Tubo de Durham

tubos Durham se utilizan en microbiología para detectar la producción de gas por parte de microorganismos. Son simplemente tubos de ensayo más pequeños insertados boca abajo en otro tubo de ensayo para que se puedan mover libremente. Luego, el medio de cultivo que se va a analizar se agrega al tubo más grande y se esteriliza, lo que también elimina el espacio de aire inicial que se produce cuando el tubo se inserta boca abajo. Los medios de cultivo normalmente contienen una única sustancia que se prueba con el organismo, por ejemplo para determinar si un organismo puede fermentar un carbohidrato en particular. Después de la inoculación y la incubación, cualquier gas que se produzca formará una burbuja de gas visible dentro del tubo pequeño. También se puede agregar solución de tornasol a los medios de cultivo para brindar una representación visual de los cambios de pH que ocurren durante la producción de gas. El método fue descrito por primera vez en 1898 por el microbiólogo británico Herbert Durham.
Una limitación del tubo Durham es que no permite la determinación precisa del tipo de gas que se produce dentro del tubo interior, ni mediciones de la cantidad de gas producido. Sin embargo, Durham argumentó que las mediciones cuantitativas tienen un valor limitado debido a que la solución de cultivo absorberá parte del gas en proporciones variables y desconocidas. Además, el uso de tubos Durham para proporcionar evidencia de fermentación puede no ser capaz de detectar organismos de fermentación lenta o débil cuando el dióxido de carbono resultante se difunde nuevamente en la solución tan rápido como se forma, por lo que una prueba negativa usando tubos Durham no indica importancia fisiológica decisiva.
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