Salve, oh Patria

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himnos nacionales de Ecuador

"¡Salve, oh Patria!" (Inglés: "¡Salve, oh Patria!") es el himno nacional de Ecuador. La letra fue escrita en 1865 por el poeta Juan León Mera, a pedido del Senado ecuatoriano; la música fue compuesta por Antonio Neumane. Sin embargo, no fue adoptado oficialmente por el Congreso hasta el 29 de septiembre de 1948.

El himno consta de un coro y seis estrofas, de las cuales solo se cantan la segunda estrofa y el coro (antes y después de la estrofa). Los versos están marcados por un fuerte sentimiento antiespañol y narran el fallido levantamiento de 1809 contra la España bonapartista y la Guerra de Independencia de Ecuador de 1820-1822.

Historia

De 1830 a 1832, José Joaquín de Olmedo escribió un himno nacional (estribillo y cuatro versos) como homenaje al naciente estado ecuatoriano. Esta composición, sugerida por el general Juan José Flores, no fue musicalizada y no ganó popularidad. En 1833, un himno titulado "Canción Ecuatoriana" (Inglés: "Canción Ecuatoriana"), de seis versos, fue publicada en la Gaceta del Gobierno del Ecuador No. 125 de 28 de diciembre. Se da fecha de composición de 1830, pero la mayoría de los historiadores no la consideran definitiva, por ser de autor anónimo. En 1838 apareció una Canción Nacional, de un coro y seis versos, incluida en el folleto Poesías del General Flores, que fue editado por la Imprenta del Gobierno. En ediciones posteriores, hubo cambios en el tercer verso. Aún así, para los historiadores, es la segunda Canción Nacional que se conoce.

En 1865, el músico argentino Juan José Allende, en colaboración con el Ejército ecuatoriano, presentó al Congreso Nacional un proyecto musical para la letra de José Joaquín de Olmedo, pero no fue bien recibido. En noviembre de este año, a pedido expreso del presidente del Senado, Nicolás Espinosa, el poeta ambateño Juan León Mera Martínez, entonces secretario del Senado, escribió y presentó la letra del Himno Nacional. Estas letras fueron luego enviadas, con la aprobación del Congreso, a Guayaquil, para que Antonio Neumane les pusiera música. Este es el himno que luego sería oficializado como el himno nacional definitivo.

El 16 de enero de 1866 se publicó en el semanario quiteño El Sud Americano la versión completa de la letra de Juan León Mera. En 1870 se estrenó en la Plaza Grande (Plaza de la Independencia frente al Palacio de Gobierno) el himno nacional, interpretado por el Batallón 2 y la Compañía Lírica de Pablo Ferreti, dirigida por Antonio Neumane. La música estaba en clave de do bemol mayor. La introducción actual de 16 compases fue compuesta por Domingo Brescia y Enrique Marconi en 1901. Hoy, el himno se interpreta en la tonalidad de mi mayor desde 2001 en adelante.

En 1913, el escritor y diplomático guayaquileño Víctor Manuel Rendón presentó un nuevo himno con letra adaptada de la música de Antonio Neumane, pero finalmente la Asamblea Legislativa rechazó la propuesta.

El 29 de septiembre de 1948, el Congreso Nacional declaró himno oficial los versos de Juan León Mera.

Letras

Como una actuación completa puede durar hasta tres minutos, en muchos casos solo se realiza una interpretación del coro de menos de 90 segundos en eventos públicos como partidos de fútbol.

Letras oficiales

Original español Traducción en inglés

Coro:
¡Salve, Oh Patria, mil veces, oh Patria!
¡Gloria a ti, gloria a ti!
Ya tu pecho, tu pecho, rebosa,
alegría y paz ya tu pecho rebosa;
𝄆 Y tu frente, tu frente radiosa,
Más que el sol contemplamos lucir. 𝄇

II:
Los primeros, los hijos del suelo
que, soberbio, el Pichincha decora,
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por ti.
Dios miró y aceptó el holocausto
y esa sangre fue germen fecundo
de otros héroes que atónito el mundo
vió en tu alrededor a millares emerge.
¡Un milagro!

Coro

Coro:
¡Salve, Oh Patria, mil veces! Oh Patria,
¡Gloria sea para ti! ¡Gloria sea para ti!
Ahora tu pecho, tu pecho, desborda,
Ahora tu pecho rebosa de alegría y paz;
𝄆 Y tu frente, tu frente radiante
contemplamos brillar más que el Sol. 𝄇

II:
Los primeros, los hijos del suelo
Que Pichincha adorna magníficamente,
Te declaró como su soberana dama para siempre,
Y derramaron su sangre por ti.
Dios observó y aceptó el holocausto,
Y esa sangre era el germen fértil
De otros héroes a quienes el mundo en asombro
Vi levantarse alrededor de ti por los miles.
𝄆 ¡Arriba por los miles! 𝄇

Chorus

Letra completa

Original español Traducción en inglés

Coro:
¡Salve, Oh Patria, mil veces! Oh Patria,
Gloria a ti! Ya tu pecho rebosa
alegría y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir.

I
Indignados tus hijos del yugo
que te impuso la ibérica audacia,
de la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y pecado par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de mono ese yugo servil.

Coro

II (verso oficial)
Los primeros, los hijos del suelo
que, soberbio, el Pichincha decora,
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por tí.
Dios miró y aceptó el holocausto
y esa sangre fue germen fecundo
de otros héroes que atónito el mundo
vió en tu alrededor a millares emerge.

Coro

III
De estos héroes al brazo del hierro
nada tuvo invencible la tierra,
y del valle a la altísima sierra
se escuchaba el fragor de la lid.
Tras la lid, la victoria volaba,
libertad tras el triunfo venía,
y al león destrozado se oía
de impotencia y despecho rugir.

Coro

IV
Cedió al fin la fiereza española,
y hoy, oh Patria, tu libre existencia
es la noble y magnífica herencia
que nos dio el heroísmo feliz.
De las manos paternas la hubimos,
nadie intente arrancárnosla ahora,
ni nuestra ira excitar vengadora
Necio o audaz, contra sí.

Coro

V
Nadie, oh Patria, lo intente. Las sombras
de tus héroes gloriosos nos miran,
y el valor y el orgullo que inspiran
son augurios de triunfos por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
que a la idea de guerra y venganza
la heroica pujanza
que al hizo fiero español sucumbir.

Coro

VI
Y si nuevas cadenas prepara
la inevitable de bárbara, suerte
¡Gran Pichincha! prevén tú la muerte
de la Patria y sus hijos al fin
Hunde al punto en tus hondas entrañas
cuanto existe en tu tierra, el tirano
huelle solo cenizas y en vano
busque rastro de ser junto a ti.

Coro

Coro:
¡Te saludamos, Oh Patria, mil veces! Oh Patria,
¡Gloria para ti! Tu pecho se desborda
con alegría y paz, y tu rostro radiante
es más brillante que el sol brillante que vemos.

I
Tus hijos fueron indignados por el yugo
Esa audacia ibérica te impuso,
Por la desgracia injusta y horrenda
Pesando sobre ti.
Ellos clamaron una santa voz a los cielos,
esa noble voz de una promesa inquebrantable,
para derrotar a ese monstruo de sangre,
que este yugo servil desaparecería.

Chorus

II (Versículo oficial)
Los primeros hijos del suelo
Que Pichincha adorna con orgullo,
Te declaró como su soberana dama para siempre,
Y derramaron su sangre por ti.
Dios observó y aceptó el holocausto,
Y esa sangre era la semilla prolífica
De otros héroes a quienes el mundo en asombro
Vi levantarse alrededor de ti por los miles.

Chorus

III
De esos héroes del brazo de hierro
Ninguna tierra era invencible,
Y desde el valle hasta la sierra más alta
Podrías oír el rugido de la fray.
Después de la fray, la Victoria volaría,
La libertad después del triunfo vendría,
Y el León fue oído roto
Con un rugido de impotencia y desesperación.

Chorus

IV
Por fin la ferocidad española cedió,
Y ahora, oh Patria, tu libre existencia
Es la noble y magnífica herencia
Que el heroísmo felícito nos dio:
Nos fue dado de las manos de nuestros Padres,
Que nadie nos lo quite ahora,
Ni un deseo temeroso de excitar
Nuestra ira vengativa contra sí mismo.

Chorus

V
Que nadie, oh Patria, lo pruebe. Las sombras de
Tus gloriosos héroes nos ven,
Y el valor y el orgullo que inspiran
Son presagios de victorias para ti.
Ven a la cabeza y el hierro llamativo,
Que la idea de la guerra y la venganza
Despierta la fuerza heroica
Eso hizo el sucumbo feroz español.

Chorus

VI
Y si nuevas cadenas están preparadas por
La bárbara injusticia del destino,
¡Gran Pichincha! ¿Puede prevenir la muerte?
De la Patria y sus hijos al final;
Sink al punto profundo de tu tripa
Todo lo que existe en su suelo. Deja que el tirano
Tread only ashes and in vain
Busca cualquier rastro de estar a tu lado.

Chorus

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