Sutra de la imágen de Vajra

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El Vajraśekhara Sūtra es un tantra budista importante utilizado en las escuelas de budismo Vajrayāna, pero puede referirse a varias obras diferentes. En particular, un ciclo de 18 textos estudiados por Amoghavajra, que incluía tanto el Tattvasaṃgraha Tantra como el Guhyasamaja Tantra, un texto tibetano que parece estar compuesto por dos obras agrupadas y, para confundir aún más las cosas en la escuela japonesa Shingon, se conoce el Sarvatathāgatatattvasaṃgraha Tantra. por este nombre. En tibetano se considera que es el principal representante de la clase de textos Yogatantra.

Esquema

El tantra comienza con el Buda Vairocana predicando el Dharma a una gran multitud de Bodhisattvas, incluido Vajrasattva, en la Tierra Pura de Akanishta. Mientras predica el Dharma, el Príncipe Sarvarthasiddhi, el nombre esotérico del Buda, Siddhartha Gautama, está meditando bajo el Árbol Bodhi. La iluminación es inminente, pero el Príncipe aún no la ha alcanzado porque todavía está apegado de alguna manera a sus prácticas ascéticas abandonadas. Desesperado por su incapacidad para encontrar la iluminación, es visitado por figuras budistas que recién estaban aprendiendo el Dharma de Vairocana.

Estas mismas deidades proceden a enseñarle un camino más directo a la Iluminación a través del ritual tántrico. Luego, el tantra detalla los rituales utilizados para actualizar el Dharma. Estos rituales ayudan a formar la base del ritual tántrico en el budismo Shingon, incluidas prácticas como la meditación en la luna llena y el uso de ciertos mantras.

Este tantra también presenta el Mandala del Reino del Diamante como un enfoque para las prácticas meditativas y su uso en el ritual de iniciación abhiseka. Como el príncipe ahora ha experimentado la Iluminación, asciende al Monte Sumeru y construye el Mandala del Reino del Diamante e inicia y convierte a los bodhisattvas allí reunidos, uno por uno, en deidades tántricas que constituyen el Mandala.

En el ritual tántrico, el maestro asume el papel del Príncipe que construye el Mandala, mientras que el maestro y el alumno repiten mantras específicos en forma de diálogo. El estudiante, que tiene los ojos vendados, lanza una flor sobre el mandala que se construye, y donde aterriza (es decir, qué deidad) ayuda a dictar dónde debe enfocar el estudiante su devoción en el camino tántrico. A partir de ahí, se quita la venda de los ojos del estudiante y se coloca un vajra en la mano.