Proceso coracoideo
La apófisis coracoides (del griego κόραξ, cuervo) es una pequeña estructura en forma de gancho en el borde lateral de la porción anterosuperior de la escápula (de ahí: coracoides, o "como el pico de un cuervo). Apuntando lateralmente hacia adelante, junto con el acromion, sirve para estabilizar la articulación del hombro. Es palpable en el surco deltopectoral entre los músculos deltoides y pectoral mayor.
Estructura
La apófisis coracoides es una apófisis gruesa y curva unida por una base ancha a la parte superior del cuello de la escápula; corre al principio hacia arriba y medialmente; luego, haciéndose más pequeño, cambia su dirección y se proyecta hacia delante y hacia los lados.
Anatómicamente se divide en intervalos de: base de la apófisis coracoides, ángulo de la apófisis coracoides, eje y ápice de la apófisis coracoides. La muesca coracoglenoidea es una indentación localizada entre el proceso coracoides y la cavidad glenoidea. A medida que el proceso coracoides se proyecta lateralmente, aloja debajo de él el espacio subcoracoideo.
La porción ascendente, aplanada desde la cara frontal hacia atrás, presenta al frente una superficie cóncava lisa, a través de la cual pasa el subescapular.
La parte horizontal parece aplanada cuando se ve desde arriba mirando hacia abajo; su superficie superior es convexa e irregular, y da inserción al pectoral menor; su superficie inferior es lisa; sus bordes medial y lateral son rugosos; el primero se une al pectoral menor y el segundo al ligamento coracoacromial; el vértice está abrazado por el tendón conjunto de origen del coracobraquial y la cabeza corta del bíceps braquial y da inserción a la fascia coracoclavicular.
En la parte medial de la raíz de la apófisis coracoides hay una impresión aproximada para la unión del ligamento conoide; y corriendo desde él oblicuamente hacia adelante y lateralmente, sobre la superficie superior de la porción horizontal, hay una cresta elevada para la unión del ligamento trapezoidal.
La apófisis coracoides es un diseño de hueso moldeado en forma de asa que se proyecta anterolateralmente desde la parte no rival del cuello escapular. Los cirujanos se refieren a esta parte del cuerpo como el "faro del hombro", ya que está cerca del área donde se unen las estructuras de las venas y los nervios (neurovascular). Las distancias entre la base de la coracoides y las estructuras neurovasculares es como una silla de 90 grados. El ligamento supraescapular está justo al lado del proceso coracoides. Los músculos que se unen son: Pectoralis Minor, Coracobrachialis y Biceps Brachii.
Además, esta estructura une todos los tendones y ligamentos. Hay dos propósitos para esta estructura: es el soporte principal por el cual la clavícula se une a la escápula y, junto con el acromion y el tendón coraco-acromial, forma la curva sobre la cavidad glenoidea. Al tener el proceso coracoides, esto permite que la escápula no esté unida a los esqueletos por el hueso para que solo pueda sostener las extremidades. Aunque hay casos menores en los que el proceso coracoides puede dañarse por sí mismo, aún puede haber daño a la estructura con un desgarro agudo del subescapular. Por lo general, una interrupción en el proceso coracoides puede indicar una lesión en el hombro, como dislocación e inestabilidad.
Adjuntos
Es el sitio de unión de varias estructuras:
Músculos
- El músculo pectoralis menor (inserción) – 3, 4, 5 y en algunas ocasiones raras, 6a costilla.
- La cabeza corta de los biceps brachii músculo (origin) – a la tuberosidad radial.
- El músculo coracobrachialis (origin) – al humerus medio.
Ligamentos
- El ligamento coracoclavicular – al clavículo. (El ligamento está formado por el ligamento conoide y ligamento trapezoide.)
- El ligamento coracoacromial – al acromión
- El ligamento coracohumeral – al humerus
- El ligamento escapulario transversal superior – desde la base del coracoide hasta la parte medial de la muesca supraescapulular
Importancia clínica
La apófisis coracoides se palpa justo debajo del extremo lateral de la clavícula (clavícula). También se conoce como el "faro del cirujano" porque sirve como punto de referencia para evitar el daño neurovascular. Las principales estructuras neurovasculares penetran en la extremidad superior medialmente a la apófisis coracoides, por lo que los abordajes quirúrgicos a la región del hombro siempre deben realizarse lateralmente a la apófisis coracoides.
Otros animales
En los monotremas, la coracoides es un hueso separado. Los reptiles, pájaros y ranas (pero no las salamandras) también poseen un hueso con este nombre, pero no es homólogo con el proceso coracoides de los mamíferos.
Los análisis del tamaño y la forma de la apófisis coracoides en Australopithecus africanus (STS 7) han demostrado que en esta especie presentaba un tubérculo dorsolateral prominente colocado más lateralmente que en los humanos modernos. Esto refleja, según una interpretación, una escápula colocada en lo alto de un tórax en forma de embudo y una clavícula colocada oblicuamente como en los grandes simios existentes.
Los antropólogos utilizan la apófisis coracoides para estudiar la morfología del hombro con el fin de averiguar si las extremidades superiores proporcionaban soporte para el bipedalismo en las edades tempranas de los homínidos. El hombro es un área de las estructuras vitales de los primates que los exámenes anteriores han demostrado que reflejan enfáticamente las diversas solicitudes útiles forzadas por los contrastes en los modos locomotores. Dado que la morfología de los componentes del apéndice superior de los primeros homínidos comprende una combinación de rasgos derivados, se observa que estas características primitivas son de uso continuo a lo largo de la evolución de los homínidos. Cuando se examinó Australopithecus africanus (conocido como Sts 7 dentro de los ámbitos de la antropología), se observó que la orientación escapular era más alta en comparación con los humanos modernos (Homo sapiens). Sin embargo, el Homo Sapiens no tiene características distintivas en términos de forma o tamaño cuando se trata del proceso coracoides. Dentro de la investigación de Elizabeth Vrbua, paleoantropóloga que realizó un estudio llamado “Un nuevo estudio de la escápula de Australopithecus africanus de Sterkfontein”, se vio que A. africanus tenía una posición escapular más alta, lo que podría inferir que es probable que esta posición también se vea en homínidos anteriores.
Según los autores de "El acromion humano visto desde una perspectiva evolutiva", había diferentes formas de superficie del proceso coracoides dentro de los diversos homínidos. Los gorilas tenían una forma ancha, los chimpancés, los orangutanes y los humanos tenían una forma intermedia, y el gibón tenía una forma pequeña. Esto se puede analizar más a fondo ya que los diferentes homínidos tienen variabilidad en la forma del proceso coracoideo. Las últimas contribuciones al proceso coracoideo evolutivo fueron del Doctor M. Hussan en 2016, donde agregó más información sobre la importancia del pinzamiento subacromial y la importancia del arco coracoacromial con la ayuda de la patología.
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