María Teresa Rodríguez del Toro y Alaysa
María Teresa Josefa Antonia Joaquina Rodríguez del Toro Alayza (15 de octubre de 1781 - 22 de enero de 1803), fue la esposa española de Simón Bolívar. Después de sólo dos años de noviazgo y ocho meses de matrimonio, murió tras contraer fiebre amarilla a los 21 años de edad. Bolívar juró y cumplió su promesa de no volver a casarse nunca más. Según los historiadores, y para el propio Bolívar, su muerte fue un punto de inflexión en su vida que lo puso en el camino de convertirse en el libertador de seis naciones latinoamericanas y el precursor del proceso de integración latinoamericana.
biografía
María Teresa era la única hija de Bernardo Rodríguez del Toro y Ascanio, nacida en Caracas, Venezuela en el corazón de una familia con orígenes en Teror, Islas Canarias y Benita de Alayza Medrano, de Valladolid, España. Ella nació en Madrid el 15 de octubre de 1781, durante el reinado de Carlos III. María Teresa estaba profundamente vinculada a la sociedad caraquenia. Su padre era el hijo del segundo marqués del Toro, Francisco Rodríguez del Toro e Isturiz (gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela), y hermano del tercer marqués, Sebastián Rodríguez del Toro y Ascanio (mayor de Caracas), cuyo El título fue heredado por el primer primo Francisco Rodríguez del Toro de María Teresa (quien se convertiría en el primer comandante en jefe del Ejército de Independencia de Venezuela). Por el lado de su madre, María Teresa era una sobrina del marqués de Inicio y el conde de Rebolledo. Tras la muerte de su madre, María Teresa, aunque a una edad temprana, cuidó a sus hermanos y ayudó a su padre y a su primo, Pedro Rodríguez del Toro, en asuntos relacionados con la administración de bienes y haciendas. Varios estudios y biografías pasan la recreación del mito de María Teresa:
Hasta la fecha no han aparecido retratos de ella, y por consiguiente sus pocas imágenes son enteramente la higuera de la imaginación de los artistas, quienes aparentemente no sabían de la descripción general de su apariencia física que implicó un fuerte parecido a su primo de ojos claros, generalmente azul o verdoso. El parecido anteriormente mencionado con su prima María del Pilar también nos lleva a pensar en ella como rubia o de pelo castaño justo.
—Rafael L. Fuentes Carvallo,
Relación con Simón Bolívar
María Teresa conoció a Simón Bolívar en Madrid en 1800. Bolívar había sido enviado a España a la edad de 17 años para continuar sus estudios. Bolívar vivía en ese momento en la residencia del Marqués de Ustariz, Jerónimo de Ustáriz y Tovar, a quien Bolívar llamó su "tutor". Allí conoció a María Teresa, dos años mayor que él, y con quien estuvo relacionado a lo largo de diversos linajes familiares. En agosto de 1800, María Teresa aceptó el noviazgo de Bolívar, quien la describió como “una joya sin defectos, valiosa sin cálculo”. El padre de María Teresa llevó a su hija a Bilbao y poco después, en marzo de 1801, Bolívar también se trasladó a esa ciudad, y luego a París.
El 5 de abril de 1802, al regresar a España, Bolívar propuso formalmente a María Teresa. Se especula que el padre de María Teresa, apaciguado por el compromiso formal, y sumado al valor del patrimonio de Bolívar en 200.000 duros, dio su permiso y bendición a la pareja. Bolívar propuso a María Teresa casarse ese mismo año en el Puerto de A Coruña. Poco después, el 30 de marzo de 1802, Bolívar otorgó a Pedro Rodríguez del Toro el poder para suscribir en su nombre el contrato matrimonial. En consideración a "su distinguido nacimiento, su virginidad, sus cualidades personales" y su disposición a salir de España para acompañar a Bolívar, sus abogados valoraron a María Teresa en 100.000 reales, aproximadamente una décima parte de la fortuna de Bolívar.
Boda
Después de haber obtenido el permiso del rey y las habituales amonestaciones eclesiásticas para ello, se casaron en Madrid el miércoles 26 de mayo de 1802, en la hoy derribada iglesia de San José, en la esquina de la Libertad
y Gravina , y que a menudo se confunde con la iglesia del mismo nombre situada en la calle Alcalá, a la que se trasladó la parroquia de San José en 1838. La El certificado de matrimonio dice lo siguiente:En la ciudad de Madrid, el vigésimo sexto día del mes de mayo de mil ochocientos y dos, en la iglesia parroquial de San José, yo, el Sr. Isidro Bonifacio Romano, Teniente Superior de la Cure de la misma, habiendo procedido con el envío del Sr. Dr. Juan Bautista de Expeleta, Pro. Vicario Ecco. De este pueblo y su partido. Dadas en el vigésimo del mismo mes y año, contradicho por Diego Alonso Martín, su notario, que muestra que las tres reprimendas de la historia. Consejo de Trento, por las causas justas que concurrieron para ella; recibió los justos consentimientos; Después de hacer las otras preguntas y requisitos necesarios y no haber resultado en ningún impedimento, me casé en la Facie eclesial, por palabras del presente que hacen preceder a Don Simón Bolívar Don Isidro Bonifacio Romano.
Veinte días después, la pareja se mudó a La Coruña. El 15 de junio de 1802, la pareja recién casada se fue a Caracas, donde llegaron el 12 de julio a La Guaira. Allí María Teresa fue acogida no sólo por la familia de Bolívar, sino por sus propios parientes Rodríguez del Toro. Después de una corta estancia en Caracas, en la Casa del Vínculo y del Retorno
, ubicado en una esquina de la Plaza Mayor de Caracas, hoy llamada Plaza Bolívar, se trasladaron a la finca de Bolívar en San Mateo. Unos meses más tarde, María Teresa se enfermó a "fiebres malignas", identificada indistintamente en el presente como fiebre amarilla o paludismo. La pareja regresó a la Casa del Vínculo en Caracas, donde murió el 22 de enero de 1803, después de ocho meses de matrimonio y dos años de compromiso.Muerte y promesa
Después de haber perdido a sus padres cuando era niña, y de haber vivido una infancia solitaria, María Teresa representó para Bolívar un último y definitivo intento de echar raíces emocionales, un intento marcado por la tragedia. El dolor que le provocó esta muerte inesperada y prematura llevaría a Bolívar a evitar cualquier vínculo afectivo estrecho en el futuro.
Bolívar, en 1828, describió con estas palabras la situación emocional y afectiva en la que se encontró cuando en 1802 regresó a Venezuela:« Entonces mi cabeza estaba llena de los humos del amor más violento y no de las ideas políticas ». Lo mismo afirma en otros testimonios. Por ejemplo, en una carta a su amigo Pedro Joseph Dehollain mencionó que cuando se casó, se convirtió en una "feliz entidad que alegremente cantó la altura de su felicidad con la posesión de su Teresa". Teresa era el centro afectivo de la vida de su marido. Había pasado por la muerte de su padre y luego su madre y su abuelo. Teresa era el vínculo humano fundamental con el que esperaba compartir la vida, sueños, proyectos. Por eso explicó a Perú de la Croix: "Amé mucho a mi esposa". La desaparición de Teresa tuvo que causar una profunda crisis: "La he perdido y con ella su dulce vida". "El dolor por un solo momento no me deja consuelo para buscar", "el destino deplorable y triste al que estoy condenado". El estado en el que estaba era patético. Estaba sumido en una profunda tristeza y su carácter cambió.
—Tomás Polanco Alcántara, Simón Bolívar, Ensayo de Interpretación Biográfica A través de sus Documentos
El juramento de no volver a casarse que pronunció Bolívar en ese momento es considerado por sus biógrafos como un acto de rebelión contra el dolor derivado de la entrega incondicional de sus defensas emocionales. Aunque tendría muchas amantes en el futuro, cumplió fielmente su promesa.
La muerte inesperada de María Teresa es un duro y decisivo golpe en la vida de Bolívar que lo sumerge en el dolor más profundo... Una vez más, corre a la desgracia y sabe cómo apelar a su energía profunda para enfrentarla y seguir adelante. En el futuro, sin embargo, no dará amor puro y permanente a ninguna mujer, ni ninguno de sus amantes lo atará permanentemente.
—Luis José Silva Luongo, Bolívar, la herencia de todos,
La desesperación de Bolívar le hizo temer que se quitaría la vida. Bolívar, sin embargo, hizo un segundo viaje a Europa para mitigar su inmenso dolor. En Madrid tuvo un emotivo reencuentro con su suegro, Bernardo, que Bolívar recordaría siempre. En compañía del primo hermano de María Teresa, Fernando Rodríguez del Toro, Bolívar viajó a París, donde entró en contacto con su antiguo maestro Simón Rodríguez. Este encuentro sería de vital importancia para la vida de Bolívar ya que Rodríguez, al observar la angustia de su antiguo discípulo, lo orienta hacia intereses políticos como forma de superar el vacío dejado por la muerte de María Teresa. Según sus propias palabras, esto lo llevaría a seguir a "Marte' carro" en lugar de "Ceres' arado." En 1828, analizando la influencia que tuvo en él la muerte de su esposa, Bolívar confiesa:
Si no hubiera sido viudo, tal vez mi vida hubiera sido diferente; no sería el General Bolívar o el Libertador, aunque estoy de acuerdo en que mi genio no debía ser alcalde de San Mateo.
—Simón Bolívar,
En relación a la muerte de María Teresa el eminente biógrafo español Salvador de Madariaga escribió:
Este final repentino de la vida personal y retirada de una niña de veintiún años ha sido quizás uno de los acontecimientos clave en la historia del Nuevo Mundo.
—Salvador de Madariaga, Bolívar,
Lugar de descanso
Tras su muerte, los restos de María Teresa fueron enterrados en el panteón de la familia Bolívar en la Catedral de Caracas con los padres y antepasados de Bolívar. Cuando los restos de Bolívar fueron repatriados desde Santa Marta, Colombia, en diciembre de 1842, fueron enterrados junto a los de su esposa. Allí permanecieron 34 años hasta el 28 de octubre de 1876, hasta que el cuerpo de Bolívar fue trasladado al Panteón Nacional. Simultáneamente se inició una serie de esculturas para los padres de María Teresa y Bolívar, las cuales estarían ubicadas en la Capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral Metropolitana de Caracas. Fueron confiados al escultor italiano Pietro Tenerani. En 1930 se añadió al monumento una escultura alegórica de Victorio Macho que muestra a Bolívar protegiendo a su esposa y sus padres.
Representaciones de la alta y popular cultura
En la ópera “Bolívar” del compositor francés Darius Milhaud, María Teresa es representada como el gran amor del héroe, cuya alma espera a Bolívar cuando este muere al final del acto final.
La relación de María Teresa y Bolívar fue retratada por María Valverde y Edgar Ramírez en la película de Alberto Arvelo de 2013 El Libertador.
En el cuarto episodio de la tercera temporada de la serie de televisión española, El Ministerio del Tiempo, Bolívar recibe la ayuda de los agentes viajeros en el tiempo para encontrar a María Teresa. Esto se considera fundamental para desencadenar la serie de acontecimientos que convertirían a Bolívar en el Libertador de América del Sur.
La relación también es retratada en la serie conjunta de Netflix-Caracol Televisión Bolívar con Irene Esser y José Ramón Barreto en los papeles de María Teresa y Simón Bolívar.
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