir la misma evidencia para llegar a un acuerdo sobre qué hipótesis es correcta. Pero la experiencia suele entenderse como un estado mental privado, no como un fenómeno públicamente observable, lo que pone en duda su papel como evidencia científica.

Metafísica

Un problema central en la metafísica es el problema mente-cuerpo. Se trata de la cuestión de cómo concebir la relación entre cuerpo y mente. Entendido en su sentido más amplio, se refiere no solo a la experiencia sino a cualquier forma de mente, incluidos los estados mentales inconscientes. Pero se ha argumentado que la experiencia tiene una relevancia especial aquí ya que la experiencia se ve a menudo como la forma paradigmática de la mente. La idea de que hay un "problema" para empezar a menudo se remonta a cuán diferentes parecen ser la materia y la experiencia. Las propiedades físicas, como el tamaño, la forma y el peso, son públicas y se atribuyen a los objetos. Las experiencias, en cambio, son privadas y están adscritas a sujetos.Otro rasgo distintivo importante es que las experiencias son intencionales, es decir, que están dirigidas a objetos diferentes a ellos mismos. Pero a pesar de estas diferencias, el cuerpo y la mente parecen interactuar causalmente entre sí, lo que se conoce como causalidad psicofísica. Esto se refiere tanto a la forma en que los eventos físicos, como una piedra que cae sobre el pie de alguien, causan experiencias, como un dolor agudo, y cómo las experiencias, como la intención de detener el dolor, causan eventos físicos, como sacar el pie de debajo de la piedra..

Se han presentado varias soluciones al problema mente-cuerpo. El dualismo es un enfoque tradicionalmente importante. Afirma que los cuerpos y las mentes pertenecen a categorías ontológicas distintas y existen independientemente unos de otros. Un problema central para los dualistas es dar una explicación plausible de cómo es posible su interacción o de por qué parecen estar interactuando. Los monistas, por otro lado, niegan este tipo de bifurcación ontológica. En cambio, argumentan que, en el nivel más fundamental, solo existe un tipo de entidad. Según el materialismo, todo es finalmente material. Desde este punto de vista, las mentes no existen o existen como aspectos materiales de los cuerpos.Según el idealismo, todo es finalmente mental. Según este punto de vista, los objetos materiales solo existen en forma de ideas y, por lo tanto, dependen de la experiencia y otros estados mentales. Los monistas se enfrentan al problema de explicar cómo dos tipos de entidades que parecen tan diferentes pueden pertenecer a la misma categoría ontológica.

El difícil problema de la conciencia es una cuestión estrechamente relacionada. Se ocupa de explicar por qué algunos eventos físicos, como los procesos cerebrales, van acompañados de una experiencia consciente, es decir, que experimentarlos se siente de cierta manera para el sujeto. Esto es especialmente relevante desde la perspectiva de las ciencias naturales, ya que parece posible, al menos en principio, explicar el comportamiento y la cognición humanos sin hacer referencia a la experiencia. Tal explicación puede ocurrir en relación con el procesamiento de información en forma de señales eléctricas. En este sentido, el duro problema de la conciencia apunta a una brecha explicativa entre el mundo físico y la experiencia consciente.Existe una superposición significativa entre las soluciones propuestas al problema mente-cuerpo y las soluciones propuestas al difícil problema de la conciencia.

Psicología

Otro desacuerdo entre empiristas y racionalistas además de su disputa epistemológica se refiere al papel de la experiencia en la formación de conceptos. Los conceptos son nociones generales que constituyen los bloques de construcción fundamentales del pensamiento. Algunos empiristas sostienen que todos los conceptos se aprenden a partir de la experiencia. Esto a veces se explica afirmando que los conceptos constituyen simplemente generalizaciones, abstracciones o copias de los contenidos originales de la experiencia. Los empiristas lógicos, por ejemplo, han usado esta idea en un esfuerzo por reducir el contenido de todas las proposiciones empíricas a oraciones protocolares que registran nada más que las experiencias inmediatas de los científicos.Esta idea es convincente para algunos conceptos, como el concepto de "rojo" o de "perro", que parecen adquirirse a través de la experiencia con sus instancias. Pero es controvertido si esto es cierto para todos los conceptos. Immanuel Kant, por ejemplo, defiende una posición racionalista al sostener que la experiencia requiere ciertos conceptos tan básicos que no sería posible sin ellos. Estos conceptos, las llamadas categorías, no pueden adquirirse a través de la experiencia ya que son las condiciones de posibilidad de la experiencia, según Kant.