Shock (economía)
En economía, un shock es un evento inesperado o impredecible que afecta una economía, ya sea positiva o negativamente. Técnicamente, es un cambio impredecible en factores exógenos, es decir, factores no explicados por un modelo económico, que pueden influir en las variables económicas endógenas.
La respuesta de las variables económicas, como el PIB y el empleo, en el momento del shock y en momentos posteriores, se mide mediante una función de respuesta de impulso.
Tipos de choques
Un shock tecnológico es el que resulta de un desarrollo tecnológico que afecta la productividad.
Si la perturbación se debe a una oferta restringida, se denomina perturbación de la oferta y, por lo general, provoca aumentos de precio para un producto en particular. Se pueden producir choques de oferta cuando ocurren accidentes o desastres. La crisis del gas de Australia Occidental de 2008 como resultado de la explosión de un oleoducto en la isla de Varanus es un ejemplo.
Un choque inflacionario ocurre cuando los precios de las materias primas aumentan repentinamente (p. ej., después de una disminución de los subsidios del gobierno) mientras que no todos los salarios se ajustan inmediatamente en toda la sociedad (esto resulta en una pérdida temporal del poder adquisitivo de muchos consumidores); o que los costos de producción comiencen a exceder los ingresos corporativos (por ejemplo, luego de aumentos en los precios de la energía).
Un shock de demanda es un cambio repentino del patrón del gasto privado, especialmente del gasto de consumo de los consumidores o del gasto de inversión de las empresas.
Un shock de política monetaria ocurre cuando un banco central cambia, sin previo aviso, su patrón de tasa de interés o control de la oferta monetaria. Un shock de política fiscal es un cambio inesperado en el gasto público o en los montos de los impuestos.
Un choque de preferencias es un cambio en las preferencias sobre el consumo o el ocio.
Un shock de noticias es un cambio en las expectativas actuales del progreso tecnológico futuro, que podría ser inducido por nueva información sobre desarrollos tecnológicos potenciales.
En el contexto de la microeconomía, los shocks también se estudian a nivel de los hogares, como los shocks de salud, ingresos y consumo. Los shocks económicos individuales y domésticos negativos pueden resultar de la pérdida de empleo, por ejemplo, mientras que los shocks positivos pueden provenir de ganar la lotería. Por ejemplo, en la microeconomía del desarrollo se estudia la relación entre las perturbaciones en los ingresos de los hogares y los niveles de consumo de los hogares para comprender la capacidad de un hogar para asegurarse (probando la hipótesis del seguro completo).
Impacto político
Los shocks económicos impactan en la preferencia política. La experiencia de shocks negativos como la pérdida de empleo hace que las personas favorezcan políticas redistributivas y políticas sociales más amplias. Cierta evidencia muestra que los impactos económicos negativos hacen que las personas pierdan la fe en los sistemas políticos, aunque esta erosión de la confianza suele ser temporal y se recupera con el tiempo. Una pequeña parte de los votantes puede cambiar sus patrones de votación en respuesta a la conmoción, que puede incluir el apoyo a candidatos y políticas que son antisistema, populistas, de izquierda o que dejan de participar en el proceso electoral. Los shocks económicos positivos están vinculados a un aumento de la confianza en las instituciones gubernamentales.
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