Redentor (cristianismo)
En la teología cristiana, a veces se hace referencia a Jesús con el título de Redentor. Esto se refiere a la salvación que se cree que logró y se basa en la metáfora de la redención o "recompra". En el Nuevo Testamento, la redención se usa para referirse tanto a la liberación del pecado como a la libertad del cautiverio.
Aunque los evangelios no usan el título "Redentor", la redención se usa en varias de las cartas de Pablo. Leon Morris dice que "Pablo usa el concepto de redención principalmente para hablar del significado salvador de la muerte de Cristo".
Universalidad
El Nuevo Testamento habla de Cristo como el único Salvador para todas las personas. La Primera Epístola de Juan dice que Jesús es "la propiciación por nuestros pecados y no solamente por los nuestros, sino también por los pecados del mundo" (1 Juan 2:2). Los partidarios de la expiación ilimitada interpretan que esto significa que el papel redentor de Jesús es para todas las personas sin excepción, mientras que los partidarios de la expiación limitada lo interpretan como para todas las personas sin distinción, tanto para los gentiles como para los judíos.
Los primeros cristianos también reconocieron el papel redentor de Jesús como único (sin paralelo), completo (como quien transmite la plenitud de la salvación) y definitivo (más allá de cualquier posibilidad de ser igualado, y mucho menos superado, en su función salvífica). En particular, su papel universal significa que a través de él se vencen las fuerzas letales del mal, se perdonan los pecados, se purifica su contaminación y se hace disponible la nueva existencia como hijos amados y adoptivos de Dios. Este sentido del Nuevo Testamento del papel indispensable y necesario de Cristo para la salvación humana podría resumirse en un nuevo axioma: extra Christum nulla salus ("fuera de Cristo no hay salvación").Este sentido de su papel determinante en todo el drama redentor lo sugiere un hecho: a diferencia del Antiguo Testamento, donde varios seres humanos podían ser llamados "salvadores" (p. ej., Jueces 3: 9, 15 y 31), el Nuevo Testamento da el título de "Salvador" sólo a Dios (ocho veces) ya Cristo (dieciséis veces).
Contenido relacionado
Doce Días de Navidad
Hechos de los Apóstoles
Evangelio de Lucas