Bonnaçon

El bonnacon (también llamado bonasus o bonacho) es una criatura legendaria descrita como un toro con cuernos curvados hacia adentro y un caballo. como melena. Los bestiarios medievales suelen representar su pelaje de color marrón rojizo o negro. Debido a que sus cuernos eran inútiles para la autodefensa, se decía que el bonnacón expulsaba grandes cantidades de heces cáusticas de su ano hacia sus perseguidores, quemándolos y asegurando así su fuga.
Historia textual
La primera descripción conocida del bonnacon proviene de la Naturalis Historia de Plinio el Viejo:
Hay reportes de un animal salvaje en Paeonia llamado el bonaso, que tiene la manguera de un caballo, pero en todos los demás aspectos se asemeja a un toro; sus cuernos son curvados de tal manera que no son de utilidad para la lucha, y se dice que debido a esto se salva huyendo, mientras que emitiendo un rastro de estiércol que a veces cubre una distancia de tanto como tres furlong (604 metros)
El término se deriva del griego βόνᾱσος (bonasos), que significa "bisonte".
La popularidad de la Naturalis Historia en la Edad Media llevó a la inclusión del bonnacón en los bestiarios medievales. En la tradición del Physiologus, los bestiarios a menudo atribuían lecciones morales y bíblicas a las descripciones de los animales, pero el bonnacon no adquirió tal significado simbólico. Las ilustraciones manuscritas de la criatura pueden haber servido como fuente de humor, derivadas tanto de la reacción de los cazadores como del acto de defecar. El Bestiario de Aberdeen describe a la criatura usando un lenguaje similar al de Plinio, aunque la ubicación de la bestia se traslada de Paeonia a Asia:
En Asia se encuentra un animal que los hombres llaman bonnacon. Tiene la cabeza de un toro, y después todo su cuerpo es del tamaño de un toro con el cuello de un caballo. Sus cuernos se convocan, acurrucados de tal manera que si alguien se levanta contra él, no se daña. Pero la protección que su frente niega a este monstruo está amueblada por sus intestinos. Porque cuando se vuelve a huir, descarga humos del excremento de su vientre a una distancia de tres acres, el calor de los cuales pone fuego a cualquier cosa que toca. De esta manera, aleja a sus perseguidores con su excremento dañino.
El bonnacon también se menciona en la vida de Santa Marta en la Leyenda Dorada, una obra hagiográfica del siglo XIII de Jacobus de Voragine. En la historia, Santa Marta encuentra y domestica a Tarasque, una criatura legendaria parecida a un dragón que se dice que es descendiente del Leviatán bíblico y el bonnacon. En este relato, se dice que el bonnacon (aquí: bonacho u onacho) es originario de Galacia.
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