Septizodio
41°53′07″N 12°29′20″E / 41.8854, -12.4889


El Septizodium (también llamado Septizonium o Septicodium) era un edificio de la antigua Roma. Fue construido en el año 203 d. C. por el emperador Septimio Severo. El origen del nombre "Septizodium" proviene de Septisolium, del latín templo de los siete soles, y probablemente recibió ese nombre por las siete deidades planetarias (Saturno, Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus) o por el hecho de que originalmente estaba dividido en siete partes. El edificio no tenía ningún propósito práctico conocido y probablemente estaba destinado a ser una fachada decorativa, conocida como ninfeo. Las fuentes antiguas y medievales describen su propósito como impresionar a los compatriotas norteafricanos de Severo cuando entraran en la ciudad, ya que estaba ubicado en el lugar donde la Vía Apia pasa por el Palatino y conduce al este hacia el Foro Romano. Se conocen otros ejemplos de septizodia, todos ellos de África.
Ammiano Marcelino se refiere al edificio en un pasaje ambiguo: "La plebe... se había reunido en el Septemzodium, un lugar popular, donde Marco Aurelio construyó un Ninfeo en un estilo bastante ostentoso".
En el siglo VIII, el edificio ya estaba en ruinas y había sido incorporado a una de las numerosas fortalezas señoriales de la ciudad medieval, en manos de la familia Frangipani en los siglos XII y XIII. En agosto de 1241, tras la muerte del papa Gregorio IX, los 11 cardenales que habían logrado entrar en Roma a través de las líneas del ejército del emperador Federico II se reunieron en el destartalado palacio del Septizodium. La elección, que duró dos meses, fue ardua, no sólo por la profunda crisis política sino también por las penurias físicas. Hacía un calor espantoso y la lluvia se filtraba por el techo de la cámara cardenalicia, mezclándose con la orina de los guardias de Matteo Rosso Orsini sobre las tejas. Uno de los cardenales enfermó y murió. El nuevo papa, Celestino IV, también estaba muy agotado y murió 16 días después de su elección.
En 1588, durante el reinado del Papa Sixto V, la fachada oriental del edificio fue demolida bajo la dirección de Domenico Fontana. Las piedras obtenidas se utilizaron para la base del Obelisco Flaminio de la Piazza del Popolo, la restauración de la Columna de Marco Aurelio, la tumba del Papa en Santa María la Mayor y otras estructuras.