Nacionalismo criollo

Compartir Imprimir Citar

El término nacionalismo criollo se refiere a la ideología que surgió en los movimientos de independencia entre los criollos (descendientes de los colonizadores europeos), especialmente en América Latina a principios del siglo XIX. Los nacionalistas criollos querían acabar con el control de las potencias europeas. Ese objetivo se vio facilitado cuando el emperador francés Napoleón tomó el control de gran parte de España y Portugal (1807-1814), rompiendo la cadena de control de los reyes españoles y portugueses a los gobernadores locales. Las colonias rechazaron la lealtad a las metrópolis napoleónicas y los criollos exigieron cada vez más la independencia. Pretendían derrocar a los "peninsulares", los funcionarios temporales enviados desde las patrias para imponer el control. Alcanzaron la independencia en el curso de guerras civiles entre 1808 y 1826. Generalmente se aplica el término "nacionalismo criollo"a otras colonias durante la descolonización.

El historiador Joshua Simon argumenta:

"los criollos disfrutaron de muchos privilegios, beneficiándose en particular de la explotación económica y la exclusión política de las grandes poblaciones indígenas, africanas y mestizas... Sin embargo, como súbditos americanos de los imperios europeos, los criollos estaban socialmente marginados, se les negaba la igualdad de representación en consejos y parlamentos metropolitanos, y sujetos a políticas comerciales diseñadas para promover los intereses imperiales a expensas de las colonias".

En consecuencia, los nacionalistas criollos buscaron una nacionalidad independiente bajo el control criollo. Por lo general, no dieron peso a los pueblos nativos o mestizos que constituían la gran mayoría de la población en la mayoría de las colonias latinoamericanas. En Indonesia, sin embargo, el movimiento criollo estaba más cerca del elemento indígena indonesio que de los nacidos en Europa.

En México en 1813 en el Congreso de Chilpancingo la promulgación de la primera Declaración de Independencia de México expresó los sentimientos del nacionalismo criollo. Según el historiador DA Brading, "el patriotismo criollo, que comenzó como la articulación de la identidad social de los españoles americanos, se transmutó en la ideología insurgente del nacionalismo mexicano". Después de la independencia, el nacionalismo criollo se profundizó gracias a la expansión de la esfera pública, el papel de las elecciones y los partidos políticos, la mayor disponibilidad de periódicos y panfletos, y el surgimiento de una clase media nacionalista que proporcionó una audiencia de gran apoyo para las proyecciones imaginativas del futuro. logros nacionales. La ficción utópica se convirtió en una herramienta especialmente popular.

Los peruanos en la Confederación Peruano-Boliviana de 1836–9 expresaron demandas por el nacionalismo criollo peruano. Los sentimientos nacionalistas se expresaron a través de la prensa anticonfederacionista, especialmente en forma de poesía satírica, cuentos y conceptos utópicos. Hubo un fuerte énfasis en una versión glorificada del pasado inca mientras se rechazaba el presente indio. La retórica nacionalista, incluso racista, reunió temas que se habían originado medio siglo antes. Esta retórica emocional se convirtió en la principal expresión de una ideología que ha impregnado la historia peruana desde entonces. De hecho, la retórica alcanzó su clímax en el siglo XX y muestra signos de crisis en el siglo XXI.