Pablo Iglesias Posse
Pablo Iglesias Posse (17 de octubre de 1850 - 9 de diciembre de 1925) fue un líder obrero socialista y marxista español. Se le considera el padre del socialismo español, habiendo fundado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879 y la Unión General Obrera Española (UGT) en 1888.
Biografía
Iglesias nació en Ferrol hijo de Pedro Iglesias y Juana, de padres humildes que le llamaron Paulino. Asistió a la escuela entre los seis y los nueve años, cuando murió su padre, un trabajador municipal. Manuel, su hermano menor y su madre pusieron sus pertenencias en un pequeño carrito cubierto y caminaron con él para vivir en Madrid. La madre de Pablo sobrevivió allí de la mendicidad, y ambos niños ingresaron en el Hospicio de San Fernando. Allí terminaron la primaria y Pablo aprendió a imprimir. A los doce años dejó el Hospicio para trabajar y ayudar a mantener a su madre. Trabajó como impresor, mejorando gradualmente su salario. Mientras estaba desempleado por una huelga, su hermano murió de tuberculosis.
Asistió a clases nocturnas y aprendió francés. Esto le permitió leer obras clásicas de la ciencia política francesa, traducir las obras de los socialistas franceses y participar con éxito en congresos internacionales. Amparada por la Constitución de 1869, la sección española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) organizó una serie de conferencias en Madrid. Iglesias asistió y en 1870 fue invitado a ingresar a la sección de impresores. La aparición de Solidaridad, periódico de la Internacional, lo inició en la intensa carrera periodística que ocupó el resto de su vida.
Iglesias en 1873 solicitó su ingreso en la Asociación de Grabadores de Arte y al año siguiente fue elegido como su presidente. Desde esta plataforma comenzó varios años de trabajo clandestino preparándose para iniciar el segundo partido obrero del mundo. El 22 de mayo de 1879, en un renombrado banquete clandestino de hermandad internacional en Madrid, veinticinco personas (encabezadas por Iglesias) fundaron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE - Partido Socialista Obrero Español).
El activismo político llevó repetidamente a Iglesias a la cárcel, primero en 1882 después de una huelga y la última vez en 1910 cuando tenía sesenta años. Siempre rechazó las ofertas de clemencia y, como ex convicto, algunos empleadores le negarían trabajo. Más de una vez, sólo el periódico The Socialist que había fundado el 12 de marzo de 1886, y su salario como impresor, editor y director, evitaron que muriera de hambre.
El 12 de agosto de 1888 se funda en Barcelona la Unión General de Trabajadores de España (UGT), nombre propuesto por Iglesias.
El Congreso de 1889 lo nombró presidente de su comité nacional, cargo que ocupó durante 36 años hasta su muerte. En 1890, cuando se celebró por primera vez en Madrid el día de la lucha el 1 de mayo, encabezó una impresionante manifestación. Encabezó la representación al Gobierno de demandas de reformas legislativas, como la jornada laboral de 8 horas. En 1905 ingresó por primera vez en el Ayuntamiento de Madrid.
Los republicanos se habían opuesto a Iglesias, pero una alianza republicano-socialista allanó el camino para que las elecciones de 1910 lo convirtieran en el primer diputado socialista en el Parlamento español. El empeoramiento de la salud le impidió asistir a muchas sesiones parlamentarias después de 1914, lo que limitó su carrera parlamentaria. 1923 lo vio elegido diputado por última vez.
A pesar de su escasa formación teórica, produjo muchos trabajos intelectuales excelentes en España e internacionalmente. Publicó más de dos mil artículos periodísticos en España entre el primero, La guerra, el 5 de diciembre de 1870 en Solidaridad, y el último, La clase obrera vencerá en libertad el 5 de diciembre de 1925.
Iglesias fue uno de los mejores propagandistas entre los idealistas socialistas españoles; pocos líderes obreros escribieron tanto de interés. Caracterizado por una defensa vehemente y un ataque furioso, sus obras hacen un llamado éticamente coherente a la regeneración y la esperanza.
A su muerte, un cajón de la oficina contenía un regalo de despedida de 1.000 pesetas de Iglesias para El Socialista, al que había estado vinculado desde su nacimiento. Hubo homenajes póstumos generalizados a él. Con autorización del Gobierno, más de 150.000 trabajadores acompañaron su cortejo fúnebre hasta el cementerio civil de Madrid.
El filósofo liberal español José Ortega y Gasset lo elogió como un "santo secular". En Por quién doblan las campanas, Ernest Hemingway escribió: "Dios tenga piedad de los españoles. Cualquier líder que tengan los despojará. Un buen hombre, Pablo Iglesias, en dos mil años..." (Cap. 35).
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