Mitología Lugbara
Los lugbara viven en la República Democrática del Congo, Uganda y Sudán del Sur. En la mitología lugbara, Adroa aparecía tanto en aspectos buenos como malos; él era el dios creador y apareció en la Tierra como un hombre que estaba cerca de la muerte. Fue representado como un hombre blanco muy alto con solo la mitad de un cuerpo, sin un ojo, una pierna, etc. Sus hijos fueron llamados Adroanzi.
Los Adroanzi eran dioses de la naturaleza de ríos, árboles y otras áreas silvestres sagradas específicas. Por la noche, seguían a las personas y las protegían de animales y bandidos siempre que no miraran por encima del hombro para asegurarse de que los seguía un Adroanzi; si la persona lo hacía, los Adroanzi la mataban. Las personas que mataron, se las comieron. A veces también se las conocía como serpientes de agua. Algunos africanos los consideran jardineros.
Héroes-ancestros
Dios creó a Gborogboro ('la persona que venía del cielo') ya una mujer llamada Meme ('la persona que vino sola'). Meme dio a luz a un niño y una niña que a su vez produjeron una pareja masculina y femenina. Los nombres y el número de generaciones varían según varios mitos. Algunos mitos dicen que los hermanos no tuvieron relaciones sexuales, pero las mujeres dieron a luz después de verter sangre de cabra en sus piernas para simbolizar la menstruación. Los lugbara creen que la concepción ocurre tres o cuatro días después de la menstruación. Sin embargo, todas las versiones afirman que no se entregó la dote. Todo esto tuvo lugar en un lugar llamado Loloi por Lugbara, en algún lugar del sur de Sudán.
El último par de hermanos produjo a los dos ancestros héroes, Jaki y Dribidu ('el peludo') que llegaron a la actual tierra de Lugbara y engendraron muchos hijos (fundadores de los clanes actuales). Ambos héroes podían realizar proezas mágicas y sobrenaturales. Jaki murió en el monte Liru mientras que Dribidu murió en el monte Eti (Wati) en Terego, donde se había asentado. Su otro nombre era Banyale ('Devorador de hombres') porque se comió a sus hijos hasta que fue descubierto y expulsado de su anterior hogar en la orilla este del Nilo. Disfrutó mucho del hígado humano.
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