Lucio Cornelio Balbo (cónsul 40 a. C.)
Lucius Cornelius Balbus (fl. Siglo I a.C.) nació en Gades a principios del siglo I a.C. Lucius Cornelio Balbo fue un rico político y hombre de negocios romano de origen púnico y natural de Gades en Hispania, que jugó un papel importante en el surgimiento del Principado en Roma. Fue un destacado partidario de Julio César y un asesor cercano del emperador Augusto.
Biografía
Sirvió en Hispania bajo Pompeyo y Metelo Pío contra Sertorio. Por sus servicios contra Sertorio, Pompeyo le confirió a él y a su familia la ciudadanía romana. Acompañó a Pompeyo en su regreso a Roma en el 71 a. C. y fue durante mucho tiempo uno de sus amigos más íntimos. También se ganó la amistad de Julio César, quien depositó en él gran confianza. Balbo' Las amistades personales con Pompeyo y César fueron fundamentales en la formación del Primer Triunvirato. Era el principal financiero de Roma. Balbo sirvió bajo César como ingeniero jefe (praefectus fabrum) cuando César era propretor de Hispania en el 61 a.C. y procónsul de la Galia en el 58 a.C.
Su posición como extranjero naturalizado, su influencia y su riqueza naturalmente hicieron que Balbo tuviera muchos enemigos, quien en el 56 a.C. puso a un nativo de Gades para procesarlo por asumir ilegalmente los derechos de un ciudadano romano, un cargo dirigido contra el triunviros igualmente consigo mismo. Cicerón (cuyo discurso se ha conservado), Pompeyo y Craso hablaron en su nombre y fue absuelto. Durante la guerra civil de César, Balbo no participó abiertamente contra Pompeyo, aunque se informó que Balbo cenó con César, Salustio, Hircio, Opio y Sulpico Rufo la noche después de su famoso cruce del río Rubicón hacia Italia, que tuvo lugar el 10 de enero del 49 a.C. Intentó que Cicerón mediara entre César y Pompeyo, con el objeto de evitar que se pusiera definitivamente del lado de este último, y Cicerón admite que lo disuadieron de hacerlo, en contra de su mejor juicio.
Balbo se unió a César y, junto con Opio, administró la totalidad de los asuntos de César en Roma. Posteriormente, Balbo se convirtió en secretario privado de César, y Cicerón se vio obligado a pedir sus buenos oficios ante César. Después del asesinato de César en el 44 a. C., Balbo logró igualmente ganarse el favor de Octaviano; en 43 a. C. o 42 a. C. fue pretor, y en 40 a. C. se convirtió en el primer ciudadano romano naturalizado en alcanzar el consulado. Se desconoce el año de su muerte. Balbo llevó un diario de los principales acontecimientos de su vida y la de César (Efemérides), que se ha perdido (Suetonio, César, 81). Se encargó de que se continuaran los Comentarios de César sobre la guerra de las Galias; y, en consecuencia, se le dedica el octavo libro de los Commentarii de Bello Gallico (que probablemente fue escrito por su amigo Hircio por instigación suya).
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