Plan de Agua Prieta

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El Plan de Agua Prieta fue un manifiesto o plan que articuló los motivos de la rebelión contra el gobierno de Venustiano Carranza. Tres generales revolucionarios de Sonora, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, a menudo llamados el Triunvirato de Sonora o la Dinastía de Sonora, se rebelaron contra el gobierno civil de Carranza. Fue proclamado por Obregón el 22 de abril de 1920 en inglés y el 23 de abril en español en la ciudad fronteriza norteña de Agua Prieta, Sonora.

El pretexto declarado por el Plan para rechazar la administración de Carranza fue una disputa entre el gobierno federal y el gobierno del estado de Sonora por el control de las aguas del río Sonora, aunque las razones subyacentes eran complejas. Carranza y los generales revolucionarios que controlaban el estado de Sonora estaban cada vez más en conflicto. El general más exitoso de Carranza, Obregón, se había retirado del gabinete de Carranza y regresado a Sonora para administrar su próspera granja, pero tenía ambiciones políticas de postularse para presidente en las elecciones de 1920. No recibió ningún estímulo de Carranza y anunció su candidatura que incluía una evaluación despectiva de Carranza. Carranza buscó un candidato de Sonora para respaldarlo. El gobernador del estado, Adolfo de la Huerta, no se interesó. Carranza eligió a Ignacio Bonillas, un civil que se desempeñó como embajador de México en los EE. UU. Aunque Bonillas era un diplomático hábil y la relación con los EE. UU. era crucial, Bonillas era prácticamente un desconocido en el México revolucionario. No tenía antecedentes militares en la Revolución Mexicana, y los críticos vieron la elección como una forma en que Carranza podría continuar ejerciendo el poder aunque ya no fuera presidente de México. Carranza estaba en el proceso de centralizar el poder y vio a Sonora como demasiado independiente del control del gobierno central y se movió para restringir su autonomía. Tal movimiento, junto con su intento de imponer a un civil como su sucesor, despertó la ira de los generales revolucionarios. Vieron las maniobras de Carranza como un intento de flanquear a los hombres que habían ganado la Revolución Mexicana y no estaban dispuestos a permitir que un don nadie civil llegara al poder en 1920. El Plan de Agua Prieta esbozó una serie de cargos contra el régimen de Carranza, para articular sus quejas por escrito para ser distribuidas y reunir a otros para que se unan a su causa. De la Huerta, Calles y Salvador Alvarado fueron los autores clave del plan. La rebelión en Sonora antecedió al Plan por unos días. A la rebelión se sumaron el gobernador de Michoacán, general Pascual Ortiz Rubio, y el gobernador de Zacatecas, general Enrique Estrada. Suscribieron al Plan, una vez emitido, Luis L. León, el General Ángel Flores, el General Francisco R. Manzo, el General Francisco R. Serrano y el Coronel Abelardo L. Rodríguez, quien luego sería Presidente de México.

Sonora retiró su apoyo al gobierno federal de Carranza; el plan también se negó a reconocer los resultados de las elecciones locales en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, Querétaro y Tamaulipas, y al gobernador del estado de Nayarit. Ofreció abstenerse de entrar en combate con las autoridades, siempre que éstas se abstuvieran de atacar al Ejército Liberal Constitucionalista, encabezado por Adolfo de la Huerta, entonces gobernador de Sonora. También se unieron otros, incluido Lázaro Cárdenas de Michoacán, que había servido a Calles en la Revolución y tenía un mando en el estado de Veracruz en ese momento. Solo después de que se emitió el plan, Obregón lo firmó.

El plan facultó a De la Huerta para nombrar gobernadores interinos en aquellos estados que se alinearon o fueron derrotados por el Ejército Liberal Constitucionalista. Pidió a los gobiernos de los estados que designaran representantes para una junta, que luego elegiría un presidente interino de la República. El presidente interino, inmediatamente después de asumir el cargo, convocaría nuevas elecciones generales.

El apoyo al Plan fue generalizado en todo el país: más de las tres cuartas partes del Ejército rechazaron a Carranza y se unieron a la rebelión. Mientras el Ejército Liberal Constitucionalista de De la Huerta avanzaba rápidamente hacia la Ciudad de México, Carranza se negó a negociar o rendirse y huyó de la capital en tren en mayo de 1920, con destino al puerto de Veracruz, donde tenía la intención de establecer una sede de gobierno temporal mientras tenido antes durante la Revolución. El tren fue atacado en reiteradas ocasiones a su salida de la capital y al llegar a Aljibes, Puebla, no pudo continuar debido al sabotaje a las vías. Además, Carranza supo entonces que el comandante militar de Veracruz, general Guadalupe Sánchez, se había pasado a los rebeldes.

Carranza y un pequeño grupo de seguidores se vieron obligados a cambiar de planes: se dirigirían al norte a caballo, quizás al estado natal de Carranza, Coahuila, donde su apoyo podría ser más fuerte. A caballo iniciaron una travesía de la Sierra Norte y, el 20 de mayo, llegaron al pueblo de Tlaxcalantongo, Puebla. Una emboscada rebelde en la madrugada del 21 de mayo de 1920, supuestamente dirigida por el general Rodolfo Herrero, dejó muerto al presidente Carranza, asesinado por los rebeldes o por suicidio.

Adolfo de la Huerta fue nombrado presidente interino. Sirvió del 1 de junio al 30 de noviembre de 1920, y fue sucedido por Álvaro Obregón, quien fue elegido presidente constitucional en septiembre de 1920.