Superpotencia energética
Una superpotencia energética es un país que suministra grandes cantidades de recursos energéticos (petróleo crudo, gas natural, carbón, etc.) a un número significativo de otros países y, por lo tanto, tiene el potencial de influir en los mercados mundiales para obtener una ventaja política o económica. Rusia es la superpotencia energética más ampliamente descrita del mundo. Otros países a los que a veces se hace referencia incluyen Arabia Saudita, Canadá, Venezuela e Irán. Se dice que Estados Unidos es una superpotencia energética potencial debido a sus grandes reservas de gas de esquisto.
El estatus de superpotencia energética podría ejercerse, por ejemplo, influyendo significativamente en el precio en los mercados mundiales o reteniendo los suministros. El estatus de "superpotencia energética" no debe confundirse con el de "superpotencia".
Superpoderes energéticos
Las reservas de gas natural de Rusia han ayudado a darle el título de superpotencia energética. Sin embargo, este estatus ha sido cuestionado por algunos. Como dice Vladimir Milov, del Carnegie Endowment for International Peace:
El concepto de "superpotencia energética" es una ilusión sin base en la realidad. Quizás lo más peligroso es que no reconoce la dependencia mutua entre Rusia y los consumidores de energía. Debido a los conflictos políticos y la disminución de la producción, es probable que en el futuro se produzcan interrupciones en el suministro a Europa. Como resultado, es probable que las compañías de gas europeas exijan algún día la eliminación de las condiciones de pago o aceptación en sus contratos rusos. Esto amenazaría la capacidad de endeudamiento de Gazprom. El intento de Putin de utilizar la energía para aumentar la influencia rusa podría resultar contraproducente a largo plazo.
Según Manik Talwani, geofísico de la Universidad Rice, hay dos países que tienen más probabilidades de unirse a Arabia Saudita para alcanzar el estatus de superpotencia petrolera: Venezuela y Canadá. Citando sus enormes reservas potenciales (1,2 billones de barriles potenciales para Venezuela y 1,75 billones para las arenas bituminosas de Canadá), Talwani cree que tienen las reservas para convertirse en superpotencias energéticas en las próximas décadas a medida que la producción de petróleo disminuye en otros lugares. Sin embargo, como señala Talwani, ambos necesitan 100.000 millones de dólares o más para aumentar sus niveles de producción hasta los de las verdaderas superpotencias energéticas.
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