Literatura renacentista
La literatura renacentista se refiere a la literatura europea que fue influenciada por las tendencias intelectuales y culturales asociadas con el Renacimiento. La literatura del Renacimiento se escribió dentro del movimiento general del Renacimiento, que surgió en la Italia del siglo XIV y continuó hasta el siglo XVI mientras se difundía en el resto del mundo occidental. Se caracteriza por la adopción de una filosofía humanista y la recuperación de la Antigüedad clásica. Se benefició de la difusión de la imprenta en la última parte del siglo XV.
Visión de conjunto
Para los escritores del Renacimiento, la inspiración grecorromana se manifestó tanto en los temas de sus escritos como en las formas literarias que utilizaron. El mundo fue considerado desde una perspectiva antropocéntrica. Se revivieron las ideas platónicas y se pusieron al servicio del cristianismo. La búsqueda de los placeres de los sentidos y un espíritu crítico y racional completaron el panorama ideológico de la época. Aparecen nuevos géneros literarios como el ensayo (Montaigne) y nuevas formas métricas como la estrofa spenseriana.
El impacto del Renacimiento varió en todo el continente; Los países que eran predominantemente católicos o protestantes experimentaron el Renacimiento de manera diferente. Las áreas donde la Iglesia Ortodoxa Oriental era culturalmente dominante, así como aquellas áreas de Europa bajo el dominio islámico, estaban más o menos fuera de su influencia. El período se centró en la autorrealización y la capacidad de aceptar lo que está sucediendo en la vida.
La literatura renacentista más antigua apareció en Italia en el siglo XIV; Petrarca, Maquiavelo y Ariosto son ejemplos notables de escritores del Renacimiento italiano. Desde Italia, la influencia del Renacimiento se extendió en diferentes momentos a otros países y continuó extendiéndose por Europa a lo largo del siglo XVII. El Renacimiento inglés y el Renacimiento en Escocia datan de finales del siglo XV a principios del siglo XVII. En el norte de Europa, los escritos académicos de Erasmo, las obras de William Shakespeare, los poemas de Edmund Spenser y los escritos de Sir Philip Sidney pueden considerarse de carácter renacentista.
El desarrollo de la imprenta (con tipos móviles) por parte de Johannes Gutenberg en 1440 alentó a los autores a escribir en su lengua vernácula local en lugar de en las lenguas clásicas griega o latina, ampliando así el público lector y promoviendo la difusión de las ideas del Renacimiento.
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