Método catártico

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El tratamiento catártico o método catártico, desarrollado por el médico austriaco Josef Breuer, es un método que consiste en derribar las barreras psicológicas del paciente mediante la hipnosis para despertar los recuerdos traumáticos enterrados, en el origen de los trastornos, generando así una descarga emocional a valor liberador, abreacción.

Este metodo incluye tres pasos:

  1. El primer paso es hipnotizar al paciente histérico.
  2. Una vez hipnotizado, el médico le hace preguntas para que pueda revivir emocionalmente eventos dolorosos traumáticos.
  3. Una vez finalizada esta experiencia, el médico despierta al paciente y le ordena recordar todo lo dicho durante el trance.

Una vez despierto, el paciente recuerda todo lo que dijo durante el trance y los síntomas histéricos han desaparecido.

Este método se deriva de la hipótesis de Jean-Martin Charcot sobre la etiología traumática de la histeria. Según esta hipótesis, una persona se vuelve histérica cuando se la induce a disociarse después de un shock traumático.

Historia

El término catarsis se utiliza para expresar que se produce una reducción de las emociones negativas (ira, rabia) a través de la expresión o canalización -también simbólica- de la agresión, por ejemplo golpeando un saco de boxeo, o por la expresión sustitutiva de sentimientos agresivos en un forma ficticia o virtual (por ejemplo en el teatro, en el cine, en un videojuego). La hipótesis de un efecto catártico beneficioso se remonta a Platón y Aristóteles, pero ha sido refutada varias veces en el siglo XX.

Platón aplica el término catarsis al cuerpo y al alma. Luego, Aristóteles lo utiliza en la Poética. En su teoría de la tragedia habla de catarsis a través del lamento/agitación y del horror/estremecimiento (del griego éleos y phóbos), aunque no queda claro si éstos se purifican en sí mismos o si se purifican las emociones y si se purifican por completo o solo. de un exceso de estas emociones.

El concepto reaparece luego en Josef Breuer y Sigmund Freud, así como en los etólogos Konrad Lorenz e Irenäus Eibl-Eibesfeldt. La hipótesis de la catarsis jugó un papel importante en el psicoanálisis entre 1880 y 1895. Sin embargo, el propio Freud se alejó gradualmente del método catártico en favor de la asociación libre, un método significativamente diferente de la catarsis, que todavía hoy constituye una de las reglas básicas de las técnicas psicoanalíticas.

Límites

Fueron experimentos realizados ya en la década de 1960 los que permitieron rechazar la existencia de un efecto catártico. Por lo tanto, actuar agresivamente no condujo a una reducción sino a un aumento de las tendencias agresivas. A mediados de los años 80, uno de los defensores del efecto catártico, Seymour Feshbach, acabó desmarcándose de esta tesis.

En estudios más recientes sobre la tesis de la catarsis, Bushman et al. mostró que los sujetos preparados con la creencia de catarsis o cuya creencia de catarsis fue evaluada tenían un mayor potencial de agresión en comparación con el grupo de control. Esto sugiere que las acciones agresivas provocadas conscientemente podrían reforzarse inconscientemente a nivel mental mediante efectos de retroalimentación.

Según un estudio reciente que examinó el uso del concepto de catarsis, la idea de catarsis mediática (catarsis a través de la observación y testimonio mental de un ataque en los medios) se basa en una confusión de términos.

Extensión psicoterapéutica

Sin embargo, en el marco de la psicoterapia aplicada, existen varios procedimientos para activar la experiencia que van más allá de la ejecución sin contexto de simples ejercicios de agresión, como se ha visto en estudios experimentales estadísticos. En el marco de un proceso terapéutico guiado, las profundizaciones emocionales deben ser estimuladas y acompañadas según el contexto biográfico, lo que puede llevar desde un simple reflejo intelectual de los sentimientos a una mínima expresión emocional hasta reacciones corporales autónomas involuntarias (sollozos, temblores). En este proceso, las emociones adaptativas primarias que están vinculadas a patrones emocionales disfuncionales, que a su vez se refieren a necesidades básicas insuficientemente satisfechas, debe ser activado, escenificado y modificado por la posterior satisfacción de necesidades. Las reacciones catárticas no son infrecuentes, por ejemplo, en la psicoterapia de enlace, el psicodrama y las constelaciones familiares sistémicas. Aquí, la catarsis no se refiere exclusivamente a la agresión, como suele ser el caso en la investigación experimental, sino también a otros sentimientos primarios como la pena, el dolor, la ira, el asco, pero también al amor, la alegría, el placer y la gratitud.