Mediatización (medios)

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Mediatización (o medialización) es un método por el cual los medios de comunicación influyen en otros sectores de la sociedad, incluida la política, los negocios, la cultura, el entretenimiento, el deporte, la religión o la educación. La mediatización es un proceso de cambio o una tendencia, similar a la globalización y la modernización, donde los medios de comunicación se integran en otros sectores de la sociedad. Los actores políticos, los creadores de opinión, las organizaciones empresariales, las organizaciones de la sociedad civil y otros tienen que adaptar sus métodos de comunicación a una forma que se adapte a las necesidades y preferencias de los medios de comunicación. Cualquier persona u organización que desee difundir mensajes a un público más amplio tiene que adaptar sus mensajes y estilo de comunicación para que sea atractivo para los medios de comunicación.

Introducción

El concepto de mediación aún requiere desarrollo, y no hay una definición comúnmente acordada del término. Por ejemplo, un sociólogo, Ernst Manheim, utilizó la mediatización como una forma de describir los cambios sociales que están controlados por los medios de comunicación, mientras que un investigador de medios, Kent ASP, vio la mediatización como la relación entre la política, los medios de comunicación y la división cada vez mayor entre los medios y el control del gobierno. Algunos teóricos rechazan definiciones y operacionalizaciones precisas de la mediatización, por temor a reducir la complejidad del concepto y los fenómenos a los que se refiere, mientras que otros prefieren una teoría clara que pueda ser probada, refinada o potencialmente refutada.

El concepto de mediatización no se ve como una teoría aislada, sino como un marco que posee el potencial de integrar diferentes hilos teóricos, vinculando el micro nivel con los procesos y fenómenos meso y macro, y así contribuyendo a una comprensión más amplia del papel de los medios en la transformación de las sociedades modernas.

Los desarrollos tecnológicos de los periódicos a la radio, la televisión, las redes sociales interactivas ayudaron a dar forma a la mediatización. Otras influencias importantes incluyen cambios en la organización y las condiciones económicas de los medios de comunicación, como la creciente importancia de los medios independientes impulsados por el mercado y una influencia decreciente de los medios de comunicación público patrocinados por el estado y de medios partidistas.

Los medios de comunicación influyen en la opinión pública y la estructura y procesos de comunicación política, toma de decisiones políticas y el proceso democrático. Esta influencia política no es una influencia unidireccional. Si bien los medios de comunicación pueden influir en los actores gubernamentales y políticos, los políticos también influyen en los medios a través de la regulación, la negociación o el acceso selectivo a la información.

La creciente influencia de las fuerzas del mercado económico se ve típicamente en tendencias como la tabloidización y la trivialización, mientras que los informes de noticias y la cobertura política disminuyen a los lemas, las picaduras de sonido, los giros, los informes de la carrera de caballos, los escándalos de celebridades, el populismo y la información y la información.

Historia

Marshall McLuhan
El filósofo canadiense Marshall McLuhan se asocia a veces con la fundación de esta disciplina. Propuso que el medio de comunicación, y no los mensajes que transmite, debería ser el foco principal de estudio.El sociólogo húngaro Ernest Manheim fue el primero en utilizar el término alemán Mediatisierung para describir la influencia social de los medios de comunicación en un libro publicado en 1933, aunque con poca elaboración del concepto.
Jürgen Habermas
El término Mediatisierung ya existía en alemán, pero tenía un significado diferente (véase mediatización en alemán). En su Teoría de la Acción Comunicativa, el sociólogo alemán Jürgen Habermas utilizó el término en 1981. Se debate si Habermas lo utilizó con el antiguo significado o con el nuevo de influencia mediática. La primera aparición del término mediatización en inglés podría ser en la traducción inglesa de la Teoría de la Acción Comunicativa.El profesor sueco de periodismo Kent Asp fue el primero en desarrollar el concepto de mediatización hasta convertirlo en una teoría coherente en su tesis seminal, donde investigó la mediatización de la política. Su tesis se publicó como libro en sueco en 1986. Kent Asp describió la mediatización de la vida política, refiriéndose a un proceso mediante el cual «un sistema político se ve altamente influenciado por las demandas de los medios de comunicación en su cobertura política y se ajusta a ellas».Siguiendo la tradición de Kent Asp, el profesor danés de ciencias de la comunicación Stig Hjarvard profundizó en el concepto de mediatización y lo aplicó no solo a la política, sino también a otros sectores de la sociedad, incluida la religión. Hjarvard definió la mediatización como un proceso social mediante el cual la sociedad se ve saturada e inundada por los medios de comunicación hasta tal punto que ya no pueden considerarse separados de otras instituciones de la sociedad.Desde entonces, el término mediatización se ha extendido en inglés a pesar de su sonido extraño. La teoría de la mediatización forma parte de un cambio paradigmático en la investigación sobre medios y comunicación. Siguiendo el concepto de mediación, la mediatización se ha convertido en un concepto clave para comprender cómo los procesos de comunicación transforman la sociedad en las relaciones a gran escala.Si bien la teoría inicial sobre la mediatización tuvo un fuerte arraigo en Europa, muchos sociólogos y economistas de los medios estadounidenses realizaron observaciones sobre los efectos de la competencia de los medios comerciales en la calidad de las noticias, la opinión pública y los procesos políticos. Por ejemplo, David Altheide analizó cómo la lógica mediática distorsiona las noticias políticas, y John McManus demostró cómo la competencia económica viola la ética mediática y dificulta que los ciudadanos evalúen la calidad de las noticias. Los teóricos europeos adoptaron con entusiasmo el concepto de lógica mediática de Altheide, y ahora ambas líneas de investigación se integran en un paradigma estándar.Los teóricos modernos creen ahora que se está desarrollando una nueva forma de mediatización. Esta nueva fase se ha denominado «mediatización profunda». Los cambios en la industria provocados por la mediatización solo aumentan bajo la mediatización profunda y pueden descontrolarse rápidamente.

Escuelas de Mediatización

Los teóricos han distinguido tres escuelas teóricas de mediatización, que se enumeran a continuación.

Institucionalista

Los principales académicos de esta escuela de mediatización, David Altheide y Robert Snow, acuñaron el término lógica mediática en 1979. La lógica mediática se refiere a la forma de comunicación y al proceso mediante el cual los medios transmiten y comunican información. La lógica mediática conforma el acervo de conocimiento que se genera y circula en la sociedad.Basándose en Marshall McLuhan, Altheide analiza el papel de los formatos de comunicación para el reconocimiento, la definición, la selección, la organización y la presentación de la experiencia. Una tesis central es que el conocimiento afecta las actividades sociales más que la riqueza o la fuerza. Una consecuencia de esto es que la tecnología de la comunicación influye en el poder. Por ejemplo, la imprenta de Gutenberg facilitó la amplia distribución de su Biblia, lo cual representó una amenaza para el dominio de la Iglesia Católica.Altheide ha enfatizado que el orden social se comunica. Tiene graves consecuencias si esta comunicación se exagera y dramatiza para ajustarse a la lógica mediática. Los medios pueden generar pánico moral al exagerar y tergiversar los problemas sociales. Un ejemplo documentado por Altheide es el pánico mediático por la desaparición de niños en la década de 1980. Los medios dieron la impresión de que muchos niños fueron secuestrados por delincuentes, cuando en realidad, la mayoría de los niños registrados como desaparecidos eran fugitivos o estaban involucrados en disputas por la custodia.La predilección de los medios por el drama emocional y el terror puede conducir al periodismo gonzo y a la perversión de la justicia. Altheide describe la "justicia gonzo" como un proceso en el que los medios se convierten en actores activos en la persecución de presuntos malhechores, donde la humillación pública sustituye los juicios sin respetar el debido proceso ni las libertades civiles. El periodismo gonzo puede tener graves consecuencias para la democracia y las relaciones internacionales cuando, por ejemplo, se presentan conflictos internacionales dramatizando la maldad de jefes de Estado extranjeros, como Muamar el Gadafi, Manuel Noriega y Sadam Husein.

Socioconstructivista

La escuela constructivista social de la teoría de la mediatización implica debates con un alto nivel de abstracción para abarcar la complejidad de la interacción entre los medios de comunicación y otros ámbitos de la sociedad. Los teóricos no niegan la relevancia de la investigación empírica sobre las conexiones causales, pero advierten contra una comprensión lineal del proceso y el cambio.Los teóricos buscan evitar las posturas extremas del determinismo tecnológico o del determinismo social. Su enfoque no es mediático, en el sentido de una aproximación unilateral a la causalidad, sino mediático, en el sentido de una comprensión holística de las diversas fuerzas sociales que se entrecruzan, lo que permite una perspectiva y un énfasis particulares en el papel de los medios en estos procesos.El concepto de lógica mediática se critica con el argumento de que no existe una única lógica mediática, sino muchas, según el contexto.Andreas Hepp, destacado teórico de la escuela constructivista de la teoría de la mediatización, describe el papel de los medios de comunicación no como una fuerza impulsora, sino como una fuerza moldeadora. Esta fuerza no es un efecto directo de la estructura material de los medios. Esta fuerza moldeadora solo se concreta en diferentes formas de mediación altamente contextualizadas.Hepp no considera la mediatización como una teoría de los efectos mediáticos, sino como un concepto sensibilizador que llama la atención sobre las transformaciones fundamentales que experimentamos en el entorno mediático actual. Este concepto ofrece un panorama de la investigación del metaproceso de interrelación entre el cambio comunicativo mediático y el cambio sociocultural. Estas transformaciones se analizan desde tres perspectivas: la profundidad histórica del proceso de transformaciones mediáticas, la diversidad de las transformaciones mediáticas en diferentes ámbitos de la sociedad y la conexión de estas transformaciones con los procesos de modernización.Hepp evita deliberadamente definiciones precisas de mediatización mediante metáforas como la fuerza moldeadora y el panorama. Argumenta que las definiciones precisas pueden limitar la complejidad de las interrelaciones, donde es importante considerar tanto el ámbito material como el simbólico. Sin embargo, los materialistas argumentan que un concepto tan vagamente definido puede convertirse fácilmente en una cuestión de creencia, en lugar de una teoría adecuada y comprobable.El proceso de cambio mediático está acompañado por el cambio tecnológico. La aparición de los medios digitales ha traído consigo una nueva etapa de mediatización, que puede denominarse mediatización profunda. La mediatización profunda es una etapa avanzada del proceso en la que todos los elementos de nuestro mundo social están estrechamente relacionados con los medios digitales y sus infraestructuras subyacentes, y donde las grandes corporaciones de TI desempeñan un papel más importante.

Materialista

La escuela materialista de la teoría de la mediatización estudia cómo la sociedad, cada vez más, se vuelve dependiente de los medios de comunicación y su lógica. Los estudios combinan resultados de diferentes áreas de la ciencia para describir cómo se interrelacionan los cambios en los medios de comunicación y la sociedad. En particular, se centran en cómo los procesos políticos en las democracias occidentales están cambiando a través de la mediatización.La mediatización de la política se puede caracterizar por cuatro dimensiones diferentes, según el profesor sueco de comunicación política Jesper Strömbäck y el profesor suizo de investigación en medios Frank Esser:La primera dimensión se refiere al grado en que los medios de comunicación constituyen la fuente más importante de información sobre política y sociedad.La segunda dimensión se refiere al grado en que los medios de comunicación se han independizado de otras instituciones políticas y sociales.La tercera dimensión se refiere al grado en que el contenido mediático y la cobertura de la política y la actualidad se rigen por la lógica mediática, en lugar de la lógica política. Esta dimensión aborda hasta qué punto las necesidades y los estándares de notoriedad de los medios, y no los de los actores o instituciones políticas, son determinantes para lo que cubren y cómo lo hacen.La cuarta dimensión se refiere a cómo la lógica mediática o política guía a las instituciones, organizaciones y actores políticos.Este marco cuatridimensional permite descomponer el complejo proceso de mediatización de la política en dimensiones discretas que pueden estudiarse empíricamente. La relación entre estas cuatro dimensiones puede describirse de la siguiente manera: si los medios de comunicación constituyen la fuente de información más importante y son relativamente independientes, podrán adaptar sus contenidos a su demanda de optimizar el número de lectores y espectadores (es decir, la lógica mediática), mientras que los políticos deben ajustar su comunicación a esta lógica. Por supuesto, los medios nunca son completamente independientes. Están sujetos a la regulación política y dependen de factores económicos y fuentes de noticias. Los académicos debaten dónde se encuentra el equilibrio de poder entre los medios y los políticos.El concepto central de la lógica mediática contiene tres componentes: profesionalismo, comercialismo y tecnología. El profesionalismo mediático se refiere a las normas y valores profesionales que guían a los periodistas, como la independencia y el interés periodístico. El comercialismo se refiere al resultado de la competencia económica entre medios de comunicación comerciales. Los criterios comerciales pueden resumirse como la combinación de contenido más económica que protege los intereses de patrocinadores e inversores, a la vez que capta la mayor audiencia que los anunciantes están dispuestos a pagar por alcanzar. La tecnología mediática se refiere a los requisitos y posibilidades específicos que caracterizan cada una de las diferentes tecnologías mediáticas, incluyendo los periódicos con su énfasis en lo impreso, la radio con su énfasis en el audio, la televisión con su énfasis en lo visual, y los medios digitales con su énfasis en la interactividad y la instantaneidad.La mediatización desempeña un papel clave en el cambio social, que se define mediante cuatro tendencias: extensión, sustitución, fusión y acomodación. La extensión se refiere a cómo la tecnología de la comunicación amplía los límites de la comunicación humana en términos de espacio, tiempo y expresividad. La sustitución se refiere a cómo el consumo de medios reemplaza otras actividades al ofrecer una alternativa atractiva o simplemente al consumir tiempo que de otro modo se habría dedicado, por ejemplo, a actividades sociales. La fusión se refiere a cómo el uso de los medios se integra en la vida cotidiana, de modo que se difuminan los límites entre las actividades mediadas y no mediadas, y entre las definiciones mediadas y sociales de la realidad. La acomodación se refiere a cómo los actores y organizaciones de todos los sectores de la sociedad, incluyendo el sector empresarial, la política, el entretenimiento, el deporte, etc., adaptan sus actividades y modos de operación para adaptarse al sistema mediático.Existe un intenso debate sobre el papel de la mediatización en la sociedad. Algunos argumentan que vivimos en una sociedad mediatizada donde los medios de comunicación masivos penetran profundamente en todas las esferas de la sociedad y son cómplices del auge del populismo político, mientras que otros advierten contra la exageración de la mediatización hasta convertirla en un metaproceso o un proceso supraordinado de cambio social. Los medios no deben verse como poderosos agentes de cambio, ya que es raro observar las consecuencias de sus acciones intencionales. Las consecuencias sociales de la mediatización suelen verse como consecuencias imprevistas de la estructura mediática.

Influencia de la tecnología mediática

Periódicos

Los periódicos han estado disponibles desde el siglo XVIII y se generalizaron a principios del siglo XX gracias a las mejoras en la tecnología de impresión (véase historia del periodismo).Se pueden distinguir cuatro tipos típicos de periódicos: populares, de calidad, regionales y financieros. Los periódicos populares o sensacionalistas suelen contener una alta proporción de noticias informales, de enfoque personal y negativas. Suelen emplear el sensacionalismo y titulares llamativos para aumentar las ventas de ejemplares individuales en quioscos y supermercados, mientras que los periódicos de calidad suelen considerarse de mayor calidad periodística. Al depender más de las suscripciones que de la venta de ejemplares individuales, tienen menos necesidad de sensacionalismo. Los periódicos regionales presentan más noticias locales, mientras que los periódicos financieros presentan más noticias internacionales de interés para sus lectores.Los primeros periódicos solían ser partidistas, asociados a un partido político en particular, mientras que hoy en día están mayoritariamente controlados por las fuerzas del libre mercado.

Telegraph

La introducción del telégrafo eléctrico en Estados Unidos a mediados del siglo XIX influyó significativamente en el contenido de los periódicos, facilitándoles el acceso a las noticias nacionales. Esto incrementó la participación electoral en las elecciones presidenciales.

Radio

Cuando la radio se popularizó, se convirtió en un medio eficaz para la difusión de noticias, la educación pública y la propaganda. La exposición a programas de radio con contenido educativo mejoró significativamente el rendimiento escolar de los niños. Las campañas sobre los efectos del tabaco y otros problemas de salud han sido eficaces.Los efectos de los programas de radio pueden ser involuntarios. Por ejemplo, las telenovelas en África que presentaban estilos de vida atractivos afectaron las normas y comportamientos de las personas, así como sus preferencias políticas respecto a la redistribución de la riqueza.La radio también puede facilitar el activismo político. Las emisoras de radio dirigidas a una audiencia negra tuvieron un fuerte impacto en el activismo político y la participación en el movimiento por los derechos civiles en los estados del sur de Estados Unidos en la década de 1960.La radio también pudo ser un potente medio de propaganda en los años previos a la llegada de la televisión. El sacerdote católico Charles Coughlin, de Michigan, adoptó la radiodifusión cuando esta era una tecnología nueva y en rápida expansión durante la década de 1920. Inicialmente, Coughlin aprovechó esta nueva posibilidad para llegar a una audiencia masiva con sermones religiosos, pero tras el inicio de la Gran Depresión, se dedicó principalmente a expresar sus controvertidas opiniones políticas, a menudo antisemitas y fascistas. La radio también fue una poderosa herramienta de propaganda en la Alemania nazi en la década de 1930 y durante la guerra. El gobierno nazi facilitó la distribución de receptores de radio baratos (Volksempfänger), lo que permitió a Adolf Hitler llegar a una gran audiencia con sus frecuentes discursos de propaganda, mientras que para los alemanes era ilegal escuchar emisoras de radio extranjeras. En Italia, Benito Mussolini utilizó la radio para discursos de propaganda similares.

Televisión

El impacto social de la radio se redujo después de la guerra, cuando la televisión la superó. Kent Asp, quien estudió la interacción de la televisión con la política en Suecia, identificó un historial de creciente mediatización. Los políticos reconocieron en la década de 1960 que la televisión se había convertido en un canal predominante para la comunicación política, lo que se prolongó durante las décadas siguientes. La gradual aclimatación, adaptación y adopción de la lógica mediática en la comunicación política se produjo durante las décadas posteriores. Para la década de 2000, las instituciones políticas habían integrado casi por completo la lógica de la televisión y otros medios de comunicación en sus procedimientos.La televisión superó a los periódicos y la radio, y desplazó otras actividades como el juego, los deportes, el estudio y las actividades sociales. Esto ha provocado un menor rendimiento escolar en los niños que tienen acceso a programas de televisión de entretenimiento.Los televidentes tienden a imitar el estilo de vida de los modelos a seguir que ven en los programas de entretenimiento. Esta imitación ha resultado en una menor fertilidad y mayores tasas de divorcio en varios países.La televisión transmite contundentes mensajes de patriotismo y unidad nacional en China, donde los medios de comunicación están controlados por el Estado.

Juguetes/juego

La mediatización de los juguetes en Estados Unidos se remonta a la década de 1950, posterior a la Segunda Guerra Mundial. Los anunciantes vieron el auge de la programación televisiva infantil como una oportunidad para utilizar un nuevo medio para comercializar juguetes. Los juguetes se promocionaron intensamente en los medios a través de la televisión. La comercialización de programas de televisión infantiles aumentó en la década de 1980 tras la desregulación de la televisión estadounidense. Con el tiempo, esto condujo a la creación de marcas y personajes de juguetes populares, como G.I. Joe y Barbie, quienes obtuvieron sus propios programas de televisión y películas para vender más juguetes. Con el auge de internet, las tabletas, los teléfonos inteligentes y otros dispositivos conectados a internet, las industrias de los juguetes y los medios de comunicación se han vinculado aún más, brindando a las empresas aún mayores oportunidades para comercializar sus juguetes a los niños con la ayuda de la mediatización.

Internet

La llegada de internet ha creado nuevas oportunidades y condiciones para los periódicos tradicionales y los proveedores de noticias exclusivamente en línea. Muchos periódicos publican ahora sus noticias tanto en papel como en línea. Este cambio ha permitido una mayor diversidad de noticias de última hora, reportajes más extensos y periodismo de revista tradicional. La mayor competencia en un mercado mediático diversificado ha dado lugar a más historias de interés humano y estilo de vida, y menos noticias políticas, especialmente en las versiones en línea de los periódicos.

Social media

Las redes sociales, como Facebook, Twitter y YouTube, han posibilitado una forma más interactiva de comunicación masiva. La nueva forma de medios de internet que permite la generación de contenido por parte de los usuarios se ha denominado Web 2.0. Las posibilidades de participación de los usuarios han incrementado las oportunidades de creación de redes, colaboración y participación cívica. Los movimientos de protesta, en particular, se han beneficiado de una infraestructura de comunicación independiente.La circulación de mensajes en redes sociales depende, en gran medida, de los usuarios que les dan "me gusta", comparten y redistribuyen mensajes. Este tipo de circulación se rige menos por la lógica de la economía de mercado y más por los principios de la memética. Los mensajes se seleccionan y recirculan con base en un nuevo conjunto de criterios, diferente de los de la prensa escrita, la radio y la televisión. Las personas tienden a compartir los mensajes psicológicamente atractivos y que llaman la atención. Los usuarios de redes sociales son notablemente deficientes a la hora de evaluar la veracidad de los mensajes que comparten. Los estudios demuestran que los mensajes falsos se comparten con más frecuencia que los verdaderos porque los falsos son más sorprendentes y llamativos. Esta difusión de información falsa ha llevado a la proliferación de noticias falsas y teorías conspirativas en redes sociales. Los intentos de contrarrestar la desinformación mediante la verificación de datos han tenido un efecto limitado.Las personas prefieren seguir los foros, páginas y grupos de internet con los que coinciden. Al mismo tiempo, los medios de comunicación se inclinan por temas que ya son populares. Esto ha dado lugar a la aparición a gran escala de cámaras de eco y burbujas de filtro. Como consecuencia, el panorama político se ha polarizado aún más, ya que diferentes grupos de ciudadanos prestan atención a distintas fuentes de noticias, aunque la evidencia de este efecto es contradictoria.

Otras formas de canales de comunicación

La participación política en línea puede afectar las posturas políticas de los consumidores habituales de medios debido a la creciente mediatización. Los blogs, los vídeos y los sitios web son ejemplos de canales de comunicación alternativos, a diferencia de los medios tradicionales, como los periódicos y la televisión.A través de blogs, vídeos y sitios web, las personas pueden conectar mejor con las instituciones políticas al expresar libremente sus opiniones. Esta comunicación es posible gracias a que internet acerca a las élites y al público en general. Cualquier persona puede enviar correos electrónicos a un político o periodista político esperando una respuesta, o incluso generar millones de visitas entre los espectadores habituales de YouTube o internet al publicar sus opiniones.A través de estos medios de comunicación alternativos, muchas personas descubren que la participación en línea en la política, e incluso en la participación de políticos de alto rango, es cada vez más común y accesible. La comunicación expresiva a través de internet resulta más efectiva que la comunicación a través de fuentes tradicionales, ya que los prosumidores (una combinación de productor y consumidor que crea sus medios como consumidor) están ganando poder gracias a su alcance. Sin embargo, estos medios de comunicación alternativos facilitan la difusión de información falsa en línea a través de fuentes poco fiables en las que cualquiera puede publicar, como TikTok, lo que puede perjudicar la participación política o corromperla con ideas o conceptos falsos.La participación en línea ha impulsado actividades políticas presenciales y la contribución de activistas políticos. Un ejemplo es el Blog for America de Howard Dean, que sirvió como foro para que personas de diversos orígenes participaran y coordinaran eventos en las elecciones de 2004. La comunicación en línea fomenta la comunicación fuera de línea a través del activismo organizado en línea, que tiene lugar en el mundo real.

Recursos físicos

El materialismo mediático es una teoría que aborda el impacto de los medios en el entorno físico. Abarca tres aspectos:
  • Consumo de recursos naturales para la producción industrial de tecnología de comunicación moderna
  • Consumo energético de la tecnología de la comunicación en los sectores residencial e institucional
  • Los residuos que se crean por los teléfonos celulares descartados, televisores, computadoras, etc.

Influencia de las fuerzas del mercado

Los mecanismos económicos que influyen en los medios de comunicación masivos son bastante complejos porque los medios comerciales compiten en muchos mercados diferentes al mismo tiempo:
  • Competencia para consumidores, es decir, lectores, oyentes y espectadores
  • Competencia para anunciantes y patrocinadores
  • Competencia para inversores
  • Competencia de acceso a fuentes de información, como políticos, expertos, etc.
  • Competencia para proveedores de contenidos y derechos de acceso, por ejemplo, derechos de transmisión para eventos deportivos
Los economistas Carl Shapiro y Hal Varian escribieron que los mercados de productos básicos de información no funcionan. Hay varias razones para ello. Una característica importante que diferencia a los mercados de información de la mayoría de los demás mercados es que los costos fijos son altos, mientras que los costos variables son bajos o nulos. Los costos fijos son los costos de producción de contenido. Esto incluye el trabajo periodístico, la investigación, la producción de contenido educativo, el entretenimiento, etc. Los costos variables son los costos marginales de añadir un consumidor más. Los costos de transmitir un programa de televisión son los mismos, independientemente de si hay un espectador o un millón de espectadores; por lo tanto, los costos variables son cero. En general, los costos variables de los medios digitales son prácticamente nulos porque la información se puede copiar a muy bajo costo. Los costos variables de los periódicos son los costos de imprimir y vender un ejemplar más, que son bajos, pero no nulos.Los medios comerciales compiten por una cantidad limitada de dinero publicitario. Cuantas más empresas de medios compitan por publicidad, menor será el precio de la misma y menos dinero tendrá cada empresa para cubrir los costos fijos de producción de contenido. La libre competencia en un mercado de medios con muchos competidores puede conducir a una competencia desastrosa, donde los ingresos de cada empresa apenas alcanzan para producir contenido de la peor calidad posible.Los medios de comunicación no solo compiten por anunciantes con otros medios, sino también con otras empresas que, en lugar de producir información, facilitan la comunicación, como los motores de búsqueda y las redes sociales. Empresas de TI como Google, Facebook, etc., dominan el mercado publicitario, dejando menos de la mitad de los ingresos para los medios de comunicación.La fuerte dependencia del dinero publicitario obliga a los medios comerciales a dirigirse principalmente a públicos rentables para los anunciantes. Tienden a evitar contenidos controvertidos y temas que desagradan a los anunciantes.La competencia por el acceso a políticos, policías y otras fuentes de noticias importantes puede permitir que estas manipulen a los medios de comunicación al proporcionar información selectiva y favorecer a aquellos que les dan una cobertura positiva.La competencia entre las cadenas de televisión por los derechos de transmisión de los eventos deportivos más populares, los formatos de entretenimiento más populares y los presentadores de programas de entrevistas más populares puede disparar los precios. Este suele ser un mercado donde el ganador se lo lleva todo, donde quizás un canal de televisión de pago pueda superar la oferta de los canales de transmisión pública. El resultado es que, por ejemplo, un evento deportivo popular estará disponible para menos espectadores a precios más altos que si la competencia fuera limitada.Por lo tanto, la competencia en los mercados mediáticos es muy diferente a la competencia en otros mercados con costos variables más elevados. Numerosos estudios han demostrado que la feroz competencia entre los medios de comunicación resulta en trivialización y mala calidad. Observamos una gran cantidad de entretenimiento barato, chismes y sensacionalismo, y muy poca información cívica e investigación periodística exhaustiva. Los periódicos se ven particularmente afectados por la creciente competencia, lo que resulta en una menor circulación y una menor calidad periodística.La teoría económica clásica predice que la competencia genera diversidad, pero esto no siempre ocurre en los mercados mediáticos. Una competencia moderada puede conducir a la diversificación de nichos, pero existen muchos ejemplos en los que la competencia feroz, en cambio, conduce a una monotonía desperdiciada. Muchos canales de televisión producen el mismo tipo de entretenimiento barato que atrae a la mayor audiencia posible.Los altos costos fijos favorecen a las grandes empresas y a los grandes mercados. Los mercados de medios no regulados suelen conducir a una concentración de la propiedad, que puede ser horizontal (la misma empresa posee múltiples canales) o vertical (proveedores de contenido y distribuidores de red bajo un mismo propietario). La concentración de la propiedad mejora la eficiencia económica, pero puede reducir la diversidad al excluir a los proveedores de contenido no afiliados.

Los mercados no regulados tienden a estar dominados por unas pocas grandes empresas, mientras que las más pequeñas pueden ocupar nichos de mercado. Los grandes mercados se caracterizan por la competencia monopolística, donde cada empresa ofrece un producto ligeramente diferente. Las compañías de televisión por cable se diferencian políticamente en EE. UU., donde la doctrina de equidad ya no se aplica.Podríamos esperar que una empresa que gestiona múltiples canales de transmisión produzca contenido diferente en cada uno para evitar competir consigo misma, pero la evidencia muestra un panorama heterogéneo. Algunos estudios muestran que la concentración del mercado aumenta la diversidad y la innovación, mientras que otros estudios muestran lo contrario.Un mercado donde varias empresas poseen un canal de televisión cada una tampoco garantiza la diversidad. Por el contrario, a menudo observamos una duplicación innecesaria, donde todos intentan llegar al mismo público general con el mismo tipo de programas. La situación es diferente para los canales de televisión financiados con fondos públicos. La televisión nacional danesa, no comercial, por ejemplo, cuenta con múltiples canales de transmisión que emiten distintos tipos de contenido para cumplir con su obligación de servicio público.

Los países europeos tienen una tradición de radio y televisión de servicio público, financiada total o parcialmente por subsidios gubernamentales o el pago obligatorio de licencias para todos los que poseen una radio o un televisor. Históricamente, estas emisoras de servicio público han ofrecido programas de alta calidad, incluyendo noticias basadas en una investigación periodística exhaustiva, así como programas educativos, información pública, debates, programas especiales para minorías y entretenimiento. Sin embargo, las emisoras que dependen de la financiación gubernamental o del pago obligatorio de licencias son vulnerables a la presión política del gobierno de turno. Algunos medios de comunicación están protegidos de la presión política mediante estatutos sólidos y organismos de supervisión independientes, mientras que aquellos con menor protección se ven más influenciados por la presión política.

Las emisoras públicas de varios países europeos inicialmente monopolizaron la radiodifusión, pero la estricta regulación se relajó a finales de los años ochenta y principios de los noventa. La competencia de las emisoras de radio y televisión comerciales tuvo un fuerte impacto en las emisoras públicas. En Grecia, la nueva competencia de la televisión comercial condujo a una menor calidad y diversidad, contrariamente a las expectativas de los economistas. Los contenidos de los canales públicos se asemejaron a los de los canales comerciales, con menos noticias y más entretenimiento. En los Países Bajos, la diversidad de la programación televisiva aumentó en períodos de competencia moderada, pero disminuyó en períodos de competencia desastrosa. En Dinamarca, el grado de dependencia de la publicidad y de los inversores privados influyó en el grado de trivialización, pero incluso un canal de televisión sin publicidad financiado con fondos públicos se trivializó aún más como resultado de la competencia con los canales comerciales. En Finlandia, el gobierno ha evitado la competencia desastrosa mediante una estricta regulación del mercado televisivo. El resultado es una mayor diversidad.

Cambio sociocultural

El concepto de mediatización se centra no solo en los efectos de los medios, sino también en la interrelación entre el cambio en la comunicación mediática, por un lado, y los cambios socioculturales, por otro. En las siguientes secciones se analizan algunos aspectos del cambio sociocultural.

Crimen, desastre y miedo

Es un dicho común que el miedo vende. Los medios de comunicación suelen usar el alarmismo para atraer lectores, oyentes y espectadores. Las historias sobre crímenes, desastres, enfermedades peligrosas, etc., ocupan un lugar destacado en muchos medios. Históricamente, los periódicos sensacionalistas se han basado en gran medida en las noticias policiales para atraer a los clientes a comprar el periódico actual. Esta estrategia ha sido copiada por los medios electrónicos, especialmente cuando la competencia es feroz.

Los medios de comunicación a menudo han generado pánico moral al exagerar problemas sociales menores o incluso peligros completamente imaginarios, como se vio, por ejemplo, en el caso de la alarma sobre las sectas satánicas.Las historias de miedo pueden tener consecuencias políticas, incluso si los medios de comunicación solo tienen motivos económicos. Los políticos suelen implementar leyes draconianas y políticas de mano dura contra la delincuencia porque se sienten obligados a reaccionar ante los peligros percibidos.En una perspectiva más amplia, la alta afinidad de muchos medios de comunicación con el crimen y los desastres ha generado una cultura del miedo donde las personas toman precauciones innecesarias ante peligros menores o improbables, mientras prestan menos atención a los riesgos mucho mayores, como, por ejemplo, enfermedades relacionadas con el estilo de vida o accidentes de tránsito.Los psicólogos temen que la intensa exposición a la delincuencia y los desastres en los medios de comunicación esté fomentando un síndrome de mundo mezquino que causa depresión, ansiedad e ira. La percepción del mundo como un lugar peligroso puede conducir a la sumisión autoritaria, el conformismo y la agresión contra las minorías, según la teoría del autoritarismo de derecha.

La cultura del miedo puede tener una fuerte influencia en el clima cultural y político en general. Según la teoría de la realeza, una percepción generalizada de peligro colectivo puede impulsar la cultura y la política hacia el autoritarismo, la intolerancia y la belicosidad. Esta es una consecuencia imprevista de la competencia económica entre los medios de comunicación.Los organismos encargados de hacer cumplir la ley han aprendido a cooperar con los medios de comunicación para dramatizar la delincuencia y así promover sus propios intereses.A menudo se sospecha que los políticos se aprovechan activamente de la propensión de los medios a sembrar el miedo para promover una agenda específica. Las advertencias sobre posibles ataques terroristas han aumentado el apoyo público al presidente estadounidense, y el temor generado tras los atentados del 11 de septiembre se ha utilizado para obtener apoyo para las guerras en Afganistán e Irak.

Mediatización de la ignorancia

A diferencia de otras formas de mediatización que se centran en la difusión del conocimiento, la mediatización de la ignorancia implica la mediatización de lo desconocido (lo desconocido conocido). La mediatización de la ignorancia ocurre cuando información que aún no ha sido verificada, comprendida completamente o confirmada por expertos circula a través de diversos medios de comunicación y se presenta al público como un hecho. La mediatización de la ignorancia consta de tres fases: la de revelación, la de aceleración y la irredimible. Durante la fase de revelación, se revela a los medios información que los expertos aún deben verificar por completo; sin embargo, líderes comunicativos como científicos, profesionales de la salud o investigadores aún controlan la narrativa. Durante la fase de aceleración, la información se difunde rápidamente y se convierte, independientemente de su validez, en lo que el público comienza a percibir como realidad. Los líderes comunicativos pierden el control de la narrativa durante esta fase de la mediatización de la ignorancia. Finalmente, durante la fase irredimible, los expertos pierden todo control de la narrativa incluso después de recopilar evidencia científica que demuestra que la información no verificada era falsa.Un ejemplo de las tres fases de la mediatización de la ignorancia se puede encontrar durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 en torno a la hidroxicloroquina (HCQ). Durante la fase de revelación, los medios de comunicación supieron que la HCQ podría ser un tratamiento potencial para la COVID-19, basándose en evidencia inicial limitada. Esta revelación despertó el interés de los medios y la audiencia. El tema de la HCQ pasó posteriormente a la fase de aceleración tras el respaldo de Donald Trump, a pesar de que aún faltaban pruebas de su eficacia. Debido a los informes de éxito y al respaldo de una celebridad, hubo una escasez temporal de HCQ debido a la alta demanda basada en su eficacia percibida. Si bien investigaciones y ensayos posteriores revelaron poca o ninguna eficacia de la HCQ contra el virus de la COVID-19, la fase irredimible de la mediatización de la ignorancia ya se había alcanzado. Por ello, el vínculo entre la ineficacia del fármaco y la COVID-19 ya se había establecido y la mayoría del público lo creía cierto.

Democracia y medios de comunicación

Una democracia solo puede funcionar correctamente si los votantes están bien informados sobre los candidatos y los problemas políticos. En general, se supone que los medios de comunicación están cumpliendo la función de informar a los votantes. Sin embargo, desde finales del siglo XX ha habido una creciente preocupación de que los votantes pueden estar mal informados porque los medios de comunicación se están centrando más en el entretenimiento y los chismes y menos en la investigación periodística seria sobre la política política asuntos.

Los profesores de medios Michael Gurevitch y Jay Blumler han propuesto una serie de funciones que se espera que los medios de comunicación cumplan en una democracia:

  • Vigilancia del entorno sociopolítico
  • Establecimiento de una agenda significativa
  • Plataformas para una promoción inteligible e iluminadora
  • Diálogo entre una diversidad de opiniones
  • Mecanismos para que los funcionarios tengan en cuenta cómo han ejercido el poder
  • Incentivos para que los ciudadanos aprendan, elijan y se involucren
  • Resistencia de principio a los esfuerzos de fuerzas fuera de los medios para subvertir su independencia, integridad y capacidad para servir al público
  • Un sentido del respeto por el público, tan potencialmente preocupado y capaz de tener sentido de su entorno político

Esta propuesta ha inspirado muchas discusiones sobre si los medios de comunicación están cumpliendo las funciones que requiere una democracia que funcione bien.

Los medios de comunicación comerciales generalmente no son responsables de nadie más que a sus dueños, y no tienen la obligación de cumplir una función democrática. Están controlados principalmente por las fuerzas del mercado económico. La feroz competencia económica puede obligar a los medios de comunicación a desviarse de cualquier ideal democrático y centrarse por completo en cómo sobrevivir a la competencia.

Los periódicos de calidad o élite todavía están proporcionando noticias políticas serias, mientras que los periódicos de los tabloides y las estaciones de televisión comerciales ofrecen más noticias y entretenimiento suaves. La calidad de los medios de comunicación es diferente en diferentes países, dependiendo de la regulación y la estructura del mercado. Sin embargo, incluso los periódicos de calidad están incendiando su contenido para atacar a más lectores cuando la competencia es feroz.

Medios de servicio público tiene la obligación de proporcionar información confiable a los votantes. Muchos países han financiado públicamente estaciones de radio y televisión con obligaciones de servicio público, especialmente en Europa y Japón, mientras que dichos medios son débiles o inexistentes en otros países, incluido el EE.UU.

Varios estudios han demostrado que cuanto más fuerte es el dominio de los medios de comunicación de transmisión comercial sobre los medios de servicio público, menos ser la cantidad de información relevante para políticas en los medios y más enfoque en el periodismo de las carreras de caballos, las personalidades y los pecadillos de los políticos. Las emisoras de servicios públicos se caracterizan por más información relevante para políticas y más respeto por las normas periodísticas de imparcialidad que los medios comerciales. Sin embargo, la tendencia de la desregulación ha puesto al modelo de servicio público bajo una mayor presión de la competencia con el comercial medios de comunicación.

Muchos periodistas preferirían mantener sus estándares profesionales altos, pero la competencia por la audiencia les está obligando a ofrecer más noticias y entretenimiento suaves y una cobertura de asuntos públicos menos sustanciales. La política se ha popularizado en tal grado que las líneas entre la política y el entretenimiento se están volviendo cada vez más borroso. Al mismo tiempo, la comercialización ha hecho que los medios de comunicación sean vulnerables a la influencia y la manipulación externa.

La tabloidación y la popularización de los medios de comunicación se ve en un enfoque creciente en ejemplos humanos en lugar de estadísticas y principios. La capacidad de encontrar soluciones políticas efectivas a los problemas sociales se ve obstaculizada cuando los problemas tienden a culpar a las personas en lugar de a las causas estructurales. Este enfoque centrado en la persona puede tener consecuencias de largo alcance no solo para los problemas nacionales sino también para la política exterior cuando se culpa a los conflictos internacionales a los jefes de estado extranjeros en lugar de a las estructuras políticas y económicas. Un fuerte enfoque en el miedo y el terrorismo ha permitido que la lógica militar penetre en instituciones públicas, lo que lleva a una mayor vigilancia y la erosión de los derechos civiles.

Hay más enfoque en los políticos como personalidades y menos enfoque en temas políticos en los medios populares. Las campañas electorales se cubren más como carreras de caballos y menos como debates sobre ideologías y problemas. El enfoque dominante en el giro, el conflicto y las estrategias competitivas ha hecho que los votantes perciban a los políticos como egoístas en lugar de idealistas. Esto fomenta la desconfianza y una actitud cínica hacia la política, menos compromiso cívico y menos interés en votación.

La negociación entre los partidos políticos se vuelve más difícil bajo el enfoque de los medios porque las concesiones necesarias harán que los negociadores individuales pierdan credibilidad. Las negociaciones requieren una atmósfera de privacidad que permita compromisos, comunicados al público como decisiones colectivas sin indicar ningún ganador o perdedor. Una disminución considerable en la cantidad y la calidad de los resultados de la negociación parece probable debido a esta incompatibilidad entre la lógica de los medios de comunicación y la lógica de negociación política.

La capacidad de respuesta y la responsabilidad del sistema democrático se ve comprometida cuando la falta de acceso a información sustantiva, diversa y no distorsionada es perjudicar a los ciudadanos ' capacidad de evaluar el proceso político.

Los lazos formales entre los periódicos y los partidos políticos eran comunes en la primera mitad del siglo XX, pero raras hoy. En cambio, los políticos deben adaptarse a la lógica de los medios. Muchos políticos han encontrado formas de manipular a los medios para servir sus propios fines. A menudo organizan eventos o filtran información con el único propósito de lograr que los medios cubran su agenda.

El ritmo rápido y la trivialización en los medios de comunicación competitivos están perjudicando el debate político. La investigación exhaustiva y equilibrada de cuestiones políticas complejas no encaja en este formato. La comunicación política se caracteriza por horizontes de tiempo corto, lemas cortos, explicaciones simples y respuestas simples. Esto es propicio para el populismo político en lugar de una deliberación grave.

El empresario italiano y político populista Silvio Berlusconi aprovechó el hecho de que era dueño de muchas de las estaciones de televisión comerciales. Esto le aseguró una cobertura favorable que le permitió convertirse en primer ministro durante un total de nueve años. Los estudios en Italia muestran que las personas expuestas a la televisión de entretenimiento como niños eran menos cognitivamente sofisticadas y menos cívicas como adultos. La exposición al contenido educativo, por otro lado, mejoró las habilidades cognitivas y el compromiso cívico.

Las personas forman hábitos en torno a su consumo de medios y a menudo se apegan a los mismos medios. Esta es una manera fácil de minimizar los esfuerzos cognitivos del procesamiento de la información. Un experimento en China mostró que los consumidores que recibieron acceso a noticias sin censura solían atenerse a sus viejos hábitos y ver a los medios de comunicación censurados por el estado. Sin embargo, después de que se les dio incentivos para ver las noticias sin censura, seguían preferiendo las noticias sin censura, lo que condujo a cambios persistentes en sus conocimientos, creencias y actitudes.

Algunos comentaristas han presentado una visión optimista, argumentando que la democracia sigue funcionando a pesar de las deficiencias de los medios, mientras que otros deploran el surgimiento del populismo político, la polarización y el extremismo que los medios populares parecen estar contribuyendo a.

Muchos académicos de medios han discutido los medios de comunicación no comerciales con las obligaciones de servicio público como un medio para mejorar el proceso democrático al proporcionar el tipo de contenido político que un mercado libre no proporcionar. El Banco Mundial ha recomendado servicios de transmisión de servicios públicos para fortalecer la democracia en los países en desarrollo. Estos servicios de transmisión deben ser responsables ante un organismo regulatorio independiente que está adecuadamente protegido de la interferencia de los intereses políticos y económicos.

Democracia y redes sociales

La aparición de Internet y las redes sociales ha alterado profundamente las condiciones para la comunicación política. Las redes sociales han brindado a los ciudadanos comunes fáciles de acceso para expresar su opinión y compartir información mientras pasan por alto los filtros de los grandes medios de comunicación. Esto a menudo se ve como una ventaja para la democracia.

Las redes sociales hacen posible que los políticos obtengan comentarios inmediatos de los ciudadanos sobre sus propuestas de políticas, pero también dificultan que los políticos y los líderes empresariales oculten información.

Las nuevas posibilidades de comunicación han cambiado fundamentalmente la forma en que los movimientos sociales y los movimientos de protesta operan y organizan. Internet y las redes sociales han proporcionado nuevas y poderosas herramientas para los movimientos de democracia en los países en desarrollo y las democracias emergentes, permitiéndoles organizar protestas y producir eventos visuales adecuados para el medios de comunicación.

Las redes sociales y los motores de búsqueda se financian principalmente por publicidad. Son capaces de dirigir anuncios específicamente a los segmentos de población que los anunciantes seleccionan. El hecho de que estos medios actúen como compañías de marketing y consultores pueden comprometer su neutralidad.

Otro problema es que las redes sociales no tienen filtros de verdad. Los medios de comunicación establecidos tienen que proteger su reputación como confiable, mientras que los ciudadanos comunes pueden publicar información poco confiable. Las cámaras de eco pueden surgir cuando las personas comparten información sin control con grupos de personas con ideas afines. Los estudios encuentran evidencia de grupos de personas con las mismas opiniones en las redes sociales como Facebook. La gente tiende a confiar en la información compartida por sus amigos. Esto puede conducir a una exposición selectiva a opiniones partidistas, pero varios estudios muestran que las personas están expuestas a un conjunto más diverso de noticias y opiniones en las redes sociales que en los medios de comunicación tradicionales.

Las historias falsas se comparten más que historias reales, como se discutió anteriormente. Las teorías de conspiración, ya sean verdaderas o falsas, se comparten en las redes sociales porque las personas las encuentran interesantes, emocionantes y entretenidas. La proliferación de creencias de conspiración puede socavar la confianza pública en el sistema político y los funcionarios públicos. Un ejemplo notable es la desconfianza de los funcionarios de salud durante la pandemia Covid-19.

Algunos estudios indican que hay asimetrías políticas en las respuestas a la información errónea debido a las diferencias en las características de personalidad y las estructuras de los medios. Los rasgos psicológicos como la mentalidad cercana, la evitación de la incertidumbre y la resistencia al cambio son más comunes entre los conservadores que entre los liberales y los moderados. Estos rasgos, combinados con un uso de medios más selectivo y una naturaleza más insular del ecosistema de medios conservador, hacen que los conservadores sean más propensos que los liberales de compartir y creer mal información. Es más probable que los ciudadanos liberales compartan información de verificación de hechos que los conservadores. Además, los medios liberales y moderados tienen más probabilidades que los medios conservadores de verificar sus historias y retraer falsos historias.

La regulación estatal de las redes sociales es un problema para la libertad de expresión. En cambio, las principales redes sociales han implementado la autorregulación para defender su reputación. Las redes sociales a menudo se sancionan contra el discurso de odio, mientras que la información errónea general es más difícil de combatir. Los medios ' Los propios filtros a menudo no son confiables y vulnerables a la manipulación.

Algunas redes sociales están publicando información de verificación de hechos para contrarrestar la información errónea. Los estudios de los efectos de la verificación de hechos han dado resultados mixtos. Algunos estudios encuentran que la verificación de hechos está reduciendo las creencias en la información errónea. Otros estudios encuentran que la información correctiva influye en el conocimiento pero no en las intenciones de votación. La verificación de hechos puede incluso ser contraproducente cuando las personas no confían en las organizaciones de verificación de hechos o cuando construyen contraargumentos.

Algunos observadores han propuesto la educación de la alfabetización mediática como un medio para hacer que las personas sean menos susceptibles a creer que la información errónea. La investigación sugiere que la educación en la alfabetización multimedia es más efectiva cuando incluye comentarios personales.

Las redes sociales son muy vulnerables a la manipulación porque es posible configurar cuentas falsas. Varias agencias de propaganda están estableciendo en secreto un gran número de cuentas de redes sociales falsas que pretenden ser personas comunes. Las cuentas falsas a menudo son operadas por computadoras automatizadas programadas para actuar como personas reales, los llamados bots. Tales cuentas y bots falsos se utilizan para difundir y compartir propaganda, desinformación y noticias falsas. Los operadores comerciales pueden extender la desinformación sobre competidores o mercados de valores; Las organizaciones políticas pueden tratar de influir en la opinión pública en asuntos políticos; y las organizaciones de inteligencia militar pueden usar la propagación de la desinformación como medio de guerra de información. Por ejemplo, las brigadas web rusas o las granjas de troll han difundido grandes cantidades de noticias falsas para influir en la elección del presidente estadounidense Donald Trump en 2016, según Un informe de inteligencia. Ver también interferencia rusa en el referéndum Brexit de 2016. Los bots también han estado muy involucrados en la difusión de información errónea sobre COVID-19.

Mediatización de la política

La mediación de la política se centra en el efecto transformador que los medios ejercen en la política. Se argumenta que hay cuatro dimensiones de la transformación de la política. La primera dimensión se centra en los medios como la fuente de información política. Si la política está altamente mediatizada, la única forma pública de aprender sobre nuevas leyes y políticas es a través de los medios de comunicación. La segunda dimensión se refiere a la independencia de los medios de comunicación de la política y si los medios pueden hablar o no en contra de las figuras políticas. La tercera dimensión se enfoca en qué lógica gobierna los medios de comunicación, la lógica de los medios o la lógica política. Si la política es baja a moderadamente mediatizada, se favorecerá la lógica política (cobertura mediática de las leyes y la política), mientras que si la política está altamente mediatizada, se favorecerá la lógica de los medios (cobertura de historias políticas entretenidas y dramatizadas). Finalmente, la cuarta dimensión se centra en si las figuras políticas favorecen o no los medios o la lógica política.

populismo político

El populismo se refiere a un estilo político caracterizado por la retórica anti-establecimiento y antielite y una definición simplificada y polarizada de problemas políticos. El establecimiento a menudo se evoca en la retórica populista como la fuente de crisis, descomposición o corrupción. Esto puede tomar la forma de negación del conocimiento experto y la defensa del sentido común contra los burócratas. Gran parte del atractivo de los populistas proviene de su desprecio por las formas "apropiadas" de actuar en el ámbito político. Esto incluye un estilo sensacionalista con el uso de argot, incorrección política y ser demasiado demostrativo y colorido, a diferencia de los comportamientos de élite de rigidez, racionalidad y tecnocrática idioma. Los ciudadanos con actitudes populistas tienen preferencia por el contenido de los medios sensacionalistas que simplifican los problemas en las oposiciones binarias "estadounidenses" versus "ellas".

A menudo es difícil para los políticos populistas transmitir sus mensajes a través de los principales medios de comunicación, especialmente cuando estos mensajes contienen reclamos no verificados o un discurso socialmente inapropiado. Internet ha proporcionado a los populistas nuevos canales de comunicación que coinciden con sus necesidades de comunicación sin filtro. Los populistas a veces confían en las verdades límite, el contenido forjado, el discurso manipulador y las afirmaciones no verificadas que no pasarían a los guardianes en los medios de comunicación de buena reputación. La disponibilidad de medios de Internet y redes sociales independientes ha abierto una puerta a la difusión de información sesgada, percepción selectiva, sesgo de confirmación, razonamiento motivado e inclinaciones para reforzar las identidades internos en las cámaras de eco. Esto ha allanado el camino hacia un aumento del populismo alrededor del mundo.

Otro factor que contribuye al surgimiento del populismo es la concentración de la propiedad de los medios de comunicación de Internet. Esto permite la difusión del contenido que atrapa la atención dirigido a segmentos de audiencia específicos en un mercado fragmentado. El contenido que es más rentable también es los mensajes más emocionales, incendiarios, polarizantes y divisivos. Esto contribuye a inflar las voces más fuertes y antagónicas e intensificación de conflictos sociales al distorsionar hechos y limitar la exposición a ideas competidoras.

El populismo de derecha se caracteriza por mensajes cortos y emocionales o escandalizantes sin teorización sofisticada. La comunicación está controlada por fuertes líderes carismáticos de una manera asimétrica de arriba hacia abajo. Las páginas de redes sociales de los políticos populistas a menudo se moderan fuertemente para suprimir los comentarios críticos. El tipo de razonamiento se basa principalmente en la evidencia anecdótica y las narrativas emocionales, mientras que los argumentos abstractos basados en estadísticas o teoría se descartan como elitista.

El populismo de izquierda es menos controlado y más atractivo que el populismo de derecha. Por ejemplo, el partido español podemos depende de una estrategia de medios de diseminación viral de mensajes emocionales, controvertidos y provocativos.

El populismo ha llevado a una fuerte polarización en muchos países. La falta de visión del mundo compartida y los hechos acordados es un obstáculo para el diálogo democrático significativo. La polarización política extrema puede socavar la confianza en las instituciones democráticas, lo que lleva a la erosión de los derechos civiles y la libertad de expresión y, en algunos casos, incluso la reversión a la autocracia.

Deporte

Sport es un excelente ejemplo de mediatización. La organización del deporte está muy influenciada por los medios de comunicación, y los medios a su vez están influenciados por los deportes.

Sport ha tenido históricamente una relación muy cercana con los medios de comunicación a través de un desarrollo paralelo de organizaciones deportivas y periodismo deportivo. Los grandes eventos deportivos, como el Tour de Francia y la UEFA Champions League, fueron inventados e iniciados por los periódicos.

Los medios de comunicación son importantes para las organizaciones deportivas. Los medios de comunicación ayudan a atraer nuevos participantes, alentar a los espectadores y atraer patrocinadores, anunciantes e inversores. La transmisión de eventos deportivos es importante para las organizaciones deportivas, así como para las estaciones de televisión. Esto ha llevado a una comercialización creciente de los deportes desde la década de 1980. Hemos visto el desarrollo de asociaciones cercanas entre un número relativamente pequeño de organizaciones deportivas altamente profesionales y grandes organizaciones de transmisión. Las reglas de los juegos, así como las estructuras de torneo, etc., se han ajustado para adaptarse al enfoque de entretenimiento de la televisión y otros medios de comunicación.

La comercialización del deporte de élite ha llevado a un mayor enfoque en atletas individuales y equipos individuales a través de fotos de prensa, entrevistas, mercancías y cultura de los fanáticos que conducen al aumento del estrellato y los salarios extremadamente altos.

Los deportes más populares pueden atraer grandes cantidades de dinero a través de los derechos de patrocinio y transmisión, mientras que la mayoría de los deportes menos populares están marginados y les resulta difícil atraer fondos. Los atletas más populares, en particular, son intercambiados o transferidos a precios extremos.

Los eventos deportivos populares se utilizan no solo para productos publicitarios y empresas, sino también para promocionar países a través de la organización de grandes eventos deportivos internacionales, como los Juegos Olímpicos, los campeonatos mundiales, etc.

La comercialización y profesionalización de los deportes ha llevado a una creciente integración de empresas deportivas y medios de entretenimiento, y una industria creciente que involucra entrenadores profesionales, consultores, expertos biomecánicos, etc.

Estos desarrollos han llevado a nuevas preocupaciones éticas sobre la erosión del espíritu del amateurismo y los ideales del juego limpio. Los atletas en los deportes de élite a menudo se ven obligados a jugar hasta los límites extremos de las reglas para maximizar sus posibilidades de ganar. Esto los convierte en malos modelos a seguir para aficionados y fanáticos. Las grandes sumas de dinero en juego aumentan las tentaciones a diversas formas de trampa, como juego injusto, dopaje, fijación de partidos, soborno, etc. Entre las preocupaciones también se encuentran patrocinios con productos poco saludables y la industria del juego.

La competencia por los derechos de transmisión exclusivos a los eventos deportivos populares ha elevado los precios a tales niveles que varios países han implementado leyes antisinitantes para asegurarse de que los consumidores tengan acceso gratuito para ver estos eventos.

Religión

La aplicación de la teoría de la mediación al estudio de la religión fue iniciada por Stig Hjarvard con un enfoque principal en el norte de Europa. Hjarvard describió cómo los medios de comunicación han asumido gradualmente muchas de las funciones sociales que solían ser realizadas por instituciones religiosas, como rituales, adoración, luto, celebración y orientación espiritual. Esto puede considerarse parte de un proceso general de modernización y secularización. Las actividades religiosas están menos controladas y organizadas por la Iglesia y, en cambio, se subsumen bajo la lógica de los medios y se entregan a través de géneros como noticias, documentales, drama, comedia y entretenimiento.

Los medios de comunicación y la industria del entretenimiento están combinando aspectos de la religión popular, como trolls, vampiros y magia con la iconografía y la liturgia de las religiones institucionalizadas en una mezcla que Hjarvard llama religión banal . Los programas de televisión que representan la astrología, las sesiones, el exorcismo, la quiromancia, etc. están legitimando la superstición y apoyan una individualización de la creencia, mientras que el control de la iglesia sobre el acceso a los textos religiosos se debilita. Tales programas de televisión, así como novelas y películas como Harry Potter y El señor de los anillos , y los juegos de computadora como el World of Warcraft son todas fuentes de imaginación religiosa. Hjarvard argumenta que estas representaciones de la religión banal no son irrelevantes, sino fundamentales en la producción de pensamientos y sentimientos religiosos donde los textos y símbolos religiosos institucionalizados surgen como características secundarias, en cierto sentido como racionalización después del hecho.

David Morgan está criticando el concepto de mediación de Hjarvard por ser limitado a un contexto histórico específico. Morgan argumenta que la mediación de la religión no está necesariamente relacionada con la modernización y la secularización. Históricamente, la comunicación a través de la música, el arte y la escritura han tenido un grado de ubicuidad similar a los medios de comunicación modernos y han dado forma a la sociedad humana de manera distinta. La vida religiosa siempre ha sido mediada cuando las personas creen que las sesiones se comunican con los espíritus de los muertos, las oraciones se comunican con deidades, los íconos establecen la conexión con el santo celestial y los objetos sagrados están facilitando la interacción entre los actores humanos y lo divino. Morgan muestra cómo los textos evangélicos imprimidos a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX dieron forma a la vida religiosa. Estos textos no fueron respaldados por el Estado o la Iglesia, sino explícitamente cristianos. Este es un ejemplo de mediatización que no estaba conectado con la secularización o modernización. Morgan está de acuerdo, sin embargo, que la mediación sigue siendo un concepto útil para describir los efectos de ciertas formas de uso de los medios. La intriga o misterio que muchos encuentran en la ficción, las religiones exóticas, el ocultismo, la astrología, los sueños, etc., lo que Hjarvard llama religión banal, sugiere que las imágenes, la música y los objetos tienen una potencia que opera independientemente de la religión explícita o institucional.

Los estudios de medios religiosos en otras partes del mundo confirman que la mediatización no está necesariamente relacionada con la secularización. El televangelismo tiene una gran influencia en la vida religiosa en América del Norte. El concepto estadounidense de televangelismo ha sido copiado en muchas partes del mundo y adoptado no solo por evangelistas cristianos, sino también por predicadores islámicos, budistas e hinduistas. Esto ha llevado a una mayor competencia entre las instituciones religiosas establecidas y los televangelistas autodenominados, entre diferentes sectas y entre diferentes religiones. El televangelismo es un medio poderoso para la recaudación de fondos que ha permitido a los televangelistas establecer grandes empresas comerciales que combinen actividades religiosas con entretenimiento y comercio.

Internet ha abierto muchas posibilidades nuevas para la comunicación religiosa. Los sitios conmemorativos en Internet han complementado o reemplazado cementerios físicos. Dalai Lama realiza ceremonias religiosas en línea que ayudan a los refugiados tibetanos y la diáspora a recrear prácticas religiosas fuera del Tíbet. Muchas comunidades religiosas en todo el mundo están utilizando medios de Internet interactivos para comunicarse con los creyentes, transmitir servicios, dar instrucciones y asesoramiento, responder preguntas e incluso participar en diálogos entre diferentes religiones. Las redes sociales permiten un diálogo religioso más democrático y menos centralizado. Compartir textos religiosos, imágenes y videos en las redes sociales a menudo es alentado por las comunidades religiosas. A diferencia de la economía de la información comercial tradicional basada en los derechos de autor, algunos televangelistas en Singapur están compartiendo deliberadamente sus productos de medios sin derechos de propiedad intelectual para permitir que sus seguidores compartan estos trabajos en las redes sociales y hacer nuevas combinaciones, composiciones y combates de manera que puedan desarrollar y prosperar nuevas ideas.

Subcultures

Hjarvard y Peterson resumen el papel de los medios en el cambio cultural: “(1) Cuando diversas formas de subculturas intentan utilizar los medios para sus propios fines, a menudo se (re)incrustan en la cultura dominante; (2) Las políticas culturales nacionales a menudo sirven como palancas para una mayor mediatización; (3) La mediatización implica una transformación de las formas en que se ejercen la autoridad y la experiencia y se adquiere y defiende la reputación; y (4) Los avances tecnológicos configuran las posibilidades de los medios y, por lo tanto, la ruta particular de la mediatización”.La investigación sobre mediatización explora las formas en que los medios se integran en la transformación cultural. Por ejemplo, la mediatización «táctica» designa la respuesta de las organizaciones comunitarias y activistas a cambios tecnológicos más amplios. Kim Sawchuk, profesora de Estudios de la Comunicación, trabajó con un grupo de personas mayores que lograron mantener su autonomía en este contexto. Para las personas mayores, la presión para mediatizar proviene de diversas instituciones que están en transición a servicios en línea (organismos gubernamentales, entidades financieras, bancos, etc.), entre otras. Un enfoque táctico hacia los medios proviene de quienes están subordinados dentro de estos sistemas. Implica implementar soluciones alternativas para que las tecnologías les funcionen. Por ejemplo, en el caso del grupo de personas mayores que estudia, solicitaron prestado equipo para producir cápsulas de video que explicaban su mandato y la importancia de este para sus comunidades. Esto les permitió llegar a nuevas audiencias, manteniendo el tono y el estilo de la comunicación presencial que priorizan en su práctica diaria. Al hacerlo, también subvirtieron las expectativas sobre la capacidad de las personas mayores para usar los nuevos medios de manera efectiva.

Otro ejemplo de estudio se centra en las prácticas mediáticas de los grafiteros y skaters, mostrando cómo los medios integran y modulan sus prácticas cotidianas. El análisis también demuestra cómo la mediatización de estos grupos subculturales los integra en la cultura dominante, transforma su imagen rebelde y opositora y los conecta con la cultura de la comercialización global.Otro ejemplo es cómo la omnipresencia de los medios influye en las formas en que las protestas de Femen pueden tener lugar en espacios públicos, permitiendo la comunicación entre individuos y una comprensión compartida del imaginario activista. Su objetivo es analizar cómo los medios moldean sus prácticas y cómo estas se presentan de manera que faciliten su difusión.

Véase también

  • Economía de atención
  • Concentración de la propiedad de los medios
  • Ciudadano digital
  • Cámara Echo (media)
  • Comunicación en masa
  • Cultura de medios
  • Alfabetización
  • Psicología de los medios
  • Mediacracy
  • Efectos de los medios
  • Estudios de medios
  • Estilística mediada
  • Aspectos sociales de la televisión

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