Sistema nervioso periférico

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El sistema nervioso periférico (SNP) es uno de los dos componentes que conforman el sistema nervioso de los animales bilaterales, siendo la otra parte el sistema nervioso central (SNC). El SNP consiste en los nervios y ganglios fuera del cerebro y la médula espinal. La función principal del SNP es conectar el SNC con las extremidades y los órganos, sirviendo esencialmente como enlace entre el cerebro y la médula espinal y el resto del cuerpo. A diferencia del SNC, el SNP no está protegido por la columna vertebral y el cráneo, ni por la barrera hematoencefálica, lo que lo deja expuesto a toxinas y lesiones mecánicas.

El sistema nervioso periférico se divide en sistema nervioso somático y sistema nervioso autónomo. En el sistema nervioso somático, los nervios craneales forman parte del SNP a excepción del nervio óptico (nervio craneal II), junto con la retina. El segundo nervio craneal no es un verdadero nervio periférico sino un tracto del diencéfalo. Los ganglios de los nervios craneales se originaron en el SNC. Sin embargo, los diez axones restantes de los nervios craneales se extienden más allá del cerebro y, por lo tanto, se consideran parte del SNP. El sistema nervioso autónomo ejerce un control involuntario sobre el músculo liso y las glándulas. La conexión entre el SNC y los órganos permite que el sistema se encuentre en dos estados funcionales diferentes: simpático y parasimpático.

Estructura

El sistema nervioso periférico se divide en sistema nervioso somático y sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso somático está bajo control voluntario y transmite señales desde el cerebro a órganos terminales como los músculos. El sistema nervioso sensorial es parte del sistema nervioso somático y transmite señales de los sentidos como el gusto y el tacto (incluido el tacto fino y el tacto grueso) a la médula espinal y al cerebro. El sistema nervioso autónomo es un sistema 'autorregulador' que influye en la función de los órganos fuera del control voluntario, como el ritmo cardíaco o las funciones del sistema digestivo.

Sistema nervioso somático

El sistema nervioso somático incluye el sistema nervioso sensorial y el sistema somatosensorial y consta de nervios sensoriales y nervios somáticos, y muchos nervios que tienen ambas funciones.

En la cabeza y el cuello, los nervios craneales transportan datos somatosensoriales. Hay doce nervios craneales, diez de los cuales se originan en el tronco encefálico y controlan principalmente las funciones de las estructuras anatómicas de la cabeza con algunas excepciones. Un nervio craneal único es el nervio vago, que recibe información sensorial de los órganos del tórax y el abdomen. El nervio accesorio es responsable de inervar los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, ninguno de los cuales está exclusivamente en la cabeza.

Para el resto del cuerpo, los nervios espinales son responsables de la información somatosensorial. Estos surgen de la médula espinal. Por lo general, estos surgen como una red ("plexo") de raíces nerviosas interconectadas que se organizan para formar nervios únicos. Estos nervios controlan las funciones del resto del cuerpo. En los humanos, hay 31 pares de nervios espinales: 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo. Estas raíces nerviosas se nombran de acuerdo con las vértebras espinales a las que están adyacentes. En la región cervical, las raíces nerviosas espinales salen por encima de las vértebras correspondientes (es decir, la raíz nerviosa entre el cráneo y la primera vértebra cervical se llama nervio espinal C1). Desde la región torácica hasta la región coccígea, las raíces nerviosas espinales salen por debajolas vértebras correspondientes. Es importante tener en cuenta que este método crea un problema al nombrar la raíz del nervio espinal entre C7 y T1 (por lo que se llama raíz del nervio espinal C8). En la región lumbar y sacra, las raíces nerviosas espinales viajan dentro del saco dural y viajan por debajo del nivel de L2 como la cauda equina.

Nervios espinales cervicales (C1-C4)

Los primeros 4 nervios espinales cervicales, C1 a C4, se dividen y se recombinan para producir una variedad de nervios que sirven al cuello y la parte posterior de la cabeza.

El nervio espinal C1 se denomina nervio suboccipital y proporciona inervación motora a los músculos de la base del cráneo. C2 y C3 forman muchos de los nervios del cuello y proporcionan control sensorial y motor. Estos incluyen el nervio occipital mayor, que brinda sensibilidad a la parte posterior de la cabeza, el nervio occipital menor, que brinda sensibilidad al área detrás de las orejas, el nervio auricular mayor y el nervio auricular menor.

El nervio frénico es un nervio esencial para nuestra supervivencia que surge de las raíces nerviosas C3, C4 y C5. Suministra el diafragma torácico, lo que permite la respiración. Si la médula espinal se secciona por encima de C3, no es posible la respiración espontánea.

Plexo braquial (C5-T1)

Los últimos cuatro nervios espinales cervicales, C5 a C8, y el primer nervio espinal torácico, T1, se combinan para formar el plexo braquial, o plexo braquial, un conjunto enredado de nervios, que se dividen, combinan y recombinan, para formar los nervios que sirven al miembro superior y parte superior de la espalda. Aunque el plexo braquial puede parecer enredado, está muy organizado y es predecible, con poca variación entre las personas. Ver lesiones del plexo braquial.

Plexo lumbosacro (L1-Co1)

Las divisiones anteriores de los nervios lumbares, los nervios sacros y el nervio coccígeo forman el plexo lumbosacro; el primer nervio lumbar suele estar unido por una rama del duodécimo torácico. A efectos descriptivos, este plexo suele dividirse en tres partes:

Sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo (SNA) controla las respuestas involuntarias para regular las funciones fisiológicas. El cerebro y la médula espinal del sistema nervioso central están conectados con órganos que tienen músculo liso, como el corazón, la vejiga y otros órganos relacionados con el corazón, exocrinos y endocrinos, mediante neuronas ganglionares. Los efectos fisiológicos más notables de la actividad autonómica son la constricción y dilatación de la pupila y la salivación de la saliva. El sistema nervioso autónomo siempre está activado, pero se encuentra en estado simpático o parasimpático. Dependiendo de la situación, un estado puede eclipsar al otro, dando como resultado la liberación de diferentes tipos de neurotransmisores.

Sistema nervioso simpático

El sistema simpático se activa durante una situación de “lucha o huida” en la que se encuentra estrés mental o peligro físico. Se liberan neurotransmisores como la norepinefrina y la epinefrina, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y el flujo sanguíneo en ciertas áreas como los músculos, al tiempo que disminuye las actividades de funciones no críticas para la supervivencia, como la digestión. Los sistemas son independientes entre sí, lo que permite la activación de ciertas partes del cuerpo, mientras que otras permanecen en reposo.

Sistema nervioso parasimpático

Principalmente utilizando el neurotransmisor acetilcolina (ACh) como mediador, el sistema parasimpático permite que el cuerpo funcione en un estado de "descanso y digestión". En consecuencia, cuando el sistema parasimpático domina el cuerpo, aumenta la salivación y las actividades en la digestión, mientras que la frecuencia cardíaca y otras respuestas simpáticas disminuyen. A diferencia del sistema simpático, los humanos tienen algunos controles voluntarios en el sistema parasimpático. Los ejemplos más destacados de este control son la micción y la defecación.

Sistema nervioso entérico

Existe una división menos conocida del sistema nervioso autónomo conocida como sistema nervioso entérico. Ubicado solo alrededor del tracto digestivo, este sistema permite el control local sin la intervención de las ramas simpáticas o parasimpáticas, aunque aún puede recibir y responder a las señales del resto del cuerpo. El sistema entérico es responsable de varias funciones relacionadas con el sistema gastrointestinal.

Enfermedad

Las enfermedades del sistema nervioso periférico pueden ser específicas de uno o más nervios, o afectar al sistema en su conjunto.

Cualquier nervio periférico o raíz nerviosa puede dañarse, lo que se denomina mononeuropatía. Tales lesiones pueden deberse a lesiones, traumatismos o compresión. La compresión de los nervios puede ocurrir debido a una masa tumoral o lesión. Alternativamente, si un nervio está en un área con un tamaño fijo, puede quedar atrapado si los otros componentes aumentan de tamaño, como el síndrome del túnel carpiano y el síndrome del túnel tarsiano. Los síntomas comunes del síndrome del túnel carpiano incluyen dolor y entumecimiento en los dedos pulgar, índice y medio. En la neuropatía periférica, la función de uno o más nervios se daña a través de una variedad de medios. El daño tóxico puede ocurrir debido a la diabetes (neuropatía diabética), el alcohol, los metales pesados ​​u otras toxinas; algunas infecciones; condiciones autoinmunes e inflamatorias tales como amiloidosis y sarcoidosis.La neuropatía periférica se asocia con una pérdida sensorial en una distribución de "guante y media" que comienza en la periferia y progresa lentamente hacia arriba, y también puede estar asociada con dolor agudo y crónico. La neuropatía periférica no solo se limita a los nervios somatosensoriales, sino también al sistema nervioso autónomo (neuropatía autónoma).