Terapia del diario
La terapia del diario es una terapia de escritura que se centra en las experiencias, pensamientos y sentimientos internos del escritor. Este tipo de terapia utiliza la escritura reflexiva que permite al escritor obtener claridad mental y emocional, validar experiencias y llegar a una comprensión más profunda de sí mismo. La terapia de diario también se puede utilizar para expresar material difícil o acceder a materiales previamente inaccesibles.
Al igual que otras formas de terapia, la terapia del diario se puede utilizar para curar los problemas emocionales o físicos de un escritor o para superar un trauma, como una enfermedad, una adicción o problemas de relación, entre otros. La terapia de diario puede complementar una terapia en curso, o puede tener lugar en una terapia de grupo o una terapia autodirigida.
Breve historia
Ira Progoff creó el programa intensivo de redacción de diarios en 1966 en Nueva York. El método del diario intensivo es una forma estructurada de escribir sobre la naturaleza que permite al escritor lograr un crecimiento espiritual y personal. Este método consiste en una carpeta de hojas sueltas de tres anillas con cuatro secciones codificadas por colores: dimensión de vida, dimensión de diálogo, dimensión de profundidad y dimensión de significado. Estas secciones se dividen en varias subsecciones. Algunas de estas subsecciones incluyen temas como carrera, sueños, cuerpo y salud, intereses, eventos y significado en la vida. Progoff creó la revista intensiva para que trabajar en una parte de la revista a su vez estimule a uno a trabajar en otra parte de la revista, lo que lleva a diferentes puntos de vista, conciencia y conexiones entre los temas. El método del diario intensivocomenzó con el registro de la sesión en un registro diario.
El campo de la terapia de diario llegó a un público más amplio en la década de 1970 con la publicación de tres libros, a saber, At a Journal Workshop (1978) de Progoff, One to One: Self-Understanding Through Journal Writing de Christina Baldwin (1977) y The New Journal de Tristine Rainer. Diario (1978).
En 1985, la psicoterapeuta y pionera de la terapia con diarios, Kathleen Adams, comenzó a ofrecer talleres de diarios, diseñados como un proceso de autodescubrimiento.
En la década de 1990, James W. Pennebaker publicó múltiples estudios que afirmaban que escribir sobre problemas o traumas emocionales generaba beneficios para la salud tanto física como mental. Estos estudios llamaron más la atención sobre los beneficios de la escritura como terapia.
En la década de 2000, se llevaron a cabo talleres de terapia de diarios en la Casa de Diálogo de Progoff, el Centro de Terapia de Diarios de Adams y se entregaron certificados a través de instituciones educativas. Generalmente, los terapeutas de revistas obtienen un título avanzado en psicología, consejería, trabajo social u otro campo y luego ingresan a un programa de acreditación o un programa de estudio independiente.
Efectos
La terapia del diario es una forma de terapia expresiva que se utiliza para ayudar a los escritores a comprender mejor los problemas de la vida y cómo pueden afrontarlos o solucionarlos. Los beneficios de la escritura expresiva incluyen beneficios para la salud a largo plazo, como mejor salud física y emocional autoinformada, mejor sistema inmunológico, funcionamiento hepático y pulmonar, mejor memoria, reducción de la presión arterial, menos días en el hospital, menos visitas al médico relacionadas con el estrés, mejor estado de ánimo y mayor bienestar psicológico. Otros efectos terapéuticos de la terapia del diario incluyen la expresión de sentimientos, lo que puede conducir a una mayor autoconciencia y aceptación y, a su vez, puede permitir que el escritor cree una relación consigo mismo. Los efectos a corto plazo de la escritura expresiva incluyen mayor angustia y excitación psicológica.
Práctica
Muchos psicoterapeutas incorporan la "tarea" del diario en su terapia, pero pocos se especializan en la terapia del diario. La terapia de diario a menudo comienza con el cliente escribiendo uno o dos párrafos al comienzo de una sesión. Estos párrafos reflejarían cómo se siente el cliente o qué está pasando en su vida y marcarían la dirección de la sesión. Luego, la terapia del diario funciona para guiar al cliente a través de diferentes ejercicios de escritura. Posteriormente, el terapeuta y el cliente discuten la información revelada en el diario. En este método, el terapeuta a menudo asigna una "tarea" de diario que debe completarse para la próxima sesión. La terapia de diario también se puede proporcionar a los grupos.
Técnicas
La terapia del diario consta de muchas técnicas o ejercicios de escritura. En todas las técnicas de terapia de diario, se anima al escritor a fechar todo, escribir rápido, mantener escritos y decir siempre la verdad completa. Algunas de las técnicas de terapia de diario son las siguientes:piqueSe fomenta la catarsis al permitir que un escritor escriba sobre cualquier cosa durante un período designado, como cinco minutos o diez minutos.LizaEl escritor escribe cualquier cantidad de elementos conectados para ayudar a priorizar y organizar.Momentos captadosEl escritor intenta describir completamente la esencia y la experiencia emocional de un recuerdo.cartas no enviadasEsto intenta silenciar al censor interno de un escritor; se puede utilizar en un proceso de duelo o para superar traumas, como el abuso sexual.DiálogoEl escritor crea ambos lados de una conversación que involucra cualquier cosa, incluidos, entre otros, personas, el cuerpo, eventos, situaciones, tiempo, etc.ComentarioImportante para la terapia del diario ya que la retroalimentación hace que el escritor sea consciente de sus sentimientos; también le permite al escritor reconocer, aceptar y reflexionar sobre lo que ha escrito antes (pensamientos, sentimientos, etc.).
Entorno
Se debe crear y proporcionar un entorno tranquilo y privado durante todo el proceso de redacción de la revista. Este ambiente debe contener características o elementos que puedan hacer que el escritor se sienta bien, como música, velas, una bebida caliente, etc. Para hacer la transición a la escritura, se puede iniciar una sesión de redacción de un diario con un dibujo o un boceto. Después de escribir un diario, se debe hacer algo activo, como correr, caminar, estirarse, respirar, etc. o algo agradable como tomar un baño de burbujas, hornear galletas, escuchar música, hablar con alguien, etc.
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