Parte escamosa del hueso frontal
La parte escamosa del hueso frontal es la porción superior (aproximadamente dos tercios) cuando se observa en la orientación anatómica estándar. Hay dos superficies de la parte escamosa del hueso frontal: la superficie externa y la superficie interna.
Superficie externa

La cara externa es convexa y suele presentar, en la parte inferior de la línea media, los restos de la sutura frontal; en la infancia, esta sutura divide el hueso frontal en dos y luego se fusiona. Una condición en la que no se ha producido la fusión puede persistir durante toda la vida y se denomina sutura metópica.
A cada lado de esta sutura, a unos 3 cm por encima del margen supraorbitario, hay una elevación redondeada, la eminencia frontal (tuber frontale).
Estas eminencias varían de tamaño en diferentes individuos, en ocasiones son asimétricas y son especialmente prominentes en cráneos jóvenes; la superficie del hueso por encima de ellas es lisa y está cubierta por la aponeurosis epicraneal.
Debajo de las eminencias frontales, y separadas de ellas por un surco poco profundo, hay dos elevaciones arqueadas, los arcos superciliares; estos son prominentes en la zona medial y están unidos entre sí por una elevación lisa llamada glabela. Son más grandes en el hombre que en la mujer, y su grado de prominencia depende en cierta medida del tamaño de los senos frontales; sin embargo, las crestas prominentes se asocian ocasionalmente con senos pequeños.
Debajo de cada arco superciliar hay un margen curvado y prominente, el margen supraorbitario, que forma el límite superior de la base de la órbita y separa la parte escamosa de la porción orbital del hueso.
La parte lateral de este margen es aguda y prominente, lo que proporciona al ojo, en esa situación, una protección considerable contra las lesiones; la parte medial es redondeada.
En la unión de sus tercios medial e intermedio hay una escotadura, a veces convertida en agujero, la escotadura o agujero supraorbitario, por donde pasan los vasos y el nervio supraorbitario.
Una pequeña abertura en la parte superior de la escotadura permite el paso de una vena desde el diploe hasta la vena supraorbitaria.
El margen supraorbitario termina lateralmente en el proceso cigomático, que es fuerte y prominente y se articula con el hueso cigomático.
Desde este proceso, de arriba hacia abajo, se extiende una línea bien marcada, la línea temporal, que se divide en las líneas temporales superior e inferior, que se continúa, en el cráneo articulado, con las líneas correspondientes en el hueso parietal.
La zona situada debajo y detrás de la línea temporal forma la parte anterior de la fosa temporal y da origen al músculo temporal.
Entre los márgenes supraorbitales, la parte escamosa se proyecta hacia abajo hasta un nivel por debajo del de los procesos cigomáticos. Se une al hueso nasal donde presenta una muesca dentada rugosa y desigual conocida como muesca nasal, y esta se articula a ambos lados de la línea media con el hueso nasal, y lateralmente con el proceso frontal del maxilar y con el lagrimal. Esta parte a veces se denomina parte nasal del hueso frontal.
El término nasión se aplica a la mitad de la sutura frontonasal. Desde el centro de la escotadura, el proceso nasal se proyecta hacia abajo y hacia adelante debajo de los huesos nasales y los procesos frontales de los maxilares, y sostiene el puente de la nariz.
El proceso nasal termina en la parte inferior en una espina puntiaguda y a ambos lados de ésta hay una pequeña superficie acanalada que entra en la formación del techo de la cavidad nasal correspondiente.
La espina forma parte del tabique nasal, articulándose por delante con la cresta de los huesos nasales y por detrás con la lámina perpendicular del etmoides.
Superficie interna
La cara interna de la parte escamosa es cóncava y presenta en la parte superior de la línea media un surco vertical, el surco sagital, cuyos bordes se unen por debajo para formar una cresta, la cresta frontal; el surco aloja el seno sagital superior, mientras que sus márgenes y la cresta sirven de inserción a la hoz del cerebro.
La cresta termina por debajo en una pequeña muesca que se convierte en un agujero, el agujero ciego, por articulación con el etmoides.
Este agujero varía de tamaño en diferentes sujetos y con frecuencia es impermeable; cuando está abierto, transmite una vena desde la nariz hasta el seno sagital superior.
A ambos lados de la línea media, el hueso presenta depresiones para las circunvoluciones del cerebro y numerosos surcos pequeños para las ramas anteriores de los vasos meníngeos medios.
También se pueden observar varias fosas pequeñas e irregulares a ambos lados del surco sagital, donde se alojan las granulaciones aracnoideas.
Referencias
Este artículo incorpora texto en el dominio público desde la página 135 de la 20a edición de Anatomía de Gray (1918)
Enlaces externos
- "Tema de Anatomía: 34256.000-1". Roche Lexicon - ilustrado navegante. Elsevier. Archivado desde el original el 2012-12-27.