Riccardo Galeazzi-Lisi

Riccardo Galeazzi-Lisi (26 de julio de 1891 - 29 de noviembre de 1968) fue un médico italiano que se desempeñó como médico personal del Papa Pío XII desde 1939 hasta su despido en 1958. Durante su servicio en el Vaticano fue titulado oficialmente "Archiatra Pontificio". El Papa también lo nombró miembro honorario de la Academia Pontificia de Ciencias. Logró estar presente en la muerte de Pío XII en 1958 y en este contexto creó un escándalo con su intento de publicar fotografías e historias sobre el pontífice moribundo. También fue miembro de la Sociedad Internacional de Historia de la Medicina.
Vida personal
Nacido en Roma, Galeazzi-Lisi era medio hermano del influyente arquitecto y banquero Conde Enrico Galeazzi-Lisi, quien jugó un papel decisivo en las excavaciones bajo la Basílica de San Pedro.
Controversia
Después de la muerte de Pío XII, Galeazzi-Lisi entregó un artículo y fotografías del Papa muerto a una revista francesa, Paris Match, y a una revista italiana. También intentó publicar un diario que había compuesto de los últimos cuatro días de Pío XII. En una polémica rueda de prensa, Galeazzi-Lisi describió con gran detalle el embalsamamiento del cuerpo del difunto Pontífice. Afirmó haber utilizado el mismo sistema de aceites y resinas, con el que se conservó el cuerpo de Jesucristo. Sin embargo, según Galeazzi-Lisi, el calor en las salas donde yacía el cuerpo del difunto Papa provocó reacciones químicas que obligaron a tratarlo dos veces después de la preparación original. A diferencia de todos los papas anteriores a él, el Papa Pío XII no quería que se le extrajeran los órganos vitales de su cuerpo, exigiendo que se mantuviera "en las mismas condiciones en las que Dios lo creó".
Esta novedad, según Galeazzi-Lisi, fue la razón por la que él y el profesor Oreste Nuzzi, un embalsamador de Nápoles, utilizaron un método de embalsamamiento diferente, que se complicó por el intenso calor en Castel Gandolfo durante los preparativos del embalsamamiento. En la rueda de prensa predijo que el sistema de embalsamamiento funcionaría a pleno rendimiento una vez que el cuerpo estuviera encerrado en el ataúd. Dijo que él y el profesor Nuzzi trataron el cuerpo del Pontífice tres veces en total.
El tratamiento fue completamente opuesto al estilo de embalsamamiento ordinario. En lugar de drenar fluidos corporales y mantener el cadáver frío, Galeazzi-Lisi lo cubrió con una bolsa de plástico, dentro de la cual colocó hierbas y especias. Eliminando prácticamente la circulación del aire, aceleró drásticamente la putrefacción anaeróbica. Según la prensa, el cuerpo se descompuso literalmente ante los ojos de los dolientes, durante la procesión de Castel Gandolfo a Roma. A pesar de los esfuerzos de Galeazzi-Lisi, la descomposición era imparable: el cuerpo del Papa habría adquirido un color "verde esmeralda" (o negro, según la fuente). El hedor era tan acre que algunos guardias suizos se desmayaron y tuvieron que ser rotados cada 15 minutos.
Despido y censura
El 20 de octubre de 1958, los cardenales, antes de su cónclave (no el Papa Juan XXIII, como algunos afirmaban, ya que ese día no había ningún Papa) lo destituyeron. A petición de los cardenales reunidos, tuvo que dimitir ese día, 20 de octubre de 1958. Le sucedió como Archiatra Pontificio el profesor Antonio Gasbarrini, que ya formaba parte del equipo médico.
El consejo médico italiano lo censuró por comportamiento poco ético, decisión que logró revertir por motivos de procedimiento. También fue considerado responsable de la difusión prematura de la noticia de la muerte de Pío XII. Supuestamente dijo a los periodistas que esperaban que abriría la ventana del dormitorio papal tan pronto como el Papa muriera. La ventana fue abierta más tarde por una monja desprevenida, lo que desencadenó la noticia de la muerte de Pío mientras aún luchaba por su vida. Por primera vez en la historia de la Iglesia, los medios de comunicación modernos, como la televisión, estaban plenamente presentes y muchos puestos tradicionales en Castel Gandolfo estaban vacantes o carecían de personal.
Galeazzi-Lisi nunca fue culpado oficialmente por sus servicios de embalsamamiento, y el Vaticano nunca lo culpó por la condición médica del Papa, que, como ocurre con todos los demás Papas, estaba en manos de un comité de médicos. Fue castigado por su indiscreción con los medios de comunicación y el mal uso de sus privilegios médicos. También se le prohibió la entrada a la Ciudad del Vaticano de por vida.
En 1960, Galeazzi-Lisi intentó disipar las acusaciones formuladas en su contra, en su libro Dans l'Ombre et la Lumière de Pie XII (A la sombra y a la luz de Pío XII).