Rana (anatomía del caballo)

La rana es una parte del casco del caballo, situada en la parte inferior, que debe tocar el suelo si el caballo está parado sobre un terreno blando. La rana tiene forma triangular y se extiende desde la mitad de los talones hasta los dedos, cubriendo alrededor del 25% de la parte inferior del casco.
La rana es una estructura en forma de V que se extiende hacia adelante a lo largo de aproximadamente dos tercios de la suela. Su espesor crece de adelante hacia atrás y, en la parte posterior, se fusiona con el periplo del talón. En su línea media, tiene un surco central (surco) que se extiende hacia arriba entre los bulbos.
El color de la rana varía entre caballos y puede no tener pigmento, lo que la hace de color crema, o con pigmento, total o parcialmente, que le da un color más oscuro. Su consistencia gomosa sugiere un papel como amortiguador y herramienta de agarre en terrenos duros y lisos. La rana también actúa como una bomba para llevar la sangre de regreso al corazón, a una gran distancia desde la pata relativamente delgada hasta el órgano principal del sistema circulatorio.
En el caballo de establo, la rana no se desgasta sino que se degrada, debido a la actividad bacteriana y fúngica, hasta convertirse en una superficie irregular, suave y cortada. En el caballo que deambula libremente, se endurece hasta adquirir una consistencia de callo con una superficie casi lisa. Para una buena salud, el caballo necesita zonas secas para permanecer de pie. Si se expone a ambientes húmedos o mojados constantemente, la rana desarrollará una infección por hongos llamada aftas.
La rana es anatómicamente análoga a la yema del dedo humano.
Restos de dígitos
Un estudio de 2018 sobre la morfología de las patas de los caballos sugirió que la rana en realidad está compuesta por restos de los dedos II y IV. Esto indica que los caballos no son verdaderamente monodáctilos y postula una formación más compleja del pie del caballo que una simple reducción de los dedos laterales.