Techo a dos aguas holandés

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Casa con techo dorado holandés en Schleswig-Holstein, Alemania
Un tejado a dos aguas holandés o tejado a dos aguas (en Gran Bretaña) es un tejado con un pequeño hastial en la parte superior de un tejado a cuatro aguas. El término «hastial holandés» también se utiliza para referirse a un hastial con parapetos. Algunas fuentes lo denominan tejado a dos aguas sobre cuatro aguas.
Holandés obras de techo de Padmanabhapuram Palace en India
Un tejado holandés a dos aguas combina ambos tipos de techo, a la vez que añade un interés arquitectónico adicional. Una desventaja de un tejado a cuatro aguas es su reducido espacio de ático para una inclinación dada, en comparación con un tejado a dos aguas simple. En climas mediterráneos con menor carga de nieve, las pendientes elevadas y su mayor consumo de materiales y mano de obra son innecesarias. Los tejados a dos aguas simples también presentan problemas, ya que los aleros bajos, posibilitados por un tejado a cuatro aguas de poca pendiente, ofrecen la posibilidad de sombra y protección contra la lluvia mediante un alero o un porche enrejado. La sombra que estos crean mantiene la estructura más fresca, el espacio cubierto es un lugar atractivo para relajarse y escapar del calor atrapado en el interior, y la sombra que crean los aleros reduce considerablemente la humedad del suelo. Esto inhibe tanto la descomposición de los cimientos como la aparición de termitas subterráneas, comunes en estas zonas.

Historia

Los tejados a dos aguas ya eran comunes en Flandes en el siglo XVI, fruto de la tradición arquitectónica de una región de clima lluvioso donde el material de construcción más accesible era el ladrillo. La relativa escasez de madera hizo que su uso tendiera a optimizarse, combinando la necesidad de contar con tejados eficaces y la posibilidad de habilitar áticos habitables. La expansión colonial holandesa propició la construcción de este tipo de tejado en otras zonas del mundo, especialmente en los asentamientos del Cabo y en la costa atlántica de Estados Unidos, en los alrededores de la pequeña ciudad de Nueva Ámsterdam, que con el tiempo acabaría convirtiéndose en la ciudad de Nueva York.El legado arquitectónico holandés fue retomado por los diseñadores de viviendas angloamericanos a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando prevaleció una corriente que tendía a recuperar los estilos tradicionales en la construcción de lujosas villas rurales. Esta tendencia se ha mantenido a lo largo del siglo XX, de modo que el tejado holandés se ha convertido en un elemento de diseño de numerosas viviendas unifamiliares suburbanas en ciudades de todo el mundo.

Véase también

  • Lista de formas de techo
  • Tejado de cadera mediana o holandesa, que también combina elementos de la cadera y la gable, pero con la gable debajo de la cadera.
  • Tejado oriental de cadera y cable


Referencias

  1. ^ Virginia Savage McAlester (2013). Guía de campo para las casas americanas. Nueva York: Alfred A. Knopf, xvii.
  2. ^ Gelernter, Mark (1999). Historia de la arquitectura americana: edificios en su contexto cultural y tecnológico. Hanover: University Press of New England. ISBN 0-87451-940-3 OCLC 40359473.


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