Psicología Social

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La psicología social es el estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas se ven influenciados por la presencia de otros, así como las normas sociales internalizadas por las que los humanos están influenciados, incluso cuando están solos. Los psicólogos sociales típicamente explican el comportamiento humano como resultado de la relación entre el estado mental y la situación social, estudiando las condiciones sociales bajo las cuales ocurren los pensamientos, sentimientos y comportamientos y cómo estas variables influyen en las interacciones sociales.

La psicología social se formó para cerrar la brecha entre la psicología y la sociología hasta cierto punto, todavía existe una división entre los dos campos. Los enfoques sociológicos de la psicología siguen siendo una contrapartida importante de la investigación psicológica convencional. Además de la división entre psicología y sociología, existe una diferencia de énfasis entre los psicólogos sociales estadounidenses y europeos, ya que los primeros tradicionalmente se han centrado más en el individuo, mientras que los segundos generalmente han prestado más atención a los fenómenos a nivel de grupo.

Historia

Aunque los temas de psicología social ya se habían discutido en filosofía durante gran parte de la historia humana, como los escritos del filósofo islámico Al-Farabi, la disciplina científica de la psicología social comenzó formalmente en los Estados Unidos cuando se fundó la Asociación Americana de Sociología en 1905..

Siglo 19

En el siglo XIX, la psicología social era un campo emergente del campo más amplio de la psicología. En ese momento, muchos psicólogos se preocuparon por desarrollar explicaciones concretas para los diferentes aspectos de la naturaleza humana. Intentaron descubrir relaciones concretas de causa y efecto que explicaran las interacciones sociales. Para ello, aplicaron el método científico al comportamiento humano. El primer estudio publicado en el campo fue el experimento de Norman Triplett de 1898 sobre el fenómeno de la facilitación social. Estos experimentos psicológicos luego formaron la base de gran parte de los hallazgos de la psicología social del siglo XX.

Principios del siglo 20

Durante la Segunda Guerra Mundial, los psicólogos sociales se ocuparon principalmente de los estudios de persuasión y propaganda para el ejército estadounidense (ver también guerra psicológica). Después de la guerra, los investigadores se interesaron en una variedad de problemas sociales, incluidos los prejuicios raciales y de género. Durante los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, hubo colaboraciones frecuentes entre psicólogos y sociólogos. Sin embargo, las dos disciplinas se han vuelto cada vez más especializadas y aisladas entre sí en los últimos años, y los sociólogos generalmente se enfocan en características macro mientras que los psicólogos generalmente se enfocan en características más micro.

Finales del siglo XX y modernidad

En la década de 1960, hubo un interés creciente en temas como la disonancia cognitiva, la intervención de los espectadores y la agresión. En la década de 1970, surgieron una serie de desafíos conceptuales para la psicología social sobre cuestiones como las preocupaciones éticas sobre la experimentación de laboratorio, si la actitud podía predecir con precisión el comportamiento y cuánta ciencia se podía hacer en un contexto cultural. Este fue también un momento en que el situacionismo llegó a cuestionar la relevancia del yo y la personalidad en psicología. En las décadas de 1980 y 1990, la psicología social había desarrollado una serie de soluciones a estos problemas con respecto a la teoría y la metodología.En la actualidad, las normas éticas regulan la investigación y han surgido perspectivas pluralistas y multiculturales de las ciencias sociales. Con investigadores modernos interesados ​​en fenómenos, especialmente atribución, cognición social y autoconcepto. Además, los psicólogos sociales se ocupan de la psicología aplicada, con contribuciones en la psicología social de la salud, la educación, el derecho y el lugar de trabajo.

Fenómenos intrapersonales

Actitudes

En psicología social, una actitud es una evaluación global aprendida que influye en el pensamiento y la acción. Las actitudes son expresiones básicas de aprobación y desaprobación o gustos y disgustos. Por ejemplo, disfrutar de un helado de chocolate o respaldar los valores de un partido político en particular son ejemplos de actitudes. Debido a que las personas están influenciadas por otros factores en cualquier situación dada, las actitudes generales no siempre son buenos predictores de un comportamiento específico. Por ejemplo, una persona puede valorar el medio ambiente pero no reciclar una botella de plástico en un día en particular.

La investigación sobre las actitudes ha examinado la distinción entre las actitudes tradicionales, autoinformadas, y las actitudes implícitas e inconscientes. Los experimentos que utilizan la prueba de asociación implícita, por ejemplo, han encontrado que las personas a menudo demuestran un sesgo implícito contra otras razas, incluso cuando sus respuestas explícitas profesan igualdad de mentalidad. Asimismo, un estudio encontró que en las interacciones interraciales, las actitudes explícitas se correlacionan con el comportamiento verbal, mientras que las actitudes implícitas se correlacionan con el comportamiento no verbal.

Una hipótesis sobre cómo se forman las actitudes, propuesta por primera vez en 1983 por Abraham Tesser, es que los gustos y aversiones fuertes están arraigados en nuestra composición genética. Tesser especuló que los individuos están dispuestos a mantener ciertas actitudes fuertes como resultado de rasgos de personalidad innatos y habilidades físicas, sensoriales y cognitivas. Las actitudes también se forman como resultado de la exposición a diferentes experiencias, entornos y el proceso de aprendizaje. Numerosos estudios han demostrado que las personas pueden formar actitudes fuertes hacia objetos neutrales que están de alguna manera vinculados a estímulos emocionalmente cargados.

Las actitudes también están involucradas en varias otras áreas de la disciplina, como la conformidad, la atracción interpersonal, la percepción social y los prejuicios.

Persuasión

La persuasión es un método activo de influencia que intenta guiar a las personas hacia la adopción de una actitud, idea o comportamiento por medios racionales o emotivos. La persuasión se basa en apelaciones en lugar de una fuerte presión o coerción. Se ha encontrado que el proceso de persuasión está influenciado por numerosas variables que generalmente caen en una de cinco categorías principales:

  1. Comunicador: incluye credibilidad, experiencia, confiabilidad y atractivo.
  2. Mensaje: incluye diversos grados de razón, emoción (p. ej., miedo), argumentos unilaterales o bilaterales y otros tipos de contenido informativo.
  3. Audiencia: incluye una variedad de datos demográficos, rasgos de personalidad y preferencias.
  4. Canal/medio: incluye la palabra impresa, la radio, la televisión, Internet o las interacciones cara a cara.
  5. Contexto: incluye ambiente, dinámica de grupo e información preliminar a la del Mensaje (categoría #2).

Las teorías de persuasión de proceso dual (como el modelo de probabilidad de elaboración) sostienen que la persuasión está mediada por dos rutas separadas: central y periférica. La ruta central de la persuasión se basa más en hechos y da como resultado un cambio más duradero, pero requiere motivación para procesar. La ruta periférica es más superficial y da como resultado un cambio de menor duración, pero no requiere tanta motivación para procesar. Un ejemplo de persuasión periférica es un político que usa un prendedor de bandera, sonríe y viste una camisa limpia e impecable. Esto no requiere motivación para ser persuasivo, pero no debería durar tanto como la persuasión central. Si ese político describiera lo que cree y su historial de votaciones anterior, sería centralmente persuasivo, lo que daría como resultado un cambio más duradero a expensas de una mayor motivación requerida para el procesamiento.

Cognición social

La cognición social estudia cómo las personas perciben, piensan y recuerdan información sobre los demás. Gran parte de la investigación se basa en la afirmación de que las personas piensan en otras personas de manera diferente a los objetivos no sociales. Esta afirmación está respaldada por los déficits sociocognitivos que presentan las personas con síndrome de Williams y autismo. La percepción de la persona es el estudio de cómo las personas forman impresiones de los demás. El estudio de cómo las personas forman creencias sobre los demás mientras interactúan es la percepción interpersonal.

Un tema importante de investigación en la cognición social es la atribución. Las atribuciones son cómo explicamos el comportamiento de las personas, ya sea nuestro propio comportamiento o el comportamiento de los demás. Un elemento de atribución atribuye la causa del comportamiento a factores internos y externos. Una atribución interna o disposicional razona que el comportamiento es causado por rasgos internos como la personalidad, la disposición, el carácter y la habilidad. Una atribución externa o situacional razona que el comportamiento es causado por elementos situacionales como el clima.Un segundo elemento de atribución atribuye la causa del comportamiento a factores estables e inestables (es decir, si el comportamiento se repetirá o cambiará en circunstancias similares). Los individuos también atribuyen las causas del comportamiento a factores controlables e incontrolables (es decir, cuánto control tiene uno sobre la situación en cuestión).

Se han descubierto numerosos sesgos en el proceso de atribución. Por ejemplo, el error de atribución fundamental es la tendencia a hacer atribuciones disposicionales para el comportamiento, sobreestimando la influencia de la personalidad y subestimando la influencia de la situacional. El sesgo actor-observador es un refinamiento de esto; es la tendencia a hacer atribuciones disposicionales para el comportamiento de otras personas y atribuciones situacionales para el nuestro. El sesgo egoísta es la tendencia a atribuir causas disposicionales para los éxitos y causas situacionales para los fracasos, particularmente cuando la autoestima está amenazada. Esto lleva a suponer que los éxitos de uno provienen de rasgos innatos y que los fracasos de uno se deben a las situaciones.Otras formas en que las personas protegen su autoestima son creyendo en un mundo justo, culpando a las víctimas por su sufrimiento y haciendo atribuciones defensivas que explican nuestro comportamiento de manera que nos protegen de los sentimientos de vulnerabilidad y mortalidad. Los investigadores han descubierto que las personas levemente deprimidas a menudo carecen de este sesgo y, de hecho, tienen percepciones más realistas de la realidad medida por las opiniones de los demás.

Heurística

Las heurísticas son atajos cognitivos. En lugar de sopesar todas las pruebas al tomar una decisión, las personas confían en la heurística para ahorrar tiempo y energía. La heurística de disponibilidad ocurre cuando las personas estiman la probabilidad de un resultado en función de lo fácil que es imaginar ese resultado. Como tal, las posibilidades vívidas o muy memorables se percibirán como más probables que aquellas que son más difíciles de imaginar o comprender, lo que resultará en un sesgo cognitivo correspondiente. La heurística de representatividad es un atajo que la gente usa para categorizar algo en función de cuán similar es a un prototipo que conocen.Los investigadores de la cognición social han encontrado muchos otros sesgos. El sesgo retrospectivo es un recuerdo falso de haber predicho eventos, o una exageración de las predicciones reales, después de darse cuenta del resultado. El sesgo de confirmación es un tipo de sesgo que conduce a la tendencia a buscar o interpretar información de una manera que confirme las ideas preconcebidas.

Esquemas

Otro concepto clave en la cognición social es la suposición de que la realidad es demasiado compleja para discernirla fácilmente. Como resultado, tendemos a ver el mundo según esquemas simplificados o imágenes de la realidad. Los esquemas son representaciones mentales generalizadas que organizan el conocimiento y guían el procesamiento de la información. Los esquemas a menudo funcionan de forma automática y no intencionada y pueden dar lugar a sesgos en la percepción y la memoria. Los esquemas pueden inducir expectativas que nos lleven a ver algo que no está. Un experimento descubrió que es más probable que las personas perciban erróneamente un arma en manos de un hombre negro que en manos de un hombre blanco.Este tipo de esquema es un estereotipo, un conjunto generalizado de creencias sobre un grupo particular de personas (cuando es incorrecto, un error de atribución final). Los estereotipos suelen estar relacionados con actitudes negativas o preferenciales (prejuicios) y comportamientos (discriminación). Los esquemas de comportamientos (p. ej., ir a un restaurante, lavar la ropa) se conocen como guiones.

Autoconcepto

El autoconcepto es la suma total de creencias que las personas tienen sobre sí mismas. El autoconcepto se compone de aspectos cognitivos llamados autoesquemas, creencias que las personas tienen sobre sí mismas y que guían el procesamiento de la información autorreferencial.Por ejemplo, un atleta en una universidad tendría múltiples yoes que procesarían diferente información pertinente a cada uno de ellos: el estudiante sería uno mismo, quien procesaría la información pertinente a un estudiante (tomando notas en clase, completando una tarea, etc.); el atleta sería el yo que procesa información sobre cosas relacionadas con ser atleta (reconocer un pase entrante, apuntar un tiro, etc.). Estos yoes son parte de la identidad de uno y la información autorreferencial es aquella que depende del yo apropiado para procesarla y reaccionar ante ella. Si un yo no es parte de la identidad de uno, entonces es mucho más difícil para uno reaccionar. Por ejemplo, es posible que un civil no sepa cómo manejar una amenaza hostil tan bien como lo haría un infante de marina entrenado.

El autoconcepto comprende múltiples autoesquemas. Por ejemplo, las personas cuya imagen corporal es un aspecto significativo del autoconcepto se consideran esquemáticas con respecto al peso. Por el contrario, las personas que no consideran su peso como una parte importante de sus vidas son asquemáticas con respecto a ese atributo. Para las personas, una variedad de eventos que de otro modo serían mundanos (compras de comestibles, ropa nueva, salir a comer o ir a la playa) pueden desencadenar pensamientos sobre uno mismo.

El yo es un objeto especial de nuestra atención. Ya sea que uno esté concentrado mentalmente en un recuerdo, una conversación, un mal olor, la canción que está atrapada en la cabeza o esta frase, la conciencia es como un foco. Este foco puede iluminar solo un objeto a la vez, pero puede cambiar rápidamente de un objeto a otro. En este centro de atención, el yo está al frente y en el centro: las cosas relacionadas con el yo tienen el centro de atención con más frecuencia.

El ABC del yo es:

  • Afecto (es decir, emoción): ¿Cómo se evalúan las personas a sí mismas, mejoran su propia imagen y mantienen un sentido seguro de identidad?
  • Comportamiento: ¿Cómo regulan las personas sus propias acciones y se presentan ante los demás de acuerdo con las demandas interpersonales?
  • Cognición: ¿Cómo se convierten los individuos en sí mismos, construyen un autoconcepto y mantienen un sentido estable de identidad?

El pronóstico afectivo es el proceso de predecir cómo uno se sentiría en respuesta a eventos emocionales futuros. Los estudios realizados en 2003 por Timothy Wilson y Daniel Gilbert han demostrado que las personas sobreestiman la fuerza de sus reacciones ante los eventos positivos y negativos anticipados de la vida, más de lo que realmente sienten cuando el evento ocurre.

Hay muchas teorías sobre la percepción de nuestro propio comportamiento. La teoría de la comparación social de Leon Festinger de 1954 es que las personas evalúan sus propias habilidades y opiniones comparándose con otros cuando no están seguros de sus propias habilidades u opiniones. La teoría de la autopercepción de Daryl Bem de 1972 afirma que cuando las señales internas son difíciles de interpretar, las personas adquieren un conocimiento propio al observar su propio comportamiento. También existe la hipótesis de la retroalimentación facial: los cambios en la expresión facial pueden conducir a cambios correspondientes en la emoción.

El autoconcepto a menudo se divide en un componente cognitivo, conocido como esquema de sí mismo, y un componente evaluativo, la autoestima. La necesidad de mantener una autoestima saludable se reconoce como una motivación humana central.

Las creencias de autoeficacia están asociadas al autoesquema. Estas son expectativas de que el desempeño de alguna tarea será efectivo y exitoso. Los psicólogos sociales también estudian procesos relacionados con uno mismo como el autocontrol y la autopresentación.

Las personas desarrollan sus autoconceptos por varios medios, incluida la introspección, la retroalimentación de los demás, la autopercepción y la comparación social. Al compararse con los demás, las personas obtienen información sobre sí mismas y hacen inferencias que son relevantes para la autoestima. Las comparaciones sociales pueden ser hacia arriba o hacia abajo, es decir, comparaciones con personas que son más altas o más bajas en estatus o capacidad. Las comparaciones a la baja a menudo se hacen para elevar la autoestima.

La autopercepción es una forma especializada de atribución que implica hacer inferencias sobre uno mismo después de observar el propio comportamiento. Los psicólogos han descubierto que demasiadas recompensas extrínsecas (por ejemplo, dinero) tienden a reducir la motivación intrínseca a través del proceso de autopercepción, un fenómeno conocido como sobrejustificación. La atención de las personas se dirige a la recompensa y pierden interés en la tarea cuando ya no se ofrece la recompensa. Esta es una importante excepción a la teoría del reforzamiento.

Fenómenos interpersonales

Influencia social

La influencia social es un término general que denota los efectos persuasivos que las personas tienen entre sí. Es visto como un valor fundamental en la psicología social. Su estudio se superpone considerablemente con la investigación sobre las actitudes y la persuasión. Las tres áreas principales de influencia social incluyen la conformidad, el cumplimiento y la obediencia. La influencia social también está estrechamente relacionada con el estudio de la dinámica de grupo, ya que la mayoría de los efectos de la influencia son más fuertes cuando tienen lugar en grupos sociales.

La primera gran área de influencia social es la conformidad. La conformidad se define como la tendencia a actuar o pensar como otros miembros de un grupo. La identidad de los miembros dentro de un grupo (es decir, el estatus), la similitud, la experiencia, así como la cohesión, el compromiso previo y la responsabilidad ante el grupo ayudan a determinar el nivel de conformidad de un individuo. Las variaciones individuales entre los miembros del grupo juegan un papel clave en la dinámica de cuán dispuestas estarán las personas a conformarse. La conformidad generalmente se ve como una tendencia negativa en la cultura estadounidense, pero una cierta cantidad de conformidad es adaptativa en algunas situaciones, al igual que la inconformidad en otras situaciones.

La segunda área principal de investigación de la influencia social es el cumplimiento, que se refiere a cualquier cambio en el comportamiento que se debe a una solicitud o sugerencia de otra persona. La técnica del pie en la puerta es un método de cumplimiento en el que el persuasor solicita un pequeño favor y luego solicita un favor mayor, por ejemplo, pide el tiempo y luego pide diez dólares. Un truco relacionado es el cebo y el interruptor.

La tercera forma principal de influencia social es la obediencia; este es un cambio en el comportamiento que es el resultado de una orden o mandato directo de otra persona. La obediencia como una forma de cumplimiento fue destacada dramáticamente por el estudio de Milgram, en el que las personas estaban listas para administrar descargas a una persona en peligro por orden de un investigador.

Un tipo inusual de influencia social es la profecía autocumplida. Esta es una predicción que, al hacerse, hace que se haga realidad. Por ejemplo, en el mercado de valores, si existe la creencia generalizada de que un desplome es inminente, los inversores pueden perder la confianza, vender la mayor parte de sus acciones y, por lo tanto, provocar un desplome. De manera similar, las personas pueden esperar hostilidad en los demás e inducir esta hostilidad con su propio comportamiento.

Los psicólogos han pasado décadas estudiando el poder de la influencia social y la forma en que manipula las opiniones y el comportamiento de las personas. Específicamente, la influencia social se refiere a la forma en que los individuos cambian sus ideas y acciones para satisfacer las demandas de un grupo social, autoridad recibida, rol social o una minoría dentro de un grupo que ejerce influencia sobre la mayoría.

Dinámica de grupo

Un grupo se puede definir como dos o más individuos que están conectados entre sí por relaciones sociales. Los grupos tienden a interactuar, influirse unos a otros y compartir una identidad común. Tienen una serie de cualidades emergentes que los distinguen de las reuniones coincidentes y temporales, que se denominan agregados sociales:

  • Normas: Reglas y expectativas implícitas que deben seguir los miembros del grupo (p. ej., dar las gracias, dar la mano).
  • Roles: reglas y expectativas implícitas para miembros específicos dentro del grupo (p. ej., el hermano mayor, que puede tener responsabilidades adicionales en la familia).
  • Relaciones: patrones de simpatía dentro del grupo y también diferencias de prestigio o estatus (p. ej., líderes, gente popular).

Los grupos temporales y los agregados comparten pocas o ninguna de estas características y no califican como verdaderos grupos sociales. Las personas que hacen cola para subirse a un autobús, por ejemplo, no constituyen un grupo.

Los grupos son importantes no solo porque ofrecen apoyo social, recursos y un sentimiento de pertenencia, sino porque complementan el autoconcepto de un individuo. En gran medida, los humanos se definen a sí mismos por la pertenencia a un grupo que forma su identidad social. La identidad social compartida de los individuos dentro de un grupo influye en el comportamiento intergrupal, que denota la forma en que los grupos se comportan y se perciben entre sí. Estas percepciones y comportamientos, a su vez, definen la identidad social de los individuos dentro de los grupos que interactúan. La tendencia a definirse a sí mismo por la pertenencia a un grupo puede conducir a la discriminación intergrupal, que implica percepciones y comportamientos favorables dirigidos hacia el grupo interno, pero percepciones y comportamientos negativos dirigidos hacia el grupo externo.Por otro lado, tal discriminación y segregación a veces pueden existir en parte para facilitar una diversidad que fortalece a la sociedad. La discriminación intergrupal conduce a estereotipos perjudiciales, mientras que los procesos de facilitación social y polarización grupal fomentan comportamientos extremos hacia el exogrupo.

Los grupos a menudo moderan y mejoran la toma de decisiones,y con frecuencia se confía en ellos para estos beneficios, como en comités y jurados. Sin embargo, varios sesgos grupales pueden interferir con la toma de decisiones efectiva. Por ejemplo, la polarización grupal, anteriormente conocida como el "cambio arriesgado", ocurre cuando las personas polarizan sus puntos de vista en una dirección más extrema después de una discusión grupal. Más problemático es el fenómeno del pensamiento grupal, que es un defecto del pensamiento colectivo que se caracteriza por un consenso prematuro o una suposición incorrecta de consenso, causada por miembros de un grupo que no logran promover puntos de vista que no son consistentes con los puntos de vista de otros miembros. El pensamiento grupal ocurre en una variedad de situaciones, incluido el aislamiento de un grupo y la presencia de un líder altamente directivo. Janis presentó la invasión de Bahía de Cochinos de 1961 como un caso histórico de pensamiento grupal.

Los grupos también afectan el rendimiento y la productividad. La facilitación social, por ejemplo, es una tendencia a trabajar más duro y más rápido en presencia de otros. La facilitación social aumenta la probabilidad de la respuesta dominante, lo que tiende a mejorar el desempeño en tareas simples y reducirlo en tareas complejas. Por el contrario, la holgazanería social es la tendencia de los individuos a holgazanear cuando trabajan en grupo. La holgazanería social es común cuando la tarea no se considera importante y las contribuciones individuales no son fáciles de ver.

Los psicólogos sociales estudian fenómenos relacionados con grupos (colectivos), como el comportamiento de las multitudes. Un concepto importante en esta área es la desindividuación, un estado reducido de autoconciencia que puede ser causado por sentimientos de anonimato. La desindividuación se asocia con un comportamiento desinhibido y, a veces, peligroso. Es común en multitudes y mobs, pero también puede ser causado por un disfraz, un uniforme, alcohol, ambientes oscuros o anonimato en línea.

Atracción interpersonal

Un área importante de estudio de las relaciones de las personas entre sí es la atracción interpersonal, que se refiere a todas las fuerzas que llevan a las personas a gustarse, establecer relaciones y (en algunos casos) enamorarse. Los psicólogos sociales han descubierto varios principios generales de atracción. Uno de los factores más importantes en la atracción interpersonal es cuán similares son dos personas en particular. Cuanto más similares sean dos personas en actitudes generales, antecedentes, entornos, visiones del mundo y otros rasgos, es más probable que se sientan atraídos el uno por el otro.

El atractivo físico es un elemento importante de las relaciones románticas, particularmente en las primeras etapas caracterizadas por altos niveles de pasión. Más tarde, la similitud y otros factores de compatibilidad se vuelven más importantes, y el tipo de amor que experimentan las personas cambia de apasionado a compañero. En 1986, Robert Sternberg sugirió que en realidad hay tres componentes del amor: intimidad, pasión y compromiso. Cuando dos (o más) personas experimentan los tres, se dice que están en un estado de amor consumado.

De acuerdo con la teoría del intercambio social, las relaciones se basan en la elección racional y el análisis de costo-beneficio. Una persona puede dejar una relación si los "costos" de su pareja comienzan a superar sus beneficios, especialmente si hay buenas alternativas disponibles. Esta teoría es similar al principio minimax propuesto por matemáticos y economistas (a pesar de que las relaciones humanas no son juegos de suma cero). Con el tiempo, las relaciones a largo plazo tienden a volverse comunitarias en lugar de simplemente basarse en el intercambio.

Investigar

Métodos

La psicología social es una ciencia empírica que intenta responder preguntas sobre el comportamiento humano probando hipótesis, tanto en el laboratorio como en el campo. Es importante prestar atención cuidadosa al diseño de la investigación, el muestreo y el análisis estadístico; los resultados se publican en revistas revisadas por pares, como Journal of Experimental Social Psychology, Personality and Social Psychology Bulletin y Journal of Personality and Social Psychology. Los estudios de psicología social también aparecen en revistas científicas generales como Psychological Science y Science.

Los métodos experimentales implican que el investigador altere una variable en el entorno y mida el efecto sobre otra variable. Un ejemplo sería permitir que dos grupos de niños jueguen videojuegos violentos o no violentos y luego observar su nivel subsiguiente de agresión durante el período de juego libre. Un experimento válido es controlado y usa asignación aleatoria.

Los métodos correlacionales examinan la asociación estadística entre dos variables naturales. Por ejemplo, se podría correlacionar la cantidad de programas de televisión violentos que ven los niños en casa con la cantidad de incidentes violentos en los que los niños participan en la escuela. Tenga en cuenta que este estudio no probaría que la televisión violenta provoque agresión en los niños: es muy posible que los niños agresivos opten por ver televisión más violenta.

Los métodos de observación son puramente descriptivos e incluyen la observación naturalista, la observación artificial, la observación participante y el análisis de archivos. Estos son menos comunes en psicología social, pero a veces se usan cuando se investiga un fenómeno por primera vez. Un ejemplo sería observar discretamente a los niños en un patio de recreo (quizás con una cámara de video) y registrar la cantidad y los tipos de acciones agresivas que se muestran.

Siempre que sea posible, los psicólogos sociales confían en la experimentación controlada, que requiere la manipulación de una o más variables independientes para examinar el efecto sobre una variable dependiente. Los experimentos son útiles en psicología social porque tienen una alta validez interna, lo que significa que están libres de la influencia de variables extrañas o de confusión, por lo que es más probable que indiquen con precisión una relación causal. Sin embargo, las muestras pequeñas utilizadas en experimentos controlados suelen tener una validez externa baja, o el grado en que los resultados pueden generalizarse a una población más grande. Por lo general, existe una compensación entre el control experimental (validez interna) y poder generalizar a la población (validez externa).

Debido a que generalmente es imposible evaluar a todos, la investigación tiende a realizarse en una muestra de personas de la población más amplia. Los psicólogos sociales utilizan con frecuencia la investigación mediante encuestas cuando están interesados ​​en resultados que tienen una gran validez externa. Las encuestas utilizan varias formas de muestreo aleatorio para obtener una muestra de encuestados que sea representativa de una población. Este tipo de investigación suele ser descriptiva o correlacional debido a que no existe un control experimental sobre las variables. Algunos psicólogos han expresado su preocupación por la investigación en psicología social que se basa demasiado en estudios realizados en estudiantes universitarios en entornos académicos, o participantes de mercados laborales de crowdsourcing como Amazon Mechanical Turk. En un estudio de 1986 de David O. Sears,más del 70% de los experimentos utilizaron estudiantes universitarios norteamericanos como sujetos, un subconjunto de la población que no es representativo de la población en su conjunto.

Independientemente del método elegido, se revisa la importancia de los resultados antes de aceptarlos en la evaluación de una hipótesis subyacente. Hay dos tipos diferentes de pruebas que los psicólogos sociales utilizan para revisar sus resultados. Las estadísticas y las pruebas de probabilidad definen lo que constituye un hallazgo significativo, que puede ser tan bajo como el 5% o menos, que es poco probable debido al azar. Las pruebas de replicaciones son importantes para garantizar que los resultados sean válidos y no se deban al azar. Las conclusiones falsas positivas, a menudo como resultado de la presión para publicar o del propio sesgo de confirmación del autor, son un peligro en el campo.

Experimentos famosos

Experimentos de conformidad de Asch

Los experimentos de conformidad de Asch demostraron el poder del impulso de conformarse dentro de grupos pequeños, mediante el uso de una tarea de estimación de longitud de línea que fue diseñada para ser fácil de evaluar, pero donde al menos algunos, a menudo la mayoría, dieron respuestas deliberadamente incorrectas. los demás participantes. En más de un tercio de los ensayos, los participantes se conformaron con la mayoría, aunque el juicio de la mayoría fue claramente erróneo. El setenta y cinco por ciento de los participantes se conformaron al menos una vez durante el experimento. Manipulaciones adicionales del experimento mostraron que la conformidad de los participantes disminuía cuando al menos otro individuo no se conformaba, pero aumentaba cuando el individuo comenzaba a conformarse o se retiraba del experimento.Además, la conformidad de los participantes aumentó sustancialmente a medida que el número de individuos "incorrectos" aumentó de uno a tres, y se mantuvo alta a medida que crecía la mayoría incorrecta. Los participantes con otros tres participantes incorrectos cometieron errores el 31,8 % de las veces, mientras que aquellos con uno o dos participantes incorrectos cometieron errores solo el 3,6 % y el 13,6 % de las veces, respectivamente.

Festinger (disonancia cognitiva)

En el experimento de disonancia cognitiva de Leon Festinger, después de dividirse en dos grupos, se pidió a los participantes que realizaran una tarea aburrida y luego se les pidió que dieran su opinión deshonestamente sobre la tarea, y luego se les recompensó de acuerdo con dos escalas salariales diferentes. Al final del estudio, a algunos participantes se les pagó $1 por decir que disfrutaron de la tarea y a otro grupo de participantes se les pagó $20 por decir la misma mentira. El primer grupo ($1) informó más tarde que le gustaba más la tarea que el segundo grupo ($20). La explicación de Festinger fue que para las personas del primer grupo a las que se les pagó solo $ 1 no es un incentivo suficiente para mentir y aquellos a quienes se les pagó $ 1 experimentaron disonancia. Solo podían superar esa disonancia justificando sus mentiras cambiando sus actitudes previamente desfavorables sobre la tarea.

Experimento de milgram

El experimento de Milgram fue diseñado para estudiar hasta dónde llegaría la gente para obedecer a una figura de autoridad. Después de los eventos del Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, el experimento demostró que los ciudadanos estadounidenses normales eran capaces de seguir órdenes incluso cuando creían que estaban causando sufrimiento a una persona inocente o incluso aparentemente la muerte.

Experimento de la prisión de Stanford

El estudio de la prisión de Stanford de Philip Zimbardo, un ejercicio simulado en el que los estudiantes jugaban a ser guardias de la prisión y reclusos, aparentemente mostró hasta dónde llegaría la gente en ese juego de roles. En solo unos días, los guardias se volvieron brutales y crueles, y los prisioneros se volvieron miserables y obedientes. Inicialmente se argumentó que esto era una demostración importante del poder de la situación social inmediata y su capacidad para abrumar los rasgos de personalidad normales. Investigaciones posteriores han cuestionado las conclusiones iniciales del estudio. Por ejemplo, se ha señalado que la autoselección de los participantes puede haber afectado el comportamiento de los participantes,y que las personalidades de los participantes influyeron en sus reacciones de diversas maneras, incluido el tiempo que eligieron permanecer en el estudio. El estudio de prisiones de la BBC de 2002, diseñado para replicar las condiciones del estudio de Stanford, produjo conclusiones que fueron drásticamente diferentes de los hallazgos iniciales.

Experimento de la cueva del ladrón

El estudio de la cueva de los ladrones de Muzafer Sherif dividió a los niños en dos grupos competitivos para explorar cuánta hostilidad y agresión surgirían. La explicación de Sherif de los resultados se conoció como teoría realista del conflicto grupal, porque el conflicto intergrupal se indujo a través de la competencia por los recursos. Inducir la cooperación y los objetivos superordinados luego revirtió este efecto.

Muñeco Bobo de Bandura

El experimento del muñeco Bobo de Albert Bandura demostró cómo la agresión se aprende por imitación.

Ética

El objetivo de la psicología social es comprender la cognición y el comportamiento tal como ocurren naturalmente en un contexto social, pero el acto mismo de observar a las personas puede influir y alterar su comportamiento. Por esta razón, muchos experimentos de psicología social utilizan el engaño para ocultar o distorsionar ciertos aspectos del estudio. El engaño puede incluir historias de tapadera falsas, participantes falsos (conocidos como cómplices o títeres), comentarios falsos dados a los participantes, etc.

La práctica del engaño ha sido cuestionada por psicólogos que sostienen que el engaño, bajo cualquier circunstancia, no es ético y que, en su lugar, se deben utilizar otras estrategias de investigación (p. ej., juegos de roles). Desafortunadamente, la investigación ha demostrado que los estudios de juego de roles no producen los mismos resultados que los estudios de engaño, y esto ha puesto en duda su validez. Además del engaño, los experimentadores a veces han puesto a las personas en situaciones potencialmente incómodas o vergonzosas (por ejemplo, el experimento de Milgram y el experimento de la prisión de Stanford), y esto también ha sido criticado por razones éticas.

Para proteger los derechos y el bienestar de los participantes de la investigación y, al mismo tiempo, descubrir resultados significativos e ideas sobre el comportamiento humano, prácticamente todas las investigaciones de psicología social deben pasar una revisión ética. En la mayoría de los colegios y universidades, esto lo lleva a cabo un comité de ética o una Junta de Revisión Institucional, que examina la investigación propuesta para asegurarse de que los participantes no sufran ningún daño y que los beneficios del estudio superen cualquier posible riesgo o incomodidad para las personas. Participando.

Además, a menudo se utiliza un proceso de consentimiento informado para asegurarse de que los voluntarios sepan qué se les pedirá en el experimento y entiendan que pueden abandonar el experimento en cualquier momento. Por lo general, se realiza un informe al final del experimento para revelar cualquier engaño utilizado y, en general, asegurarse de que los participantes no sufran daños por los procedimientos. Hoy en día, la mayor parte de la investigación en psicología social no implica más riesgo de daño del que se puede esperar de las pruebas psicológicas de rutina o de las actividades diarias normales.

Adolescentes

La psicología social estudia lo que juega un papel clave en el desarrollo de un niño. Durante este tiempo, los adolescentes enfrentan muchos problemas y decisiones que pueden afectar su desarrollo social. Se enfrentan a problemas de autoestima, presión de grupo, drogas, alcohol, tabaco, sexo y redes sociales.

Los psicólogos de hoy no son plenamente conscientes del efecto de las redes sociales. Las redes sociales son mundiales, por lo que uno puede verse influenciado por algo que nunca encontrará en la vida real. En 2019, las redes sociales se convirtieron en la actividad más importante en la vida de los adolescentes e incluso de algunos adultos mayores.

Crisis de replicación

Muchos hallazgos de la investigación en psicología social han resultado difíciles de replicar, lo que lleva a algunos a argumentar que la psicología social está atravesando una crisis de replicación. Las fallas de replicación no son exclusivas de la psicología social y se encuentran en todos los campos de la ciencia. Se han identificado algunos factores en la investigación en psicología social que han llevado al campo a atravesar su crisis actual.

En primer lugar, las prácticas de investigación cuestionables se han identificado como comunes. Tales prácticas, aunque no necesariamente intencionalmente fraudulentas, implican convertir resultados estadísticos no deseados en resultados deseados a través de la manipulación de análisis estadísticos, tamaños de muestra o sistemas de gestión de datos, generalmente para convertir hallazgos no significativos en significativos. Algunos estudios han sugerido que prevalecen al menos versiones leves de estas prácticas. Una de las críticas de Daryl Bem en la polémica del sentimiento futuro es que la evidencia de precognición en el estudio podría atribuirse a prácticas cuestionables.

En segundo lugar, algunos psicólogos sociales han publicado investigaciones fraudulentas que han entrado en el mundo académico convencional, sobre todo la fabricación de datos admitida por Diederik Stapel, así como acusaciones contra otros. La investigación fraudulenta no es el principal contribuyente a la crisis de replicación.

Se ha encontrado que varios efectos en psicología social son difíciles de replicar incluso antes de la actual crisis de replicación. Por ejemplo, la revista científica Judgement and Decision Making ha publicado varios estudios a lo largo de los años que no brindan apoyo a la teoría del pensamiento inconsciente. Las replicaciones parecen particularmente difíciles cuando los ensayos de investigación están registrados previamente y son realizados por grupos de investigación que no están muy involucrados en la teoría que se cuestiona.

Estos tres elementos juntos han resultado en una renovada atención a la replicación apoyada por Daniel Kahneman. El escrutinio de muchos efectos ha demostrado que varias creencias fundamentales son difíciles de replicar. Una edición especial de 2014 de Psicología social se centró en los estudios de replicación, y se descubrió que varias creencias previas eran difíciles de replicar. Asimismo, una edición especial de 2012 de Perspectives on Psychological Science se centró en temas que van desde el sesgo de publicación hasta la aversión nula que contribuyen a la crisis de replicación en psicología.

Es importante señalar que esta crisis de replicación no significa que la psicología social no sea científica. Más bien, este reexamen es una parte sana, aunque a veces amarga, del proceso científico en el que se podan las ideas antiguas o aquellas que no pueden soportar un escrutinio cuidadoso. La consecuencia es que algunas áreas de la psicología social que alguna vez se consideraron sólidas, como la preparación social, han sido objeto de un mayor escrutinio debido a la falta de replicación de los hallazgos.

Publicaciones académicas

  • Revista asiática de psicología social
  • Psicología Social Básica y Aplicada
  • Revista británica de psicología social
  • Revista Europea de Psicología Social
  • Revista de Psicología Social Aplicada
  • Revista de Psicología Social Experimental
  • Revista de personalidad y psicología social
  • Revista de Psicología Social
  • Boletín de Personalidad y Psicología Social
  • Revisión de la personalidad y la psicología social
  • Psicología Social

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