Pompoir

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Pompoir es una técnica sexual en la que la mujer utiliza sus músculos vaginales para estimular el pene del hombre. Ambos compañeros permanecen inmóviles, mientras la mujer acaricia la erección del hombre usando pulsos rítmicos y ondulantes de los músculos pubococcígeos, por lo que esta práctica se realiza mejor en una posición superior de la mujer.

Realizar ejercicios de Kegel o del suelo pélvico puede aumentar la habilidad de una mujer en el pompoir al fortalecer los músculos relevantes y permitirle identificar y aislar músculos individuales, para contraerlos a su vez y proporcionar la sensación de ondulación.

Otros nombres para esta técnica incluyen el agarre de Singapur. El título de The Singapore Grip, novela de JG Farrell, así como su adaptación televisiva de 2020, hace referencia a esta frase.

Kabzah

"Kabzah" o "Kabza" (hindi: कब्ज़ा, urdu: قبضہ) es una técnica variante que se origina en el sur de Asia, donde la mujer además usa las contracciones de sus músculos abdominales para estimular el pene de la pareja masculina, que debe permanecer totalmente pasiva. La palabra se traduce como 'soporte', y la sensación puede compararse con la de 'ordeño'. Se informa que las mujeres han pasado muchos años entrenándose antes de volverse competentes en esta técnica y, como tal, esta técnica se considera muy difícil de realizar. El acto en sí es una variedad de tantra, cuyo propósito es realzar y aumentar la duración y la intensidad del coito.

Historia

Es una técnica milenaria de Oriente. Se originó en la India y se perfeccionó en Tailandia. Los primeros ejercicios vinieron con una transformación de los extensos ejercicios tántricos preparatorios para el Maithuna. Esta transformación fue inicialmente desarrollada por las sacerdotisas de los templos de la Gran Madre para ser utilizada en rituales de fertilidad. Con el tiempo, la técnica se expandió y se hizo cada vez más popular.

Un ejercicio similar fue desarrollado en la década de 1950 por el ginecólogo Arnold Kegel, quien en 1952 desarrolló algunos ejercicios para mujeres que tenían problemas de incontinencia urinaria. Con la investigación descubrió que el músculo pubococcígeo estaba fuera de forma y no funcionaba correctamente. Al ejercitar estos músculos, se resolvió el problema médico y aumentó el potencial para las sensaciones genitales y el orgasmo. En parte, esto se debió al aumento del flujo sanguíneo en los músculos ejercitados, y el aumento del flujo sanguíneo está relacionado con la facilidad de la excitación y el orgasmo. Cuando aumenta la fuerza de un músculo, aumenta el suministro de sangre, y el efecto secundario es un aumento del flujo de sangre a la pelvis que da como resultado niveles más altos de excitación y orgasmos más intensos.