Proteo de Egipto
En la mitología griega, Proteus (PROH-tee-əs, PROHT-yooss; griego antiguo: Πρωτεύς, romanizado: pequeño>Prōteús, lit. 'primero' ;) fue un antiguo rey egipcio asociado con la isla de Faros, su residencia en la Odisea de Homero. Virgilio, sin embargo, en lugar de Faros, menciona la isla de los Cárpatos, entre Creta y Rodas. Esta isla griega es la más cercana geográficamente a Pharos.
Etimología
'Proteo' puede estar basado en uno de los títulos del rey egipcio, pꜣ-rwtj, que significa las "puertas altas" (cf. Puerta Sublime) del templo.
Proteo también parece haber sido asociado con Tracia, y las leyendas lo describen como viniendo de Tracia a Egipto, o como yendo de Egipto a Tracia.
También existe algún tipo de asociación de Proteo con la isla de Lemnos, cerca de Tracia.
Mitología
Historia alternativa de Helen
Herodoto invocó a Proteo al contar la historia de Helena de Troya. En el Libro II de La Historia, se cuenta la historia de cómo Proteo ascendió al trono de Egipto desde Menfis, sucediendo a Ferón como rey. Más tarde fue sucedido por Rampsinitus (Ramsés III, como lo conocían los egipcios). Cuando París robó a Helena de Esparta, los vientos lo desviaron de su rumbo previsto y se encontró en Egipto. A su llegada, Paris y sus sirvientes descubrieron un templo, en el que los esclavos comprendieron que les sería rentable refugiarse. Así, abandonaron París, informando a las autoridades de sus numerosas fechorías. Palabra de París' Los crímenes llegaron a Proteo, quien luego solicitó que se trajera a Paris para ser investigado. Proteus le preguntó a París los detalles de su viaje y finalmente concluyó que, a pesar de su enojo y la decisión de París, acciones terribles, no puede matar a un hombre que es un extraño de otra tierra. En lugar de la muerte como París' Como castigo, Proteo tomó a Helena de París y se apoderó del tesoro robado a Menelao, con la intención de devolver tanto a Helena como el tesoro a Menelao, a quien por derecho se lo debían. Proteo luego instó a París a abandonar Egipto.
Herodoto también hace referencias a la Ilíada y la Odisea de Homero, afirmando que Homero debe haber estado al tanto de esta versión de los hechos a pesar de utilizar la historia más común.
La tragedia de Eurípides
Otra versión de esta historia se presenta en la tragedia Helena de Eurípides. En Eurípides' En esta versión, Hera hizo que Hermes llevara a Helena a Egipto, y creó un reemplazo fantasma de Helena que Paris lleva a Troya. La obra se desarrolla cuando Menelao llega a Egipto después de la guerra. Aquí Proteo había salvaguardado a Helena durante la guerra de Troya, pero muere antes de que comience la obra. Comienza con Helen visitando su tumba. Según Eurípides, Proteo estaba casado con la nereida Psamathe, tenía un hijo, Theoclymenos, y una hija, Theonoe, que era una vidente talentosa. Teoclymenos se convirtió en el nuevo rey de Egipto después de Proteo y tenía intenciones de casarse con Helena.
Proteo en La Odisea
En el cuento que Menelao le recita a Telémaco, Menelao menciona haber quedado varado en la isla llamada Pharos. Es aquí, después de 20 días, donde se le acerca la diosa Eidotea, hija de Proteo, el primer ministro de Poseidón. En este encuentro ella pregunta por qué Menelao se queda voluntariamente en la isla, a lo que él responde: "Cualquiera de las divinidades que seas, déjame decirte que no estoy aquí por mi propia voluntad, parece que he enojado a un dios". pero cuál no sé, dímelo ahora, que todos los dioses saben a quién he disgustado". Eidothea explica que fue Proteus quien lo mantiene en tierra. Ella trama un plan que permite a Menelao escapar de la isla, que incluye la emboscada a Proteo, a quien se describe como capaz de cambiar su forma en varios animales, plantas y sustancias.
Proteo en los diálogos de Platón
Proteo se menciona brevemente en varios de los diálogos de Platón. En el diálogo Eutidemo, Sócrates se refiere a Proteo como un mago egipcio que puede lucir diferentes imágenes externas. Sócrates utiliza la historia de Proteo para ilustrar que así como él fue capaz de engañar a otros transformándose en diferentes imágenes, también las personas pueden engañar al hablar. La misma analogía se repite en el diálogo Ion.