Manuel Romero Rubio

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Manuel Romero Rubio (Ciudad de México, 7 de marzo de 1828 - Ciudad de México, 3 de octubre de 1895), fue un político y abogado mexicano que participó en los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.

Educación como abogado y el comienzo de su carrera política.

Manuel Romero Rubio inició su formación en el Seminario Conciliar de la Ciudad de México, donde adquirió conocimientos de gramática y filosofía latinas. Más tarde, en el Colegio de San Gregorio inició sus estudios de derecho. Allí fue reconocido como uno de los estudiantes más destacados y entabló amistad con Lerdo de Tejada, entre otros colegas que luego adquirieron roles de gran relevancia en el ámbito político nacional.

En el Colegio de San Gregorio, debido a su brillante participación en las discusiones de la Academia de Jurisprudencia, Romero Rubio recibió diversas ofertas para ocupar cargos en el gobierno; sin embargo, no aceptó estas invitaciones, prefiriendo terminar sus estudios.

El Colegio de San Gregorio –considerado como un centro de pensamiento independiente–, pasó por el escrutinio gubernamental y fue clausurado brevemente con el regreso de Santa Anna el 20 de octubre de 1853. Por ello, Manuel Romero Rubio e Ignacio Mariscal, entre otros estudiantes, se convirtieron en los principales organizadores del Club Político el Águila, que surgió como una protesta, y al que se sumaron varias figuras que luego ocuparon altos cargos en la política mexicana.

El 11 de enero de 1854, Romero Rubio obtuvo su título de abogado en el Colegio de San Gregorio, y se matriculó ante el Colegio Nacional de Abogados con el apoyo económico de José Urbano Fonseca Martínez.

Ese mismo año abrió su propio estudio de abogados, que era uno de los más destacados de la capital, al que asistían personalidades de diversos cargos políticos.

Participación en el Plan de Ayutla

En 1854, con 26 años, Manuel Romero Rubio se sumó al Plan de Ayutla, destinado a derrocar al gobierno conservador y centralista del presidente Santa Anna y, con Miguel Buenrostro, sostuvo una primera reunión con Benito Juárez como representante de los clubes liberales en México. Ciudad.

Tras el triunfo del Plan de Ayutla, Romero Rubio fue designado juez de primera instancia en el juzgado de Tulancingo, Hidalgo. Dos meses después, declinó el cargo y regresó a la capital para desempeñarse como secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, posteriormente, como asesor del coronel Agustín Alcerreca, gobernador del Distrito Federal.

Romero Rubio Constituyente y la Guerra de Reforma

Tras la renuncia de Santa Anna en 1855 por la Revolución de Ayutla, se instauró el Congreso Constituyente de 1856-1857, donde Manuel Romero Rubio -sin haber propuesto candidatura- fue elegido diputado suplente por el Estado de México gracias a su excelente reputación como magistrado en el juzgado de Tulancingo.

Como miembro del Congreso Constituyente, son especialmente relevantes sus votos a favor de la confiscación de los bienes del clero y la disolución de la Compañía de Jesús –que había sido restablecida en México durante la dictadura de Santa Anna–.

Sus intervenciones en el Congreso Constituyente posicionaron a Romero Rubio como un político liberal y, en septiembre de 1857, ocupó el cargo de Secretario de Gobernación del Distrito Federal durante el gobierno de Ignacio Comonfort. Sin embargo, en diciembre de 1857 renunció a su cargo por la incorporación de Juan José Baz –Gobernador del Distrito Federal– al Plan de Tacubaya; cuyo principal objetivo era rechazar la Constitución de 1857.

A fines de marzo de 1858, el nuevo gobierno conservador de Félix María Zuloaga apresó a Romero Rubio, Riva Palacio y otros liberales quienes fueron trasladados a los calabozos de la ex-Acordada, desde donde mantenían correspondencia con sus aliados, para mantenerse informados de los hechos. de la Guerra de Reforma.

El 20 de noviembre de 1858, cuando fue liberado junto con el resto de los presos políticos ex-Accorda, Manuel Romero Rubio fue designado jefe de las fuerzas huastecas del ejército liberal, y se unió al frente del general Juan J. de la Garza en Tamaulipas, quien lo nombró segundo al mando de su división.

Sin embargo, Romero Rubio se mantuvo al frente de la división cuando De la Garza resultó herido tras un enfrentamiento con fuerzas conservadoras en Corcovada; momento en que Manuel Romero Rubio dirigió sus tropas a San Luis Potosí, donde se reunió con otros líderes liberales y fue comisionado para reunirse con Benito Juárez en Veracruz, con el propósito de convencerlo de la gran necesidad de acelerar la declaración de las leyes de Reforma, cuyo proyecto había sido pospuesto debido a la inestabilidad política del país.

Finalmente, en julio de 1859, Juárez promulgó las leyes de Reforma y Romero Rubio regresó a Tamaulipas, desde donde organizó su división para enfrentar a los grupos conservadores que se oponían a la nueva Constitución.

Participación en el gobierno de Benito Juárez

Romero Rubio participó en la Batalla de Calpulapan, el último enfrentamiento militar de la Guerra de Reforma.

Con la victoria del ejército liberal en la Guerra de Reforma, Benito Juárez estableció su gobierno en la Ciudad de México y Romero Rubio fue designado para reorganizar el despacho de aduanas y el gobierno del Distrito Federal; posteriormente se desempeñó como presidente del Congreso y diputado representante del Estado de México.

La intervención francesa y su apoyo a Juárez

Durante la intervención francesa en 1863, Juárez abandonó la Ciudad de México dejando al General de la Garza a cargo de la organización de los asuntos militares de la capital, ya Romero Rubio de los asuntos civiles. En julio de ese año, Manuel Romero Rubio estuvo brevemente preso en la capital y luego huyó a Tula, Tamaulipas.

La inestabilidad política generada por la intervención francesa provocó fracturas en los grupos liberales, y Romero Rubio se sumó a Jesús González Ortega, quien cuestionó la excesiva extensión del mandato de Juárez; sin embargo, estos desacuerdos no impidieron que Manuel Romero Rubio apoyara a Juárez durante la guerra contra Maximiliano de Habsburgo, reuniendo en 1867 una importante cantidad de recursos económicos para financiar su ejército.

La República restaurada: colaboración con el gobierno de Juárez

Al concluir la Guerra de Reforma ya pesar de su victoria, el partido liberal estaba dividido. Las intenciones de Juárez de extender su mandato distanciaron aún más a los grupos liberales y surgieron tres facciones principales: los juaristas que apoyaron la presidencia de Benito Juárez, los porfiristas que estaban del lado de Porfirio Díaz y los lerdistas que optaron por el liderazgo de Sebastián Lerdo de Tejada.. En este contexto, la figura de Manuel Romero Rubio destacó por su capacidad de negociación y se convirtió en un referente de unidad intelectual y política. A pesar de pertenecer al grupo lerdista, con la victoria de los juaristas en las elecciones de 1867, Romero Rubio fue nombrado Presidente de la Cámara de Diputados en 1870, y su casa se consolidó como uno de los lugares de reunión política más importantes de la época.

Durante el gobierno de Juárez, Romero Rubio también fue nombrado Magistrado Supernumerario de la Corte Suprema de Justicia y diputado del estado de Chihuahua.

Colaboración con el gobierno de Lerdo de Tejada

En 1872, a la muerte de Benito Juárez, Lerdo de Tejada asumió la presidencia inicialmente de manera temporal y, posteriormente, como presidente electo para el período 1872-1876. En 1876, Lerdo fue declarado nuevamente electo presidente por el Poder Legislativo y Manuel Romero Rubio fue nombrado Ministro de Estado y Relaciones Exteriores. Sin embargo, la reelección de Lerdo de Tejada y las acusaciones de fraude electoral produjeron muchos desacuerdos que llevaron al levantamiento armado del grupo porfirista.

El 21 de noviembre de 1876, con la victoria militar de Porfirio Díaz, Lerdo de Tejada y su gabinete –incluidos Manuel Romero Rubio y Mariano Escobedo– se exiliaron en EE.UU.

Distanciamiento político entre Romero Rubio y Lerdo de Tejada

La ruptura política entre Manuel Romero Rubio y Lerdo de Tejada comenzó a fraguarse antes de la caída del lerdismo en México, debido a que si bien Romero Rubio tuvo carrera y fue el principal asesor de Lerdo de Tejada, este último no le otorgó una participación activa. cargo en su gabinete hasta el final, cuando fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores en 1876; es decir, el mismo año en que estalló el levantamiento armado para evitar la reelección de Lerdo de Tejada.

La popularidad de Lerdo de Tejada decayó no sólo ante figuras como Romero Rubio, sino ante otros agentes políticos que lo criticaban duramente por no escuchar ni respetar las ideas de los demás.

Algunas de las críticas que Romero Rubio expresó sobre Lerdo antes de pertenecer al gobierno porfirista fue su obstinación en incluir solo a los políticos juaristas en los altos cargos de la administración pública, lo que a su juicio produjo la fisura política que permitió a los porfiristas ganar poder en la política. esfera.

En 1877, Romero Rubio regresó a México con la intención de negociar una "campaña pacífica a favor de la restauración constitucional", y desembarcó en Veracruz el 14 de junio de 1878; es decir, dos meses después de que el gobierno de Estados Unidos reconociera la legitimidad del gobierno de Díaz. Al llegar a México, declaró públicamente su alejamiento de Lerdo de Tejada.

Romero Rubio y la consolidación del Porfiriato

A la llegada a México de Manuel Romero Rubio en 1878, el gobierno de Porfirio Díaz aún no había consolidado su dominio político nacional. Para lograrlo, Díaz necesitaría no solo el apoyo de sus antiguos compañeros de armas, sino un liderazgo más fuerte que asegurara su futura reelección, y que integrara a las diferentes facciones liberales que estaban en disputa.

La presencia de Manuel Romero Rubio en el país sirvió para unificar las distintas voces del partido liberal, y crear un acuerdo de paz que diera estabilidad al nuevo gobierno, que incluía entre sus filas no solo a Romero Rubio, sino a muchas otras personalidades ex lerdistas.

Romero Rubio fue reconocido por su extraordinaria capacidad de negociación, por lo que su adhesión al proyecto porfiriano le ofreció la posibilidad de legitimar el gobierno de Díaz al anular uno de los principales ejes de la disidencia y permitirle una alianza estratégica que le dio el respaldo de un experimentado círculo de políticos e intelectuales mexicanos.

Este pacto entre Díaz y los remanentes del lerdismo se reflejó en 1881 con el matrimonio entre Carmen Romero Rubio Castelló –hija de Manuel Romero Rubio– y Porfirio Díaz.

Secretaría de Gobernación: funciones y aportes

Tras las elecciones de 1884, Romero Rubio fue designado secretario general de Gobernación por el general Díaz; cargo que ocupó hasta su muerte.

Las competencias de la Secretaría de Gobernación bajo el liderazgo de Manuel Romero Rubio abarcaron una amplia gama de poderes que, por su enorme peso social y político, fueron esenciales para la constitución de la hegemonía porfiriana.

El núcleo de las funciones del Secretario era garantizar la tranquilidad pública, lo que implicaba su participación en varios asuntos esenciales para el funcionamiento del Estado:

Supervisar el cumplimiento de la Constitución. Para lograrlo, el Secretario de Gobernación mantuvo la facultad de solicitar al Congreso de la Unión la suspensión parcial o total de las garantías constitucionales en casos de peligro para la paz pública, así como la facultad de promover ante la Cámara de Diputados iniciativas de ley. y reformas constitucionales, que permitieron en 1887 la reelección de Díaz.

Intermediación en las relaciones de la capital con el Congreso de la Unión y los Estados de México - poderes intactos durante todo el período en que Romero Rubio estuvo a cargo de la Secretaría de Gobernación.

Vigilancia de la legitimidad de los comicios electorales, tema fundamental para mantener el régimen de Díaz. Como parte de esta función, la Secretaría de Gobernación también estuvo a cargo del servicio postal en la gestión de Romero Rubio, ya que el establecimiento del consenso electoral requería buenas comunicaciones entre la capital y los Estados de México. Como se puede apreciar, su intermediación entre la capital y las entidades federativas le otorgó a esta Secretaría un papel fundamental durante el régimen del Porfiriato, el cual no hubiera podido continuar sin este consenso político.

Vigilancia de la libertad de prensa; En este caso, la Secretaría también monitoreó los movimientos de la prensa en México, no siempre a favor de la libertad de expresión.

Instrumentos coercitivos. La Secretaría de Gobernación contaba con instrumentos coercitivos para mantener la tranquilidad pública. Uno de ellos fue la Guardia Nacional del Distrito Federal y Territorio de Baja California; la Policía Rural de la Federación – creada originalmente para proteger las principales rutas comerciales que conducían a la Ciudad de México.

La administración y vigilancia de hospitales, beneficencias públicas, casas de empeño, montes de piedad, loterías, prisiones, cárceles, penitenciarías, etc., el cuidado de la salud pública y la prevención de epidemias –de suma importancia en el siglo XIX–, la administración de “ teatros y espectáculos públicos”, entre otros.

En materia financiera, una de las iniciativas de Manuel Romero Rubio fue la reducción del gasto público por parte de esta Secretaría que, a pesar de su inmensa relevancia, recibió un presupuesto menor que ministerios como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

El éxito de la política de Manuel Romero Rubio fue reconocido por sus contemporáneos, y lo ayudó a posicionarse como un elemento fundamental dentro del heterogéneo gabinete porfiriano, gracias a su inmensa capacidad de negociación y conciliación, convirtiéndose por ello en la mano derecha de Porfirio Díaz.

Romero Rubio, la Unión Liberal y los Científicos

Como Ministro del Interior, Manuel Romero Rubio fundó el grupo Unión Liberal en 1892 con el objetivo de consolidarlo como partido político, aunque nunca llegó a serlo del todo.La Unión Liberal era parte de un plan más amplio que buscaba darle a la reelección de Díaz bases aparentemente liberales y democráticas. Con un manifiesto escrito por Justo Sierra, múltiples convocatorias a desfiles y manifestaciones a favor de Díaz, y la creación de clubes porfiristas en todo el país, la Unión Liberal logró atraer a todo tipo de estratos sociales y políticos que se adhirieron a su causa. Con esta impresionante maniobra, Romero Rubio logró transformar el ambiente político –que originalmente no favorecía a Díaz–, y consolidarlo ante la opinión pública como la única figura capaz de continuar con el proyecto progresista y mantener la estabilidad del país.

El grupo que encabezó la Unión Liberal formó la base de lo que luego se conocería como los Científicos, un selecto círculo intelectual y político cercano al poder. Manuel Romero Rubio fue el líder y protector de los Científicos hasta su muerte, cuando heredó su legado a su protegido político, el joven secretario de Hacienda, José Yves Limantour.

La muerte de Romero Rubio ocurrió el 3 de octubre de 1895 en la Ciudad de México y fue un hecho de trascendencia nacional que sacudió a la clase política del país. Todos los edificios públicos, incluida la Villa de Guadalupe, se vistieron de luto, mientras escuelas, clubes sociales y comercios cerraron sus puertas.

Reconocimientos nacionales e internacionales