Domicio Afer

Compartir Imprimir Citar
Primer siglo AD Orador romano y defensor

Gnaeus Domitius Afer (fallecido en 59) fue un orador y abogado romano, nacido en Nemausus (Nîmes) en Gallia Narbonensis. Floreció en los reinados de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Fue cónsul sufecto en el nundinium de septiembre a diciembre del 39 como colega de Aulo Didio Galo.

Vida

Afer se convirtió en pretor en el 25 d. C. y se ganó el favor de Tiberio al acusar a Claudia Pulchra, prima segunda de Agripina, de adulterio y uso de artes mágicas contra el emperador, en el 26 d. C. A partir de ese momento se convirtió en uno de los oradores más célebres de Roma, pero sacrificó su carácter dirigiendo acusaciones para el gobierno. En el año siguiente, 27 d. C., Tácito lo menciona nuevamente como el acusador de Quinctilius Varus, el hijo de Claudia Pulchra. A consecuencia de la acusación de Claudia Pulchra, y de alguna ofensa que había hecho a Calígula, fue acusado por el emperador en el Senado, pero ocultando su propia habilidad para hablar, y fingiendo ser vencido por la elocuencia de Calígula, Afer no solo escapó del peligro, sino que fue nombrado cónsul suffectus en el 39 d.C.

En su vejez, Afer perdió gran parte de su reputación al continuar hablando en público, cuando sus poderes estaban agotados. Durante el reinado de Nerón se convirtió en curator aquarum, o superintendente del suministro de agua de la ciudad, pero murió poco después, en el año 59 d.C., habiéndose comido hasta morir, según cuenta Jerónimo en el Chronicon de Eusebio.

Quintiliano, cuando era joven, escuchó a Afer, y con frecuencia habla de él como el orador más distinguido de su época. Dice que Afer y Julius Africanus eran los mejores oradores que había oído, y que prefiere el primero al segundo, Quintiliano se refiere a una obra de su Sobre el testimonio, a una titulada Dicta, ya algunas de sus oraciones, de las cuales aquellas en nombre de Domitilla, o Cloantilla, y Lucius Volusenus Catulus parecen haber sido las más célebres.

Según Plinio el Joven, en su testamento Afer había hecho a Titius Marcellus Curvius Lucanus y Titius Marcellus Curvius Tullus sus herederos con la condición de que tomaran su nombre. Había procesado a su padre, Sextus Curvius Tullus, despojándolo de su riqueza y ciudadanía. Plinio comenta que el testamento de Afer se redactó 18 años antes, lo que sugiere que Afer y Tullus el mayor habían sido amigos.